Partida Rol por web

A falta de dos días para entrar en la arena, la televisión de sus respectivas habitaciones mostró el resultado de las pruebas privadas. Los mentores, estilistas y acompañantes esperaban junto a los tributos las puntuaciones que podían significar una gran diferencia entre la vida y la muerte.

Claudius Templesmith fue diciendo los nombres y las putuaciones uno a uno mientras las imágenes de los tributos aparecían en pantalla junto a su nota.

DISTRITO 1
RYAN PHILIPPE

8

DISTRITO 1
KRISTEL RUBY IVORY

9

DISTRITO 2
ACTEON CRONIN

4

DISTRITO 2
JANE STEWARD

8

DISTRITO 3
CYAN INDIGO

8

DISTRITO 3
ISHI RHYMER

2
 

DISTRITO 4
OTTO LIMPET

6

DISTRITO 4
HELLEN FALLSTRAKE

4

DISTRITO 5
GUNNAR VINPOINTE

1

DISTRITO 5
BRIAR WELLWOOD

9

DISTRITO 6
ROBERT ORTEGA

6

DISTRITO 6
TERRA ROXEN

6

DISTRITO 7
ALEX WOOD

12

DISTRITO 7
PERSEI JARDINE

9

DISTRITO 8
WILLIAM REDCLIFF

3

DISTRITO 8
SAMANTHA PRIDE

3

DISTRITO 9
HARVEY COMBE

6

DISTRITO 9
ROSE WILKS

3

DISTRITO 10
HUCK FARBAINKS

5

DISTRITO 10
MEGAN SMITH

7

DISTRITO 11
PETER SIMPKINS

4

DISTRITO 11
ALYA FORTUNE

7

DISTRITO 12
JACK MORGAN

6

DISTRITO 12
LENA HERRIOT

4

A continuación, tras recibir las puntuaciones obtenidas en las sesiones privadas, van las entrevistas en Capitolio TV, la única televisón de Panem. En esta Escena vais a ir colgando las entrevistas para que las vea todo el mundo. Os han maquillado y vestido de forma espectacular para que encantéis al público y os deis a conocer con vuestra mejor sonrisa. Ya han visto las puntuaciones, como vosotros, así que es hora de terminar de ganarse a los patrocinadores o empezar a hacerlo en caso de que no haya ido muy bien.

Como un post con 24 entrevistas nos puede llevar meses, cada uno vais a escribir un solo post contestando a las preguntas, que son:

-Hola [nombre], ¿qué tal estás? ¿Te gusta el Capitolio?

-¿Qué puedes contarnos sobre tu familia y tu hogar? ¿Cómo es tu distrito?

-¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos? ¿A qué se debe tu nota?

-¿Hay alguien especial esperándote en casa? Y si no, ¿te parecen guapos los demás participantes?

-Por último, ¿algo más? [Preguntas extra]

-¡BUENAS NOCHES, PANEM! Soy Caesar Flickerman y un año más voy a entrevistar a vuestros tributos. ¡Veamos qué nos cuentan!

Acteon camina con tranquilidad por el escenario, aparentemente indiferente a los cientos de cámaras que le acuchillan desde cada ángulo posible. Tras dar la mano al presentador, se sienta en frente de él en una posición algo relajada, haciendo que el modesto traje que le ha diseñado su estilista se llene de arrugas

Bueno... Hola, Acteon. ¿Qué tal estás?

Algo impaciente, Caesar. Contando los minutos para ir a la Arena

¿Tantas ganas tienes, chico?

Acteon se encoge de hombros

Es a lo que hemos venido, ¿no? Y entre tú y yo, el centro no es tan grande como lo pintan por dentro. Te acabas aburriendo

Caesar responde con una risa bastante creíble y una respuesta bromista

Cuidado, chico, no cuentes nada que me censuran

Oh, no, no me atrevería

Acteon esboza una sonrisa, si bien se puede intuir que no está divirtiéndose

Bueno, Acteon... Dime, ¿te gusta el Capitolio?

Acteon se encoge de hombros otra vez

Es distinto, eso desde luego. Aunque en el Distrito 2 también se está cómodo... Pero he de reconocer que aquí el sistema de calefacción se agradece mucho más

Más risas falsas. Bonita parodia

Sí, a mí un día se me estropeó y... ¡Vaya, no sabía que pudiera hacer tanto frío por esta región! Pero en fin, supongo que también echarás de menos a tu gente... ¿Qué puedes contarnos sobre tu familia y tu hogar? ¿Cómo es tu Distrito?

Ruidoso Responde Acteon sin pensar, con unas palabras más que preparadas Pero bastante bonito. Solo por las vistas ya merece la pena vivir allí. Aunque he de reconocer que las de aquí quitan el hipo... Sobre todo cuando se pone el sol

Y que lo digas, chico

En cuanto a mi familia... Bueno, mucha gente conoce a los Cronin en el Distrito. Son importantes comerciantes, y el mayor de mis dos hermanos sigue sus pasos

¿Dos hermanos, eh? ¿Y a qué se dedica el otro?

Oh, él es más idealista. Con decirte que se ha metido a agente de la paz...

¿Y a quién te pareces más de los dos?

A ninguno. Yo siempre fui la cabra loca de la familia. Aquí me ves, de hecho, voluntario para los juegos

¡Bien dicho! Aunque has de reconocer que tu nota no ha sido de las más altas... ¿A qué se debe?

Oh, eso... Acteon pone los ojos en blanco Parece que me pasé de original, o de retorcido. Ya sabes, me aburren las demostraciones de siempre, y quise probar algo nuevo...

Ah... Supongo que no nos puedes decir nada más al respecto, ¿me equivoco?

El tributo esboza una sonrisa pícara

Podría decirte que no salió demasiado bien, pero creo que eso está a la vista

Más risas. Sin embargo, ahora Acteon parece algo más serio que antes

Bueno, eso pasa. Los visionarios son reconocidos tras su muerte...

Menos mal que no tengo prisa porque se reconozca mi obra...

Vaya, palabras osadas. Pero dinos... ¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos?

El instinto

Vaya... Que metafísico

Estoy hecho un poeta

Je, seguro que sí... Y todos los poetas tienen a una musa por la que suspirar. Dime... ¿Hay alguien especial esperándote en casa?

Me temo que no, Caesar

Oh, bueno... Nunca es tarde. Dime... ¿Te parecen guapos los demás participantes?

Depende de quién hablemos, pero la verdad es que el ratio está muy alto, ¿no crees?

Sí, sí, pero... ¿Nadie en especial?

Bueno, no tienes que irte muy lejos para ver bellezas. Ya en mi Distrito la media sube como la espuma

Y que lo digas. ¿Qué piensas de ella?

Hombre, hay que jugar en casa. Si yo caigo, que al menos vuelva mi compatriota. Pero nuestro Distrito no se ha ganado la fama a base de parloteo. Tiempo al tiempo

¡Bien dicho! Bueno, vamos a ir acabando la entrevista... ¿Algo más que quieras decir, Acteon?

Sí. Un consejo a los televidentes

Genial, genial. Adelante

Acteon se encara a la pantalla

No parpadeen demasiado. Quizás se pierden algo

Caesar ríe

Veo que vas bastante confiado. En fin, Acteon, ha sido un placer

Lo mismo digo, Caesar...

¡Un fuerte aplauso para Acteon Cronin, tributo del Distrito 2!

El murmullo de los aplausos corteja la salida de Acteon. El chico se despide del público con una sonrisa

Pero sus ojos no la acompañan

Me acerqué al presentador con algo más de asco y pesadumbre en mi rostro de lo habitual. No me intimidaban las cámaras ni el calor de los focos. De hecho me sentía igual de incómodo que siempre. Solo algo más cabreado debido a mi reciente fracaso en las puntuaciones; algo que de otro modo, era de esperar.

Tomé asiento.

-Hola William, ¿qué tal estás? ¿Te gusta el Capitolio?

- Tsssk.. - resoplé por la nariz. - Muy deprimente el circo que tenéis montado. - sin duda no me estaba refiriendo a los juegos si no al Capitolio en sí.- Hay un exceso de freaks.

dije paseando la mirada por el público presente en el show y con el tono más ofensivo que logré entonar.

Con mi nota no conseguiría patrocinadores y tampoco tenía un carácter de lo más encantador. Así que lo único que me quedaba era tratar de resaltar con lo que traía de serie y esperar que algún excéntrico patrocinador le gustaran los concursantes venenosos. Además iba a disfrutar diciendo lo que pensaba.

- Aquí la gente es suficientemente fea. Lo de las pelucas y los implantes no hace más que empeorarlo

-¿Qué puedes contarnos sobre tu familia y tu hogar? ¿Cómo es tu distrito?

- Mi padre es un putero, no se si de hombres o mujeres, y mi madre se acuesta con el vecino de enfrente.

Mis palabras sonaron frías y desenfadadas. No tenía intención de volver a mi hogar si sobrevivía los juegos, así que lo mínimo que podía hacer era estigmatizar a aquellos cabrones por el resto de sus vidas en el distrito

-¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos? ¿A qué se debe tu nota?

Aquella pregunta me pilló a contrapié y apreté los dientes recordando el pésimo resultado de mi sesión privada.

Me quedé mirando el vacío sin intención de contestar una sola palabra al respecto.

-¿Hay alguien especial esperándote en casa? Y si no, ¿te parecen guapos los demás participantes?

- ¡JAJAJAJAJAJAJA! 

Aquella cara perturbada de enfado estalló en sonoras risotadas histéricas

- ¿En serio?

-Por último, ¿algo más?

Mi rostro inexpresivo y desconcertante volvió a aparecer. Centré la mirada en una de las cámaras y cuando estuve convencido que me estaban enfocando directamente levanté un brazo hacia la cámara y extendí el dedo corazón en el insultante gesto que todos conocemos.

Después de que William saliese del plató entre abucheos, sus dos mentores se le acercaron y le recriminaron. Entre bambalinas, mientras el siguiente aguardaba su turno para ser entrevistado, se escucharon las frases:

-¡Acabas de firmar tu sentencia de muerte!

-¡La tuya y la de tu familia!

Séneca Crane se ocuparía de matarlo tan pronto empezasen los Juegos. ¡Vaya que sí!

Llegó el turno de Ryan, salió a escena con una tímida sonrisa y mirada amable, dio un vistazo rápido a su alrededor saludando a todo el mundo, se acercó hacia el presentador y le estrechó la mano sonriendole.

- Hola Ryan, ¿qué tal estás? ¿Te gusta el Capitolio?

- Hola, estoy bien, deseando entrar en la arena, he estado entrenando mucho y si, el capitolio me encanta - dijo sonriendo.

- -¿Qué puedes contarnos sobre tu familia y tu hogar? ¿Cómo es tu distrito?

- Mi familia bueno, no estan muy deacuerdo con que esté aquí pero bueno, es lo que me ha tocado y lo intentaré hacer lo mejor posible. Mi distrito, soy del distrito 1 y estoy muy agusto en el, todo esta limpio, es bonito, me gusta mucho-

-¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos? ¿A qué se debe tu nota?

- Mi mejor cualidad, soy fuerte y resistente, me manejo bien con armas, soy rapido y tengo bastante destreza en lo que me propongo, mi nota supongo que se debe al resultado del trabajo, del esfuerzo y del empeño que he puesto durante mucho tiempo-

¿Hay alguien especial esperándote en casa? Y si no, ¿te parecen guapos los demás participantes?

- En casa me esperan mis padres y mi hermana pequeña. Aquí hay mucha gente, gente de todo tipo, no he podido relacionarme con todos pero con la gente que lo he echo pues bueno, me han caido bien... si, las chicas son todas muy guapas - dijo con una sonrisa picara.

Por último, ¿algo más?

- no mucho mas que añadir, que espero ser el ultimo que quede y dar un buen juego y un buen espectaculo -

Ryan volvió a estrechar la mano del presentador, miro al publico asistente y también les saludó en forma de despedida, sonrio y se marchó, cediendo el turno al siguiente.

El desparpajo de Acteon parecía cautivar al público, o al menos a parte de el, que reían a ratos con sus ingeniosas intervenciones. El chico había obtenido una mala nota en las pruebas pero parece que tenía facilidad de palabra, por eso cuando abandonó el plató se llevó un fuerte y agradecido aplauso, e incluso se pudo escuchar como alguna jovencita gritaba "guapo".

No se puede decir lo mismo de la intervención de William, es como si todos contuviesen la respiración, un incomodo silencio lo inundaba todo. Y el final, eso fue el colmo. Cientos de abucheos acompañaron a William en su salida, acompañados de insultos de los mas variopintos y groseros e incluso algunos de los asistentes le arrojaron latas de bebida y todo tipo de objetos que tenían a mano. Ese chico se había ganado el odio del público y bien merecido.

La entrevista de Ryan, es una buena entrevista, así es como deben ser los tributos. Sin embargo no parece destacar, es uno mas aunque su nota es elevada así que parece gustarle a la gente. Los aplausos inundan la estancia cuando se retira.

Detesto las multitudes, estoy demasiado acostumbrada a contar con el silencio que rodean los campos de árboles del Distrito 7 como para sentirme cómoda ante tanto revuelo y caras desconocidas a mi alrededor. Las cámaras no ayudan demasiado pero, como todo, es fácil ignorar lo que te envuelve si comienzas a pensar en cualquier cosa sin importancia y simplemente te mueves por inercia. 

Casi ni me doy cuenta de que me siento frente al presentador, un hombre de pelo azul que logra animarme ante la idea de no ser la chica con el pelo más extraño del lugar (aunque juraría haber visto a alguien, también de pelo azul, en los juegos). 

- Hola Persei, ¿qué tal estás? ¿Te gusta el Capitolio?

Abro la boca para responder, aunque me traicionan los nervios por ser observada por tantos ojos y durante unos largos segundos no sale sonido alguno de mis labios.

- Ho... hola, señor, yo... estoy... estoy. Echo en falta el silencio de mi Distrito, pero por supuesto me encanta lo que he visto del Capitolio, supera todas las expectativas y las comodidades son... -Suspiro-. Aunque me gustaría más de poder verlo entero... claro...

No es que se pueda opinar mucho, la verdad, ¿qué he visto del Capitolio? ¿Lo que podía mirar en el tren? ¿Lo que puedo ver desde el edificio? Igualmente, el hecho de saber que hay una guadaña entorno a mi cuello hace que no sea muy agradable.

-¿Qué puedes contarnos sobre tu familia y tu hogar?

- Mi madre murió al darme a luz y mi padre trabaja en los campos de árboles prácticamente día y noche. No es muy hablador y, por lo que sé, me odia tanto como yo a él. ¿Mi hogar? No tengo hogar. Duermo 'cómodamente' en la casa que abandonó mi padre.

Nunca había contado tanto acerca de mí y, lo cierto, me pone nerviosa. No busco su compasión, no la quiero ni la necesito. No siento pena por lo que me ha pasado, es lo que hay y punto. 

- ¿Cómo es tu distrito?

Me tomo unos segundos antes de responder, mirando atentamente al presentador con una leve sonrisa de nostalgia y afecto. Si hay algo que sí me gusta y odiaría perder sería el Distrito.

- Silencioso... tranquilo... relajante. El Distrito 7 tiene algo especial, algo que ni siquiera los Distritos Centrales tienen y, por supuesto, poca gente puede apreciar, incluso dentro del propio distrito. -No puedo evitar mirar a una de las cámaras, aunque centro rápidamente mi atención en el presentador-. Su salvaje unión con la naturaleza... el olor que despiden los árboles y la madera... es algo maravilloso, no se puede describir con palabras. 

-¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos? ¿A qué se debe tu nota?

Nuevamente, me tomo unos segundos antes de responder. Podría decir algunas cosas, pero éso sería dar facilidades a mis enemigos (no nos engañemos, son enemigos).

- A excepción de los profesionales, la gran mayoría de niños y niñas que participan en los juegos saben que deben matar para sobrevivir. Lo hacen, sí, pero lo detestan. No les queda opción. Y éso, en muchos casos, es un verdadero problema. ¿Cómo puede ser tan fácil matar a alguien con quien has convivido tanto y que, durante un breve lapsus de tiempo te ha caído bien? Yo... no tengo ése problema -Me miro las manos unos breves instantes, antes de volver a mirar al presentador-: mataré a todos los que estén en mis manos para sobrevivir. Sin dudarlo. Y lo haría de nuevo, sin remordimientos. No me fío de nadie.

- La nota... supongo que es la que me he merecido, por mi esfuerzo y aptitud.

No veo necesario añadir que incluso a mí me ha sorprendido, por lo que espero a una nueva pregunta, ardiendo en deseos de que termine ya ésta tortura.

- ¿Hay alguien especial esperándote en casa? Y si no, ¿te parecen guapos los demás participantes?

Suelto una pequeña risotada, breve pero intensa. Me ha parecido una pregunta bastante divertida, teniendo en cuenta que prácticamente ya las he respondido.

- Alguien no, algo sí. Los árboles. Ellos me esperan con impaciencia. O yo a ellos. ¿Guapos? ¿Te refieres a guapos en el término de querer formar una familia? No, o bien ellos morirán o bien lo haré yo, por lo que no pienso en ésos términos. Si bien te refieres a guapos para mantener relaciones sexuales antes de la inevitable muerte... -Esta vez sí, vuelvo a reír, realmente divertida por el giro de la conversación-. Sí, ¿por qué no? Hay varios chicos guapos.

-Por último, ¿algo más? ¿Te gustaría decir unas últimas palabras?

- Sí. Para quien lo cuestione: mi pelo es rosa natural. 

El público parece realmente interesado en la entrevista de Persei y la observan con una mezcla entre admiración y compasión pudiendo escucharse algún "oooh" generalizado cuando habla de su situación familiar y su distrito. Finalmente aplauden con ganas y un par de entusiastas gritan "¡Nos encanta tu pelo!"

Finalmente llega el momento de mi entrevista, no me gustan las multitudes, y me pone nervioso mi nota en la prueba privada, esperaba haberlo hecho un poco mejor. Además el asesor de imagen me ha vestido como un músico, como uno de esos cantantes de videoclip juvenil, supongo que para aprovechar mi aspecto, espero que el sepa mas que yo porque a mi no me gusta como me veo

"bueno, he de hacerlo todo como hemos ensayado"

Cuando el anterior tributo sale del escenario avanzo con pasos largos y animados hacia el presentador, aprovecho para sonreir y saludar con la mano al público, noto un nudo de nervios en el estómago y agradezco cuando puedo sentarme porque no se si podría seguir moviendome tan suelto

-Hola Robert, ¿qué tal estás? ¿Te gusta el Capitolio?

Es una pregunta fácil y eso me permite tranquilizarme un poco

-Hola Cesar, estoy muy nervioso, nunca se había fijado tanta gente en mi, pero me lo estoy pasando muy bien- "se positivo, acaba siempre en positivo" eso dijo el asesor y eso haré

-el Capitolio es increible, esos edificios tan alto, tantas luces y la gente es... no se es diferente a la del distrito 6, completamente diferente- me giro hacia el público y sonrio para que entiendan que es diferente en el buen sentido

-¿Qué puedes contarnos sobre tu familia y tu hogar? ¿Cómo es tu distrito?

-Mi madre murió cuando yo era muy pequeño y no la recuerdo. Mi padre es camionero, lleva mineral desde las minas a los trenes y luego de los trenes a los pueblos todo lo que hace falta. A menudo me lleva de viaje con el y así he visto mucho de mi distrito, e incluso parte de otros distritos. El distrito 6 es muy seco, es casi todo desierto y la gente es muy dura, sobretodo los que trabajan en las minas, pero aun así me gusta, es mi hogar después de todo-

-¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos? ¿A qué se debe tu nota?

Esta si es una pregunta difícil y no puedo evitar removerme un poco en el asiento antes de recordar que mi asesor me dijo especificamente que no hiciera eso

-Bueno Cesar, tampoco me hago muchas ilusiones, se que hay tributos muy preparados, pero yo soy listo, se reconocer plantas y animales y se curar heridas también. No es lo mejor para matar pero si lo es para sobrevivir, y tal vez otros tributos se den cuenta, los equipos suelen durar mas- esto no me va a dar muchos puntos ante los patrocinadores, ellos no esperan que cooperemos sino que nos matemos, pero que diablos, lo que digo es cierto y jugar en equipo me será mas útil que un poco mas de ayuda, al menos si paso de la cornucopia

-¿Hay alguien especial esperándote en casa? Y si no, ¿te parecen guapos los demás participantes?

Aun pensando en la pregunta anterior me sorprende esta y parpadeo un momento indeciso

-¿esperándome? mi padre claro- es evidente aunque entonces caigo que tal vez se refiera a una novia o algo así -tengo buenos amigos claro, seguro que me estarán animando durante los juegos- "si sus padres les dejan verlos"

Lo de si son guapos si me parece una pregunta estúpida, pero asienta -si, la mayoría son bastante guapos- de refilón veo al asesor de imagen gesticulando frenéticamente fuera del escenario, supongo que a esto se refiere con lo de una insulsa actuación de pueblerino, de modo que intento acabar esto con una broma -cualquiera diría que el sorteo tiene buen ojo para elegirnos- y vuelvo a sonreir hacia el público, esta vez guiñando el ojo

-Por último, ¿algo más?

-Claro Cesar, quería decirle algo al público- me levanto y avanzo un par de pasos hacia las gradas, verlos ahí espectantes y atentos hace que vuelvan los nervios que creía superados

-puede que no parezca la mejor opción, pero mi padre siempre me ha dicho que las mejores esencias se guardan en frascos pequeños-

Dando por acabada la entrevista salgo del escenario, de nuevo saludando y sonriendo al público, a ver si no notan la rigidez de mis piernas, menos mal que ya se acaba

Kristel esperaba en el backstage con unas ganas terribles de salir allí. Caesar salió para introducir las entrevistas, y su ansia aumentó. Ella era la primera. Ella sería lo primero que vería Panem sobre los 71º Juegos del Hambre. Y se iban a llevar una buena primera impresión. Garantizado.

- Panem, ¡saludad a Kristel Ruby Ivory, Tributo del Distrito 1! - gritó Caesar.

Era su momento.

En cuanto puso un pie en el plató, sonrió al público como nadie más sabría hacer. El calor del sol, la inocencia de la juventud de Panem, la belleza como concepto en un mundo podrido. Eso reflejaba su sonrisa. Iba ataviada con un minivestido palabra de honor de brillantes, con el fondo de raso blanco, que brillaba a la luz de los focos con cada paso. Las sandalias de tacón alto eran plateadas, atadas al tobillo, con detalles de brillantes en el cierre. Pisaba segura, recta, como si el único cometido al venir a este mundo fuera esa entrada. En cada muñeca, una pulsera de brillantes, y el pelo recogido en un moño alto, estilo pin-up. De sus orejas caían dos hileras de lágrimas de brillantes, y en su cuello relucía una preciosa gargantilla de araña de diamante.

Kristel brillaba. Brillaba como la luz de cien lunas. Era el distrito 1 hecho mujer.

Cuando llegó al podio de las entrevistas, saludó a Caesar son dos besos, y al sentarse, cruzó una de sus piernas por encima de la otra y saludó al público con una elegancia de princesa.

- ¡Pero bueno, Kristel, estás guapísima!

- Vaya, Caesar, se lo agradezco enormemente, sobre todo viniendo de un hombre tan apuesto como usted. - Dijo mirando al suelo, algo ruborizada, y soltando una risilla que sonaba a campanillas celestiales.

- Bueno, Kristel, ¿qué tal estás?

Kristel miró al público, con su perenne sonrisa.

- Pues la verdad es que estoy encantada de estar aquí, Caesar, compartiendo plató con usted, una leyenda de la televisión. Es un honor poder llegar a todo Panem a través de las cámaras de Capitolio TV. Me siento muy halagada, de veras.

- ¡Y nosotros también estamos encantados de que estés aquí para participar en los Juegos, Kristel, desde luego que sí! Cuéntame, ¿te gusta el Capitolio?

- ¡Por supuesto! He tenido la suerte de venir de vacaciones con mis padres en alguna ocasión, y puedo decir que es fantástico. El ambiente, la amabilidad de sus gentes, la calidad de vida... El Capitolio es simplemente grandioso. La primera vez que vine al Capitolio fue en la final nacional de Little Miss Panem, con 6 añitos. Lamentablemente quedé quinta. Quizás se debiera al pequeño berrinche que tuve en el escenario cuando otra de las participantes pisó mi vestido sin querer y lo resquebrajó. Recuerdo la sensación de quedarme sin aire de tanto llorar. - Ríe recordándolo mientras mira a Caesar, cómplice. - De cualquier forma, esta vez he venido al Capitolio con el firme propósito de aportar mi granito de arena a este espectáculo, del que estoy muy feliz de ser parte. Es un honor para cualquiera ser Tributo. Y si me lo permites, Caesar, quiero felicitar desde este espacio que me habéis brindado al presidente Snow y su grupo de gobierno, por su espléndido trabajo, que se encarga de velar por el bienestar y la paz de nuestro amado país, ofreciéndonos regalos tan generosos como los Juegos del Hambre. De verdad, muchas gracias. - Y sonrió a cámara.

- ¡Eres una muchacha muy inteligente y generosa por tus palabras, Kristel! Estoy seguro de que también serás una gran mujer. ¡Siempre seas la última en caer, claro!

El público ríe ante el chascarillo de Caesar, y Kristel hace lo propio.

- Pero cuéntame más de tí, Kristel. ¿Cómo es tu familia y tu hogar? ¡Seguro que los televidentes no hacen más que preguntárselo!

- Oh, bueno, Caesar... La verdad es que puedo decir que soy una muchacha afortunada. Mi padre, Silver Ivory, es uno de los hombres más íntegros que conozco. Es un buen padre, un buen marido, y un buen ciudadano. Siempre me ha apoyado en todos mis sueños y proyectos, desde pequeña. Y por supuesto, cuando le dije que quería ser voluntaria para participar en los Juegos representado a mi querido Distrito, me abrazó y me dijo que se sentía muy orgulloso de mí. Son las palabras más bonitas que nadie me ha dicho, Caesar. - Hizo una pausa mientras sonreía con nostalgia y cariño. - Y mi madre, Emerald Ivory, es... Bueno, lo es todo para mí. Es mi amiga, mi confidente, mi compañera. Cuando llegaba triste a casa, pues algo había ocurrido en el colegio que me había disgustado, ella siempre calentaba un vaso de leche con galletas para mí, cogía el cepillo, y se dedicaba a cepillarme el pelo mientras yo comía galletas y le contaba cómo me sentía. Hoy por hoy, cuando estoy muy nerviosa por algo, sigo pidiéndole a alguien que me cepille el pelo, como ella lo hace. Es la mejor madre del mundo.

Caesar sonrió, tierno.

- Ya veo que eres muy feliz, Kristel, y eso nos gusta. Dime, ¿cómo es tu Distrito?

Kristel volvió a sonreír abiertamente y comenzó a hablar, ilusionada.

- Pues el Distrito 1 es un distrito grande, con muchos parques, y comercios. La gente por lo general es muy acogedora, y en mi barrio, concretamente, todos somos amigos. Sinceramente, adoro el lugar donde nací. Nuestra principal industria es la creación de artículos de lujo, que luego exportamos al Capitolio para que todos puedan disfrutar de ellos. Posiblemente ese reloj tan bonito que llevas lo hayamos hecho nosotros. Creemos que Panem es una gran cadena de montaje, y si uno de los engranajes falla, todo se viene abajo. Nosotros estamos encantados de ser un engranaje más, vivimos felices, y aceptamos nuestro lugar en el mundo, que no es otro que facilitarle la vida a los demás, para que ellos también puedan ser un poco más felices.

- ¡Preciosas palabras, Kristel! ¡Sí señor, una Panem unida es una Panem feliz!

El público aplaude al arrebato de Caesar.

- Sigamos con nuestra entrevista, pero ahora, centrémonos en el espectáculo. ¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos?

En ese momento, el rostro de Kristel se ensombreció un poco, y su sonrisa ya no era tan inocente. Era la sonrisa de una depredadora.

- ¿Has oído hablar de la belladona, Caesar? Es un arbusto que da unas flores preciosas, púrpuras. En algunos Distritos la llaman sombra nocturna. Es realmente hermosa. Sin embargo, las bayas y las semillas de la belladona contienen toxinas que aplicadas correctamente, pueden provocar la muerte. Esa es mi mejor cualidad. Soy como la belladona. Una cáscara preciosa, pero en el interior soy tóxica, con un veneno que corre por mis venas que sé perfectamente cómo utilizar. Bella, pero letal.

- ¡Guau, chica! ¡Menuda presentación! - Caesar ríe abiertamente. - Dime, Kristel. ¿A qué crees que se debe tu nota en las Sesiones Privadas?

Kristel sonrió de medio lado.

- Bueno, está claro que me la merecía, ¿no es cierto? - Rió, pero esta vez no sonaba inocente. Sonaba socarrona. - Quise mostrarle a Panem en lo que sobresalgo, y creo que lo he demostrado con creces. Es sólo un ejemplo de lo que ocurrirá en la arena. Sólo que esta vez, en vez de pitidos, sonarán gritos.

- ¡Esa es la actitud! ¡Que alguien agarre a esta chica! ¡Está ardiendo!

Caesar vuelve a reír, acompañado del público.

- Kristel, ¿hay alguien especial esperándote en casa?

Justo tras pronunciar la última palabra, el rostro de Kristel volvió a relajarse, y a mostrar su habitual sonrisa deslumbrante. Rió antes de responder.

- No, Caesar. Siempre he sido una chica que pone sus sueños y sus proyectos vitales por encima del amor.

- ¡Vaya! Entonces al menos respóndeme... ¿Te parecen guapos los demás participantes?

Kristel volvió a reír, mirando al suelo.

- Bueno, sí. Unos más que otros, por supuesto. De todas formas, qué más da... Me temo que cuando salga de aquí, ninguno estará disponible para casarse conmigo...

Volvió a reír, y esta vez el público y Caesar con él.

- Muy bien, Kristel, pues hemos llegado al final de esta entrevista. ¿Algo más que quieras añadir?

- Sólo una cosa, Caesar... - Kristel miró a la cámara con el pilotito rojo encendido. - Ciudadanos de Panem, os aseguro espectáculo. Daré lo mejor de mí para que lo tengáis. Me dejaré la piel para demostrar que soy la mejor. Y un último consejo: apostad por mí, y cuando esto acabe, seréis ricos.

- ¡Demos un fuerte aplauso para despedir a Kristel Ruby Ivory, del distrito 1! ¡Muchas gracias, Kristel!

- Muchas gracias a tí, Caesar. - Y repitiendo el gesto de antes, se despidió con dos besos al presentador y se dirigió al backstage.

Listo. Esperaba haber deslumbrado a Panem. Pero ahora empezaba lo mejor, lo que único importaba: la sangre.

Y aquí estoy; tras el escenario esperando mi momento para la entrevista, viendo pasar al resto. Me miro, les miro, y solo acierto a pensar que somos lo mas parecido a esclavos bañados y perfumados antes de poner en venta, o de subastarles. Y en realidad, solo somos niños normales a los que acercan a la madurez poniéndoles a prueba de muerte.

Mientras espero, con las manos guardadas en los bolsillos del pantalón del traje que me han puesto, repaso las notas que nos han puesto mentálmente. Puedo ver, no muy lejos de mi, al supuesto deficiente mental; sí, el que ha sacado la máxima puntuación. Eso les encantará a los patrocinadores. Tiene mucha suerte. E increíblemente, a mi no me disgusta. Un chico de su condición rompiendo esquemas, ¿no es eso lo que gusta? ¿Lo que atrae? Nunca he confiado en mis posibilidades y aunque no me vaya a dejar matar a la primera de cambio, preferiría que ganara al menos alguien que pudiera dar un toque de atención al resto. O al Capitolio. No el típico psicópata amante de la sangre, o la típica chica dulce que termina engañando a todos para matarles. Así es mejor. Alguien que por normal sería descartado, o tendría menos valor de cara al resto.

En cuanto a mi nota, era lo que buscaba. No hice lo que realmente se me da bien. No tiré de mi punto fuerte. No quise. Y quizás ni siquiera me de tiempo a mostrarlo pero…supongo que ya da igual.

Entonces, llega mi turno y aunque me han pedido que ya salga con una gran sonrisa, no lo hago. No me apetece salir sonriendo, como si estuviera de acuerdo con esa pantomima. Como si aceptara que mi vida puede terminar a mis quince años.

Salgo y estrecho la mano de Caesar, regalándole solo media sonrisa.
- Hola, Harvey – saluda él antes de invitarme con un gesto de mano a sentarme - ¿Qué tal estás? ¿Te gusta el Capitolio?
- Buenas noches, Caesar – digo yo tomándome mi tiempo en sentarme y acomodarme – Bueno, estoy bien. Creí que estaría mas nervioso pero no…estoy tranquilo – asiento con la cabeza – El Capitolio está bien, claro, ¿quién podría decir que no le gusta? Yo no, desde luego…y menos después de lo bien que me han dado de comer – una broma. No está mal.
Caesar ríe un poco, algo exagerado (parte del espectáculo).
- ¡Un aplauso a nuestros cocineros! – exclama, y todo el mundo aplaude, divertido – Bien, después de este momento de agradecimiento…  - me mira de nuevo - ¿Qué puedes contarnos de tu familia y de tu hogar?
- ¿No me estarás preguntando si tengo alguna hermana para ti? – me callo y le miro, suspicaz – O bueno, calculando tu edad…mejor una tía, ¿no? – vuelvo a ladear una sonrisa.
- ¡Menudo! – Caesar vuelve a reír, echándose un poco hacia atrás en su asiento - ¡Me ha llamado viejo! ¡Aquí! ¡Delante de todos! – finge sonrojarse y se da aire con sus notas levantándose incluso de su asiento – Harvey, por favor… Tengo una reputación que mantener… - bufa y se toma unos segundos para calmarse – Bien…ya está. ¿Vas a seguir rompiéndome la entrevista o…?
- No, no… - digo, aún tranquilo – Era una broma, hombre. Siéntate.
- Oh, graaaacias – vuelve a tomar asiento a mi lado.
- Pues, a ver…¿qué puedo contarte de mi familia? – me lo pienso un poco y de repente, me viene toda la nostalgia recordándolo – Tengo dos hermanos mayores y una hermana pequeña.
- Eres el mediano – él asiente, escuchándome.
- Bueno, pero el pequeño de los hermanos – sonrío recordando los beneficios que me daba eso con respecto a mi madre – Mi madre…es una mujer normal, trabajadora, que siempre ha cuidado de nosotros. Y mi padre… - bufo - ¿Qué puedo decir de mi padre? Toda la vida trabajando para nosotros – encojo los hombros y vuelvo a mi expresión neutra. Seria. Con cierto toque triste por los recuerdos – Somos una familia normal, Caesar. Nada interesante.
- ¿Y cómo es el distrito 9?
- Oh, es genial. Campos y campos de cultivo por todas partes, pequeñas casitas y la verdad es que la gente es encantadora.
- ¡¿Qué otra cosa ibas a decir tú?! ¡Pelota!
- ¡Siempre hay que hablar bien del lugar que te vio crecer! – me excuso – Si gano, te invito a mi distrito.
- Oh, ¿en serio?
- ¡Claro! Te encantará.
- Me lo anoto ¿eh? ¡Y luego no me valdrán excusas! – me señala – Así que tendrás que cumplirlo.
- Soy un chico de palabra – nueva sonrisa de lado.
- Bien. Y ahora cuéntame…cuéntanos cuál es tu mejor cualidad para ganar los Juegos. Has sacado un seis – añade repasando sus notas - ¿Qué hiciste para sacarlo?
- Oh, no… - niego con la cabeza – No voy a contarte nada – chisto – No puedo decírtelo, es una sorpresa – le miro con un toque de misterio y él me sostiene la mirada – Pero puedo decirte, que lo que hice en la sesión de entrenamiento no es mi punto fuerte.
- ¿Y cuál es? – él insiste, sin quitarme el ojo de encima.
- Cotilla – sonrío – No te lo voy a contar, ¡deja lugar al misterio y la sorpresa! – le reprendo.
- Vale, valeeeee, ¡qué genio tiene este chico! – dice al público, riendo.
- Dime, Harvey – vuelve a ponerse interesante, mirándome fíjamente - ¿Hay alguien especial esperándote en casa?
- ¡Claro que sí! ¡Mi madre! – digo, a sabiendas de que no es eso lo que me está preguntando realmente – Una mujer donde las haya: amable, buena, ¡y guapísima! – él ladea la cabeza – No, soy muy joven; tengo quince años. No he tenido tiempo para eso – “ni lo tendré”, pienso, pero es algo que no voy a decir.
- ¿Y qué? ¿Te parecen guapos los demás tributos? ¿Alguna chica que te guste?
- No me he fijado – respondo con sinceridad – No lo veo adecuado – encojo los hombros. Casi digo algo mas, pero menos mal que me lo he callado.
- ¿Por qué no? – él insiste, ya le voy cogiendo el truco a Caesar.
- ¿Te fijarías en alguien que está a punto de morir? – alzo las cejas.
- La atracción va por libre, chico; no se maneja – me responde.
- Pero esto sí – me señalo la cabeza con el dedo índice de una mano – Es lo que manda. Ya tendré tiempo después para pensar con otras partes de mi cuerpo.
Él, que no parece que esperara esa clase de contestación por mi parte, suelta un par de carcajadas.
- ¡Buena contestación! – exclama y luego vuelve a levantarse, aún riendo mi broma – Un placer, Harvey, me ha encantado hablar contigo.
- Igualmente – le estrecho la mano para despedirme de él tras levantarme de mi asiento, de nuevo recomponiendo mi seriedad – Y gracias a todos – saludo a la gente brévemente, despidiéndome y alzando el dedo pulgar antes de salir del escenario.

Y ya está. Hasta aquí el espectáculo, al menos el que se puede controlar, porque lo de la arena ya es otro asunto. No puedes saber cuándo va a aparecer alguien dispuesto a pisarte la cabeza y derramar tu cerebro.

En esta edición parece haber mucho tributo "adulto" así que ver a uno mas niño parece gustarle al público. Sin embargo, la entrevista de Robert es bastante sosa y puede verse algún que otro bostezo durante el desarrollo de la misma. Sin embargo, esa frase, esa despedida:

puede que no parezca la mejor opción, pero mi padre siempre me ha dicho que las mejores esencias se guardan en frascos pequeños

Hay frases que encajan a la perfección en momentos concretos y este lo era. El aplauso fue tan atronador que parecía que el plató se iba a venir abajo, e incluso alguna lagrima afloraba entre los mas sensibles.

Kristel fue la primera, las entrevistas comenzaban con ella. Era una de las profesionales y el público esperaba mucho de ella y lo cumplió con creces, vaya si lo hizo. Ya no era solo su belleza, sino su inteligencia y astucia. Cautivó al público desde el primer segundo, siempre sabía que decir: en que momento bromear, cuando venía un comentario serio... ¡Era perfecta, el tipo de chica que gusta en el Capitolio! ¡Un orgullo para Panem! Aplausos y mas aplausos. Está claro, el público adora a esa chica.

Harvey Combe, a simple vista la suya parece una entrevista normal pero logra captar la atención. Una broma aquí, un comentario ingenioso allá... pero sobre todo misterio ¿De que será capaz este chico? Podría dar grandes sorpresas en la arena o una triste desilusión pero ¡esa es la gracia de la intriga! Ha sabido captar a gran parte del público, que ya se quedan pensando en sus posibilidades, y por eso se retira con unos merecidos aplausos.

Desde el lugar en el que nos hacen esperar nuestro turno para la entrevista ya me llega el calor sofocante de mil focos alumbrando al escenario. Comienzan a sudarme las manos y la frente durante la larga espera, provocando que el maquillaje que mi estilista me había puesto en la cara esté a punto de desaparecer, pero no lo hace y él me presta algunas toallas de papel para secarme sin estropear "su obra de arte" como lo ha llamado.
Y razón no le falta. Todo el equipo de estilismo ha dedicado media tarde a dejarme guapísima. Incluso se han tomado licencias con mi pelo y, cuando me he mirado al espejo parecía más mayor de lo que soy (y más guapa).

Soy la penúltima. Caesar despide al tributo del Distrito 11 y me despido con la mirada de Jack, mi compañero, antes de salir al escenario tras escuchar cómo el presentador grita mi nombre para darme paso. Recuerdo las palabras de mi mentor y del resto del equipo, trato de centrarme en los consejos que me han dado, pienso que solamente serán unos 5 minutos de infierno y luego todo habrá acabado.
Menos mal que se han dignado a ponerme un calzado cómodo, jamás habría podido llevar unos tacones como los de esas chicas... pienso mientras me acerco a las escaleras mirando al suelo.

Y entonces el calor y un milón de ojos mirándome hacen que casi se me detenga el corazón. Aparezco en escena y me acerco al hombre que, desde hace años, presenta Los Juegos. Este año lleva un pelo azul sobrio; a pesar de lo estrambótico del color, me gusta y le hace parecer más jóven que con algunos de sus peinados anteriores.
Espero a llegar junto a él y me sorprende tomándome la mano para besarla como hacen los caballeros de las películas antiguas. Sonrío tontamente ante el gesto y tomo asiento.

-Hola Lena, ¿qué tal estás? ¡Ya veo que te han puesto guapísima para la ocasión!
- Hola Caesar. Bien, estoy bien, aunque estos focos están a punto de hacer que se me derrita la cara... - comento con una sonrisa sincera. No intento ser divertida, solamente pruebo por si se dignan a bajar la intensidad de los que me enfocan en pleno rostro.- Gracias por el cumplido. Tú también estás muy guapo con ese peinado.

- Gracias, me alegro de que te guste. ¿Y qué nos dices del Capitolio? ¿Te gusta?
- Es enorme, con todos esos edificios que parecen querer tocar el cielo y tanta gente por la calle. - hago gestos con ambas manos a la par que describo los rascacielos plateados. Luego silencio y en mi voz trato de mostrar algo parecido a la pena.- En mi Distrito solamente se veía mucha gente a la hora de entrar o salir de los trabajos en las minas.

-¿Qué puedes contarnos sobre tu familia y tu hogar?
- Mi familia son mi padre y mi abuelo, no queda nadie más pero nos apañamos muy bien los 3. - miro a la primera cámara que creo que me está enfocando y mando un beso silencioso.- Os quiero a los dos.
- Eso es muy bonito. Bien, y ¿qué puedes contarnos del Distrito 12, aparte de que no hay tanta gente por la calle?
- Mi Distrito es muy grande. Pero más grande es aún todo lo que hay bajo su suelo, esas minas de carbón que poco a poco van ampliando los túneles bajo tierra.

-Y que lo digas. Bajo el Distrito 12 hay un buen entramado de túneles. ¡Quién sabe hasta dónde llegarán en unos años! Y dinos, Lena, ¿cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos?
- Creo que no sería bueno confesarlo aquí y dar esa ventaja a los demás. Solo diré que no hay que subestimar a nadie, quizá no sea buena manejando espadas pero no es esa la única manera de salir ganando... ¿no crees?
- ¡Desde luego que no! No siempre han ganado los más diestros en combate, y ahí radica la sorpresa de cada edición. Aunque... no has sacado muy buena nota, ¿qué pasó?
- Bueno... No sé si me merecía más, los nervios me traicionaron y no pude enseñar lo buena que soy en algunos aspectos. Pero confío en poder demostrarlo en el Estadio.

-¿Hay alguien especial esperándote en casa?
- Además de mi familia carnal, otra pequeña familia estará echándome de menos tanto como yo a ellos: un grupo de patitos que llevo criando desde que nacieron. - casi me dan ganas de llorar, no sé si por los focos, si por el "ooohhh" de público y presentador o porque los echo tanto de menos que daría cualquier cosa por regresar a casa y que me recibieran en la puerta una vez más.

- Bueno, yo no me refería a esa clase de personas especiales pero quizá no seas todavía lo bastante mayor para amoríos. Aún así, dinos... ¿te parecen guapos los demás participantes?
- Ohhh, sí, hay chicos muy guapos este año, aunque casi todos son mucho más mayores que yo. También hay chicas muy guapas, claro. Lástima que no podamos conocernos más ni mejor...

- Muy bien bonita. Pues esto se acaba. ¿Algo más que quieras decir a tu público?
- Que traten de confiar en quienes aún no hemos demostrado todo de lo que somos capaces porque solo necesitamos hacerlo para ganar o ir en paz. ¡Y que mi maquillaje creo que sigue perfecto a pesar de todo! Debo agradecer a mi estilista su trabajo... - río sonoramente y me levanto, despidiéndome primero de Caesar con elegancia, y después del público presente enfrente del escenario.

Al fin han terminado los 5 minutos de infierno..., pienso mientras dando la espalda a los focos me marcho del escenario. Ahí tenéis lo que queríais: risas, tonterías, conocer parte de mi vida privada y espectáculo... espero que el mentor esté contento con el resultado.

El público ya estaba cansado, el distrito 12 era el último en salir, ya eran muchas las entrevistas que llevaban a sus espaldas. Lena estaba espectacular, sin duda sus estilistas merecían un reconocimiento por su trabajo, aunque habían operado con buen material, eso había que admitirlo. Para ser de un distrito tan sucio y feo como el 12, Lena era muy llamativa.

La entrevista pasó como una mas pero aún así el público logró mantener su atención a otra tributo, que como Harvey y otros mas, no dejaba claro de que sería capaz. Habría que esperar a la arena para verla, la intriga iba en aumento aunque la nota de Lena no animaba mucho... Aún así, estos prometían ser unos juegos memorables.

Un cálido aplauso despidió a Lena, a fin de cuentas ahora, al igual que el resto de tributos, iba a enfrentarse a la parte mas dura de todas: Sobrevivir.

Terra espera nerviosa a que llegue su turno. Nunca ha destacado por su facilidad de palabra, aunque a sabía ser encantadora cuando era necesario. Sin embargo, no podía estar nerviosa ya que de esa entrevista dependería gran parte de su ventaja, o desventaja, a la hora de salir a la arena. Cuando finalmente la llamaron, salió al escenario.

Había insistido en vestir algo que, pensaba, la gente de capitolio no se esperaría: cuero. Una chaqueta de cuero reforzado negro, con tan sólo una simple camiseta blanca bajo ella. Unos pantalones que ceñian donde debían y disimulaban los posibles defectos de su figura. El pelo suelto, remarcando su rostro, que había sido maquillado de manera profesional para, de nuevo, ocultar las posibles imperfecciones y destacar sus penetrantes ojos verdes.

- Hola, Terra, curioso nombre. ¿Qué tal estás? ¿Te gusta el capitolio?

- Hola Casear, debo decir que fue idea de mi madre. - contesta con una sonrisa amable.- Bien, gracias... es increible lo que puede hacer el que te cuiden durante unos días. Debo decir que no sabía que esperarme hasta que llegué aquí... y no puedo evitar sorprenderme. Es precioso todo, y la gente bastante amable la verdad.- Eso es estirar un poco la verdad, y lo sabe, pero si algo ha aprendido trabajando en el taller es que cuanto más tiene alguien más vanidoso es... aunque trate de disimularlo.

- Vaya, me alegro de que te este gustando. ¿ Y, qué puedes contarnos de tu familia y tu hogar? Hablanos un poco de tu distrito para que nuestro público pueda conocerte mejor.

- Bueno, Caesar, como el público ya sabe, vengo del distrito 6. Mi padre tiene un taller de reparación de todo tipo de vehículos en el que le ayudo, mientras que mi madre atiende a los clientes. Realmente suena más aburrido de lo que es, ya que podemos trabajar con muchos tipos de máquinas y conocer a todo tipo de gente interesante. Por suerte o por desgracia no tengo más hermanos, de forma que mis padres siempre han sabido quien era cuando hacía alguna travesura- ríe suavemente ante el chiste, esperando que el público también lo encontrase divertido.

-¿Cuál es tu mejor cualidad para vencer en los Juegos? ¿A qué se debe tu nota?

- Creo...- piensa un momento, buscando una respuesta que suene a la vez interesante y que no desvele más de la cuenta a sus adversarios. Ya que gran parte del público que ve es adulto, decide utilizar un pequeño inuendo que tampoco piensa que sea muy soez. Después de todo, tal y como le ha dicho el asesor de imagen, una cosa es cierta: el sexo vende. Y si puedes insinuar en vez de mostrar, mil veces mejor.- creo que mi gran flexibilidad,- sonríe pícara antes de seguir en un tono algo más serio.- Me suelo adaptar bastante bien ante situaciones nuevas, la verdad. Y respecto a mi nota... supongo que mi actuación en la prueba privada no resultó tan espectacular como esperaba aunque una cosa sí que puedo decirte y es que me lo pasé bastante bien con todo aquello.

-¿Hay alguien especial esperándote en casa? Y si no, ¿te parecen guapos los demás participantes?

- Me temo que no, Caesar. Y creo que no hace falta contestar a esa pregunta... todos les hemos visto y podemos decir que sí.- sonrie de nuevo.- Aunque debo decir que más que guapos me parecen... interesantes. Después de todo, si no no habrían sido escogidos como tributos, ¿no crees?

- Bien, Terra, la entrevista ya casi ha terminado de manera que, ¿hay algo más qué quieras decir a nuestro público?

- Bueno, Caesar, sólo puedo decir que estoy segura de que gane quien gane... será el mejor. Eso y que en mi tierra tenemos un dicho: apuesta siempre por los que menos ventaja tienen*.

Se despide del público con una sonrisa y guiñandole el ojo a Caesar antes de salir del escenario.

- Esta ha sido Terra Roxen del distrito 6, damas y caballeros.

Una tributo mas, el público no parece estar muy impresionado con la entrevista pero Terra resulta ser sugerente y parece prometer, a modo de despedida, que compensará su baja nota obtenida en las pruebas, dentro de la arena ¿será cierto? Falta poco para comprobarlo. De momento, se retira entre aplausos.

Cuando me levanté esa mañana rogaba porque mi diseñador me hubiera hecho caso. Algo había cambiado en mí y todos deberían saberlo. Toda mi vida había sido la niña buena, bien educada, que hacía lo que se le ordenaba y que no parecía haber roto un plato en su vida. Y así en un sitio como este no iba a llegar a ningún lado. Cerca de dos horas me había pasado la tarde anterior rogándole que cambiara el vestido de "niña de mamá" que había reservado para mí con algo que realmente me hiciera parecer una ganadora. Y lo había conseguido.

Apenas acababa de llegar a la zona de las entrevistas cuando empecé a notar las primera miradas. No era perfecta ni mucho menos, pero tampoco era la niña pija y siempre en su sitio que todos esperaban de mí. Un par de cruces de mirada con parte del equipo de grabación me lo confirmaron: el cambio llamaría la atención lo suficiente, y eso ya era algo a mi favor.

- ¡Y nuestra siguiente entrevistada será la señorita Jane Steward del distrito número dos!- gritó Caesar Flickerman para toda la audiencia de Panem. Era mi momento. Años entrenando para esa entrevista en la que siempre me había comportado como una auténtica señorita, una reverencia al público, un par de tímidos saludos a las cámaras... No, eso era cosa de las chicas como Kristel, perfectas y atractivas por naturaleza. Yo no quiero ser la mujer perfecta. Yo quiero ser esa tía a la que tanto chicos como chicas, aunque por motivos diferentes, adoran. Altiva y divertida. Vamos allá.

Salí al escenario con los brazos abiertos y estirados, agradeciendo como una auténtica estrella los aplausos que sabía que me iban a dar... y así fue. Incluso Caesar tuvo que mirarme un par de veces para cerciorarse de que era yo antes de acompañarme a mi asiento y, antes de sentarme, me acerqué risueña y decidida dándole un beso que parecía ir a los labios, pero que finalmente estrellé en su nariz. Unas risas de Caesar que casi parecían sinceras me acompañaron hasta que disminuyó el sonido de los aplausos.

- Bueno, bueno, bueno Jane... vaya cambio. ¿Cómo te encuentras? ¿Te gusta el capitolio?

- Pues la verdad es que estoy de maravilla Caesar, ¿no se nota? - Comento mientras me llevo las manos a la cadera con aire descarado - Estar aquí me está sentando estupendamente. Es un lugar fantástico y creo que por primera vez en mi vida estoy disfrutando el tiempo de verdad. Nunca había podido visitarlo antes, por desgracia, y la verdad es que el lugar y la gente de aquí es algo que todo el mundo debería ver antes de morir - Comento mientras guiño un ojo haciendo notar la broma y arrancando varias carcajadas entre el público. 

- Jajajaja. La verdad es que tienes razón en todo lo que has dicho. ¿Crees que tu familia te estará viendo ahora? ¿Qué nos puedes contar de ellos y de tu hogar?

- He tenido mucha suerte en la vida, Caesar, al contrario que a muchos de los otros tributos jamás me ha faltado de nada... salvo un poco más de escote en los vestidos - sonrío - Hablando en serio. Estoy segura de que mis padres y la mayor parte de mis amigos estarán ahora pegados a la televisión flipando casi tanto como el resto de vosotros con el modelito. Siempre me han apoyado, saben que esto es lo que quería y ahora que por fin he conseguido estar aquí, estoy segura de que se sentirán orgullosos de mí. Y en cuanto a mi casa, bueno, si, me gusta... pero nos hemos mudado tantas veces que ya no sé si la pared de mi habitación es ahora verde o marrón.

- Pediremos que nos reenvíen la información si te quedas más tranquila.

- ¡Oh, genial! Estoy segura que esta noche será justo eso lo que me quite el sueño - Comento siguiendo la broma con el presentador.

- Háblanos un poco de tu distrito, Jane, ¿qué es lo que más te gusta y lo que más odias?

- La verdad es que no está nada mal. Obviamente no es el capitolio, pero tenemos zonas tranquilas por las que pasear y practicar algo de deporte. Tiene unos atardeceres muy bonitos y cuando celebramos algo tenemos fama de montar unas buenas fiestas. Quizás estaría bien llevar algo de moda allí, he visto entre el público algunas cosas que a la gente del distrito seguro que les encantaría. Pero en general está bien. ¿Lo que más odio? El ruido. Me acuerdo que hace un par de años... o puede que tres, vivíamos en una manzana muy ruidosa cerca de las fábricas. Dios, tenía que dormir con tapones porque sino a las 6 de la mañana ¡ya no había quién pegara ojo! 

- Dios... pero ¿de verdad existen las 6 de la mañana? ¡Yo pensaba que era un mito!

Me río con la broma y añado - Yo a esas horas lo único que soy capaz de hacer es tomar café ¡o dormirme otra vez! - La gente se ríe con ganas. Se nota que no están acostumbrados a levantarse antes de las 11 o las 12 a menos que un diseñador famoso y excéntrico quiera hacer una gala con el amanecer.

- Un 8. No está nada mal. ¿A qué crees que se debe?

- Bueno... Creo que todos habréis podido ver que soy una auténtica caja de sorpresas - Digo con una sonrisa - Pues podéis suponer que los vigilantes ya tuvieron su show hace unos días. Eso sí, como pasa en todas las películas, lo mejor aún está por llegar. No sería justo que los vigilantes lo disfrutasen y el resto de Panem no. Tiempo al tiempo, pero creo que en esta edición nadie va a tener tiempo a aburrirse.

- Esto no te lo voy a preguntar. Apuesto a que tienes a alguien esperando por tí en casa.

Me río a carcajadas antes de contestar - ¿Te refieres a un novio?

- Exacto - me contesta Caesar absolutamente convencido

- Pues me parece que si salgo de esta me vas a tener que invitar a cenar, porque has perdido la apuesta. Nah, no hay nadie esperando por mí. O al menos no lo había el día que me fui, cuando vuelva ¿quién sabe? Aunque, quizás después de que tengamos esa cena... ¿eh? - Le digo bromeando y levantando y bajando las cejas. - Caesar... te veo más atractivo que nunca, querido - Digo mientras me levanto y me siento sobre él arrancando una carcajada del público. Una de mis sonrisas más sinceras aflora y le digo: - Es broma, es broma... No, ¡lo de atractivo no, el resto!- Digo consiguiendo otra coral de risas mientras me vuelvo a sentar en mi sillón.

- Jajajajaja. ¿Entonces tengo que buscar a mi competidor entre los participantes? ¿Te parecen atractivos?- Comenta con sorna el presentador

- Hombre... hay atractivos y atractivas, desde luego. Algunos un poco jóvenes para mí... y otros, por desgracia, en el sexo equivocado. ¿No hay ninguna versión Kristel en chico en el distrito uno? - Pregunto divertida - ¡Porque igual ni me lo pensaba! Que no le hago ascos a otros distritos, ¿eh? Y ya no te cuento del capitolio ¡Estoy abierta a sugerencias! - Digo sonriéndole a la audiencia. 

- En fin, vamos acabando, que no nos queda tiempo ¿Hay algo más que quieras decirle al público o a posibles patrocinadores?

- Pues básicamente que me apoyen. Yo prefiero hablar en ese campo de batalla al que voy a llegar en breves, lo que pasa que con su ayuda, hablaría con megafonía y seguro que se me escuchaba mucho mejor. ¡Y ya veis la voz tan agradable que tengo! - Digo arrancando unas últimas sonrisas antes de desaparecer.

- Pues esto es todo, amigos. ¡Jane Steward! - Me despide el presentador mientras, esta vez sí, me voy lanzando besos y diciendo adiós con ambas manos al público no sin antes acercarme a Caesar y besarle en ambas mejillas efusivamente.

El público tuvo que contener su asombro al ver a la nueva Jane entrar en el plató, sin duda estaba espectacular. Es lo que tiene contar con unos tributos tan "adultos" que uno ya se puede encontrar con chicos y chicas muy atractivos y atractivas, como era el caso de Jane.

Pícara, pero con elegancia, la gente no sabe por donde va a salir y cuando menos se lo esperan les sorprende ¡Ni el propio Caesar parece saber que va a hacer a continuación la joven del Distrito 2! No hace de menos al resto de tributos pero se declara, elegantemente, superior.

Sensualidad y fuerza. Demuestra con creces que es una tributo profesional.

Los aplausos y vítores, algunos mas subidos de tono de lo que debieran, demuestran que esta chica también ha sabido ganarse al público. ¡Como todos los tributos sean así, los patrocinadores van a tener muy difícil escoger a su favorito este año!