Partida Rol por web

De la multitud surgen murmullos, todos en un tono airado.

-¿Bonancier un concubino del vampiro?......Está loco....¿Qué vampiro?...¡Tiradle del caballo!-

La turba comienza a acercarse. De nuevo ves a un hombre con harapos hacerte una reverencia burlona, antes de andar tranquilamente tras un edificio, fuera de tu vista.

.-¡BLASFEMOS! ¿Como osais enfrentaros a la palabra de un inquisidor reconocido por el Santo Padre?. ¡Quien se interponga en mi camino sera excomulgado!-. Colerico azuza al caballo para que embista contra la multitud mientras deja salir la hoja extensible de su antebrazo izquierdo

Contra todo pronostico la turba no se dispersa asustada ante tus palabras, parecen fanáticos, sino que te ataca. Matas a varios con tu espada y caballo, pero finalmente te derriban de el de una pedrada.

.-¿Que pasa aqui? ¿Es que esta gente ha perdido el temor a Dios?-.-¡Esto es una locura!-. Dice antes de intentar huir en dirección al bosque tratando de abrirse paso con la espada.-Esta aldea se ha alejado de la voluntad de Dios, y debe ser purificada en su totalidad-.

Oyes como la gente te persigue, y varios metros ya dentro del bosque escuchas acercarse a tu caballo. Escuchas una voz, que no sabes de donde sale:

-Los mataré a todos, pero dejaré supervivientes "de la ira del inquisidor loco" jajajaja-

La voz es cascada, cercana y lejana a un tiempo.

.-Ya entiendo su juego... Lo que no se imagina ese engendro de satanas es lo bien que limpio mi propia inmundicia...Si expanden la palabra de un adorador de Satanas es que finalmente tendre que matarlos a todos...-. Suelta un silbido.-Pssssss. ¡Purificador, ven aqui!-. Y se prepara para montarlo de un salto, rodear a los perseguidores y regresar al poblado galopando.

Cuando regresas al pueblo tras un rodeo, los que permanecieron allí están todos muertos, destrozados por una espada. Los que te persiguieron al bosque comienzan a regresar.

Ivan sin descabalgar recoge la antorcha del suelo donde se le cayese en la trifulca y se mueve con rapidez prendiendo fuego a las casas en los tejados de paja.-Veremos si eres tan valiente en campo abierto arrogante chupasangres-. Cuando el humo adquiere presencia en el poblado acompañado de su olor de paja seca, Ivan cabalgando con su antorcha grita.-¿Lo hueles demonio? ¿Lo hueles? Es el olor de tu propia muerte-. Y sale del poblado para evitar a sus perseguidores

Pasan los días sin noticias del "demonio", se convierten en semanas.

Una noche monótona, como las anteriores, aparece en al posada un joven que habla con el posadero mientras comes. El posadero te señala y el joven se acerca.

-¿Ivan Yurovich? Me envía la santa casa.-

.- Vaya niñito de mama ¿Un mensajero del Vaticano? No es lo más normal que manden a un meapilas...¿Que querran ahora?-.-¿Que deseais?-. Dice con tono cortés

-Ha llegado a oídos de la sede central ciertas...acciones poco acertadas que llevó a cabo usted en nombre de la Inquisición. Esto a ofendido a cargos importantes de diversos ámbitos y, por tanto, le debo comunicar que está usted en periodo de prueba. Yo seré su supervisor, así como su sirviente ya que mi rango es inferior al suyo. Mi nombre es Gerard Lusiñan.-

Sus maneras son refinadas y comedidas, pero un asomo de tensión se adivina en las comisuras de su boca.

.-¿Como? ¿Que? ¿Voy a cargar con este niño cazando monstruos por ahi?-. Mira abajo un instante intentando digerirlo.-Vivo para servir a Dios y por tanto a la Santa Sede. ¿Sabeis que mi trabajo es peligroso, y que no hay lugar en la caza para manos ociosas?-.-Seguro que no sabe ni ponerse las tunicas el solo-.

-Señor, se me ha considerado cualificado para la tarea.-

Yergue el mentón orgulloso.

-Soy veterano en diversas lides contra lo tenebroso.-

.-Pues tendreis oportunidad de demostrarlo. Y quizas de aprender que tomar decisiones acertadas no es tan fácil cuando tienes la espada sujeta por las garras del maligno-. Mira a los lados asegurandose de que no este escuchando nadie.-Vereis. Persigo a una abominación diabolica. Un chupasangres que puede embrujar a los hombres, haciendoles renunciar a su razón y a su alma. Y cuando se trata de salvar almas... Nada más importa-.

-Señor, lo sé, Monseñor me ha enseñado bien. Pero también que hay límites entre el fanatismo irresponsable y la justicia divina. Estoy aquí para velar por que no lo olvidéis.-

.-La justicia divina obtiene su victoria en el reino de los cielos-. Dice evitando decir que no lo hace en la Tierra .- No porto la justicia divina pués no soy San Miguel ni un Serafin de fuego. Solo soy una piedra más a un lado de la balanza, y mi peso se mide por la fuerza que nace de mi convicción* que facilmente pudiera ser confundible con fanatismo-.

-Y eso es muy loable buen señor. Digno del más puro de los mortales. Pero hay ciertas....situaciones que es mejor llevar con más...tacto. Si Jezabel se cruza en tu camino, la forma de erradicar su mal no es cortarla la cabeza, pues los corrompidos por ella se echarían sobre ti. Sería más útil fingir caer en sus redes para luego tratar de redimirla, purgándola de todo mal si se niega.-

.-Al menos razona más allá de lo que pone el libro...-.-Bien, me alegra saber que sois de espiritú despierto, pero el tiempo nunca juega del lado de los hombres al acecho del mal, y las charlas pierden en vanalidad sobre una montura. ¿Traeis información o tendre que seguir mi última pista?-. Dice mientras se acerca a pagar al posadero

-No, señor, mis ordenes son las que ya he citado anteriormente, no me han dado ninguna indicación más.- el chico habla de forma solemne, aunque ingenua.