Partida Rol por web

Proseguís con vuestro trabajo en silencio y cuando tenéis las frutas suficientes regresáis a la playa juntos pero sin hablaros. El resto del grupo se acerca a Libby y Shannon que se ponen a repartir lo que han cogido. Sawyer regresa al refugio que se ha construido con materiales del avión y se sienta ante él contemplando el mar en silencio.

El nuevo día ha traído consigo otra terrible noticia. Dos de los tres heridos que restaban han muerto durante la noche al no poder recuperarse de sus heridas. El grupo entierra en silencio a las dos nuevas víctimas junto al par de tumbas que hicieron el día anterior. Los ánimos han caído en picado ante estas nuevas muertes y al no tener noticias del grupo que fue en busca de la cabina.

A media mañana, un nutrido grupo de personas con Libby a la cabeza se acerca al refugio de Sawyer.

-Queremos hablar contigo. Sabemos que guardas medicinas que has encontrado y necesitamos que nos las des. Han muerto otras dos personas y el herido que queda no está en buen estado. Si no nos ayudas podría morir él también.

La gente alrededor de Libby asiente ante sus palabras y un par de hombres miran a Sawyer con el ceño fruncido y actitud amenazadora.

Acompaño a Lbby hasta el refugio de Sawyer y, con los brazos cruzados, miro desafiante a Sawyer

 Observo a la multitud enfurecida que se acerca y me pongo ante mis cosas, de pie con los brazos cruzados.

- Vaya, así que estais igual que cuando llegamos, solo que ahora pensais que es culpa mía sólo porque no actúo como vosotros. Y no contento con ello, llegais aquí, dando cosas por hecho y casi acusandome de que la gente se muera, cuando es lo más lógico teniendo en cuenta lo que ha pasado.

Los miro desafiante y sigo

- Además, ¿alguno de ustedes es médico? Es lo que haría falta para ayudar a esa gente, y no las pocas aspirinas que he encontrado, ¿o qué creíais? ¿Que iba en serio lo del supermercado? Por amor de dios, ibamos en un avión, ¡no en un ambulancia! ¡Si yo enfermase o me hiriese nada de lo que tengo me salvaría más que a esos pobres diablos! Digo señalando hacia donde están enterrados los que no han sobrevivido

- Ahora, si no os importa, dejadme en paz, aqui no hay nada para vosotros.

Mientras suelto el discurso busco con los ojos a mi "aliado" a ver si se pone de mi parte en esto

La gente se calma un poco y el ímpetu inicial del grupo disminuye. Algunas personas asienten con la cabeza ante las palabras de Sawyer y regresan a sus refugios provisionales en la playa. Al final sólo queda Libby, Shannon y media docena de los pasajeros más beligerantes.

-Bueno, lo que dices tiene sentido, es verdad. Pero yo he hecho un año de medicina y no haría ningún mal si nos dejaras ver las medicinas que has cogido. Quizá haya entre ellas algún calmante u opiáceo que nos pueda servir al menos para calmar el dolor de ese pobre hombre.

 Suspiro y levanto las manos en señal de "rendición"

- Está bien, que luego no digan que no soy un buen samaritano.

Entro en mi refugio y saco las medicinas, y le doy a Libby un paquete de aspirinas,  de tranquilizantes y pastillas para dormir.

- Ten, espero que con esto te baste. 

Echo una mirada al resto del grupo y me pongo serio

- Bien, ahora espero que me dejéis en paz mientras espero a que vengan a buscarnos, ¿vale?

Y sin esperar respuesta, me vuelvo a meter en el refugio, busco algún libro y me echo en la entrada a leer tranquilamente

Meneo la cabeza con desesperación. No puedo con él. Es un tipo realmente repugnante. Le digo a Libby mientras la acompaño mirando las medicinas.

-No sé, no me parece tan malo. Sí, es un poco egoísta y un tanto rudo hablando pero nos ha dado lo que le hemos pedido sin ponernos problemas.

Os alejáis las dos junto con el resto del grupo.

-¿Crees que tu hermano estará bien?

El grupo se aleja después de que les dieras las medicinas y ves acercarse a Edward. Está sonriendo.

-Los corderos se reúnen para atacar al lobo. Amigo, no tienes muchos puntos de popularidad en esta isla, ¿eh?

Se acomoda en la arena al lado tuyo mientras mira hacia el mar.

-Dios, como hecho de menos una cerveza.

Me encojo de hombros. No lo sé, pero presiento que está vivo... no sabría que decirte.

 Interrumpo mi lectura, molesto, pero como es mi unico aliado me lo guardo.

- Sí, a mi también me vendría bien, pero dudo que encontremos una tienda abierta por estos alrededores. Digo haciendo un gesto con la mano y abarcando parte de la costa y el mar

Me quedo unos segundos en silencio pensando

- Las situaciones extremas hacen salir a la luz la verdadera forma de ser de la gente ¿verdad? Soy el único que ha actuado conforme a lo que el insitno dicta, supervivencia, y de repente todos esos autoproclamados civilizados se convierten en carroñeros a la caza del único minimamente previsor...

Trato de mostrarme amistoso, me interesa saber qué había en el maletín...

Te mira por un momento pensativo, como si dudara sobre si decirte lo siguiente o no:

-¿Sabes una cosa? No me caes tan mal, Sawyer. Eres un superviviente y no lo ocultas, como hace el resto de ellos -dice señalándo vagamente en dirección al resto de personas-. Y tienes razón. Estas situaciones hacen aflorar el verdadero yo de las personas. Por eso me preocupa Kate. Deberíamos tener cuidado con ella.

Después se queda en silencio mirando hacia el mar.

-¿Y por qué no habría de estarlo? -te pregunta un tanto alarmada-. ¿Crees que en esta isla corremos peligro? ¿Habrá animales salvajes o algo así?

 Miro a Edward con curiosidad, pero fingiendo indiferencia. Siento que me está poniendo un cebo, pero quiero saber a dónde quiere llegar, así que pico el anzuelo

- ¿La pecosa? ¿Qué pasa con ella?

Miro con cara de preocupación hacia la selva, cómo se cierne amenazadora sobre nosotros. Pues no sé si habrá peligros ahí dentro, eso es lo peor, el temor a lo desconocido, a la incertidumbre. Podría ser un parque de atracciones o el infierno, pero el no saberlo...

Edward se lleva la mano al bolsillo del pantalón y saca un papel blanco, doblado y bastante arrugado.

-Mira esto, compañero.

Lo desdoblas y observas el rostro de Kate bajo un epígrafe que pone "Se busca". En él reza que Kate Austin es una fugitiva a la que se busca por asesinato. El aviso también ofrece una recompensa de diez mil dólares a quien de una pista que pueda llevar a su detención.

-¿Qué te parece? -te pregunta mientras estudia tu reacción.

 Observo el papel con indiferencia y se lo devuelvo con naturalidad al tiempo que digo

- Ajá... ¿Por qué me cuentas esto? No soy policía, y por ahora, no creo que vayamos a irnos demasiado lejos, no creo que trate de escapar, así que... ¿Qué quieres que haga?

-No quiero que hagas nada, sólo quería prevenirte -dice con una media sonrisa-. Que disfrutes con tu libro.

Después se levanta y se aleja en dirección al grupo.