Partida Rol por web

Año 2019. Los Ángeles.

Tyrell Corporation (“More human than human”) está realizando un proyecto a corto plazo de tecnificación de agentes espaciales, conocidos, como Agentes Blade Runners. Esta inesperada situación de rápida formación es debido a una serie de rebeliones de replicantes del modelo Nexus en diversos sistemas estelares y planetas exteriores colonizados por el hombre. Debido a la continua violencia que están ofreciendo, Tyrell concede la inscripción de tecnificación a cualquier ciudadano con buenas cualidades físicas que quiera incorporarse, siendo el filtro y la formación verdaderamente cualificada de agentes un detalle de escasa atención...

Dichos ciudadanos, tras el proceso de entrenamiento como futuros Blade Runner, son enviados cada semana a sofocar las sublevaciones con el pertinente “retiro” de los modelos. Parece que cuatro años de vida no es un mecanismo suficiente...

Vosotros (Los Pj’s) habéis inscrito para la formación inmediata como agentes. Cada uno tiene sus propios motivos. Tyrell apenas hace sondeos o recopila vuestros datos, sino que os usa como “pacificadores espaciales” (realmente algunos sistemas demandan mucha ayuda). No importa de qué país sois, no importan cuáles son vuestras metas, tan sólo importa aquello que podáis hacer, que podáis ofrecer.

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Hangar de Tyller Corporation. L.A.:

Piloto en pruebas: ¿Cuántos somos, capitán?

Capitán: Veinte viajeros, contándonos a nosotros. Dieciocho Blade Runners dispuestos a eliminar vacios físicos y Bugs de algunos prototipos. La verdad es que son bastantes. ¡Han de ser bastantes! Esos malditos Nexus son correosos, los muy...

P.: Lo sé, lo sé. Transporté con mi instructor inicial dos de ellos al sistema Gliese 436. Eran prototipos de exploración mineras... Una vez allí, no tardaron ni dos meses en tomar la colonia terrestre de Sci Enterprises y la de Tyrell y las naves de viaje... aterrador.

C.: Bueno muchacho, pronto será hora de irse.  Informa a los agentes que en media hora se dirijan a la cabina del hangar. Despegaremos una vez allí tras revisar todo el proceso.

Voz de Piloto (Altavoz):

Atención:
Saludos y Bienvenidos.

Una vez más requerimos de la presencia de voluntarios como ustedes para una misión de paz. Ahora sois agentes Blade Runner. La única razón por la que no se os ha informado del destino es por posibles filtraciones, lo que conllevaría a la puesta en peligro de la propia misión.

El Capitán de la “AF-Morgan” les informa que el despegue se producirá a las 18.00. Es imprescindible que en treinta minutos se sitúen en la zona de tripulantes del hangar.

Mientras tanto, les invitamos a que examinen el contenido de la carpeta que le hemos entregado. En ella figura uno de los fugitivos más peligrosos a los que nos enfrentados, cabecilla de las revueltas más importantes del sistema al que nos dirigimos. Este modelo es muy peligroso. Si logran verlo, procedan a efectuar su “retiro”.

Buen viaje.

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Como único dato que Tyrell Corporation os otorga antes de ingresar en vuestro destino es una carpeta con su símbolo empresarial. Al abrirla veis dos documentos: una foto a tamaño folio en blanco y negro de un Replicante, y en otro documento lo que parecen sus datos personales:

Nombre: Rick Deckard
Estado: Desaparecido.
Situación: Máxima Búsqueda/Retiro inminente
Edad: 8 Años
Modelo: Nexus-8.
Descripción del modelo:

El Nexus 8 es un prototipo dentro de la generación Nexus-6 con el doble de edad. Tan sólo se diferencia de la generación 6 en una racionalidad interior más compleja (un libre albedrío de pensamientos que pueden desembocar en la construcción de cualquier idea real o ficticia no vinculada a sus diseñadores) y una incertidumbre existencial y metafísica más profunda..

Para comprender bien este hecho podríamos decir que la generación Nexus-6 es estricta en sus pensamientos y maleable según sus creadores. Sin embargo, la generación 8 basa su perfección en la incapaz de discernir con exactitud el verdadero motivo de cada cosa, llegando realmente a la semejanza humana. Esta perfección está destinada a la “retirada” de otros ejemplares Nexus, a través del programa de Agentes Blade Runner.

No son más que humanos. El Nexus-8 es un humano.

Observando a sus compañeros de viaje Stuart va saltando la vista de unos a otros sin recrearse demasiado. Es consciente de que se ha unido a una poderosa corporación así que podría haber topos entre los presentes que busquen la forma de escoger a quien vale y quien no así que se limita a buscar un sitio donde sentarse a esperar que la nave se pongan en marcha sin descuidar su espalda pero atento a cualquier conversación que pueda surgir mientras su mente permanece cavilando un recuerdo lejano.

Recuerda lo que te enseño tu padre: "Observar, Entender y Reaccionar".

Apoyada en la pared y con las piernas cruzadas, observaba a cada uno de los presentes sobretodo a los hombres deteniéndose en aquellos mas jóvenes y formados que el resto. no dijo palabra todavía no había necesidad de hablar.
Ademas aun estaba recreándose con alguno de los que estaba sentados no muy lejos de ella.

Otra mision mas, nada nuevo

Oculta tras sus gafas de sol, Monique se muestra confiada y tranquila, aunque esto no es mas que una armadura tras la que oculta su inseguridad.

¿En que me he metido? - piensa mientras observa de reojo a sus compañeros.

Krausser llevaba una gabardina que le cubría prácticamente entero, de un color grisaceo, al igual que su sombrero. Tras leer cuidadosamente el informe que se les acababa de dar, ojeó rápidamente al personal de aquella sala. Un simple vistazo para saber con quien iría de misión bastaba, de hecho, no estaba allí para hacer amigos, sino para ganarse el sueldo.

Una remesa interesante de gente se dijo para si mismo, mientras se sentaba en una silla y sacaba el periodico del dia. Poco más se podía hacer ahí hasta que no les pasaran revisión o les dieran ordenes. Creo que va a llover....

 Mientras veía a todos tenia ganas de un cigarrillo, por mucho que no se usen en esta época debo fumar minimamente uno diario, pero este no es el momento. No soy joven, llevo años trabajando, las arrugas de mi cara son una clara evidencia de que por mi vida han pasado muchas  experiencias. 

Me pongo en una esquina poniendo atención a los demás, hay mujeres muy lindas en el equipo, y muy jovenes también, tenia la esperanza de conocer alguén más maduro, pero es solo trabajo, para divertirse ya existiran otras.

Niños de pañales, no saben como es esto... sonrío al ver las caras de algunos.

Enola entro sonriente en la nave, saludando a todo el mundo con el que se cruzaba, nunca había viajado al espacio y estaba maravillada de todo lo que veía desde que llegó al astro puerto, pretendía que todo esto fuese una experiencia positiva, para su vida y su carrera, era de las pocas optimistas que les gustaba la vida tal como era y no se dejo ensombreces ni un ápice por el ambiente de pesimismo decadente y los aires de superioridad de sus compañeros.

Decidida a que no le amargasen el viaje se dirigió, en contra de lo que habían hecho todos los demás, a un asiento junto al que hubiera sentado alguien.

-Hola que tal soy Enola :D ¿y tú?

Adelante Alice, ya no hay marcha atrás. No alcanzo a comprender todas las palabras que dicen por megafonía. Mi mente está intentando asimilar toda la información que puede y centrarse en el momento que está viviendo. Pero las ganas de dejar atrás parte de mi pasado me vienen a la mente una y otra vez mezclándose con los sonidos y olores tan fuertes del hangar. Será mejor que me siente para tranquilizarme, nada puede ir mal.

Me dirijo con paso decidido a uno de los asientos con intención de estudiar el dosier que nos han entregado. Aunque en el viaje tendré tiempo de sobra. De repente una voz femenina martillea el remolino que tengo en la cabeza.

- ¿Eh? Ah, sí, sí. Me llamo Alice. Perdona que no te viese. Es mi primera misión, ¿sabes?.

La idea de hablar con alguien me agrada ya que todo lo que he visto hasta ahora es frialdad.

Al fin una cara amiga. Pienso mientras sonrío en una actitud clara de alivio.

Blade runner, no es una profesión fácil, desde luego. Pero sí necesaria, ya tenemos suficiente con la escoria criminal como para que tengamos que lidiar con unas copias mal hechas que campen a sus anchas. Debíamos acabar con ellos antes de que hiciesen algo gordo.

Para eso estamos todos aquí. Quizá seamos un número elevado, pero sin duda la misión no sería fácil. Tampoco es que lo esperara, retirar nexus podía ser peligroso ya que los muy cabrones suelen resistirse a la ley de retiro. Ni que fueran seres vivos. En realidad daba igual lo duros que ellos se crean, los blade runners somos buenos en lo que hacemos y nuestras balas no se suelen separar mucho de nuestros ojos. Somos duros, somos realistas. No somos moco de pavo.

Encendí un cigarrillo mientras meditaba y me preparaba para el trabajo. Poco me importaba si el humo molestaba o no era bien visto en el hangar...siempre me fumo al menos unos de estos antes de empezar un trabajo. Me relajan, me motivan, y no lo dejaría por nada del mundo.

-Buenas, me llamo Arthur Black. Estoy deseando empezar el trabajo y hacerlo bien. 

No me gusta andarme con chiquitas ni hacer las cosas a medias. Ser un blade runner conllevaba serlo las 24 horas del día, y la pausa para el café eran mariconadas que solo se hace cuando no hay pistas.

Aryenne se estira preparándose para el viaje, mientras mira a todos lados con una sonrisa en la cara. Sin duda el trayecto será agradable, no sólo por la sensación de libertad que da la suspensión en el espacio, sino por la agradable tarea ue tienen en perspectiva. Siempre recibe cuaqluier posibilidad de devolver un poco de cordura a este mundo cada vez más imperosnal con una sonrisa en la cara.

Paseo tranquilamente por la sala, con una mano en la espalda y la otra sosteniendo el dosier mientras lo leo.
Dedico fugazmente miradas a los otros miembros de la tripulación y percibo tensión, tranquilidad, miedo y corage en el ambiente.

"Rick... de Richard supongo. Nexus-8, el doble de vida, el doble de tiempo." Pienso y resoplo algo más nervioso. Entonces me fijo y veo como un Tipo enciende un cigarrillo y comieza a fumarselo.

Le miro y le presto atención pensando en silencio unos segundos hasta que me decido a hablarle.

Caballero, hacer eso le matará.- Le miro con una discreta sonrisa bienintencionada camuflada por un poblado bigote durante unos instantes para después dirigir mi vista de nuevo al dosier y seguir con mi pausado paseo por la sala. 

 Oh Genial. Me acerco al hombre de color que esta fumando y aquel que esta diciendo que eso lo matará. Saco mi cigarrillo y  sonriendo lo prendo. Pense que era el único que fumaba. Miro al hombre de gafas. Mucho justo, mi nombre es Jhosep Aschauer, pero todos me dicen Joe... llevo muchos años trabajando en el área, me sorprende no haberlos visto antes. Sonrío mientras chupo del cigarro.

- ¡Mi primera misión!

Siempre había aspirado a ser una Blade Runner, y ahora por fin demostraría si estaba preparada. Aun así, las emociones que siento son un poco distintas a las que esperaba. Creí que me sentiría más orgullosa llegado el momento, pero tras las revueltas y la necesidad de efectivos, los requisitos habían bajado considerablemente, por lo que hoy en día, casi todo el mundo podía llegar a ser Blade Runner.

Me acerco al grupo más entrado en edad, los que parecen veteranos, y aprovecho a fumar un cigarrillo con ellos, tanto para integrarme como para calmar un poco los nervios.

- Caballeros...¿Alguno tiene fuego?

Tras encenderme el cigarro y dar un par de caladas, añado:

- Me llamo Nicole.

Acerco el encendedor a la mujer mientras  hago un gesto de  fina coquetería que sólo se alcanza a mi edad. Nicole, mucho gusto.  La miro con tranquilidad mientras pienso, ¿cada vez contratan más mujeres jóvenes? Jhosep, repito mi nombre mientras murmuro. Parece que a esta misión hemos sido invitados varios.

Fumaba dejando escapar el sucio humo por el hangar, relajándome antes de iniciar la misión. Al poco de encender mi cigarrillo uno de los presentes, el de gafas, dice con tono amable que el tabaco puede matar.

-Eso dicen, que el tabaco mata...- dije con una sonrisa- pero esto también mata, ¿o de verdad crees que los nexus se dejan retirar sin oponer resistencia? Eso haría el trabajo mucho más fácil.

Y aburrido.

Más tarde, una de las chicas se presenta e inclino la cabeza en señal de saludo. Somos muchos aquí, así que un poco de presentaciones nos viene bien antes  de empezar lo serio.

Al oir la conversacion sobre el tabaco, no puedo evitar pensar que el hombre de las gafas tiene razon, si no te mata el tabaco, lo hara algun nexus que vea el humo piens, aunque me reprimo para no abrir la boca ya que ellos parecen profesionales, y yo soy solo una novata.

Tras pensarlo durante unos instantes me acerco al hombre de gafas y tratando de que mi voz suene firme digo

- Hola, me llamo Monique, y soy nueva en esto - dudo un instante antes de proseguir - tu pareces un veterano, ¿puedes darme algun consejo?

Me encanta la ciudad de Los Ángeles, tan colorida, tan llena de vida... comparada con ella Boston no es más que un agujero apestoso lleno de ratas, y la mayor parte de esas ratas se encuentran en la comisaría de policía del sector 3. Sin duda ese ha sido el peor trabajo de mi vida, rodeado de imbéciles que no eran capaces ni de encontrarse el ombligo, policías corruptos violadores de niñas, escoria en definitiva. Es duro vivir el día a día cuando eres el único que no quiere venderse, es duro luchar contra el crimen mientras te ves metido en él hasta el cuello. Estaba tumbado en mi sofá de última generación de mi asqueroso apartamento cuando vi aquel anuncio en la tele, nunca había pensado en convertirme en un Blade Runner, pero si hasta el vecino del cuarto que se movía con aquella ruidosa silla motorizada podía, entonces yo también podría.

El día antes de una operación importante, ya fuera en la policía o ahora en mi nuevo trabajo, solía tomarmelo libre. Mi ritual habitual consistía en recorrer las abarrotadas calles de la ciudad buscando un puesto de comida tailandesa que me agradara, en la práctica esto significaba que bucaba el más cutre y barato. Me divertía la manera en que había que gesticular con el dependiente para que entendiera lo que querías pedir. Después de la comida solía tomar un cocktail en alguno de los locales de moda, me gustaba admirar las nuevas tendencias suburbanas que se daban cita en aquellos antros. La noche solía terminar en mi apartamento, a veces acompañado (pocas) y a veces acompañado por el canal de teletienda y un buen vaso de bourbon. La noche pasada fue una de esas.

La señora resaca había ido a buscarme por la mañana y me había encontrado en el sofá. Un ligero dolor de cuello me acompañaría el resto del día. Notaba la boca ligeramente seca mientras me acercaba al hangar donde estaban mis compañeros de viaje y los ruidos del motores intensificaban mi dolor de cabeza, pero lejos de incomodarme aquella sensación me hacía sentir vivo. Abrí la carpeta con los datos del fugitivo mientras los demás Blade Runners hablaban entre si. Me acerqué a la máquina de café, sería un día muy largo.

- Café solo, gracias - le dije a la máquina, que rápidamente se puso en marcha para cumplir la orden

- SU CAFE, GRACIAS, VUELVA PRONTO - respondió la metálica voz de la máquina de café

Y con mi café en la mano terminé de revisar la información sobre la misión, en principio no sería más complicada que otras, en el pasado leí en la prensa que un agente había tenido serios problemas para dar caza a los rebeldes de Nexus-6, pero este era, según decía textualmente, un humano...

"Tendrán resaca los replicantes?- pensé, y luego sonreí"

Después de leer un par de veces y con atención el dossier, levanto la vista para observar el variopinto grupo de personas que nos encontramos ahí. Guardo rápidamente los papeles en mi pequeña mochila de cuero. Aunque sé que no he venido a hacer amigos, sino a aniquilar replicantes, no puedo evitar levantarme y acercarme con una gran sonrisa un poco altanera al grupo más numeroso (es decir, el de los fumadores).

Carraspeo un poco al llegar y me presento.

¡Buenas! Soy Michelle McHale, encantada - digo sin dejar de sonreír. Siempre he sido una persona sociable allá por donde pasara. Es mi primera vez como Blade Runner, y también la primera vez que viajo ahí fuera - comento señalando hacia arriba con el pulgar - Qué... Esto va a estar movidito, ¿no?, y miro alrededor con expectación, esperando que los demás me sigan la conversación mientras me cruzo de brazos.

La pregunta de la mujer hace que desvíe mi mirada hacia ella. Tiene buen porte y parece agradable... algo inexperta, pero dispuesta a aprender. Eso es bueno.

-Hola... a primera vez puede ser movidita, sí. Pero hay cosas peores, y créeme, si nos han mandado a tantos blade runners juntos es porque las habrá en esta misión.

Doy la última calada al cigarrillo y lo tiro al suelo para pisarlo y apagar la colilla. Antes de que el cigarrillo llegara al suelo ya me había encendido otro.