Partida Rol por web

El caluroso desierto Iraquí, mientras las fuerzas americanas tratan de controlar el orden en el violento país africano, las fuerzas rebeldes fieles al ya derrocado Sadam Hussein tratan de exterminarles argumentando una guerra religiosa. Si bien los militares americanos han sufrido notorias bajas, han encontrado un gran apoyo en el nuevo y más emblemático elemento del ejército, el poderoso Captain America. Reciéntemente él ha salvado al millonario e industrialista Tony Stark en Afganistán de un atentado, y recién ahora han llegado todos a una pequeña casa de dos pisos donde según inteligencia hay un grupo parte de una célula terrorista de Al-Qaeda planea un atentado biológico en Estados Unidos.

Steve Rogers era un patriota. Un hombre que debía todo lo que era a su país, y que no dudadba en dejarse la piel y la sangre si con ello podía colaborar a defender a su nación.

Ante él, ocultos aún en el interior del transporte blindado que los había llevado hasta allí, diez soldados aguardaban ansiosos sus palabras. Era un símbolo ancional, y lo sabía. Debía arengar a aquellos muchachos, pues era su responsabilidad y la de nadie más.

Steve se giró, su rostro envuelto en su máscara azul, hacia aquellos jóvenes defensores de la patria, y habló.

Amigo, pues eso es lo que hemos llegado a ser en esta cruenta guerra comenzó a hablar Una vez más, el enemigo pretende destruir nuestro modo de vida. Quieren aniquilar ciudades enteras, masacrar a nuestos compatriotas y borrar nuestra estirpe de la faz de la tierra. Vuestras madres, mujeres, vuestro hermano o vuestros hijos. Todos ellos perecerán entre terribles sufrimientos si esa escoria de ahí adentro se sale con la suya.

Steve aguardó unos instantes antes de que continuar, provocando el efecto deseado de su pausa dramática.

Sois vosotros la última defensa para los Estados Unidos, y para el mundo. Pues si los terroristas doblegan a la mayor potencia mundial, ¿qué esperanza les queda al resto? Yo os diré cual es su esperanza, hijos. ¡Sois vosotros! ¡Vosotros, hoy, sereis héroes! ¡Vosotros, hoy,salvareis al mundo!

¿ESTAIS CONMIGO? gritó, culminando su discurso, haciendo que la sangre de los 10 soldados hirviera

Los soldados efervecientes gritaron al unísono - SEÑOR SI SEÑOR, POR AMÉRICA SEÑOR!!! - acto seguido salieron del transporte y se posicionaron todos cerca a la entrada de la casa, cubriéndote desde los flancos para que tú entres primero a la casa y generes el factor sorpresa. Al acercarte a la casa escuchas algunos ruídos, deduces que efectívamente estarán al interior no más de cinco malandros terroristas

Un chequeo de Resistencia por favor XD...acabas de empezar y ya a lanzar dados...muy bien jajajajjaa

¡Por América! gritó Steve mientras cargaba en solitario contra una de las ventanas tapiadas del edificio. El capitán tomó todo el impulso que pudo y se lanzó escudo en ristre contra las maderas que ocultaban levemente el interior de la estancia.

El sonoro crujido de los medros quebrándose dio paso a las exclamaciones de asombro tanto de los ocupantes del edificio como de los propios soldados que acompañaban al capitán...

Efectívamente los habitantes de la casa, que logras identificar como 5 pobres idiotas con una bomba al interior se sorprenden al verte entrar de ese modo, intentan alcanzar sus armas de fuego mientras los hombres que te acompañan entran violentamente uno a uno por la puerta en el movimiento típico de un grupo SWAT. Tu los ves alcanzando sus armas de fuego

¡Deponed las armas y no sufrireis daño! gritó el capitán, irguiéndose orgulloso de modo que aquellos infelices pudieran ver a quién tenían la desdicha de enfrentarse. No obstante sus palabras, el superhéroe estaba listo para actuar, pues ólo necesitaba de una décima de segundo para lanzar su poderoso escudo contra los terroristas.

En cuanto entras, tres de los terroristas quedan paralizados por tu voz y tu porte, sin embargo, dos de ellos se mantienen firmes a su idea original de construir la bomba. En cuanto entras, uno de ellos saca un cuchillo mientras el otro trata de alcanzar su fusil para abrir fuego

Los terroristas que lograste asustar inmediátamente se arrodillan y gritan pidiendo en su idioma que les perdonen la vida. Sin embargo, dos terroristas no han sido tan asustados y rápidamente se arman. Uno de ellos toma su fusil pero es tal el impacto y sorpresa de tu ingreso que dispara al aire tratando de ahuyentarte y a tus hombres, mientras tanto, el segundo de ellos se ha armado con un cuchillo y te lanza un estoque que fácilmente logras esquivar. Mientras tus hombres han logrado detener al terrorista que tomó el fusil, quedas frente a frente con el que tiene el cuchillo en su mano

Te lo advierto, muchacho exclamó ominosamente el Capitán. Quizá las palabras no fueran comprendidas pero el tono estaba claro. Era un ultimátum. Deja ese cuchillito antes de que te hagas daño.

Sin embargo, en realidad el capitán sólo intentaba ganar tiempo. Un par de segundos antes, Steve había lanzado su escudo contraa ellos, y había fallado. Sin embargo, había algo que cualquier admirador del capitán sabía. Cuando lanzaba el escudo, invariablemente, terminaba regresando a su mano tras múltiples rebotes.

Justo cuando el terrorista comenzaba a preparar su ataque, el escudo regresó a la mano del Capitán, que embistió de improviso al sorprendido irakí...

Arremetes con tu cuerpo violentamente contra el terrorista, quien rápidamente logra quitarse y consigue que te tropieces estrellándote de frente contra un muro, aunque el golpe es duro, no lo suficiente como para mermar al Capitán. Acto seguido, el terrorista mueve su cuchillo y se prepara para asestar una violenta apuñalada en tu espalda, sin embargo logras moverte ágilmente para evitar ser lastimado por él. Nuevamente quedas frente al  terrorista quien empieza a sudar por los rápidos movimientos que has hecho

Chico, no quiero hacerte daño pero no me estás dejando alternativa

El tono del Capitán, condescendiente a la vez que amenazador, volvía a dejar claras sus intenciones.

Steve adoptó entonces una postura neutra, dispuesta tanto para el ataque como para la defensa, con una de las piernas adelantada y la otra flexionada, mientras sus brazos cubrían los posibles vectores de ataque con aquel cuchillo. El Capitán estaba decidido. Aguardaría a que el terrorista atacase, mirándole directamente a los ojos para provocarle, para se precipitara, y en ese preciso instante, actuaría.

Siendo un experto en múltiples tácticas de combate, con la preparación marcial que caracterizaba al supersoldado, el capitán optó por usar la fuerza de la embestida de l terrorista contra él mismo, aferrar el brazo que portaba el cuchillo con sus poderosas manos, y lanzarlo por los aires...

Chequeo de Lucha por favor