Partida Rol por web

La larga ráfaga de disparos voló desde la parte final del túnel y machacó la pared que la criatura tenía en frente, la pared contra la que se había clavado una flecha de carbono, la pared contra la que la criatura se había estrellado... Si la criatura tuviera un razonamiento complejo, habría empezado a rezar al trono, tanta ráfaga habían machacado las paredes a su alrededor, pero ni la habían tocado.

Pero la criatura no tenía un razonamiento lógico, ni complejo, y lo demostró lanzando un largo rugido e irguiendose sobre sus patas traseras, su altura era bastante considerable, casi tocaba el techo. Tras eso se lanzó a toda velocidad hacia la parte del tunel que no podiais ver... y la perdisteis de vista.

El rugido de la bestia me sobresalta en el instante que apreto el gatillo haciendo que mi disparo golpee la pared.

Una concentración absoluta que me aísla de todo a mi alrededor me envuelvo como una cortina, todo lo demás desaparece de mi campo de visión excepto el puto bicho Xenos al cual le meto un certero disparo  

El bicho se da cuenta de que el grupo está ahí, aparte de alguien más por el otro lado del tunel. Es una especie de Tiranido pero más grande de los que se habían encontrado hasta el momento, y fue derecho a por Mkol.

Naer y Darran actuaron casi al unisono, pero los disparos parecian no hacer mella en el ser. Grend tenía buen angulo y estaba cerca, a pesar de que estaba pegado a su compañero, así que aguantó la respiración y disparó en semiautomatico contra él.

Por desgracia el bicho se movia demasiado para apuntar bien y los disparos le pasaron cerca pero sin darle.

Guardando el arco y sacando la pistola y el cuchillo, me dirijo corriendo lo mas sigilosamente posible, para tratar de mirar desde la esquina contra quien esta cargando el bicho. Si es otro de esos engendros del caos me alegraré de que el bicho siga, y ya me ocuparé de rematarlo cuando haya acabado con el archienemigo. Pero si es un guardia, eso ya es mas complejo...

Sentí un enorme alivio cuando la criatura tiro en la otra dirección del pasillo. Por el momento nos habíamos librado de ella. Pero entonces una sensación de fatalidad aun mayor que la anterior sustituyo el alivio cuando me di cuenta de la cruda realidad: y es que no nos quedaba más remedio que seguir por el camino que había escogido aquella cosa. Por lo que tarde o temprano nos volveremos a encontrar con ella.

Sigo a mi compañero en silencio con la intención de asomarme por la esquina a ver qué estaba pasando al otro lado del pasillo. Eso sí, seguía con el dedo en el gatillo del rifle automático por lo que pudiera pasar. Y esta vez pensaba hacerle probar el sabor del plomo a aquella criatura del infierno.

Cuando os asomáis levemente por la esquina, Brom y Lugh, no podéis creer lo que estáis viendo. Un equipo de guardias imperiales se encuentra bloqueando el pasillo. La primera línea de guardias se encuentra de rodillas mientras que la segunda está en pie. Todos han soltado tremendas ráfagas de laser y fuego automático contra la criatura sin poder detenerla y ahora esta se encuentra luchando cuerpo a cuerpo contra la primera fila de esos valientes hombres. Pese a estar trabada cuerpo a cuerpo con uno de los guardias, los disparos de los de más atrás siguen lloviéndole al ser como roció matutino, pero por desgracia pocos de ellos impactan en el.

El humo invade el angosto túnel, y los gritos y las ordenes resuenan en el tan fuertes como los disparos ocasionales.

Después de golpear con fuerza la cabeza del ex-presidiario contra la pared, Olan apuntó al tiránido que se había echado encima de Mklol y ajustó la mira de la pistola bolter con el cuerpo de la bestia. No quería fallar a tan corta distancia de manera que se tomó su tiempo y se aseguró de errar el tiro.

Ya eres mío, pequeño...

Con cuidado de evitar las garras del monstruo me alejo hasta la pared para evitar ponerme en la linea de fuego.

Cargo con toda mi alma contra el xenos:

!Por Tanith, por el Trono!

Pero el maldito xenos desvia mi plata pura con un ode sus brazos.

Dacre, sorprendido por la carga, intentó por todos los medias esquivar la acometida, colocando su rifle entre él y la bestia. 

Las reacciones de los hombres y mujeres de tanith habia sido espectacular, un segundo despues de que el tiranido hubiera lanzado ese tremendo zarpazo, Naer se habia desplazado para pillarlo por la espalda, Dacre se habia protegido con su arma esperando el siguiente golpe, quizas con la intencion de atraer sus ataques mientras sus compañeros lo intentaban fulminar, Olan se encontraba apuntado con cuidado su potente arma y Grend le habia descargado una tremenda rafaga al ser que los acosaba.

Todo en un espacio de tiempo de tan solo un segundo o dos. Los hombres y mujeres de tanith habia tenido una reaccion increhible. Pero eso no era todo, por el fondo del pasillo aparecieron dos figuras, que avanzando como fantasmas habian doblado el recodo del tunel y se aproximaban hacia el combate lanzando gritos facilmente reconocibles por vosotros como "gritos Tanith", que incluian expresiones como Feth y similar.

Al ver acercarse al tiranido asta nosotros apreto por segunda vez el gatillo del rifle, con la mira apuntando hacia su cuerpo lanzo una ráfaga que parece desarticularle uno de los brazos que tiene.

Bueno...no es mucho pero, así le costará más pegarnos con sus potentes garras.

¿quienes sois? ayudadnos por favor! digo algo desconcertada, la idea de que nos ayuden me parece muy buena, pero...una vez acabado el combate...habrá que ver quienes son esos tipos que tan bien imitan el lenguaje de nuestra tierra natal.

Termino el sprint que habia dado desde el principio del pasillo, para lanzarme a la carga contra el tiranido con mi plata al ristre y una flecha preparada. De un golpe clavo la venenosa flecha en el bicho, todo lo profundo que mi brazo me permite en esta situacion, esperando que el veneno le haga el efecto deseado, matandolo o al menos haciendolo mas lento.

¡¡El emperador protege, hijo de puta!!

Al ver a la criatura atacar a aquellos guardias levante el arma dispuesto a disparar, pero justo antes de empezar varios de ellos se lanzaron sobre él incluido Brom. Eso hacía que disparar con un arma con tan poca precisión fuese casi más peligroso para ellos que para el aquel engendro de pesadilla.

Pero tenía que hacer algo, no podía dejarlos tirados. Así que sin pensármelo dos veces desenvaine mi cuchillo tanith y cargue con todas mis fuerzas contra la cosa. ¡Muérete de una vez cabrón de feth! le grite mientras intentaba clavarle el cuchillo.

Ahora el tiranido se encontraba rodeado y el veneno circulaba por si sistema sanguíneo... El veneno capaz de matar a casi cualquier cosa si penetraba bien en el torrente sanguíneo, no logró acabar con esta bestia parda, en la que aun quedaba suficiente vida como para arremeter contra dos de los que le estaba acosando sin piedad.

En un rápido movimiento, el xenos envía dos rápidos zarpazos hacia sus objetivos, con la intención de despiezarlos a lo bestia. El primero de ellos se pierde en el aire, puesto que el humano que tenia ante si se había esperado algo similar y estaba preparado. Pero el segundo de ellos toca blando certeramente. La garra araña la parte lateral de la cabeza del humano protegida por el casco de ceramita con un chirrío estridente. Parece que el casco no ha podido parar todo el daño y las garras lo han perforado en algún punto, puesto que el soldado imperial aparta la cabeza con gesto de dolor.

Viendo venir hacia mi una garra con una velocidad inusitada, muevo mi plata para intentar parar el golpe del xenos, llegando tarde y recibiendo el golpe del animal que me ataca.

Un odio y una furia irracionales apoderan de mi dándome una fuerza brumadora que consigue que mi plata pura perfore su caparazón  atravesando de lado a lado y clavando lo en la pared.

 La horrible criatura muere entre estertores y chillidos de agonía.

El joven soldado imperial de nombre Darran, hunde su plata pura en el ser. La plata pura atraviesa como un arma afilada hasta el átomo el grueso caparazón de la criatura, y penetra en su carne desgarrándola brutalmente. Los 30 centímetros de singular arma, se clavan hasta la empuñadura atravesando gran variedad de órganos vitales. El aullido de dolor de la criatura es tremendo, y justo en el último momento cae hacia atrás evitando el disparo laser que Grend le enviaba como regalo final. Una vez en el suelo Darran extrae el arma y repita la acción un par de veces para asegurarse de que el ser ha dejado de respirar. Es lo más probable, puesto que su lengua cuelga inerte entre los afilados dientes, y su sangre se derrama por el suelo de malas maneras y en abundantes cantidades.

Todo el equipo jade exhausto. Han sido duros momentos en los que mucho estaba en juego... Esos malditos seres... Solo el trono y el difunto comisario podían saber qué demonios hacían aquí, tan alejados del sector...

Poco a poco vais notando los resultados de la acción. La mano de Olan comienza a doler más que antes, puesto que la adrenalina abandona poco a poco su sistema sanguíneo al ser consumida por sus células, eso le lleva a fijarse en el desgraciado que influido por el miedo intentó salir corriendo y que ahora yace en el suelo inconsciente con una brecha que le recorre la cabeza y la nariz hecha polvo... Olan no es el único que se da cuenta de lo que ha costado esto. Brom empieza a notar la sangre que se resbala poco a poco por su nuca, procedente de debajo de su horadado casco de ceramita.