Partida Rol por web

El doctor los mira y sonríe. Después les hace una seña para que lo sigan. Los lleva para que vean de cerca los destroid. Al estar al lado se sienten realmente pequeños. Todos los modelos, excepto el monster, miden alrededor de 15 metros de alto. No obstante, el monster era algo salido de quiza que mente loca. Se trataba de un lebiatán de 21 metros de altura. Lang, viendo sus caras de sorpresa, les dice:

- Estos son los destroid, lo más moderno en tecnología militar. No han sido diseñados a partir de tecnología rescatada de la fortaleza. No tiene nada que ver con la mecánica convencional. Llamamos a esto robotecnología.

Mientras Lang les habla de las nuevas armas, algo raro pasa en la fortaleza. La parte delantera comienza a cambiar de forma, separandose en dos partes y, casi automáticamente, sale un rayo de la nave que se pierde en el horizonte y deja un zurco en el mar. Después las alarmas de ataque aereo comienzn a sonar.

Alexander se quedó sorprendido ante el tamaño de los robots, no estaba seguro de lo que quería decir el profesor con lo de Robotecnología, pero no había duda de que eran impresionantes.
Todavía no había terminado de recuperarse del asombro cuando algo inaudito sucedió.
Un rayo surgió de la fortaleza y empezaron a sonar las alarmas.
Sobresaltado Alex mira al profesor.

Por favor Dr.Lang, digame que es parte de la ceremonia. Porque sino eso significaría que nos están atacando.

Observo aquellas voluminosas máquinas construidas por medio de la tecnología alienígena y la mejora de la técnica humana, dando a llamar Robotecnología a las materias que engloban este nuevo campo. - Francamente es muy interesante... no me importaría echar un ojo a los diseños... tiene muy buena pinta eso de la robotecnología... - comento mientras escucho acerca de las características de los Destroids.

Luego doy un respingo, debido a la conmoción existente. Miro el rayo y luego al doctor Lang y a Alex - Parece una sirena de ataque aéreo... - afirmo mientras escruto la zona a la que se ha disparado aquel rayo.

Lang está estupefacto, sin poder creer lo que esta pasando. Después, sacado de su ensimismamiento por sus preguntas, el doctor les dice con tono preocupado:

- Esa es el arma principal de la fortaleza. No deia ser provada hasta que estuvieramos en el espacio. Algo malo ha de estar pasando... Creo que deben ir al refugio antiaéreo de la base, chicos. Yo iré a la fortaleza a ver que ocurre.

Cuando el doctor les dice eso, sobre sus cabezas comienzan haber explosiones. Llegaron las naves enemigas, pero ustedes no las vieron venir desde ningún punto. del horizonte

Al ver las naves enemigas, orbitando sobre la Fortaleza y la isla, detengo mi carrera - Doctor Lang... ¿esas cosas pueden ponerse en funcionamiento o son sólo prototipos? - Grito a Alex - Sé que no es un avión... pero lo mismo podemos hacer algo con alguno de esos bichos... - le digo señalando los destroids - Aunque sea distraer su atención hasta que todos puedan llegar a los refugios... - me giro hacia el doctor - ¿usted qué opina? - digo mientras me acerco a uno de los destroid y busco si hay alguna forma de subir.

En cuanto escucha el comentario del Dr.Lang Alex se queda estufefacto.

¿Un ataque? ¿Como? No puede ser, estamos todos en paz, a menos que sean...¿EXTRATERRESTRES? No puede ser ¿verdad?

El grito de Alfonso le saca de su ensimismamiento.

¿Pilotar un cacharro de esos?. Ni de coña. Eso no debe de ser para nada parecido a un avión. Y estando ahí estatico es un blanco perfecto. Debemos buscar cobertura. YA.

Lang escucha la conversación de ustedes y opara en seco. Los mira de forma severa y les dice:

- Ni se les ocurra subirse a un destroid, eso es para pilotos militares con entrenamiento. Será mejor que vayan al refugio de la base. Las cosas se pueden poner peligrosas.

Por alguna razón, Lang se les queda mirando hasta que emprenden el camino a los refugios.

Los policias militares les indican por donde tienen que pasar, mas a poco andar ven a una chica muy bonita, de cabello castaño rojiso, gafas y cara de despistada. Al parecer la chica busca algo en medio de la multitud.

Al ver a una chica bastante bonita entre la gente, ni corto ni perezoso me escabullo de donde estoy y me acerco a ella. La observo un momento antes de presentarme - Hola... ¿te pasa algo? ¿necesitas ayuda? - pregunto con curiosidad.

Alex se dirigía junto a Alfonso hacía uno de los refugios. El Dr.Lang se lo había dejado claro, aunque él no necesitaba ningún aliciente.
Mientras andaban a través de la gente su amigo se detuvo, y Alex volvió a por él.

¿Pero qué diablos haces? Tenemos que llegar a los refug... Ah estooo hola. ¿Todo bien por aquí?

Es la leche, es capaz de encontrar una chica guapa incluso en medio de un desastre como este

La chica los mira sin enterder muy bien que pasa. No obstante, cuando ve lo amable que son, sonrie y, con un adorable acento francés, les dice:

- Hola, me llamo Camille McLeud. Estoy buscando al perro de mi hermano. Iba al refugio cuando se escapó y no puedo encontrarlo.

Deberías ir al refugio - la digo y miro a Alex - Dime como es el animal y su nombre, y voy a buscarlo. Soy bastante rápido y me conozco esto bastante bien. - afirmo y espero a que acepte mi ayuda o la rechace.

El perro se acerca a ti moviendo la cola amistosamente. Lo tomas en brazos y el lame tus manos mientras enprendes la marcha hacia donde les indica la policia militar.

Al avanzar un poco te encuentras con tres personas, una chica y dos chicos que perecen buscar algo con mucha atención. No obstante, la chica se te queda mirando y, cuando se percata que llevas el perro, se acerca a ti con cara de contenta y dice:

La chica se alegra de la ayuda que ustedes, pero se niega a dejarlos buscando solos, pues ella no esta segura de que el perro se dé con ustedes. Asi, les pide que la ayuden a buscar y les da las señas. Un perro chico y negro, de raza mestiza.

Al rato de caminar entre la gente que buscaba con desesperación un lugar seguro para guarecerse, la chica que acompañan se fija en otra de pelo verde que camina en sentido contrario y trae un perro en brazos. Camille corre hacia ella y con entusiesmo le dice:

- ¡Hola! Me llamo Camille McLeud y ese es mi perro ¡Gracias por encontrarlo!

En efecto el perro le ladra cariñosamente a Camille. No obstante, el recuentro es corto, pues sienten el ruido de algo grande que se desploma. Cuando todos miran sobre sus cabezas, ven una nave enemiga cayendo sobre ustedes.

La alegría inicial por encontrar a la mascota se torna aprensión por la caída inminente de una de esas naves alienígenas justo donde todos se encuentra.

Rápido Alex - le grito señalando a la otra chica de pelo verde, mientras agarro a Camille y la arrastro corriendo todo lo posible fuera del area de impacto.

Al ver la nave que se dirige en esta direccion tambien salgo corriendo sin palabras, los echos han sucedido demaciado rapido y no entiendo muy bien lo que pasa esto parece una pesadilla, corro de algo que no conosco... esto es hironico

Lo que nos faltaba, buscar un perro entre toda esta multitud. Sería más facil encontrar una aguja en un pajar.

Pero a pesar de lo que piensa, Alex se pone en marcha junto con Alfonso y Camille para buscar el perro.
Por fortuna lo encuentran enseguida en brazos de otra chica, esta con el pelo verde.
Pero no hay tiempo de alegrarse, una nave está cayendo hacía nosotros.

Apenas escucha el aviso de Alfonso, ve como él y Camille empiezan a correr y Alex hace lo propio junto a la chica de pelo verde.

Mierda, no lo vamos a lograr, no lo vamos a lograr.

Aún así no ceja en su empeño y avanza a todo lo que da de sí.

La nave enemiga cae haciendo una espiral que queda dibujada en el aire por el humo que se desprende de ella. Toca el suelo muy cerca donde están ustedes y se arrastra hasta estrellarse con uno de los edificios de la base.
El polvo y el humo levantado por la caida lo oscurece todo y apenas se ven los unos a los otros. No obstante, todo comienza a decantar y sienten como el suelo comienza a vibrar. Como movidos por una fuerza invisible alzan sus cabezas y ven un ser humanoide de unos 7 u 8 metros de alto enfundado en una extraña escafandra que los observa como si fueran hormigas.