Otro dia mas se sucedia en vuestras monotonas vidas, desde que erais pequeños apenas si habias podido salir de la comodida de vuestra casa y de los pequeños lugares marcados como "seguros" por vuestros padres, era cierto que alguna vez habiais jugado con las hijas de vuestra vecina, la que vivia en el Arbol del jardin, pero tambien era cierto que eso sucedia una vez cada muchisimo tiempo.
Vuestro padre os habia enseñado muchas cosas, siempre preparandos para el dia en que fuerais unos verdaderos incursores y salierais a la casa de los Serhumao, ese dia llegaria pronto de hecho aquella misma semana, pero no aquel dia, aun asie stabais de suerte vuestro padre estaba contando que aquel dia todos los Serhumano de la casa se marcharian durante un tiempo y tal vez tuviera tiempo para salir a buscar algunas cosas, ya empezaba a escasear algunas cosas como el azucar en vuestra pequeña despensa.
Ahora solo quedaba saber como aprobecharias vosotros el dia.
Entiendo que somos hermanos ¿no?
Como siempre, mi mente bulliciosa se dedica a ir ideando nuevos artilugios para ayudarnos como incursores, pero ahora necesitaba un poco de ayuda, a si que fui a buscar a mi hermano.
-Natan, ¿puedes echarme una mano con el invento que estoy haciendo?
¡Claro!
Responde con una sonrisa amable mientras rápidamente se dispone a ayudar a su hermano en lo que haga falta.
¿Qué és?
-Verás, consiste en dos cinturones atados con una cuerda trenzada con cinco hilos. El cinturón tiene una manivela para poder recoger la cuerda y así si uno consigue llegar a un sitio, que pueda llevar hasta ahía otra persona.
Asiento y obedezco a mi hermano en busca del invento.
Eres fascinante...
Sonrío complacido por el cumplido.
-Gracias, pero es solo una chapucilla para ayudar a los incursores, nada más
Tienes el invento listo asique podeis usarlo.
-A ver - Digo dispuesto a probarlo, me encaramos por un viejo mueble deshechado y cuando llego a un punto seguro, anclo l cinturón para que el peso de mi hermano no me lleve y comienzo a usar la manivela. El sistema de poleas hace que no sea demasiado difícil de recoger la cuerda de hilo.
Por el momento aquel invento para funcionar a la perfección.
¿Alguna otra brillante idea, hermano?
Si, tienes una idea genial, salir a explorar por la casa.
Pongo cara pícara, miro a ambos lados para ver si alguien nos ve.
-Sí... tengo una... ¿Qué te parece salir a explorar?
¡¡No debemos!!
Replico, como la voz de la conciencia y de la razón
-Venga, no pasará nada, los humanos no están...
Pero puede ser peligroso, hermano...
Claro...
Murmuro no muy convencido, pero asiento con la cabeza.
Vamos.
Sonrío complacido.
-Bueno, antes toca bajar de aquí.