Partida Rol por web

McLeud, señor, hemos sido destinados a este complejo esperando implantarnos al servicio. Al llegar nos ordenaron hablar con usted. Supongo que estara al tanto de nuestra llegada. Soy el cabo Darren Krupp.

Espero alguna respuesta del simpático "mecánico"

Bien, dama, caballeros, la razón por la que han sido traidos a Macross es para...

McLeud queda con las palabras a medio decir cuando un vehículo militar para en la puerta del hangar. De inmediato se baja un sujeto alto y calvo que contara con unos 40 años. Se trata, por el uniforme, de un coronel, y parece no venir muy contento. Al verlo, de entre los labios de McLeud se escapa casi inaudible la palabra "mierda".
El coronel avanza con paso seguro por el hangar y al pasar delante de ustedes ni siquiera los mira. Se dirige directamente a McLeud y le dice bruscamente:

Tengo que hablar con usted, teniente.

Despues los dos se alejan un poco de ustedes para hablar.

- Tsk, y este quien es? No parece muy contento. Digo en voz baja, casi inaudible. Mientras el Coronel baja me pongo en firme, este no es como el mecanico que pinta simpatia, este tiene pinta de dar caña si algun detalle no es de su agrado. Y le hago una venia.

Bobby sigue en posicion de firmes

¿Y ahora que?Parece que no se tienen mucha simpatia...

 Lo primero es lo primero, de cuando en cuando, en cuanto cada superior va apareciendo, muestro mis respetos a cada cual con el saludo correspondiente.

 Prefiero no hablar mucho todavía y opto por convertirme en un discreto y curioso observador.

 -Vaya, somos un grupo bastante peculiar..., por no hablar de nuestros superiores... Presiento que tarde o temprano esto se va a poner interesante...

Yo segun van apareciendo voy saludando,la jente esta un poco loca por los aviones y los baritec, pero lo verdaderamemete es que hacemos un grupo como este en este lugar.Por otro lado permanezco callado y a la espera de las nuevas ordenes.

permanezco en la posicion observando al situacion.

parece que ha habido un inconveniente....me pregunto durante cuanto tiempo nos tendran sin hacer nada, ya quiero ponerme en accion...

observo kon discimulo la situacion dada entre los superiores, e intercambio una que otra mirada con mis compañeros, pero totalmente callado y reservando mis pensamientos para mi.

En casos como este, nada como mantenerse al margen... Siempre los superiores tienen ganas de desquitarse con los que le siguen debajo en la escala jerárquica... Vaya si lo he padecido en la academia.
Pienso manteniendome en silencio

Siempre firme Ya me estoy aburriendo de estar sin hacer nada y esperar espero que esto no sea siempre asi trato de agudizar el oido a ver si logro escuchar algo de lo que dicen

Clive se queda en su posicion esperando las ordenes si algo le dijeron.. es que algo pasa dice mientras espera las ordenes

Creo que esto no pinta bien entres estos dos oficiales algo no va bien y creo que a lo mejor nosotros estamos en medio de todo el jaleo.

Bueno solo espero que todo esta tranquilo y tengamos una buena mision, y que no haya que lamentar nada grave.

Por cierto estoy con casi todos mis compañeros de que los aviones son espetaculares me encantaria ver como funciona el sistema de comunicacion de todos ellos.

Manteniendose firme y saludando aun a sus superiores sin a la espera de una orden, Isamu escucha atentamente a sus compañeros.

Que baja disciplina, por Dios. piensa a medida que los escucha.

Como si hubiera leido el pensamiento de Isamu,y viendo que eran los dos únicos en silencio,Bobby le dedica una ligera inclinación de cabeza a modo de reconocimiento...

Vaya...Sòlo unos pocos diciplinados...Habrè de consultarles por sus paices de origen luego... Pienso aùn mantenièndome impertèrrito.

Esta no es más que una de las muchas esperas que tendremos que padecer por nuestro rango. Mientras antes nos acostumbremos mejor.

Mientras ustedes estan a la espera de lo que sucederá, el coronel y McLeud se alejan lo vastante como para no ser escuchados. No obstante, se ve que la conversación es muy acalorada, por los gestos de grandielocuentes de ambos. De vez e cuando, alguno de los dos apunta hacia ustedes. Al final, parece que el coronel logra algo de McLeud, pues le hace el típico saludo militar al teniente y se retira. Al posar al lado de ustedes ven que el coronel tiene una siniestra sonrisa en los labios.
Al rato, con el seño fruncido y pensativo, McLeud vuelve a acercarse a ustedes. Sin embargo, pronto sale de su ensimismamiento y vuelve a sonreirles y decirles: