Partida Rol por web

Alguien ha aparecido, allá, a cien metros más o menos.

Cruzando hasta mitad de la calle donde se ha detenido.

El inclemente sol lastima los ojos y provoca un efecto mirage bastante molesto que impide ver con normalidad.

Lanza:

Adv/not+Int+1d10 vs Dif 15

Declan no pone reparos cuando le apartas.

Retrocede un poco, con ambas palmas de las manos hacia ti y el rostro tranquilo.

“Tranquila, dulzura” dice su gesto mudo.

Te escucha, sin moverse ni cambiar de postura, te escucha en silencio, atento a tus palabras y cuando finalmente encuentra el momento, responde:

He soñado que disparaba y ahora me huelen a pólvora las manos... Pero están todas las balas... 

Hemos dormido juntos dulzura, dice serio, y llevo un cinturón con cartuchos de escopeta a la cintura. Cartuchos baratos, mala pólvora chica, seguro has tocado alguno mientras dormías sin darte cuenta.

Y a decir verdad, parece lógico, aunque nunca antes Ruby ha tenido trato con las armas y por ello no podría dar su punto de vista.

…niego extrañada, y algo para por el rabillo de mi ojo. Un resplandor a lo lejos, hacía el que me vuelvo - ¿Que ha sido eso?

¿Ein?, dice el girándose a su vez con "extrema" rapidez, ¿Dónde?, no he visto nada.

Responde...

....pero...

Las 10.30 de la mañana, joder. Esas no eran horas para que hiciese tanto calor, mucho menos para caminar bajo ese puto sol que picaba como un infierno. Yo no estaba acostumbrado a pasar tanto calor. Para algo habían inventado el aire acondicionado, vaya que sí. Extrañaba mi coche de gama alta último modelo, extrañaba poder poner música en condiciones y, sobre todo, extrañaba sentirme limpio. 

Como si alguien en el saloon me hubiera leído la mente empezaron a tocar esa música ratonera de hace siglos y por algún motivo no me pareció pintoresca, sino incómoda. Un escalofrío se deslizó desde mi nuca hasta mi cadera atravesando poco a poco mi espina dorsal y mis ojos buscaron esa esquina por la que si esto fuese una película debería aparecer el malo. 

¡Y joder! Ahí estaba. La figura oscura. Y, en ese mismo instante, lo comprendí. Estaba ahí para mí. La música, el momento de película... Todo. Me habían preparado un jodido duelo al amanecer. Solo para mí. Habían creado el momento perfecto y ahí lo tenía, la oportunidad de demostrar quién era el jodido tirador más duro y más rápido de todo el oeste. Debía ser una de las atracciones del parque. En el mismo instante en que esa idea pasó por mi mente mis labios se estiraron en media sonrisa entre divertida y desafiante. Sólo con pensar en el olor de la pólvora ya se me ponía dura.

Y no me lo pensé más. No había tiempo para pensar cuando uno estaba de pronto en un duelo de película. Saqué mi peacemaker y disparé hacia la figura. Yo era el más duro, vaya que sí. ¿Quién iba a ser más rápido que yo? Me sentía en ese instante como una jodida estrella, el rey del parque temático. El jodido rey de todo el puto oeste.

No entendía ni donde estaba ni como había llegado aquí, eso me hacía estar un poco alerta. No al cien por cien pues tenía la sospecha de que debía de tratarse de alguna especia de triquiñuela para amenizar a los visitantes.

Tras inspeccionar a través de la puerta vi a un tipo armado que pasó. Recordé mi arma y también la saqué de su funda, para amartillarla y dejarla preparada. Entonces, salí sin exagerar la precaución, pero tampoco demasiado confiado, digamos que una cosa media. Pero atento a si había alguien por allí con intención de dispararme, en caso de ser así no dudaría en apretar el gatillo.

Si no ocurría eso realizaría una inspección ocular de donde me encontraba y de quien se encontraba.

Las voces que subían parecían hablar de normalidad. Todo estaba como se suponía que debía estar. Quienquiera que le hubiera dejado en esa habitación no parecía haber alarmado ni avisado a nadie. Al menos, no tanto como necesitar vigilancia.

... vigilan por las cámaras... lo saben todo...

Caminó despacio y con cautela, pasando por delante de las puertas. Las tocaba y las empujaba un poco, sin escándalo, comprobando si alguna estaba abierta. Ponía la oreja, estudiando el lugar. En cualquier caso, el objetivo era bajar.
 

El sol pegaba como nunca, como decían que pegaría los alarmistas del calentamiento global, del cambio climático y del tostamiento letal de hacía medio siglo o así. Pero luego nunca había pasado. O lo habíamos ocultado muy bien. Qué mas daba. Puto calor y bendito sombrero. Menos mal que ya había encontrado agua. 

Bajé el sombrero para evitar que el sol me siguiera dando en los ojos y seguí avanzando por la calle.

Debí salir de noche. Bueno, he salido a mediodía, así que tardaré en estar cansado. 

Continué avanzando.

Espero que nadie me joda hoy, porque ya ayer cometí un asesinato, hoy puedo empezar a prender fuego a edificios, robar, degollar y cometer genocidio todo junto. Si pudiera pensar un poco mejor... Voy a registrar el pueblo de abajo arriba y hacerme una idea de como es. Lo más importante es ver donde hay agua, comida y armas. 

Si al menos pudiera pensar un poco mejor... es como si tuviera la cabeza del revés, como si hubiera roto un bloqueo y se fuera por lugares extraños. 

La argumentación de Declan me hacia sentir tonta, porque tenía toda la lógica. No obstante, ahí seguía ese dolor... Quizá fuera una mala postura, mil cosas que no tenían porque ser una puta paranoia. El estres, la adaptación a este nuevo ambiente... Ruby, estúpida.

Me giro hacia aquello que creía haber visto, pero ya no hay nada.

- Nada, no se... me pareció ver brillar algo en aquella cumbre. - niego un poco, sintiéndome aun tonta, caminando de un lado a otro para que se me pasara el dolor de piernas, seguramente era por engarrotamiento y nada mas.