Partida Rol por web

Lealtades enfretadas

Flashback: Una nota y una botella

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25/05/2013, 17:21
Director

Martin acababa de recibir una llamada del Prior Schreiber con los datos de su próximo trabajo. Le había explicado todo lo que tenía que saber de la misión y le había dicho cuales iban a ser sus compañeros y sus superiores. Nada complicado, tan solo una misión de prueba para Ilse Brantsch. O quizás no fuera tan sencillo, se decía que esa chica solo traía mala suerte. Pero aquello no era todo, el Prior le había dicho que habían tratado de contactar con Adrian Aniukov y que éste no contestaba las llamadas. Puesto que Martin era el más cercano a Adrian no dijo nada sobre donde podría encontrarse pero le dijo al Prior que él mismo le daría el mensaje. Martin sabía que Adrian bebía. Y también jugaba. Seguramente ahora se encontrase en el Orange moon, un strip-club de mala muerte. 

Y allí fue donde lo encontró...

Notas de juego

Ale, sois libres pero os pediría que la escena no se alargue mucho o tendré que cortarla cuando llegue el momento.

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25/05/2013, 19:13
Adrian Aniukov

Adrian efectivamente, estaba en el Orange Moon con la mirada fija en una gran jarra de cerveza a la que, por el color y olor, estaba claro que había añadido un considerable chorro de tequila. Sin embargo, la jarra apenas estaba vacia, tan solo había dado un par de sorbos y el joven parecía bastante nervioso pero bastante sobrio. Lo cual no era de extrañar. El sirviente, había adoptado a lo largo de los años una gran resistencia al alcohol que, seguramente, lo llevaría a tener cirrosis en un futuro, pero en aquel momento el futuro no existía.

Por el rabillo del ojo, Adrian había visto entrar a su amigo y ya se imaginaba lo que aquello significaba: otra misión... En aquel momento hasta se alegro. No le gustaba la idea de meterse en otra misión con tiros de por medio, pero le vendría bien la pasta.

—Hola Martin—dijo con cordialidad y sin girarse cuando le sintió a su espalda —¿Como lo llevas, tio?

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26/05/2013, 15:01
Martin Roe

Alcoholico, extravagante, descuidado... muchas cosas se decían de Adrian. Cosas que hacían que otros agentes torcieran sus gestos al compartir un encargo con él. La opinión de Martin no era muy distinta. Para el veterano agente, Adrian era un borracho, y lo que era peor en este trabajo, era un tio imprevisible. Sin embargo Martin creía que era alguien en quien se podía confiar. Cuando el Prior le habló de la misión con Ilse no hubo cosa que más le agradara saber que Adrian estaría en el equipo. Ilse era gafe. Todos lo sabían. Y ser gafe en este oficio es mucho peor que ser extravagante. Si las cosas se pusieran feas, Martin confiaba al cien por cien en Adrian, por eso se ofreció voluntario para contactar con él.

— Bien. Estoy bien — miró la cerveza tuneada con tequila. 

— ¿Y tu? —

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26/05/2013, 16:11
Adrian Aniukov

Adrian hizo una mueca ante la pregunta de Martin y se giró hacia él. Su rostro estaba ojeroso y cansado, algo extraño puesto que, normalmente  con lo que bebía dormia como un bebé.

—Debería estar mejor cuando me termine esto—respondió levantando la jarra—pero para ser sinceros estoy jodido. Se me nubló la cabeza en la última partida y ahora estoy endeudado hasta las cejas. Así que si, estoy jodido.

Adrian miró a su compañero, habían compartido varias misones juntos, incluyendo la primera para ambos, que había sido un éxito regado por alcohol y diversión. Por supuesto, todo eso había sido antes de que Adrian se convirtiese en un borracho y Martin en un sieso. Con el paso del tiempo, Martin parecía más un robot que un ser humano y eso era algo preocupante. Si algo se salía de los planes, no sabía reaccionar con otra misión. En otras palabras: no sabía arriesgar. El caso es que le conocía bastante bien y el que estuviese allí no eran buenas nuevas. O quizás si, si el trabajo estaba bien pagado.

—Pero supongo que no vengas aquí ni a oir mis penas, ni a preocuparte por tu viejo colega ¿o me equivoco?— preguntó socarronamente  mientras daba un desganado sorbo a la cerveza.

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26/05/2013, 19:08
Martin Roe

— Ya sabes a lo que vengo. — era cierto que Adrian era lo más cercano a un colega que se podía tener en este trabajo y en cierto modo sí que quería saber que tal le iba todo pero Martin solía rehuir los temas personales como si fueran una enfermedad contagiosa.

— Tenemos un encargo. — empezaba a encontrarse algo incomodo en aquel lugar sórdido así que decidió ir al grano.

— Me pidieron que te diese un mensaje. Parece que no contestas a sus llamadas.—

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26/05/2013, 19:26
Adrian Aniukov

—Bueno, no me pareció buena idea poner como telefono de contacto este antro de bailarinas con cicatrices, ni el Funzzy Game Club— dijo arqueando las cejas.—No son muy buenas referencias y me he pasado por allí los últimos cuatro días. ¡Joder! Este puto trabajo me estresa y cuando me estreso juego y bebo, y si pierdo necesito pasta, y para conseguir pasta rápido realizo un trabajo estresante.

Adrian bebió un buen trago de la espesa cerveza y sacó una pitillera encendiendose un cigarro y ofreciendo otro a Martin mientras continuaba hablando. Aún no estaba borracho y había que aprovecharlo.

—Ya me imaginaba que era algo así. Bueno me servirá para pagar las últimas deudas. De hecho estaba esperando que me ofreciesen algo para ganar dinero—replicó— ¿En en que consiste ese trabajo y que es ese mensaje?

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26/05/2013, 20:20
Martin Roe

— No te voy a dar detalles aquí. — negó con la mano el cigarrillo. Martin no había fumado en su vida pero Adrian siempre parecía olvidarlo.

— ¿Te suena el nombre de Ilse Brantsch? — estaba convencido de que Adrian había escuchado al menos los rumores que circulaban alrededor de ella. pensó que no haría falta mucho más para que adivinara de que se trataba. la chica se tenía que estrenar y alguien tenía que hacer de niñeras.

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26/05/2013, 20:35
Adrian Aniukov

—No me jodas... Ahora si que voy a necesitar un trago.¡¡CRACK!!— exclamó el joven imitando a la perfeccion una urraca, un cuervo o cualquier ave de ese tipo. De dos tragos  vació media jarra antes de dar una calada al cigarro.—Joder...ya puede estar bien pagado.

Alzando algo más la voz para indicar que podían ir a cobrarle, Adrian exclamó mientras depositaba el dinero de la cosumición.

—Salgamos fuera de este antro de putas feas. Nina, por tí no va preciosa. La cicatriz de tu ombligo es lo más sexy que he visto—para añadir en voz más baja— Venga, vamos y me lo cuentas todo. Joder, la puta de la cuervo....de esta no salimos