Partida Rol por web

El silencio que inundó la sala cuando la tía Piper subió al escenario provocó un fuerte escalofrío a Penny, que obligó a la joven a ajustarse la chaqueta al cuerpo, sin mucho éxito. El momento había llegado y con él la aceptación de lo ocurrido, y lo que estaba por venir. O eso era la teoría. Pues Penny ni estaba preparada ni dispuesta a admitir lo que todo el mundo se había empeñado en hacerle asumir: sus poderes, su linaje y su 'destino'.

No volvió en sí hasta que Chris se separó de su lado para acercarse al escenario. El movimiento de su primo le sobresaltó, y necesitó un par de segundos para recordar dónde se encontraba. No había escuchado ni una sola palabra del discurso de su tia. Ni una. Aunque no era necesario, sabía perfectamente lo que habría salido de su boca, de sus labios. Todo palabras de agradecimiento, amor y recuerdo al valiente, dulce y honorable Wyatt.

Pero el discurso de su primo sí lo escucho, y deseó no haberlo hecho. Esa devoción y adoración generalizada a su primo siempre le había enfadado y seguía haciéndolo, por mucho que se tratara de su funeral. Estaba harta de que todo el mundo recalcase lo bueno y maravilloso que era, como si todos los demás a su lado no valiesen una mierda. 'La carga familiar'.... se dijo molesta. ¿Quíen le habia pedido que la llevara? ¿Quién le había pedido absolutamente nada? Ella no había sido, desde luego.

Por eso, en que Chris terminó de hablar, Penny se levantó de su sitio, sin ni siquiera dejar que Melinda siguiese los pasos de su hermano. Sabía que el gesto no iba a pasar desapercibido por nadie. Seguramente, muchos se tensarían cruzando los dedos para que no dijiese nada inapropiado o no dejara a la familia en mal lugar. Como siempre, pensó molesta. Pero no, no iba a hacer nada del otro mundo. Solo iba a dar su opinión y acabar con tanta farsa. O al menos, quitar la máscara que sus familiares se habían empeñado en poner sobre ella.

Fue una vez ya sobre el escenario, justo en el momento en el que apoyó sus manos sobre el micrófono, cuando las imágenes llegaron. Un libro, un reloj - las ocho -, un salón, un símbolo - el símbolo -, dos hombres.... - Ocho puntas... demonios... la daga...  - la voz, entrecortada, salía de los labios de Penny de forma débil y temblorosa. Mantenía los ojos abiertos y las manos fuertemente apretadas en el micrófono, pero no veía nada. O al menos, no veía a quienes se encontraban a su alrededor. Hasta que un espasmo de su cuerpo le devolvió a la realidad - Van a robarlo... ¡¡¡¡Van a robar el libro!!!!

Las palabras siempre emotivas de su tía provocarón que las lágrimas corrieran libremente por sus mejillas.

- No te imaginas cuanto te echaré de menos primo. - pensó cuando Piper terminó de hablar.

Luego dió pie a que Melinda y Chris hablasen y aunque su discurso no fué tan extenso ni emotivo como el de su madre las palabras de estos salieron del corazón. Fueron realmente sentidas.

- Todos echaremos de menos a Wyatt y seguiremos luchando por que su legado no se pierda.

Cuando Henry y Melinda bajaron subió Penny. Extrañamente no tenía miedo de sus palabras. Los últimos acontecimientos acaecidos me demostraron que aunque no lo pareciera se preocupaba por nosotros, su familia, y estaba segura de que no diría nada que pudiera dejarnos en evidencia.

Cuando agarró el micrófono se quedó como bloqueada y empiezó a balbucear palabras incoherentes e inquietantes para muchos de los presentes mas P.J. aprendió recientemente a creer fielmente en las Visiones de su hermana.

Se acercó al escenario y se situó a su lado agarrándola para "tranquilizarla".

- Disculpadla. - dijo. Todavía estamos intentando asimilar la pérdida de Wyatt. - añadió. Sin duda la mejor persona que he conocido.

- Gracias a todos por venir a despedir a nuestro querido primo. - finalizó rápidamente para agarrar a Penny y sacarla de la tarima. No convenía que cundiera el histerismo en ese momento.

- Vamos Penny. - le dijo. Bajemos.

Una vez apartada de la masa congregó a todos los primos y le preguntó en un susurro.

- Penny, ¿cuando y donde será?

Asintió con la cabeza a su prima y apretó una de las manos que estrechaban la suya.

Enseguida subió Piper al escenario y se acercó al micrófono, será el mismo aparato, pensó Pat recordando la utilidad que había estado a punto de tener hacía unas horas, todo el mundo calló y su tía comenzó el discurso. Pat se ajustó la chaqueta y dió otro sorbo a su bebida, entre medio de tanta alabanza se acabó perdiendo en sus pensamientos, ella casi no había conocido a su primo. Siempre ocupado salvando todo y a todos, era casi un extraño para mí, una figura de poder que hacía y deshacía a su antojo, "por el bien" me han dicho siempre pero ¿el bien de qué o de quién? parece que pronto lo vamos a averiguar ahora que nos toca a nosotros encargarnos de eso.

Ensimismada entre unos recuerdos y otros pensamientos, pasó el tiempo y tuvo que pestañear para aclararse cuando sus primos subieron al sitio que su madre dejaba vacío, las palabras de Chris fueron pocas pero emotivas y cuando acabó, antes de que Melinda se acercara, Pat vió como Penny se levantaba y avanzaba con resolución, parece que se ha despertado de golpe de algún trance, veo que no he sido la única, siguió a su hermana con la mirada, intrigada por lo que diría pues había algo en su mirada que no estaba hacía un rato y no sabía lo que era.

Cuando llegó arriba y cogió el micro fué cuando pasó, palabras inconexas que dijeron mucho y nada a la vez, aunque la última frase no dejaba lugar a dudas, la más rápida fué su hermana, siempre cuidando de nosotras, pensó la mujer mientras se volvía hacia Henry.

- Has dicho que has dejado el libro en tu casa. - era más una afirmación que una pregunta, miró al resto de su familia y continuó hablando, incluyendo con sus palabras a sus hermanas que se acercaban rápidamente - Será mejor que vayamos, no sabemos de cuánto tiempo disponemos.

Pat pensaba en el poco tiempo que habían tenido con la anterior premonición de su hermana y el ataque prácticamente inmediato.

Cuando escucho a su prima Chris abrió los ojos sorprendido, parecía que no iban a dar ni un respiro a su familia. Chris siguió a sus primas, los demonios ya estaban empezando a mosquearle, no les habían dado ni tiempo para el luto. Definitivamente alguien les consideraba una amenaza. El joven se acercó a sus primas y susurro.

- ¿Dónde está el libro? ¿Cuándo será el ataque? – Hizo una breve pausa y añadió. – Sería mejor que yo me separase disimuladamente y orbitase de un momento a por el libro, no es intención que desaparezcamos todos, eso será muy problemático y sospechoso. Aunque igual no estaría mal llevarme a alguien por si necesito ayuda.

En silencio, junto a sus hermanos y primos, daba sorbitos a su whisky con soda, con la mirada perdida en la extraña gente que les rodeaba y apenas captando la conversación que la rodeaba. Cerró los ojos, como en trance, escuchando los murmullos de voces graves, agudas y sibilantes que fluctuaban entre diversas tonalidades, vibrantes de vida, vibrantes de pérdida. A pesar de los diferentes sentimientos que éstas transmitían, la emoción patente en todas era esa tristeza incrédula de los que se niegan a aceptar una pérdida, algo que ella en esos momentos sólo podía sentir sin palabras, con el corazón encogido de pena y de ira.

Ni siquiera abrió los ojos cuando se hizo el extraño silencio a su alrededor y la colorida voz de su tía Piper indundó cada rincón del bar, llegando a cada uno de los presentes como palabras que sólo podían transmitir lo que era cierto, más allá del amor personal: el valor de Wyatt para la sociedad mágica.

Perdió el hilo. En algún momento, simplemente, desconectó, perdida en sus propios recuerdos, del día en que su primo la encontró en el desván, con ella apresurándose a ocultar con aire culpable el Libro de las Sombras. Ahora simplemente ya no había ni desván, ni Wyatt, ni libro, y todo quedaba simplemente en la seguridad de sus recuerdos, donde un día quedaría tan enterrado por las marañas de la memoria que posiblemente sería incapaz de recordar algo más allá del simple hecho en sí.

Sus ojos se llenaron de lágrimas tras sus párpados cerrados, sintiendo las sienes palpitar por el esfuerzo de contener el torrente de emociones y de echarse a gritar por la injusticia, porque independientemente del hecho de que fuese su primo, había muerto un hombre bueno, había fallecido joven y porque toda esa situación le había hecho perder los últimos vestigios de una inocencia infantil que ya agonizaba.

En un gesto brusco, volcó todo el whisky por su garganta, sintiendo la quemazón del fuego mientras una gota escapaba perezosamente de la comisura de sus labios. Fue entonces cuando, mientras la bebida abrasaba su estómago, las palabras de Penny arrasaron su mente. Sus ojos se abrieron con fuerza, brillantes de lágrimas y rabia, con un mudo grito de protesta que clamaba por la justicia perdida del mundo.

Se acercó con paso furibundo a los otros "elegidos" involuntariamente, aún sujetando con fuerza el vaso, cuyo único contenido eran unos tristes cubitos de hielo que se deshacían con lágrimas de alcohol.

- No hay tiempo que perder - irrumpió bruscamente en la conversación, sin cuidado, sin su educación y suavidad usuales -. Chris, ir tú sólo es peligroso pero quizás tengamos demasiada prisa. Tengo el coche aparcado en la puerta, cuatro o cinco podéis venir conmigo.

En ese momento era una persona un tanto irracional y muy, muy cabreada, que daba órdenes cuando nunca antes lo había hecho. Pero pararnos a hablar es perder un tiempo que quizás no tenemos. Necesitamos movernos, irnos.

Dejó que su hermana mayor la cogiera sin oponer resistencia. Su cuerpo estaba extremadamente tenso. Tanto, que le costaba hacer cualquier tipo de movimiento. Aun así, notó como sus piernas se movían, sus brazos cedían e iba descendiendo del escenario. Como una más del público, como si solo se limitase a ver una película desde el cómodo asiento del sofá.

Dejar de ser el centro de todas las miradas de los asistentes solo le quitó la ansiedad durante unos segundos. Pronto, los ojos de todos sus primos estaban sobre ella. Mirándola, analizándola, presionándola. para que hablara. Pero ella no podía. - A....a....a....a las ocho.... - susurró por fin, haciendo un gran esfuerzo para articular las palabras. Su cuerpo temblaba, pero no era por aquello que estaba a punto de acurrir. A Penny le daba igual el dichoso libro y la daga. Si, era cierto que esas pérdidas podían suponer la muerte de su familia (algo que ya se había demostrado), pero una parte de ella quería pensar que, alejándose de esos objetos, quizá las cosas pudiesen volver a ser como antes.

Escuchó a sus primos Chris y Kat debatir sobre el siguiente paso. Sus voces le sonaban lejanas y el dolor de cabeza le impedía prestar atención a lo que decían. Pero tenía una cosa muy clara, no sería ella la que se ofrecería a ir a proteger esa mierda de libro. No estaba tan loca.

- Chris, voy contigo. - digo. Puedo teletransportarme a la casa de Henry sin problemas. O eso espero.

- Podemos coger el Libro y la Daga y volver aquí. - añado. Todos juntos será más fácil que podamos defendernos y sobrevivir.

- El resto deberíais despejar el local con cualquier pretexto. - prosigo. Y trazar algún plan.

Parece que va a convertir en rutina destrozar el P3 luchandocontra demonios.

- Chris, ¿vamos? - digo saliendo del P3 y girando la esquina entrando en el callejón antes de Teletransportarme a casa de Henry.

Asenyi ante lo que dijo PJ, era cierto que lo que había dicho Kat, pero eran casi las ocho, y no teníamos demasiado tiempo que perder. Seguí a Kat hasta la parte de atrás, al callejón y al igual que ella me teletrasporte a la casa de mi primo, debíamos llegar lo antes posible y volver lo antes posible, si perdíamos el tiempo la cosa se podía poner peliaguda.

Tam permanecía extraña junto a sus hermanos y sus primos, sentía el corazón contenido y el alma ahogada. Su natural jovialidad y dulzura estaban siendo atados y amordazados por la tristeza y el dolor.

No era natural en ella no sonreír, no hablar, menos con su familia, menos con las Hadas y demás seres mágicos que estaban allí, ni siquiera había avisado a su querida Imala.

Miraba a su tía Piper hablar de Wyatt y se le hacía tan lejano como si no estuviera presente, como si estuviera reviviendo un triste recuerdo de un momento de su vida que quisiese olvidar, era como si no fuera consciente de dónde estaba.

Trató de centrarse, pero le dolía la cabeza y el corazón. Consiguió sonreír ante las anécdotas que contaban del pequeño Wyatt, ya era más mayor cuando ella le conoció, o al menos lo que de él recordaba.

Entonces habla Chris, se le nota nervioso y triste, instintivamente mira a Henry, ojalá pudiera abrazarle y protegerle de algo así, pero sabe que no puede. Tam suspira, será mejor que me tome una copa. Por respeto espera a que Melinda hable también y después se va a la barra a pedir algo, entonces aunque no está de frente escucha a Penny... algo no le cuadra, ¿qué ha dicho?

Rápidamente se da la vuelta y acude hasta sus primos, Kat y Henry también están allí.

- ¿Ha dicho que... pero por la conversación que escucha, no necesita terminar la pregunta. Henry... se le parte el alma, deberías ir con ellos, conoces bien dónde has dejado el libro. Su mirada de "Ten cuidado" era bien obvia. ¿Quién más puede teletransportarnos rápidamente allí? ¿Leo? ¿Mamá? dijo como siempre echando mano de sus predecesores en quien más confiaba. Creo que sería mejor salir de aquí nosotros, que despejar el P3. Dejemos que el funeral siga su curso. Pat, quédate con Penny, parece algo nerviosa y es mejor que se relaje por si tiene más visiones. Miró a su hermana, sino habrá que ir en coche hasta casa de Henry, aunque tardaremos mucho más.

Pat escuchó las preguntas de su primo, por un lado tenía razón, si se iban todos sería sospechoso pero ir uno sólo no lo encontraba nada bien, Kat 'propuso' ir en coche aunque decir eso es decirlo suavemente, pero cuando oyó a Penny decir la hora se le cayó el alma a los pies. Son casi las ocho, no daría tiempo a ir en coche, pensó volviendo la mirada hacia P.J., en cuanto vió el estado de su hermana pequeña se le olvidó el resto.

- Penny, - dijo acercándose por el lado libre y abrazando su cintura - tienes que sentarte un momento.

Su hermana mayor enseguida tomó las riendas, era la única que, junto con Chris, podía llegar a tiempo. Bueno yo podría si supiese controlar mi poder, pensó amargamente, no ya por no poder ir, si no por sentir que había una parte de ella que no conocía como debería.

Al oír a Tam proponer que saliesen del local, la mira con una mezcla de pena y amargura, y da su opinión mientras se acerca hacia el taburete más cercano para que Penny se recupere de la experiencia.

- Lo mejor sería avisar a tía Piper, y que ella y Leo decidan, pero si nos vamos de aquí, ¿dónde vamos?

Melinda escuchó las palabras de su hermano, con la frente en alto y asintiendo cada cierto tiempo, totalmente de acuerdo con él. Sí, echaría muchísimo de menos a Wyatt y quería expresar sus sentimientos delante de todos, aunque le daba miedo enfrentarse a esa realidad... sólo así podría hacerle frente. Y allá iba. 

Dio un paso al frente, hasta que su prima Penny subió al escenario y cogió el micro. Melinda parpadeó perpleja, pero la dejó... hasta que escuchó lo que dijo. Su ceño se frunció y apenas tuvo tiempo de coger a su prima, enseguida apareció P.J para llevársela y bajarla del escenario. La muchacha se quedó mirando a los asistentes y después a su hermano, que también bajó para ver qué pasaba. Ella se quedó mirando al vacío, sin saber qué decir... su despedida se la habían robado. No pudo hacer más que llevase los dedos índice y corazón a los labios para después rozar con los dedos la fotografía de su hermano. 

Hasta siempre, Wyatt. Ojalá estés mejor ahora que como estabas aquí. Te voy a echar muchísimo de menos. Te quiero.

Fue hasta donde sus primos e intentó mantener la calma entre todos, como solía hacer siempre.

-Por favor, calmaos.-pidió con voz suave, pero firme.-Los que podáis teletransportaros, id. Mientras, Pat, quédate con Penny. Yo iré a hablar con mis padres, ellos sabrán que hacer. En cuanto lo sepa os lo diré, pero debéis daros prisa, ¡vamos!-les animó a irse. 

Se acercó a Penny y le acarició el pelo para después darle un beso suave sobre éste, intentando calmarla también. 

Todo el mundo parecía algo confuso y desorientado por las palabras de Penny y P.J., incluídas vuestras madres. Se miraban entre sí hasta que vieron como os marchabais a algún lugar apartado de la reunión. Asintieron con comprensión y Paige se dirigió hacia el micrófono para decir ella unas palabras y seguir honrando la memoria de vuestro primo.

Ya no llegasteis a escuchar lo que dijo Paige, ahora algo era más importante. Debíais tomar una decisión cuanto antes y así lo hicisteis. Lo primero de todo fue que P.J. y Chris se marcharon de allí a gran velocidad. Salieron del local por la parte trasera y en el callejón que había allí se teletransportaron a la casa de Henry.

El siguiente paso a dar parecía algo más confuso. Vuestra madre y vuestras tías parecían estar atendiendo a las tres comunidades, tratando de fingir que todo estaba perfectamente y nada malo sucedía. No es que nadie sospechase de vuestra ausencia, pero quizá habíais decidido iros a tomar unas copas a la parte trasera del bar, o a cualquier otra cosa más típica de las personas de vuestra edad.

El caso es que recurrir a vuestras madres era algo que debíais ir dejando de hacer. Quizá Paige pudiera ejercer de Luz Blanca del Linaje, pues ella aún seguía dedicándose a ayudar a futuras brujas y futuras luces blancas, pero Piper y Phoebe estaban ya retiradas. Quizá era egoísta su punto de vista, o quizá el egoísta fuera el vuestro.

Debíais espabilar y tomar una decisión cuanto antes. Cuanto más rápidos fuerais antes podríais ayudar a vuestros dos primos. Se hacía tarde, y apenas quedaban unos minutos para las ocho.

Notar el aire en la cara fue lo que necesitaba para terminar de recibir el golpe de realidad que había estado amenazándole en las últimas 24 horas. Notaba su cuerpo frágil y endeble. Tanto, que si no fuese por el apoyo de su hermana Pat, hacía varios metros que ya se habría caído de bruces al suelo. Pero, en el fondo, se sentía mejor. Las sensaciones provocadas por la visión habían acabado, y poco a poco los mareos, la ansiedad y el vértigo habían desaparecido.

Aún de forma algo vacilante, puso sus manos sobre las de su hermana, indicándole que era hora de que la soltara. Lo hizo de forma lenta y delicada, más obligada por su debilidad que por sus intenciones. Necesitaba acabar con el contacto físico que Pat había empezado. Estaba empezando a resultarle demasiado incómodo.

- ¿Qué se supone que vamos a hacer ahora? - preguntó, sin mirar a ninguno de sus primos. Su objetivo era otro. Necesitaba encontrar un asiento o un saliente donde apoyarse. Por suerte, todavía se encontraban en el P3 y era pan comido.

Pat soltó a su hermana cuando vió que ya podía sostenerse sola y que hacía ademán de soltarse, pero disimuladamente no la perdió de vista por si acaso tenía otra de esas visiones que tanto parecían transtornarla. Ante su pregunta se encogió de hombros, no se acordaba dónde vivía su primo, ni si era cerca o lejos, quizás en los minutos que quedaban pudiesen llegar por si había problemas pero igual era peor.

La verdad es que su mente divagaba sin pararse en nada más que un instante, ver a su hermana así la había afectado haciendo que las emociones que había podido controlar todo ese tiempo estuviesen a punto de salir, todo su esfuerzo se dividía en vigilar que Penny estuviese bien y en no derrumbarse y hacerse un ovillo anhelando tiempos más felices.

Los labios de Kat se transformaron en una fina línea mientras tamborileaba con nerviosismo los dedos de la mano derecha en el antebrazo izquierdo. Por fin, explotó de nuevo.

- Sigo pensando que es mejor llegar tarde que nunca y lo que sí está claro es que quedándonos aquí no llegaremos. O vamos en coche o le pedimos a alguna de las criaturas mágicas que hay por aquí si nos puede llevar, aunque eso sería revelar el problema.

El cambio de peso de un pie a otro denotaba su nerviosismo mientras paseaba la mirada alternativamente por sus dos hermanos, a sabiendas de que todos estaban en peligro.

- ¿Entonces a qué estamos esperando?

No dirigió la pregunta a nadie en particular, y la incomodidad, nerviosismo e irritación de su tono de voz quedó latente en el ambiente. Todavía algo molesta y desubicada, se masajeó el cuello y movió la cabeza hacia los lados, en un inútil intento por destensar la zona.

El silencio de sus primos no hizo más que incrementar su enfado. Tanto, que cuando se incorporó, la frágil banqueta en la que había conseguido sentarse acabó tirada en el suelo. El fuerte ruido se vio mitigado por los gritos de Penny. - ¿¿¿¿¿NO OS BASTA CON QUE HAYA MUERTO UNO? ¿NECESITÁIS QUE MURAMOS MÁS PARA REACCIONAR?????

Todos estaban algo alicaídos, sin decir ni hacer nada, sólo Kat seguía insistiendo en ir hacia el piso de Henry en coche o cualquier otro medio, entonces Penny estalló con uno de sus impulsos. Pat se las quedó mirando y asintió conforme.

- Pues vayamos, si papá, tio Leo y tia Paige están ocupados, tendremos que ir en coche. - tenía muy claro que no iba a perder de vista a su hermana pequeña, P.J. se había ido y no le perdonaría si algo le pasase a Penny - ¿En el vuestro?

Melinda miró de forma severa a Penny, que había vuelto a gritar y a montar escándalo. Por una vez, casi pierde totalmente los nervios y casi le da una bofetada a la joven. Casi. Pero en lugar de ello, se contuvo y frunció los labios en una fina línea mientras soltaba el aire por la nariz lentamente. 

-Penny, precisamente por eso estamos pensando qué hacer.-le respondió en voz baja. Miro a los demás y volvió a decir:-Bien, vayamos todos entonces. Henry,-miró a su primo-lo mejor será que vayas tú primero, pues sin ti no encontraremos el libro. Chris y PJ, ya que pueden llegar antes, que se teletransporten ya para distraer a aquéllo que quiera robar nuestro libro. Los demás, a los coches, ya.-ordenó mirándolos a todos.

Se volvió a dirigir a su prima más joven:

-Sé que nunca os agradasteis entre mi hermano y tú. Pero lo único que te pido es que guardes respeto en un lugar como éste en unas circunstancias como éstas. Deja que los demás se despidan de Wyatt como es debido.-le dijo, haciendo alusión a la despedida que ella nunca pudo hacer. 

Tras reprender a su prima, vuelve su atención a todos:

-Andando.-dijo simplemente justo antes de salir por la puerta para montar en el coche.