Partida Rol por web

Paris, la ciudad eterna y ni siquiera se muy bien como he llegado hasta aqui, practicamente sola.

Despues de que me apresaran y me condujeran hasta el archimago todo se sucedio de una manera ciertamente triste.

En seguida me dijo que era lo que tenia que hacer y se puso a hacerlo con todo el empeño del mundo. Viniendo de la mano de uno de los magos mas poderosos del planeta fue todo lo duro que cabria esperar. Nunca he sido de echar de menos a los demas pero no paraba de acordarme de Mariana, de Diana y por supuesto de Rupert. Estaba segura que me odiaba , pero tambien que me echaria de menos, por primera vez él no habia pensado por mi. Tambien recordaba en Jamie y en Angel, y en como les estaria cambiando la vida a ellos. Jamie si me hacia falta, mucho

Pero a lo mejor ninguno nos volveriamos a ver mas. Confiaba en que al margen de que yo estuviese donde estaba, tendrian el sentido comun de seguir con la resistencia los que tenian que seguir aqui en la tierra ,que seguirian tanteando a los demas magos que pudieran unirse y que tratarian de ser razonables

Pero lo fueron a la mitad. Durante el año mas que estuve alli el entrenamiento duro y la soledad me hicieron un cuerpo mas fuerte pero una personalidad mas oscura, mas uraña , si, eso aun era posible ,y en mas de una ocasion pense que quizas lo mejor seria simplemente morir y olvidarme de toda esta mierda, que ni era mi causa ni me apetecia que lo fuera. Pero supongo que ya era bastante tarde, ahora ya no me implicaba la causa pero lo hacian las personas que habia dentro de ella

Aprendi magia y tambien magia negra, segui escuchando mas elementos sobre la profecia, los hombres lobo, los vampiros pero poco sobre el porque no intentabamos simplemente llevarnos bien o dialogar. El archimago estaba decidido a volver y se llevaria a quien fuera por delante.

Siguio reuniendose con los demas archimagos y los convencio, y yo me preguntaba que es lo que realmente haria llegado el momento de tener que volver ,y si mi decision era la de liderar a su grupo, no tenia problema, pero una vez alli haria lo que me diera la gana, no tenia intencion de enfrentarme a nadie

Casi el final del año, durante los ultimos meses el archimago se empeño en enseñarme como destriuir vampiros y hombres lobo, pese a que siempre habia dicho que no entrariamos en guerra y que solo iriamos a ver a nuestros iguales alli

Y uno de los dias de mayo al caer la noche me sorprendieron unos ruidos en el fantastico jardin inmenso del archimago, al salir de mi ultravigilada habitacion vi que los guardianes que usualmente estaban no lo estaban y aproveche

Fuera se libraba una pelea y la culpable era yo. Rupert, Mariana y Diana habian decidido que lo mejor era venir a buscarme, increible error venir a un lugar sellado como una fortaleza lleno de magos que sirven como esclavos a otro sin preguntar .Me alegro ver que habian conseguido reunir muchos magos y organizarse, me uni a ellos sin pensarlo

La buena noticia es que pude escapar, la mala, que todos se quedaron alli..bueno no todos, un pequeño grupo de magos sobrevivio pero lo demas murieron incluidos Mariana y Diana.La unica fortuna: Que Rupert no lo hizo, no se si hubiera podido continuar sin él.

Sabia que morir era algo que podia suceder pero nunca pense que me sucederia a mi,habia visto morir a gente : A mi abuela, a aquel chico que mate en el avion pero hasta esta momento nunca a nadie que quisiera de verdad y no creia en serio que la muerte fuera una realidad tan cercana. Habia perdido una parte de mi y algo mas, y sabia que jamas volveria a recuperarla.Enfrente lo siguiente sabiendo que morir seria lo mas probable de todo.

Ya no tengo 21 tengo 24 pero es como si tuviera 50 y a cada instante me pregunto que si muero ¿Quien lo sentira a parte de Rupert?.He tirado de mi mala ostia y me he recompuesto y si ¿Querian que liderera un ejercito pues muy bien lideraria el mio, el de mi gente, evitaria que el monstruo del archimago entrara en Ethernia y despues, si he de morir, lo hare en paz.

Y hasta aqui hemos llegado movidos por una extraño simbolismo planetario como la primera vez, el eclipse, al lugar donde se abrira de nuevo el portal y tal vez, solo tal vez pueda volver a ver a Angel y a Jamie

Debajo de la imponente torre Eiffel miro a los lados sabiendo que los demas magos, los de mi misma especie, estan rodeandome esperando el momento en que llegue el momento para nunca entrar.

 Desperté en el medio de una enorme cama, los olores no eran los mismos y evidentemente estaba sola. Me tallé los ojos, aún tenía el recuerdo vivo de Eros diciéndome que olvidara a Jamie pero ¿realmente lo había hecho? Me levanté con aquel batín de tela suave y fui hasta la ventana, estaba en un enorme departamento de alguien que no conocía pero segura de que la realeza de aquel mundo tenía que ver con ello. Después de todo, aún tocaba cumplir la profecía y no es que eso no me diera un poco de miedo, no simplemente era que tenía que suceder, sintiera yo lo que sintiera. Me asomé por la ventana por la cual un aire cálido entraba moviendo las cortinas y pronto descubrí que estaba en París.

-Vaya, qué buena vista...

Recordé a Kio, quizás estuviera allí, a mi lado como siempre. Cuidándome por órdenes de Kiara y de Eros. Me di media vuelta y busqué por todo el piso gritando a viva voz su nombre. No, no parecía estar allí y cuando me di por vencida, descubrí los roperos con ropas de ambos, si, él iba a estar por allí en algún momento, aunque ambos sabíamos que "cuidarme" ya no era algo que pudiera hacer. Toda la responsabilidad que pesaba sobre mis hombros por aquella maldita profecía, se había vuelto tan parte de mí que aunque sentía el peso, lo añoraba. Volví a la cama pero sólo por unos instantes, luego me vestí, necesitaba salir y evidentemente por el momento no necesitaba comer. Eros siempre tan previsora. Encontré las llaves en una mesa antes de salir y también una nota de Kio, volvería pero tenía algo que hacer y no debía salir.

-Claro, Kio, lo que tú ordenes.

Sonreí, apreté la cazadora y me animé a ir en busca de todo y nada en la Ciudad Luz, no era posible que mis enemigos estuvieran allí, bueno, lo era si pero daba igual. Estaba en el que por años había creído que era mi mundo, quizás debía ir a la ciudad donde había empezado todo pero estaba bastante lejos y además, fuera como fuera, tenía que consultarlo con Kio y pedirle o mejor dicho, convencerlo de que viniera conmigo. Salí a la calle, mirando rostros tan distintos entre si y llamando la atención con mi ropa negra y mi piel mucho más blanca que antes pero ignorando a casi todo el mundo. Caminé hacia la torre, nunca había estado allí así que era un buen momento para conocerla. Respiraba profundo aunque no sentía precisamente los olores de la ciudad, sino los olores de los humanos, eran todos una delicia y había en el aire otros olores.

Respiré profundo de nuevo, no, debía estar enloqueciendo. Ansiaba que llegase Kio a decirme qué estaba pasando y para qué habíamos sido enviados a París luego de... Ser por tanto tiempo la esclava de Eros, incluso hasta me había separado de él temiendo que entre nosotros surgiera algo y luego, luego me mandaba a París de la mano de un Kio que aún no había visto pero que vería pues, de eso no tenía la menor duda. El aire del oeste me hizo ponerme en alerta de nuevo, era como si algo me llamara pero no quería ir muy lejos, no quería, no podía, no sabía, no. Ignoré de nuevo aquella sensación escalofriante, allí se movía toda clase de alimento pero tenía que ser cuidadosa y no hacer enojar a Eros que sin duda tendría un ojo vigilante sobre mí. Subí a la torre y desde allí miré al horizonte, sabiendo que pronto vendrían tantas respuestas como preguntas. No había mucho tiempo más.

"El aire huele mal" es lo primero que noto, basura, asfalto, humo y el sudor de miles de personas juntas ofenden mi olfato tras dejar el cónclave de las cinco tribus

"¿he vuelto a mi mundo?"

Me incorporo y miro a mi alrededor, un sucio callejón en alguna ciudad. "¿Como es que Selene me ha traido aquí?"

Un vagabundo duerme ajeno a todo entre unos cartones, si, estoy de vuelta en mi mundo, y de repente soy consciente que las ropas de pieles sin curtir propias de las tribus no son las adecuadas aquí, llamaré demasiado la atención, no hablemos ya de mi brazo de plata. Afortunadamente la solución esta muy cerca, colgando sobre mi hay ropa tendida, ni siquiera he de transformarme para trepar con facilidad hasta ella y empezar a cambiarme.

Mientras me visto rememoro todo lo que a ocurrido en este tiempo, parece una vida desde que Romina, Angel y yo ensayabamos esa obra de teatro, como nos separamos, primero de Romina y luego de Angel. Mi lucha por ser aceptado en la tribu Blackmane, como adopte a las dos crias de dragón y eso llevo a mi expulsión y a unirme a los Parias.

El entrenamiento de Vaynom y el torneo de las cinco tribus, el torneo donde perdí mi brazo. Hago una mueca al recordar aquello y acaricio una vez mas el brazo de plata que me entrego el Shaman al reconocerme como elegido de Selene, el brazo que me permitió vencer a Ragnar y ganar el torneo, y ser reconocido por las cinco tribus, unidas de nuevo tras tantos siglos.

Pero la cosa se volvió incluso mas complicada. Con las cinco tribus reunidas y los parias restaurados solo parecía haber dos opciones, una guerra total para acabar con los vampiros o que las tribus empezaran a guerrear entre si y todo se perdiera de nuevo

Para eso los shamanes me enviaron en una búsqueda espiritual, para descubrir la voluntad del padre cielo y la madre tierra.

Desde la terraza de un edificio contemplo la ciudad en que me encuentro. Paris sin duda, la torre efiel es inconfundible

"un lugar tan bueno como cualquier otro para buscar"

Desciendo de nuevo a la calle y empiezo a caminar hacia la torre, las ropas que me he puesto están demasiado ajustadas y mi musculatura actual parece sobresalir de forma exagerada, espero no llamar mucho la atención

En completa alerta atentos a cualquier cosa extraña que aparezca, mas bien a cualquier otro mago fiel al archimago que lo haga,pienso en angel y en jamie, sobre todo en él.Durante todo el tiempo que hemos estado separados nunca he dejado de recordarle y ahora es cuando pienso que quizas haya estado agarrandome a algo que ya no existe tanto como si vive como si no, porque yo ya no soy la misma, y seguramente él tampoco

Agito las manos tratando de relajarme cuando algo cerca de mi hace que me pare por completo. Podria ser simplemente otro transeunte mas que esta visitando la torre, pero todos sabemos que no lo es, y los demas tambien se acercan con intencion de averiguarlo

Empiezo a pensar en la energia fluyendo por mi cuerpo que tan pronto aparece en las puntas de mis dedos como desaparece, sin pensarlo corro hacia él y el abrazo

-Jamie!-

 -¡Por Eros!

Di media vuelta buscando el lugar de donde provenía aquel olor, en verdad no era el mismo pero lo conocía por aquella vez que Eros había permitido la visita de Jamie y habíamos estado juntos. Mis sentidos se agudizaron, pude incluso escuchar aquella respiración y entonces, se movieron algunas de las personas que tapaban mi camino y los vi, abrazados, fundidos y llenos de alegría por reencontrarse. Me quedé así, parada, sólo mirándolos sin atreverme a ir hacia donde estaban ellos. Sabía que nada sucedía porque si, aquello debía estar sucediendo porque así tenía que pasar y también estaba segura que como fuera, no estarían a gusto conmigo. Aún así me encaminé hacia ellos lentamente, sabía que mi pálida piel hacia girar a más de uno. No era la única que estaba cambiada.

Romina estaba mucho más guapa, quizás había madurado y él... Bueno, era Jamie y ahora era un hombre lobo, fuerte y lleno de vida. Me paré apenas a unos pasos de ellos, sabía que me reconocerían como yo los había reconocido a ellos y también, suponía que no sería difícil para ellos entender que lo que estaba sucediendo allí, no era producto de la casualidad.

-Buenas noches...

 Demasiados olores, demasiada contaminación, demasiados perfumes. Camino hacia la torre algo mareado por esta sobrecarga sensorial, supongo que eso es lo que hace que me sorprenda cuando alguien grita mi nombre y salta sobre mi.

Detengo mi brazo justo antes de golpear cuando reconozco a Romina que me abraza y siento una felicidad desconocida tras tantos sombrios meses de alegrías agridulces

-Romina-

La abrazo con fuerza y así fundidos reconozco la voz de Angel casi al mismo tiempo que identifico el acre olor de la sangre de vampiro

-Angel-

Sin soltar a Romina extiendo el brazo derecho invitando a Angel a unirse a nosotros. Mi mano de plata reluce con las luces de la ciudad

No me habia dado cuenta de lo mucho que su abrazo me podia devolver a antes de todo esto, no huele igual y su cuerpo ha cambiado, pero si cierro los ojos puedo sentirle exactamente igual que hace unos años

No se me escapa su mano, que ya no es mano y es de plata, pero antes de decir nada alguien mas esta a mi espalda y cuando me separo la veo. Nada que ver tampoco con la que era, esta siniestra y distante, realmente da miedo y no inspira micha confianza

Jamie le ofrece unirse a nosotros ,ya no tengo absolutamente nada en contra de ella, aunque no se me pasa por alto el hecho de que esten tan frios entre los dos

Recuerdo que no estamos solos y mirado alrededor, hago un gesto con la mano, solo faltaria que ahora nos atacaran los nuestros.

-Hola Angel-

Saludo aun abrazada a Jamie.

 No atiné a moverme, no podía pero el saludo de ambos y la mano de él extendida hacia mí, me hizo sonreír, aunque sea sólo un momento. Luego, aquel gesto frío, volvió a apoderarse de mi rostro, no era que yo lo hiciera, simplemente sucedía. Tomé la mano de Jamie sin dejar de notar su brazo y luego asentí mirando hacia Romina pero no los abracé; sabía que a ella siempre le había caído mal y a Jamie, bueno, nuestra historia debía ser una horrible recuerdo para él. Miré en derredor, era demasiada coincidencia, no estábamos a salvo pero tampoco sabía si ellos querrían que nos juntáramos para conversar en algún lugar menos expuesto.

-Ambos se ven bien... Acabo de llegar a la ciudad.

Pasaba por mi mente aquel maldito momento en que en una clase de teatro, habíamos empezado aquello que ahora éramos y deseaba que todo fuera como antes. Lo que yo había amado a Jamie como humana, no tenía cabida en nuestros nuevos cuerpos y eso pesaba. Seguro que Romina se sentiría feliz por ello. 

-Me da gusto verlos bien, aunque creo, viéndonos a todos ahora, que no estamos de casualidad en este lugar...

Apreté la mano de Jamie y la miré a ella a los ojos.

-No, no lo estamos-

Conteste a la mirada fija de angel, me separe de jamie

-Creo que debemos ponernos en un lugar menos abierto ¿Como habeis podido volver sin el portal abierto?-

Comence a caminar hacia una parte mas resguardada, donde estaba Rupert con algunos mas

-Joder, no tenemos tiempo pero ¿Que habeis estado haciendo?-

Siento la presión de la mano de Angel y se la devuelvo, aunque se que mi mano puede ser muchas cosas, pero no es cálida

-los Shamanes de las cinco tribus me enviaron a descubrir la voluntad de padre cielo y madre tierra, no esperaba llegar aquí. Y es importante que descubra lo que he venido a encontrar aquí, o las tribus se volverán a separar, o peor, se lanzarán todas a la guerra contra los vampiros-

Sigo a Romina y veo allí a alguien que también conozco, Rupert, profesor de Romina de no recuerdo que, y que en aquella última noche Romina me dijo que le había atacado o algo así, pero ella parece confiar en el ahora

-¿y vosotras que hacéis aquí?- es evidente que esta reunión no ha sido casual, pero no alcanzo a ver su fin o como me ayudará en mi misión

 -Pues yo aún no sé qué hago aquí, aunque empiezo a adivinarlo... Kio no debe andar lejos pero no sé dónde anda.

Los miré a ambos.

-Supongo que esto tiene que ver con la profecía.

Entonces miré hacia aquel hombre o lo que fuera, ya no estaba muy segura de nada.

Escucho pero no veo nada claro

-No lo se..- Me siento y les ofrezco agua dudando de si angel aun la bebera- Tu has llegado hasta aqui para descubrir los designios de tu tribu y a ti te han dejado sin saber porque y yo estoy aqui para evitar que los magos exiliados vuelvan a ethernia e impongan su terror, posiblemente desatando una guerra- Hago una pausa- Me parece que todo esto tiene que ver con la profecia...Mañana por la mañana habra un eclipse y sera el momento en que se pueda abrir el puente hacia el otro mundo-

Pienso en si aun la recordaran o si habran vuelto a oir hablar de ella.Le hago un gesto a Rupert

-Este es rupert, es un mago y es mi maestro...Decidme ¿Podemos contar con vosotros?-

Miro a jamie, realmente se ha puesto muy guapo

 Agradezco el agua a Romina y doy un largo trago mientras le escucho

-¿que si la he oido? ¿ocurre algo que no sea parte de la profecia? los hombres lobos la conocen un poco distinta, pero todo el mundo parece girar a su alrededor-

Cabeceo con su pregunta, el tiempo transcurre de forma distinta entre mundos, peor me pregunto cuanto aguantaran las tribus esperándome

-no se si tengo tiempo de inmiscuirme en una guerra entre magos, ¿de veras crees que esos exilidaos podrán "imponer su terror" si regresan?-

Niego con la cabeza

-No lo se seguro pero aqui es lo unico que sabemos. Que él quiere volver y quiere recuperar lo que era suyo, si puedo decirte que no es precisamente un premio novel de la paz, aunque lo intuyo, tampoco puedo asegurarte 100% que quiera atacar a los vampiros y hombres lobo, para eso tendriamos que volver a hablar con él y yo no lo hare.Solo puedo prevenir-

Pienso en lo de la profecia

-Si ha sido un autentico coñazo durante todo este tiempo ¿Por que te necesitan las tribus jamie? ¿Crees que nos ayudarian?-

Miro a angel preguntandome si ella hara algo

 No podía creer lo que estaba sucediendo, la profecía era cierta y al parecer faltaba muy poco para que se cumpliera. Me negué a la invitación de Romina, la verdad es que ya no sabía lo que era sentir sed de agua pero sí sed de sangre. Miré en todas direcciones, buscando con la mirada a Kio, esperaba que apareciera pronto pues siempre él sabía mucho más que yo gracias a Eros. Esperé atenta la respuesta de Jamie pero antes que pudiera responder, me animé a responder yo.

-Los vampiros sólo podrían confiar en alguien que yo les llevara y esos sólo podrían ser ustedes...

Dije con pesar, porque realmente, no había amistad entre Romina y yo, yo no confiaba en ella porque sentía que ella no confiaba en mí pero sabía que Jamie si confiaba en ella y me tendría que conformar con eso.

-No falta mucho para el eclipse pero quizás ese mago tuyo pueda darnos algunos datos más y espero ansiosa a que aparezca Kio.

Sabía perfectamente que una parte de la profecía no les había sido revelada y yo tenía que cargar con ello, guardarlo hasta último momento, aún a sabiendas de que no era nada bueno para mí.

-La profecía de las tribus hablaba del elegido de Selene, que unirá las tribus o las destruirá. Ese soy yo y las tribus ya están unidas, pero aun no esta claro que pasará luego. Sobre si nos ayudarán... esperan mi retorno para moverse, la mayoría piensa que para una carga final que extermine a los vampiros de Ethernia, unos pocos recuerdan la profecía completa y aquello de la unidad de los tres pueblos-

No suavizo las cosas ya que estoy seguro de que Angel estará al tanto de la opinión de la mayoria de los hombres lobo y la situación no esta como para autoengañarnos

-Si ha de haber paz he de encontrar lo que unirá a las tribus en paz. Espero que los magos tengan alguna respuesta, porque no se me ocurre donde mas buscarla-

Escuchandonos pienso que nos han metido en una tesitura demasiado complicada para unos mocosos que hace unos dias andaban peleandose por celos. Pero tristemente la vida no te avisa cuando tienes que madurar y seguramente tendria que estar un mes hablando con ellos para entender por todo lo que , al igual que yo, han tenido que pasar.Podia pensar que si jamie no sabia que buscaba seguramente tampoco encontaria nada, pero eso era antes, ahora creo que las cosas te encuentran, solo hay que saber distinguirlas

-Vale, si te esperan para que los guies tendras que convercerlos de que no ataquen a los vampiros. La profecia sigue siendo toda una incognita aun hoy, pero si estamos aqui sera porque debemos hacer lo que sea que hagamos, juntos-

Miro a angel detenidamente

-Se que tu y yo nunca nos hemos llevado bien, pero ni siquiera ahora somos como antes ¿Crees que los vampiros tambien quieren enfrentarse con los hombres lobo? pues tendrias que hacer lo mismo que jamie-

Miro a Rupert

-Me parece que la solucion esta en que volvamos a analizar la profecia a ver si ahora que estamos los tres le sacamos algo en claro, no tenemos mucho tiempo-

Trato de recordarla

 -No lo creo, estoy segura. Los lobos no han hecho más que causarnos problemas y aunque se han mantenido alejados últimamente, no dejan de ser nuestros enemigos naturales pero...-miré a Jamie y luego a ella.-Lo cierto es que puedo intentar convencerlos de que si peleamos, la profecía no se cumplirá.

Me acerqué un poco más a ambos, la frialdad que despedía mi cuerpo era evidente.

-Vayamos a un lugar más tranquilo y saquemos algo en claro de esa profecía de una buena vez. Luego me encargaré de mi gente y de Eros...

Sería difícil convencerla a ella, sabiendo que había sido quien me separó de Jamie para evitar alianzas entre nosotros pero tenía que hacerlo y Bianca me ayudaría.

Nunca habia estado aqui antes y he de reconocer que puedo entender el porque todos quieran venir.La tierra es absolutamente atrayente, llena de colores y de seres tan dispares, y unicos entre si. Desde la punta de una de sus construcciones observo callado la escena que han montando abajo, se que angel espera que aparezca pero no puedo hacerlo, tristemente no puedo, y se que ella se metera en un lio porque no lo entiende, no lo ha entendido nunca

Con mis ojos puedo sentir a los magos que estan alli, y a la chica que es su amiga, puedo ver sus verdaderas intenciones y puedo sentir con el paso de mis años lo idealista de lo que pretenden hacer, tambien le veo a él y siento rabia no solo por lo que es, sino porque pudiera llegar a ser

Seguire vigilante pero no estare a su lado como es su deseo,no puedo. Ahora es su decision y a lo que nos expone. Espero que llegado le momento no tenga que hacerlo, seria una de las cosas mas horribles y dolorosas que tenga que hacer.