Partida Rol por web

Coge el uniforme de combate del equipo... demasiado ajustado para su gusto, pero bueno... 

-Bueno... habrá que cambiarse o se nos echará el tiempo encima...

Se levanta del banquillo del vestuario...

-Y acordaos de recogeros bien el pelo... no le deis al enemigo la posibilidad de inmovilizaros por culpa del pelo largo, para nosotros no es hora de lucir palmito, es hora de ganar.

Se aleja de ellos para cambiarse y recogerse bien el pelo. No sabe como lucharán esas personas, pero seguramente no perderán ninguna posibilidad de ganar.

- Yo estaba pensando en hacerme un moño guapo, pero creo que lo llevaré suelto. - Bromeó Ryan para quitar un poco de seriedad a todo el asunto de que en poco tiempo, iban a pelear con lo mejor de lo mejor del Lethal Fight.

Pero si lograban vencer...

O aunque sea dar un buen espectáculo, de esos que la gente no pueda olvidar... también habrán ganado...

Sin embargo, el muchacho sólo pensaba en una cosa, destruir a su oponente rápido y con gracia.

- Una cosa... ¿sabemos quién nos toca a cada uno o lo sortearán en vivo y en directo? -

Miller alzó el dedo pulgar hacia Ava cuando le dijo que era buen lider, con la misma alegría que un pavo el día de acción de gracias.

Luego miró a Ryan y le respondió.

-Se hará en vivo y en directo.

Negó con la cabeza.

-Dejad de bromear ya...pareceis unos crios.

Les dijo, aunque luego cambió el gesto y le tiro un par de calcetines enrollados a Ryan.

-Toma...para el...traje...para no hacer el ridículo, ya sabes

Le guiñó el ojo e hizo una mueca parecida a una sonrisa, siguiendo la broma de los chicos sobre las mallas de Ryan.

-Mucha suerte, en serio.

- Gracias tío. - Dijo el muchacho cogiendo los calcetines al vuelo.

Después, se los puso bajo la camiseta, sobre sus pechos.

- Mira, así por lo menos me mirarán, aunque no sé si quiero llamar la atención al grupo de los transexuales. - Continuó entre carcajadas.

Sólo esperaba que no le tocara pelear con la chica del otro equipo.

Pero con la suerte que tiene, seguro que será la primera que salga del bombo.

Le di un par de vueltas a la ropa, pero al final puse buena cara, pues yo estaba acostumbrada a pelear con esas pintas, con ropa ceñida de la que no me pudieran enganchar y la verdad era que al final incluso resultaba más cómoda que cualquier otra cosa.

Tuve que reirme al ver el circo que estaban preparando Ryan y Miller, aunque negué con la cabeza, pues después de llamarnos críos a nosotros, de coña, claro, casi eran peor ellos.

- Me estoy acordando de los cantantes de pelo cardado.. a Ryan le faltan las melenas. - Cosa de mallas y calcetines.

Tras quitarme aquella imagen tan ridícula de la cabeza e ignorando cualquier comentario procedente de la china para no liarla de nuevo, cogí la ropa esperando que se terminarala charla, nerviosa por saber contra quién tendría que enfrentarme aquella noche.

Vuelve con los demás ya cambiada... no es que vaya a destacar mucho con esa ropa apretada, aunque tampoco le importa mucho... ella va allí a pelear no a un concurso de delanteras.

-No sabremos con quien peleamos entonces?

Eso la fastidia, pero no puede hacer nada si esas son las normas de LF.

Miller casi sonrió por la broma de Ryan, estuvo demasiado cerca de hacerlo para su gusto, pero luego miró a Haru y confirmó.

-No, el sorteo se realizará en directo, en una pantalla gigante con vuestras caras bastante guay. Se dice "guay" ¿no? en fin, cambiamos ya..que empieza.

Miller se acercó a la puerta principal y luego se giró.

-Mucha suerte.

Les dijo, luego salió, dejándolos solos.

Se tapó la boca para callar la carcajada que se le escapó cuando vió los calcetines, al final Miller no era tan serio como aparentaba ser.. en el fondo era todo un cachondo.

No les dijo nada nuevo, ahora solo faltaba cambiarse ya que aquello iba a empezar en breve. Miró de arriba a abajo a la japonesa cuando se puso el traje y pensó que si le quedaba bien, a ella le iba a quedar como un guante.

- Pues nada.. a cambiarnos.. Pues a mi me gusta llevar el pelo suelto..

Protestó yéndose a cambiarse.

- Eso, no me miréis que me da vergüenza. - Dijo Ryan mientras cogía su ropa y se iba a cambiar a un lugar apartado de las miradas de las chicas.

Tras unos minutos, se había puesto las mallas ajustadas que le marcaban más de la cuenta y no dejaban mucho a la imaginación. Por un momento pensó en ponerse encima su propia ropa, y fue un momento largo que pasó con sus pantalones y su camiseta en la mano... pero al final decidió que si todas iban con estas ropas, él no iba a ser menos.

Además, si alguien se burlaba, y después ganaba el combate, simplemente le haría tragar el traje enterito.

Después de unos diez minutos, estaba preparado para lo que le echaran encima. Y así, salió al lugar común a esperar a los demás.

- ¡Vamos! ¡Que tengo ganas de partir caras! -

Apenas necesité unos minutos para cambiarme y recogerme el pelo, pues yo si estaba acostumbrada a hacerlo cuando peleaba, evitando que ninguna de mis trenzas se me metiera en el ojo en el momento más inoportuno, cosa que siempre suele pasar cuando menos lo necesitas.

Una vez lista, volví junto a todos, viendo que a ninguno de los allí presentes le sentaba mal la ropa, aunque yo con mi musculatura me sentía un poco ridícula viendo lo poco que abultaban las otras dos chicas.

Al menos, todos aquellos pensamientos se borraron cuando vi salir a Ryan con las mallas puestas, al que tuve que mirar me arriba a abajo antes de echarme a reir a carcajadas.

- ¿ Ves? Estás monísimo! Seguro que esta noche te echas un novio!

Yo ya estaba lista para la " batalla " y la verdad es que al menos me lo estaba tomando con bastante humor, aunque era más que porbable que nos fueran a dar una paliza como la que no nos habían dado nunca.

Las dos puertas se abrieron, solo había oscuridad y una luz al final del tunel. Los chicos respiraron hondo, con el estomago encogido y dieron el primer paso para salir, el resto lo hizo la propia adrenalina.

El tunel llevaba directamente a la grada del estadio. Había gente por todas partes, gritando, aplaudiendo, con carteles en alto con los nombres y las fotos de sus estrellas favoritas, aplaudieron todos al unísono cuando los chicos salieron e hicieron el "camino de la gloria" así llamaban al pasillo que unía los vestuarios con el ring.

El equipo del dragón tenía los ojos fuera de las orbitas, todo aquello que habían visto por televisión, el sueño de muchos jóvenes de todo el mundo, y ellos estaban allí, viviéndolo.

Cuando llegaron a las banquetas a un lado del ring, el momento de fama de los chicos desapareció, y los focos iluminaron al equipo de los mejores. El publico rugió aun con más fuerza, como si fuera a caerse abajo en cualquier momento.

Las miradas de los luchadores se cruzaron un segundo, aquellos tipos no eran como los que habían conocido durante todo este tiempo, tenían una mirada de guerrero, que daba miedo y admiración a la vez, no había chulería ni terror cuando los miraban, sino que parecían estudiarlos, como si aquello no fuera un amistoso. El grupo agradeció que no fuera así, ya que eso significaba que no los infravaloraban.

El Legend Team tomó asiento en los bancos al otro extremo de los chicos. Pocos minutos después, un speaker subió al ring, vestido con un esmoquin, al estilo camarero, con pajarita y todo y cogió un micro que caía despacio del techo.

-¡Damas y Caballeros! Bienvenidos al torneo de pretemporada que enfrentará a los Amateur del...

El Speaker miró la nota que tenía y luego alzó la voz.

-Dragon Teaaaaaaaamm

Hizo una seña con la mano hacia los chicos y el público aplaudió tímidamente.

-Contra los nuestros, los mejores, esos que estabais deseando ver desde que acabó la temporada regular los Legeeeeend Teaaaammm

El publicó volvió a rugir, era normal, ellos jugaban en casa.

Un marcador bajó de lo alto y se situó sobre el ring, tenía el logotipo de LF en sus pantallas gigantes, y luego se tornó, mostrando las caras de los participantes. Pasaron rápido y el Speaker informó.

-El combate será entre....

La foto de Crazy Dog se detuvo en una de las pantallas.

-¡Nuestro Crazy Dog!

El público volvió ha aplaudir.

La foto de Brenda se detuvo en la otra pantalla.

-Contra Brenda Arnold, de San Francisco, California.

El público aplaudió, aunque no con la misma intensidad que al otro.

Un árbitro subió al ring, vestido con un polo de rayas negro y blanco, y el resto de su atuendo negro, con un silbato al cuello.

La mole que era Crazy Dog subió al ring, dándole al publico lo que quería, alzando las manos, marcando cuerpo etc...

No podía creerme que estuviéramos allí, pues la verdad, aunque hubiéramos viajado hasta aquí, hubiéramos visto como peleaban para saber a qué atenernos, no sabías dónde habías llegado verdaderamente hasta que no veías todo lo que teníamos ahora delante de nuestros ojos.

- Jooooder! - Fue una de esas exclamaciones que haces más para ti misma que para otra persona, pero que venía a decir que no podía creerme que estuviéramos allí.

- Esto es una pasada!

Si me hubieran dado en aquel momento una cámara de fotos parecería una turista japonesa, pues quería inmortalizar todo aquello antes de llegar a cagarla, pero no es que tuviera mucho tiempo para pensármelo, ya que la primera del grupo en salir sería yo.

- La primera al matadero.. - Dije ahora seria mirando a mis compañeros. - Deseadme suerte, la necesitaré toda y un poco más.

De todas maneras yo ya había cumplido mi sueño, que era el poder estar ahí, ya no habia posibilidad de perder, pues aunque no pasara de aquel combate, ya me había llevado mi propia victoria.

Con esa cara de pocos amigos que solía poner cuando peleaba, salí a meterme en el ring, dispuesta a comenzar a dar todo lo que pudiera, recordando siempre que lo que buscaba aquella gente era espectáculo.

Llega la hora... primero oscuridad y silencio y luego griterío y focos iluminando el estadio... entrecierra un poco los ojos, pero sigue a los demás por el "corredor de la fama" hasta llegar a su lugar en uno de los laterales del cuadrilátero... 

Echa una mirada a los campeones, a los mejores, a las leyendas de LF... luego se sienta para ver el primer combate que es entre Brenda y Crazy Dog...

-Suerte.

Luego se concentra ella... quiere estar mentalmente preparada para su combate... Se concentra en un punto de su mente y en el punto ese reune todos los sentimientos que pueden alterarla en el combate... eliminándolos.

- ¡Vamos Brenda! ¡Demuéstrale lo que sabes y de paso, pártele la cara! - Gritó Ryan desde un rincón, intentando animar a la chica.

Estaba claro que nunca en su vida habiá visto tanta gente junta y mucho menos gritandole a él y a su equipo de luchadores.

Y por supuesto, no había visto nunca tan de cerca a la elite de la lucha profesional.

- ¡Vamos Dragon Team! ¡Vamos! - Continuó gritando, pero ahora, girándose hacia el público para que animen a su equipo.

Crazy Dog era un titán, no era demasiado alto, pero si que parecía un ropero empotrado, de músculos grandes y anchos. El luchador se colocó delante de Brenda y la saludó golpeando sus puños contra los de ella. El árbitro los miró y repasó las leyes:

-Nada de mordiscos, nada de amputaciones ¿entendido? si alguien cae del ring tiene un minuto exacto para subir de nuevo o quedará eliminado.

Dog asintió y luego se fue a su rincón, hizo algunos estiramientos, mirando a Brenda y luego se cuadró.

Estaba impresionada con todo aquello, se sentía como una gran estrella con tantas luces y tantos gritos a su alrededor, aunque a ellos eran a los que menos gritaban..  Pero verse en pantalla grande le gustó y comprobó lo bien que le sentaba el traje. Quizás alguno la viera y la quisiera convertir en una gran estrella.. que la descubrieran..  Por su mente pasaban montones de ideas, algunas de lo más absurdas, pero era por la emoción del momento.

La primera era Brenda, y lo agradeció.. al menos ella lo haría bien y no sería la primera pelea, el primer ridículo para el grupo.

- Ánimo!!!!!!!!!! Wuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Gritaba para dar más ánimos, aunque viendo el mastodonte que le había tocado.. le deseaba muchisima suerte.  Esa gente imponía bastante, demasiado, se les veía muy duros. Miró a su alrededor, a las gradas, y despues volvió la vista hacia el ring y donde estaban sentados todos sus contrincantes. Estaba mirando a ver si había alguno que estuviera.. bien.. no podía evitarlo.

Si aquel hubiera sido uno de esos momentos en los que hubiera podido elegir si pelear o no, seguramente hubiera elegido no hacerlo, pero no, ya estaba ahí y no había vuelta atrás. Sólo podía contar con que mis dientes permanecieran enteros y en mi boca cuando terminara aquel combate.

- Hazlo lo mejor que puedas y que sea lo que tenga que ser.. - No podía dejar de darme ánimos a mí misma pues realmente lo necesitaba.

Yo también asentí a las palabras del árbitro y tras saludar a mi oponente, pues por muy luchador que fuera yo lo seguía viendo como una persona ( no como a la mierda de rusos ), flexioné las piernas, dispuesta a atacar a la primera oportunidad que tuviera para hacerlo.

- La mejor defenda sigue siendo un buen ataque... aunque es demasiado grande, tengo que ser más rápida que él o me va a romper en tres cachos..

No tendría muchas posibilidades como aquella así que ataqué tanteando a mi rival en aquel primer encontronazo.

El combate no podría haber empezado mejor, Brenda golpeó varias veces a Crazy, que era fuerte, pero no tan rápido como la chica, le sacudió algunas veces, incluso dañó su nariz y empezó a sangrar. Lo siguiente que hizo la negra fue acorralarle entre las cuerdas, Dog lanzó un puñetazo, Brenda se apartó, y el robusto puño del luchador golpeó la madera que unía las cuerdas, por lo que, varios dedos de su mano hicieron "crack" y se partieron.

La gente empezó a abuchear el combate. De todos era sabido que Dog era el mas propenso a dejar de practicar y a tomarse las vacaciones para malvivir un poco y cuando empezaban los torneos, solía hacer el ridículo, como ahora.

- ¡Vamos Brenda! ¡Demuestrale quién es la que manda aquí! - Gritó Ryan al ver que la pelea parecía decantarse a favor de su compañera.

Aunque él sólo esperaba su turno.

Y poder hacerlo tan bien como lo estaba haciendo ella.

No iba a perdonarse perder.

- ¡Vamos Dragoon! -

Se notaba claramente que aquel hombre no estaba dando todo lo que podía dar, pero tampoco quería darle la oportunidad de que pudiera cambiar las tornas demasiado y sabía que mi úncia alternativa era seguir atacando. Con un poco de suerte, reaccionaría cuando ya había perdido y aunque no fuera un combate del todo justo, tampoco le pasaría nada malo más que sumar una derrota y para nuestro equipo, podía suponer una importante victoria.

Era una buena oportunidad de hacer algo bonito, puesto que lo tenía bastante parado así quecolocando la mano sobre una de las cuerdas, la más próxima a él, hice una tijeta en el aire con las piernas para tratar de moverlo de allí y a poder ser, mandarlo al suelo, aunque era demasiado corpulento y no sabía si aquello podría funcionar, aunque al menos, estaba claro que si le daba el golpe se lo iba a comer igual.