Partida Rol por web

Estamos sin luz y la puerta cerrada. Imagino que en algun sitio debe haber alguna torre de mando o algo similar desde donde se controlan ( o controlaban) los vuelos. Me gustaria saber si hay alguna posibilidad desde ahi de derivar algo de energia tanto para dar luz como para abrir las compuertas.

El estado del hangar no era tan malo para todo lo que había sufrido la nave, la chatarra y herramientas flotaban libremente en distintas velocidades y direcciones. El transporte que llamó la atención de todos parecía haber sufrido alguna explosión aunque en general su estado era bueno.

- Cuidado, podría haber sido usado para abordar la nave ¿sois capaces de identificarlo como nuestro?

¡Una nave! ¡Por fin! Sin embargo no todo iba a ser fácil, ni siquiera esto.

- La nave, aunque está modificada, es de las nuestras. En principio servía para transportar tropas, pero ha sido modificada para poder ser usada en el espacio... Tengo que examinarla mejor, pero estoy seguro que nos puede sacar de aquí sin problemas.

Miro después las armaduras flotantes...

- Voy a comprobar la nave... Hacerme un favor: coger uno de las insignias de las armaduras... Esas no son de las nuestras...

Ni las insignias ni los colores... Ahora la prioridad es salir de aquí, pero espero que los discos de memoria que tenemos y esa insignia nos pueda dar algo de información. Por eso, aprovechando la gravedad cero, me dirijo hacia la nave. 

Un poco mejor iluminado el escenario no era muy alentador, pero sin embargo la nave que se encontraba en mitad de todo aquel estropicio era sin duda las buenas noticias que todos estaban esperando, una pequeña esperanza para escapar de todo aquel horror que habían acontecido y dejarlo atrás, no obstante más preguntas surgían a medida que observaban con detenimiento el Hangar, detalles como aquella nave modificada o aquellos hombres con armaduras e insignias desconocidas eran a tomar en cuenta ¿Qué significaba aquello?

-Iré yo, espero que tengas suerte Nero, por el bien de todos, no creo que nos quede mucho tiempo en esta nave.- Quien sabe, los sonidos que detectaron anteriormente dieron ese aviso, es posible que fueran a la deriva y la misma se estuviera acercando a algo en el espacio que la alterara. Tendrían que darse prisa.

-Veamos que tenemos por aquí.- Murmuró acercándose a los cuerpos con las armaduras en cuestión mientras se servía de una de las bengalas que poseía para iluminarse ante ellos, coger una insignia y de paso examinar un poco los cuerpos.

Me quedo pensativo un momento, llevandome la mano a la barbilla, y empiezo a buscar por las paredes del hangar de manera exaustiva. Al final, tras unos largos minutos, encuentro un punto de acceso para ingenieros detras de un trozo de chapa de lo que antes debía ser una nave, pero al no haber gravedad aparto con facilidad.

Saco una bengala de mi bolsillo, y le hago un apaño para, aunque ilumine menos, dure más tiempo. Tras una rápida manipulación. Entro por el conducto y me pierdo unos minutos más, que se hacen largos... Y de repente, mientras todos estan ocupados, Vualà, se hizo la luz en el hangar.

Nero se acercó a la nave por la parte trasera, que daba acceso a la parte de carga de la nave donde solían viajar los soldados transportados, aunque también resultaba ser la entrada general a la nave, que la cruzaba hasta llegar a la parte frontal donde se encontraba la cabina del piloto.
Pese a la oscuridad, pudo otear el interior. Era una zona de carga bastante grande, lo suficiente como para que cupiera un destacamento de 5 o 6 Marines y un Vehículo para Infantería como podía ser el M-867. El interior se halaba completamente vacío, a excepción de algunos casquillos de bala flotando en el interior, varios trozos de chatarra por el combate, un manchurrón de sangre que bañaba la parte derecha del compartimento hasta la cabina habiendo llegado al cristal delantero, y una especia de cuchilla de unas dimensiones iguales a las de una gran espada, de unos casi 2 metros de longitud, pero con una forma más parecida a la de una espada curva, aunque cuanto más se fijaba uno, podía ver perfectamente que se asemejaba más a las cuchillas de una Mantis Religiosa.
De todas formas, parecía que era completamente seguro.

Nero se acercó a la cabina del piloto, vigilando cualquier pequeño movimiento que pudiera hacer saltar sus alarmas como lo había pasado anteriormente, causándole un ataque de pánico. La cabina era algo parecida a la de los helicópteros del final del siglo 20. Cabinas estrechas y llenas de botones, aunque ahora, todo aquello era sustituido por el cristal de la cabina, que daba al exterior pudiendo tener una vista periférica bastante buena del exterior, aunque dando cierta sensación de desprotección. Por otro lado, muchos de los botones que antaño pudiera haber habido, habían sido sustituidos, más que los esenciales por la pantalla táctil que era el cristal, y aparecían al recibir energía.

El piloto empezó a toquetear, iniciando la interfaz básica y encendiendo varios sistemas, chequeo del estado de la nave, el combustible y otros que pudieran ser de utilidad.
El transporte se encontraba en condiciones óptimas, sin embargo, podía ocasionar algún problema el propulsor dañado, aunque el análisis no mostraba que fuera demasiado grave.
Por último, el chequeo de combustible mostró que hacía falta cargar la nave. Para ello, era necesario conectar la nave a una de las grandes mangueras del hangar, sin embargo, hacerlo manualmente podía ser una tarea imposible.

La señorita Nastasha se dedicó a recoger las insignias que Nero había mencionado mientras proporcionaba un chequeo médico a los cadáveres que allí se encontraban.

Muertos por impacto de bala la gran mayoría, tanto de un bando como de los marines que formaban parte del escuadrón de la Phylum,  aunque alguno que otro de los que en teoría, el grupo debería llamar "los buenos" ya que habían pertenecido, y aún lo hacían, a la tripulación de ese acorzado, se encontraba lacerado hasta el punto de casi la amputación, por algún tipo de arma blanca.

Dadas las circunstancias, la mujer reconocía las heridas con claridad. Un arma blanca podía hacer aquello perfectamente.

De pronto el hangar se iluminó mostrando completamente la inmensa sala que había servido, anteriormente, para guardar las naves que formaban parte de la flota del acorazado Phylum.

La sala era una de las de mayor envergadura de toda la nave, sin embargo, solo era una pequeña porción de lo que comprendia el hangar real, ya que este se organizaba en diferentes secciones, generalmente abiertas entre ellas, pero en caso de emergencias, se sellaban unas de otras mediante unas cortinas de titanio megadenso, aislando y separando las partes comprometidas. Así que lo que el grupo tenía ante sus narices, era solo una parte de aquella majestuosa sala de naves que ahora era más bien un cementerio de maquinaria y cadáveres que se encontraban por todo el lugar, ahora mostrando todos los que la oscuridad había mantenido ocultos.
Al fondo de todo, al lado contrario de lo que parecían ser las compuertas que daban al espacio exterior, se encontraba un cristal que formaba la sala de control desde donde se controlaba la entrada y salida de naves, ahora a oscuras y ocultado tras un mar de sangre reseco desde el interior.
En el techo de la sala, se encontraban tres grandes maquinas, enganchadas a unas especies de raíles que se esparcían por toda la bóveda de la sala, de las que salían una especie de conductos lo suficientemente grandes como para parecer un enchufe eléctrico de un generador gigante.

La sala se mantenía en completo silencio, pese al reciente suceso, no parecía que aquello hubiera alterado la tranquilidad del lugar más que pos los siniestros crujidos debido a la presión que seguían resonando por la nave.

Tras echar un vistazo en la nave, salgo de nuevo al hangar, donde veo que las luces están encendidas.

- Genial. - Digo mirando a todas partes. - He revisado la nave... Me he encontrado un regalito dentro, de un encantador... Pasajero monstruoso, por lo demás todo correcto. Un motor dañado, pero nada grave. Nos puede sacar de aquí. El problema es el combustible, tengo que cargarla... Y yo solo no puedo...

Miro hacia la sala de mando manchada de sangre.

- Tal vez ahí pueda solucionarlo... ¿Habéis visto la maquinaria de combustible? 

Una vez inspeccionado los cadáveres y recogidas un par de insignias Nastasha seguía preguntándose cómo había comenzado todo aquello ¿Es posible que la criatura que anteriormente se encontraron fuera la culpable de aquellas laceraciones? Dudaba de ello, de haber sido así aquellos soldados hubieran abatido con facilidad a la bestia o al menos eso hicieron sus compañeros. Aquello era muy extraño, dos facciones, una desconocida, ambas con impactos de bala, la mayoría y heridas profundas provocadas por un arma blanca, algo no encajaba.

La iluminación inesperada del hangar sacó a la doctora de su ensimismamiento, el escenario en sí era un horror en toda regla. Nastasha guardó las insignias en uno de los bolsillos de su bata mientras observaba el gran conjunto que formaba todo aquello. Al menos las noticias de Nero eran favorables, pero cuando mencionó las palabras "Pasajero monstruoso" se mostró curiosa y a la vez tensa por tal hallazgo.

-¿Otro monstruo?.- Preguntó, lo cierto es que no le importaría echar un pequeño vistazo por seguridad pero los repetitivos crujidos de la nave le recordaron que no era un buen momento. No ahora.

-Bueno... No importa ya lo veremos más tarde, te ayudaré en lo que sea necesario.- Si supiera como, la oscuridad que engullía aquella sala de control no inspiraba a acercarse, ni mucho menos con aquel olor a sangre y su evidencia.

-Vamos.- Avanzó hacia la sala de control con prudencia, quien sabe, si antes se encontraron con una criatura después de haber estado en hibernación durante años es posible que hubiera otra, esperaba que no.

- Puedes contar conmigo si me dices lo que busco o lo que quieres que haga - le dijo a Nero

Despues de lo de las luces, seguire por el conducto, a ver que encuentro (Y así es como el gato murio XD)

Isaac logró lo que pretendía, sin embargo, restablecer las luces del hangar no hacía que los conductos en los que se encontraba disfrutaran del mismo privilegio más que la poca iluminación que podía llegar en algunos puntos los cuales había rendijas de ventilación.

Habiendo logrado lo que había venido a hacer, optó por seguir hacia adelante, en busca de algo que pudiera ayudarles a salir de ahí, cualquier cosa, sin embargo, un pequeño suceso tensó la situación. La nave volvió a crujir de arriba abajo, agravando el sonido en aquellos conductos convirtiéndolo en profundo suspiro, acompañado del crujir de las paredes metálicas, y algo que parecía moverse, arrastrándose y golpeando en las profundidades de esas laberínticas entrañas de metal. Eso o las mega-junturas de las estructuras que mantenían ciertas partes de la nave estaban empezando a ceder de manera brutal.

Por partes:

Lo primero del todo saco una bengala y la enciendo a toda prisa, y sin modificar, necesito que ilumine. Si al final tengo la pistola que me dio Natasha ( que ninguno tenmos claro si la cogi al final o no, creo yo que no) apuntare por el conducto a ver que se acerca. En caso contrario, me pongo en posicion para impulsarme hacia atras todo lo rápido que pueda.

En ambos casos empiezo a moverme hacia atras, no corriendo pero si a paso ligero. Si veo cualquier cosa, sea un alien, el casco desintegrandose, o un gato (sin saber si esta muerto o vivo), me impulsare todo lo que pueda hacia atras al grito -- ¡Su puta madre la coja! -- mientras rezo (yo, no mi personaje) por no ser el primero en morir XD

Por buena o mala suerte, puestos a lo que iba a ver Isaac confirmaría que la nave aún no se estaba desguazando y que no iban a acabar en el espacio en escasos instantes, sin embargo iba a suponer que no estaban solos en aquel lugar, y quizás lo que rondaba por aquel lugar era más peligroso de lo que se podían imaginar.

El ruido se intensificó, aquello que producía el ruido se acercaba, e Isaac empezó a retirarse dejando tras de si la bengala. En escasos instantes comprendió que aquel ruido ya no provenía de la nave y la presión ejercida sobre esta, si no de algo que transitaba por aquellos conductos, al igual que el. Estruendoso, arañando las superficies por donde paraba, como si estuviera desesperado.
El Ingiero vio algo salir de la oscuridad del final del conducto, una garra acercándose a la bengala, aprisionarla y extinguir su intensa luz y tras ello, en plena oscuridad, seguir avanzando en pos de quien ahora intentaba salir de aquel lugar.

Aproveché que estaba algo alejado de la nave, registrando los cuerpos que había flotando por el hangar, para (tras las palabras de Nero, mirar a mi alrededor y buscar la maquina de combustible. También, si había alguna que otra nave en el hangar me acerqué a ellas por para comprobar si tenían el deposito lleno, pero viendo que había mucho que abarcar decidí comentarles la idea al resto del grupo -Podríamos también mirar a ver si algún pedazo de chatarra que haya por aquí tiene combustible. Nunca se sabe.-

Corro como vil puta, y si el conducto tiene algún tipo de palanca o algo para sellar el compartimento para casos de emergencia, tiro de él para separarme del bicho (No creo que haya, pero por pedir XD).