Partida Rol por web

Mordred, Galeas y Lilyan se encontraban bajo una cascada, cayendo por ellos la fuerza del agua.

Me desperté desorientada y con la boca seca. Estaba boca abajo sobre el lodo con los pies metidos en el agua. Me di la vuelta y la luz del sol me deslumbró. Alcé la mano para tapar mis ojos. Y entonces me acordé.
-¡Camelot! -me incorporé de golpe, la cabeza me dabas vueltas y sentía nauseas.

Empecé a buscar las murallas del castillo con la vista pero era imposible, y entonces los busqué a ellos. Me levanté dando un traspiés. Caí de rodillas al agua, mojando mi vestido. Pero me volví a levantar. Miré al frente y vi una gran cascada y tres figuras bajo esta. Y decidí acercarme.

El dolor punzante de su cuerpo le hacia pensar que moriria muy pronto,ni siquiera un mago podia resitir aquella cantidad de golpes y cortadas sin terminar muerto en el piso,los soldados de su padre estrechaban cada vez mas el circulo a medida que ellos concentraban su magia dentro de elizabeth en un ultimo intento por dar vuelta el tablero a su favor.La idea de que una simples piezas pudieran dar vuelta un tablero entero le hizo cierta gracia mientras veia como eli se elevaba rodeada de un halo de luz como si se tratara de un angel de alguno de los cientos de vitrales que adornaban la capilla de la nueva fe de su padre.Un brillo cegador y un dolor punzante en el costado donde una espada se clavaba en sus costillas fue lo ultimo que vio antes de que la luz se llevara todo con ella.

Cuando desperto penso que habian muerto en aquella batalla y que ahora se encontraban en su sitio de descanso eterno,se incorporo tratando de tener una mejor vista del mas alla pero el dolor agudo de sus piernas le demostro que estaban muy vivos todavia,se encontraban al pie de una pequeña cascada donde el agua caia con fuerza empapandolos por completo y haciendo increible el pensar que habian podido cerrar los ojos alli,escucho un chapoteo y al darse vuelta vio que se trataba de elizabeth al parecer ella tambien habia sobrevivido a su extraña experiencia en camelot.Sin pensarlo dos veces mordred empezo a correr en direccion a ella quitandose por el camino las piezas de su armadura que le resultaban insufriblemente pesadas para su agotado cuerpo,casi choco con ella mientras la levantaba por los aires sujetandola por la cintura mientras giraba riendo de felicidad con tanta mala suerte que termino perdiendo el equillibrio para desplomarlos a ambos sobre el agua mientras reia de pura felicidad por salir vivos de una situacion que parecia realmente imposible-creo que esta vez si nos hemos salvado-dijo esperando que aquello no fuera solo otro juego mas de sus padres.

No lo iban a conseguir, su cuerpo se vaciaba pero algo dentro de si mismo le decía que no sería suficiente rápido, suficientemente poderoso, que no tenía habilidad suficiente para ser un engranaje para que esto funcionara con éxito. Moriría sin ver la sonrisa de su madre, quizás incluso el Camelot de Arturo sobreviviría a esta batalla... pero al menos morirían juntos. Aunque hubiera preferido hacerlo descuartizando a todos los hijos de puta que pudiera hasta que no le quedara una gota de sangre en el cuerpo, estaban jugando fuerzas más allá de la forja y su lado mágico, concentrado en Elizabeth, era su mejor baza. Quizás más que mejor, la única... y no iba a ser suficiente. Y entonces, cuando podía apostar a ver cual de esos bastardos le iba a dar el golpe de gracia, un estallido de luz lo cegó todo.

Galeas no sabe cuan tiempo estuvo inconsciente, pudo ser un instante o toda la eternidad, puesto que seguramente estaba muerto. Poco a poco empezó a abrir los ojos para recuperarse de la cegadora luz, aunque la que había era más normal, más... natural. El paraíso tenía buena pinta, si no fuera por el hecho que al intentar incorporarse se volvió a doblar del dolor, y tuvo claro que aquí algo estaba fallando. Galeas se sacudió la cabeza e intentó poner en orden su cuerpo, y vio a su derecha como Mondred se había incorporado y por el camino estaba llegando Eli. ¿Se habían salvado? Por los gestos de alegría de los dos, eso parecía. Galeas tomó el ejemplo de su amigo y se quitó las piezas de armadura que no daba impresión que iban a necesitar, al menos de momento, cuando su mirada de preocupación se giró en busca de Lilyan. Si él, con lo que había sufrido estaba así, ¿como estaría ella que había sido herida en combate?

Sabía que el final había llegado cuando sentí las afiladas hojas de las espadas cortando y hundiéndose en mi carne. Todo a mi alrededor fue volviéndose más borroso hasta que desapareció tras la niebla que enturbiaba mis ojos y sentí como me iba hundiendo poco a poco en un profundo pozo de oscuridad y olvido.

Mis ojos se volvieron a abrir a la luz de un sol resplandeciente y sentí como la refrescante agua de una cascada me salpicaba relajando mi dolorido cuerpo. Busqué indicios del sitio en el que estaba para darme cuenta que aquello no podía ser otra cosa que el paraíso. Parecía que al fin y al cabo la muerte no estaba tan mal. Giré la cabeza y sonreí, o esa fue mi intención... mis amigos también se encontraban allí, Mordred corriendo al encuentro del Elizabeth y Galeas parecía estar buscando a alguien con la preocupación dibujada en su cara. Quizá me estuviera buscando a mí... Alargué mi brazo para llamarle mientras me intentaba incorporar pero, a pesar de la agradable sensación de sentir el sol y el agua, mi cuerpo parecía no querer responder.

Me quedé allí tumbada mirando al cielo, intentando recuperar las fuerzas.

En la caída mi cuerpo se golpeo contra alguna piedra del fondo de la laguna mientras seguíamos abrazados, riendo y por fin, éramos felices. Besé a Mordred una y otra vez por toda la cara, pequeños besitos. Hasta llegar a su boca donde le besé con tanta pasión que aquella ya no parecía yo.

Lo había conseguido, no sabía exactamente que había conseguido. Pero cuando me alcé en aquella nebulosa lumínica, volví la vista hacia atrás un instante para ver como con sus últimas fuerzas me daban su magia. Tumbados sobre su propia sangre con decenas decenas de espadas atravesando sus cuerpos y no lo soporté. Mi objetivo ya no era destruir aquellas dos torres sino salvar a mis amigos, a mis hermanos. Y...

-¿Estáis todos bien? -casi grité sin dejar de sonreír mientras me levantaba de encima de Mordred y le tenía mi mano para que se levantase también.

Toda la desesperación que había amenazado con destruirlos se había esfumado tal como una nube soplada por la brisa del verano. Los besos de elizabeth recorrían toda su cara actuando como un bálsamo que parecía curar todo el cansancio y el dolor de su cuerpo con cada ligero roce, cuando llego hasta su boca sintió como un fuego que recorría cada célula de su cuerpo derritiendo el miedo igual que el fuego de los dragones derretía cualquier acero, tan pronto se separaron mordred de paro de vuelta con la cabeza un poco mas fría y la suspicacia de que aquello parecía demasiado bueno para ser verdad, ni la ilusión mas poderosa podía contrarrestar el dolor de la muerte que deberían estar sintiendo-estamos todos bien al parecer-dijo mientras se giraba para ver a galeas buscando a lilyan que se encontraba detrás de el buscando llamar su atención-aunque la pregunta tal vez seria como es que seguimos vivos-dijo mirando a eli a los ojos mientras tomaba su mano con la de ella, si los había salvado no importaba demasiado.

Galeas se sintió como un tonto cuando tras estar buscando a Lilyan, se percató que estaba justo detrás suyo. Intentó consolarse pensando que aún estaba recuperándose, que sus sentidos tras su "vaciado mágico" no estaban tampoco a un nivel habitual, pero eran sólo excusas. Galeas se acercó a Lilyan y se tumbó a su lado, le acarició el pelo y le dio un beso en la frente, antes de tumbarse como ella a disfrutar de la paz.

Pero esta no vino, así que acumuló todas las fuerzas que había tristemente recuperado desde que llevaba consciente y agarró a Lilyan y la levantó como él de torso para arriba, y puso ambas manos en sus mejillas y la besó. Fue el beso más intenso que jamás había dado, posiblemente ni el más largo ni el más pasional - bueno, quizás lujurioso sería una definición más acertada a lo que le venía a la mente a Galeas -, pero sin duda el más real y sentido.

Tras ello, se dejó caer de espaldas para quedarse nuevamente tumbado, y le hizo un gesto afirmativo con la mano a Eli sobre si estaban bien. Ahora, por fin lo estaba.

El beso de Galeas fue para mí igual que una inyección de vitalidad, un beso en el que pusimos toda nuestra pasión y todos nuestros deseos más escondidos. Si bien sabía que él nunca me sería fiel por lo menos yo era su preferida y siempre volvería a mi lado, y aunque eso no era lo que mi corazón deseaba en aquellos momentos no me importó, le tenía a mi lado y eso era lo que contaba.

Me eché a su lado reposando mi cabeza sobre su pecho, mirando aquel cielo azul sin nubes que enturbiaran aquel maravilloso día. ¿Acaso nuestro futuro era igual de claro?

- ¿Como es que aún seguimos vivos? ¿Qué ha pasado con Camelot? -las preguntas se agolpaban en mi cerebro y se atropellaban en mi boca queriendo salir. Muchas dudas e incógnitas eran las que había que desvelar.- Esto sólo es una ilusión ¿verdad?

Me incorporé para quedarme sentada en la hierba mirando tanto a Galeas como a Mordred y Eli.

- ¿Dónde estamos? Si esto no es una ilusión entonces... aún nos queda mucho por hacer.

Me quedé mirando unos instantes fijamente a Mordred como él hacía conmigo, trataba de indagar en mi mente y saber lo que había hecho pero era más fuerte que él, y no llegaría a travesar todos mis muros. Yo también tengo secretos. Vi la mano de Galeas levantada en señal de asentimiento y después escuché la voz de Lilyan y sus preguntas.

-Estamos vivos -respondí a los tres rotundamente.- No es el limbo, ni el paraíso, ni el cielo, ni nada por el estilo. Aunque no estoy muy segura de donde estamos.-Admití mientras trataba de comprobar si reconocía algún rincón de ese lugar. -El sol se está poniendo, será mejor buscar refugio y algo de comida antes de echarnos a andar a ningún sitio. -Les dije mientras nos acercábamos los unos a los otros.- Volveremos a Camelot y descubriremos que ha pasado.

Las miradas de ambos chocaban como si fueran contrincantes batiendose en un duelo de espadas,mordred corria rapidamente de un lado a otro pero las puertas de la mente de elizabeth se cerraban mas rapido de lo que el era capaz de alcanzarlas.Igual que una muralla perfectamente edificada no existia ni un resquicio por el que pudiera penetrar dentro de sus pensamientos sin invadir su mente de una manera agresiva,al final se dio por vencido en su pequeño juego de miradas al ver que no iba a sacarle nada en limpio,no era costumbre suya desconfiar de sus amigos pero luego de lo que habian vivido al menos asi estaba seguro de que esta eli no era una ilusion.

Sus palabras sonaban seguras y aplastantes tirando por tierra cualquier teoria que tuvieran acerca de lo que habia sucedido en los angustiosos segundos previos al hechizo que habian realizado convinando toda la magia que poseian,galeas y lilyan parecian mas interesados en retozar bajo el sol que en buscar respuestas pero luego de todo lo que habian pasado no podia culparlos por disfrutar un tiempo de calidad entre ellos teniendo en cuenta que lo primero que habia echo el era correr hacia elizabeth como si fuera un perrito faldero.El comentario hizo que levantara la vista de forma involuntaria para constatar que en verdad el sol estaba empezando a trazar un arco sobre un cielo que pasaba del azul al violeta y luego al negro en una sinfonia de colores digna de los mas grandes artistas-probablemente detras de la cascada podamos encontrar un buen escondite-dijo mientras se llevaba la mano a la barbilla en un gesto pensativo,por lo general los saltos de agua creaban cuevas que les servirian de refugio al mismo tiempo que los esconderian de cualquier ojo que pudiera estar buscandolos-en cuanto a la comida supongo que galeas y yo podemos pescar algo-dijo mientras se alejaba unos metros para tomar una rama mientras simulaba buscar pescados con la vista.

No quería pensar en lo que se venía, sólo quería disfrutar el momento... pero eso no era posible, y tuvieron que empezar a moverse todos. Galeas empezó a mirar el paisaje mientras los otros hablaban de que hacer, regresar a Camelot podía ser una magnífica idea si Avalon había ganado... o una pésima si Arturo y sus lacayos habían aguantado el envite. Pero tampoco podía pasar a no preocuparse por nada a preocuparse por todo.

Mondred comentó de ir a buscar pescado juntos para poder cenar algo, y Galeas asintió con la cabeza. Estoy seguro que cuando el estómago guie mis fuerzas y mis movimientos, tendremos para un festín. Aún estaba algo atolondrado de todo lo ocurrido, y confiaba más ahora mismo en sus instintos primarios. Claro está que si conseguir pescados tuvieran que perseguir a una joven pescadera, seguro que el botín sería más elevado.

Me hubiera gustado seguir allí tumbada, escuchando el latido del corazón de Galeas, con el sol calentando mi piel... pero ellos tenían razón, la noche se echaba encima y teníamos que buscar un refugio. Aún nos quedaban muchas cosas por decidir...

Mordred tuvo una buena idea al hablar de las cavernas tras la cascada y hacia allí nos dirigimos.

- Mirad, esa cueva de ahí parece la más apropiada. Mientras vosotros dos intentáis pescar algo nosotras vamos a comprobar que esté seca y no esté habitada por algún animal peligroso.

Me volvi para mirar a Lilyan y le di un suave codazo de complicidad.
-Seguramente tendriamos exito si fueramos nosotras quienes cazaramos la cena Sdije bromeando.
Entramos en la cueva, habia algunos huesos apilados en algun lugar de la profunda cueva. Algun charco de alguna gotera pero con zonas secas donde descansar y hacer un fuego.
-Vamos a por leña y nos burlamos de los chicos, ¿que te parece?

Sus amigos aceptaron su idea con el mismo animo que si les hubiese dicho que volvieran caminando a camelot para entregarse a las autoridades,galeas y lilyan estaban muy comodos alli tumbados y tuvo que esperar un rato hasta que ambos finalmente se dignaran a mover sus reales traseros fuera de la hierba,galeas como siempre estaba de un humor bastante alegre a pesar de que todos se habian salvado por un pelo de morir ajusticiados por los soldados de su padre.

Intento borrar de su cabeza los recuerdos de sus amigos junto a el cayendo en medio de un mar de sangre mientras cientos de espadas se clavaban en su carne buscando extinguir la llama de rebeldia que defendian,ahora estaban a salvo y juntos de regreso y lo que era mas importante de todo su padre posiblemente creia que todos habian muerto en el campo de batalla por lo que por primera vez en su vida contaban con la ventaja del factor sorpresa para lograr agarrarlos con la guardia baja.Tras insepccionar el pequeño arroyo mientras galeas se acercaba no le costo demasiado ver que el pequeño hilo de agua no podia contener ningun tipo de vida que fuera remotamente comestible,su unica opcion era trepar hasta el lugar desde donde nacia la cascada y esperar que alli hubiera algo de pesca-espero que tu estomago pueda guiarte rio arriba o te quedaras sin cena-le dijo en tono de broma mientras se ataba su espada en la espalda para que no le impidiera el movimiento y empezaba a trepar por una pared de roca buscando el origen de la cascada.

La cueva no era ningún palacio pero nos serviría perfectamente para pasar la noche, además parecía que en aquellos momentos no estaba habitada por algún animal y aquello era bastante tranquilizador. Asentí a las palabras de Eli, si queríamos hacer un fuego para cocinar y calentarnos antes deberíamos recoger la suficiente leña para encender una buena hoguera.

En el exterior nos dedicamos a recoger ramas secas que sirvieran bien a nuestros propósitos. Observé a Galeas y Mordred ascender hacia lo alto de la cascada y me quedé por unos segundos mirándolos mientras se movían con agilidad... cualquiera diría que hacía unas horas se encontraban sobre un colchón de cadáveres, sangrando por la multitud de heridas abiertas en sus cuerpos y sin energía. Moví la cabeza intentando rechazar esos pensamientos y me giré hacia Eli.

- ¿Qué te parece? ¿Los seguimos? -le dije señalando a los jóvenes.

Galeas estuvo mirando junto a Mondred pero parecía que allí no iba a haber nada que pescar, y el hijo de Arturo le señaló que tendrían que escalar la pared en busca de comida. Mientras Galeas hacía lo propio con su espada no pudo reprimir de soltar un comentario. Bueno, se me daría mejor si fuera un descenso. Y es que más de una vez el hijo de Sir Balin y de la Dama del Lago había tenido que huir bajando paredes de altos pisos donde la noche se había torcido, generalmente al ser descubiertos por un padre demasiado protector... o por no resultar estar tan solteras las damas que había estado cortejando. De momento no se había dado el caso que hubiera tenido que escalar una pared para encontrarse con una amada, así que ir a buscar comida no sólo para ellos sino por Lilyan y Elizabeth iba a ser lo más romántico seguramente que haría en tiempo.