Partida Rol por web

¿El Animista? Él decidirá si viene o no, pero desde luego habrá que ponerle al corriente de todo este asunto para ver si quiere y puede ayudarnos.

Con ésto - responde León a la pregunta silenciosa de Ziva sacando su orbe de la bolsita en la que siempre lo lleva - Antes de separarnos descubrimos que podíamos combinar nuestros poderes individuales usándolo...

Los Maestros y el personal de la mansión, entre tanto, se han alejado unos metros y conversan aparte.

Shun Wei y la joven Penny han aceptado venir - anuncia el Akáshiko -. Pueden llegar en un par de horas a más tardar. El resto estaba demasiado lejos, por desgracia... Cuando lleguen todos, podremos discutir vuestro plan, si os parece bien.

- Voy a ver si localizo a Mila - dicho esto va a por el bolso y saca el móvil para llamar a su amiga, primero al móvil y luego a su casa.

El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento...
 

¿Me podrian indicar un lugar donde no moleste? Debo hablar con el animista y me vuelvo un poco... ausente

Si desea privacidad, el aparcamiento está aquí cerca - indica el mayordomo - Si precisa de un entorno más... natural... quizá desee ir al bosquecillo de laurisilva, aunque esté algo más apartado.

- Mila no coge el móvil, piensa en voz alta mientras selecciona el otro número en los contactos.

León, explícame cómo va eso de tu esfera de sumar nuestros poderes - inquiere Ziva apartándose con el susodicho. Tras unos momentos, hacen señas a Rachel para que se acerque.

- León dice que con su objeto puede hacer que sumemos nuestros poderes de un modo que los rituales no permiten - explica cuando llega la corista - Si lo hacemos, quizá puedas tú usar mi conocimiento de Correspondencia para poder mandar un mensaje a tu amiga Mila, aunque creo que no llegamos a poder "escuchar" su respuesta. ¿Qué dices?

- Probemos a ver si funciona.

Concentráis vuestras Artes sobre el Orbe. León meramente lo sostiene. Rachel es la primera en plantar la mano sobre el mismo mientras canta una oración. Ziva, algo desconcertada y expectante a las instrucciones de León, clava los ojos sobre el Orbe como un halcón sobre su presa antes de tocarlo y cerrar el circuito.

Alzáis vuestras voces en un acorde perfecto, poniendo vuestra mente y vuestro corazón en él. Sentís un deseo increíble de vivir la vida y experimentarlo todo, lo bueno y lo malo, el placer y el dolor. Sentís la inquietud previa a la batalla, el no estar seguro de que todo salga conforme a lo planeado. Sentís la aceptación del destino con todas sus consecuencias. Os dejáis llevar por la corriente hechos uno y trino.

Sin que nadie se lo indique, Rachel siente en ese momento que es cuándo debe buscar a Mila y lanzar su mensaje.

- Mila, soy Rachel. Vamos a enfrentarnos a un ser que ha poseído a una muchacha y necesitamos toda la ayuda posible. Ven a <dirección de la mansión> lo más rápido que puedas - entonces recuerda el aviso de Ziva. Yo no podré escuchar tu respuesta, si hace falta llámame al móvil.

Michael deja a la gente con sus asuntos y se marcha al bosquecillo.

Una vez en el bosquecillo Michael coloca un pequeño inciensario, que riega con unas gotitas de agua de mar  y empieza a bailar entre el humo invocando al animista

El Animista se une a Michael en su danza silenciosa, ambos bailando a un mismo ritmo que sólo ellos parecen oír.

Te saludo, Animista. Imagino que sabes porque te llamo

¿Te refieres a la batalla que buscáis con las fuerzas de la Ponzoña? - pregunta sereno, casi distante, aunque la palabra "Ponzoña" rezuma odio. - Te oigo, Destripaleyendas.