Partida Rol por web

Un mes ha pasado desde que decidisteis inscribiros al concurso. Vuestra vida había seguido su ritmo habitual, sin recibir ninguna noticia acerca de los resultados del sorteo.

Una mañana, un sobre blanco con vuestro nombre impreso y el logo de Kimiko-Naoko, sin más dirección o cualquier otro dato, apareció en cada uno de vuestros buzones. Contenía una tarjetita que rezaba lo siguiente:

Cita:

Y sin más datos que añadir, se despedía con la firma del presidente de la empresa.

Los días fueron pasando...Cada vez quedaba menos para que llegara el día...Pero por fín, llegó.

Era una mañana horrible. Caía una gran tromba de agua y no parecía que fueran a dispersarse las nubes en todo el día. Cada uno de vosotros hacía los últimos preparativos...otros, lo preparativos a secas. En cuanto las manecillas del reloj se encontraron unidas sobre el número 12, el timbre de vuestra puerta sonó nítidamente. Habían sido realmente puntuales.

Un estruendo siguió al sonido del timbre. Parecía que...No parecía, habían echado la puerta de vuestra casa abajo. Por el que ahora era un agujero que antes cubría la madera que ahora reposaba hecha añicos sobre el suelo, entraron dos hombres enfundados en sendos trajes negros, cuyo rostro apenas dejaban visible entre unas gafas de sol y unos sombreros.

- Objetivo confirmado - Fue lo único que salió de sus bocas antes de avalanzarse sobre cada uno de vosotros para amordazaros e inmovilizaros.

Sin saber como, os encontrabais en el interior de una lujosa limusina. Habría sido un viaje placentero si no estuvieran esas cuerdas que os impedían moveros y esa mordaza que os impedía quejaros...Unas cortinillas cubrían las ventanillas por lo que no sabíais que camino estábais siguiendo.

Pasó así una hora. Los músculos del cuerpo os dolían por la extraña postura bondage en la que os habían obligado a permanecer. De pronto, el conductor frenó. El coche se detuvo. Uno de los hombres de negro, el más grandullón de ellos, abrió la puerta trasera. En su cara había una risilla socarrona mientras os agarraba y os lanzaba hacia el exterior del coche.

Sin más...desaparecieron.

Os encontrabais en un bello jardín de estilo japonés...Lamentablemente seguía sin dejar de llover y aún no estabais libres de ataduras...Pero ya no estabais solos, os encontrabais con 4 personas más.
 

Me pongo de rodillas, y luego de pie. No es facil,pero de peores formas me he levantado.

-Pero que mierda es esta... menudo concurso que hemos ganado. Nos atacan y nos traen aqui... donde cojones sea. Ya os pillare mas tarde, mamones-

Intento quitarme la mordaza con las manos atadas.
 

¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible que un par de tios hayan podido irrumpir en su casa y llevársela a la fuerza en ese momento? Esa misma mañana había ido a ver al jefe de policía de la prefactura para pedir una orden de alejamiento de su último "amigo"... ¿Tendría que volver al día siguiente? Eso si conseguía salir de allí viva...

Empieza a gritar como una desesperada, aunque esté amordazada... Al menos se desahogaría...

¡Mike! ¡Sé que eres tú! ¡Capullo! ¡Cuando me sueltes te vas a enterar! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaagh! ¡Sueltameeeeee!

Sólo hay una palabra para describir cómo se siente... FURIOSA.

Mira a los cuatro que estan junto a el y trata de gritar
BHFFMMMMMMMMM
pero recuerda que la mordaza le cubre la boca y piensa
Genial acabo de hacer el idiota delante de la gente...
luego trata de buscar un sitio donde rasgar las cuerdas para intentar romperlas

¡Foldafme! (Soltadme) Grita una chica con raras vestiduras cuando la sacan del coche sin parar de patalear y moverse.

Esa era su primera palabra en aquella mansión. ¡Qué buen comienzo! ¿Qué era aquello? ¿Una broma? Pues no tenía ni pizca de gracia. ¿Y si era un secuestro? ¿Querían pedir rescate a su rico padrastro? No...los hombres elegantemente vestidos, la limusina, la mansión...estaba claro que no era dinero lo que les faltaba. Entonces..¿qué necesidad tenían de amordazarla y atarla? ¡Qué impotencia sentía!

De repente, se da cuenta que hay otras 4 personas atada como ella. Intenta acercarse disimuladamente a una de ellas, la otra chica, para ver si se pueden desatar mutuamente.

Aya mira a la otra chica, sorprendida... no se había dado cuenta de que había más gente con ella hasta ahora.

Viendo lo que intenta, se pone de espaldas, intentando desatarla.

Un chico rubio natural y bastante bajito, también ha sido soltado al suelo, atado y amordazado... junto a un conejo de peluche.

Uhm... hhmmm... - mira a los presentes... pasando la mirada por encima de todos... y de repente... se echa a llorar, sería escandalosamente si no fuera porque la mordaza amortigua el griterío.

La llegada al extraño lugar le lleno de sospechas y de dudas, pero no de preocupacion; Para Kazuo, esta experiencia es de lo mas extraña y que por haber saltado de la rutina se convierte en un aspecto divertido de la misma vida.

- Interesante, jamas pense que ser secuestrado fuera tan extraño...me pregunto ¿Habran ido ya los del concurso?-

Se encuentra tirado, amarrado y con una mordaza en su boca; Observa a los presentes, ve a las dos chicas tratare de desatarse y a otro buscando un lugar para poder desamarrarse; Suspira, pasa sus manos amarradas de la espalda por debajo de sus pies amarrados, y consigue ponerlas frente suyo, de esta forma es mas facil cualquier movimiento.

Se acerca al que trata de quitarse las ataduras con sus propias manos, lo observa, y observa las cuerdas, dando a entender que el rabajo en equipo lograra resolver los problemas.

¿Qué más podría pasar en semejante situación? Siempre algo peor, eso está claro.

La fría lluvia había calado vuestras ropas, los llantos del chico rubito resonaban entre los relámpagos de la tormenta que parecía acercarse, otros luchaban por librarse de las ataduras...

Algo pareció moverse por detrás de unos matorrales a la izquierda de donde estabais, cosa que unos advirtieron antes que otros.

- ¡¡YA ESTÁN AQUÍ!! - Exclamó una voz aguda desde algún lugar desconocido. Justo en ese momento aparecieron un montón de lo que parecía...gente pequeña. En realidad eran unas muñecas muy similares a las Dollies 500...pero estas parecían hablar y moverse como humanos. Todas iguales, a la vez, corrieron hacia vosotros dejando una nube de polvo tras de sí.

En grupos de 5 se avalanzaron sobre vosotros...de nuevo. Sin dejar que os desatarais, os cogieron con fuerza sobrehumana, como si se tratasen de hormigas y vosotros su comida, y de esa guisa os llevaron por un camino que cruzaba el jardín hacia una enorme mansión. Entraron en ella, con vosotros sobre sus pequeñas manitas.

No pudisteis apreciar la exquisita decoración de la mansión ya que se movían a toda prisa. Llegaron a lo que parecía una sala de juntas.

Os dejaron sentados a cada uno en una silla y os liberaron de la mordaza y las ataduras mientras otros de estos seres os traían jarras de agua y toallas.

- Sean bienvenidos. Por favor, esperen aquí - Dijeron a coro las muñequitas. La mayoría de ellas se retiraron de la sala dando saltitos, excepto 6, que permanecieron al lado de cada uno de los elegidos, mirándolos con atención y sin perderlos de vista.

Delante de vosotros, habían unas carpetas con el logo de la empresa.

Bieeeen...¿Donde coño estoy? esto es de lo mas raro...supuesta mente yo habia ganado un concurso y este mediodia tenia que recoger el premio...y ahora estoy secuestrado en una puta mansion, con 5 extraños un niño lloron y...6 enanas que no paran de mirarnos
Dice bastante molesto Kyo...parece que ese dia no le estaba favoreciendo absolutamente nada

... snif, snif... quiero a mi Furuka... snif, snif... - sigue llorando, poniéndose el puño delante de la boca y haciendo aun pucheros... aunque se le ve más tranquilo.

- Esto si que se pone cada vez interesante -Sonrio Kazuo y tomo una de las toallas mientras se secaba su cabello, miro a la pequeña muñeca al lado suyo, observo una carpeta enfrente suyo, y volteo a los demas extraños que estaban a su alrrededor -¡Hola! Me llamo Kazuo, ¿A ustedes tambein los secuestraron?-  y cerro los ojos como si de una broam se tratara todo aquello.

Lo primero que hace Aya es... cerrar los ojos y respirar hondo un par de veces... Mira al niño... pero no le dice nada immediatamente... se nota que no ha tratado con niños muy amenudo...

Y sigue sin decirle anda, coge una toalla y empieza a secarle el pelo con cuidado... ni siquiera sabe porqué está haciendo eso. Ni siquiera se preocupa por secar su ya estrecha ropa... que queda totalmente arrapada a sus curvas... ni por secar su pelo... que cae como una cascada de fuego sobre su cara.

Mira a Kazuo... de arriba abajo... parece analizarlo... y finalmente sonríe, sin dejar de secarle el pelo al rubito.

Sí, parece que sí. Soy Aya, un... clava su mirada en la del chico, sonriendo de medio lado, haciendola parecer aún más sexy de lo que ya estaba... un verdadero placer.

Responde, con tono de voz suave y seductor.

A Miu se le pasaron todas las dudas y preocupaciones cuando vio aparecer a esa manada de lo que parecían Dollies 500. Mientras la llevaban en brazos no dejaba de moverse. ¡Quería bajar y observarlas mejor!

Cuando la desataron al fin pudo desahogarse. ¡Qué guay! Dice cogiendo una de las pequeñas y observandola desde todas las perspectivas. Ni siquiera se había molestado en secarse. Quizá pillara un resfriado. Pero no le importaba porque..¡estaba rodeada de Dollies!

Sin dejar de observarlas y de tumbarse en el suelo, y girar alrededor suyo (de las Dollies) para observarlas mejor. Se presenta. Soy Miu Sakurai. No les miraba, pero oía sus presentaciones.

- ¡Yo no soy ningún juguete! ¡Niña engreída! - la pequeña Dollie que sostenía Miu, le da un leve golpe en su mano... y a pesar de lo pequeña que es, consigue que la mano de la chica caiga encima de la mesa y la pequeña vuelva a poner los pies encima de la mesa.

Vuelve a cuadrarse, esperando órdenes de alguien... o simplemente esperando algo.

El pequeño, al notar el contacto de la toalla de la chica que se sienta a su lado... deja de llorar y se arrima un poco más a ella, cómo buscando su calor... pues debido a su frágil aparencia, nadie diría que busca algo más.

... Gracias... - le dice, mirándola aun con pucheros en la cara, mira a los demás y se sorbe los mocos (xD), sostiene su conejo de peluche entre sus brazos - Yo soy Mitsukuni Haninozuka... pero todo el mundo me llama Hani...

Observa a su Dollie 500 con curiosidad, se nota que está muy mejorada... muchísimo. Quizás podría conseguir una para él.

Miro lo que me rodea con gesto huraño, sobre todo a las muñecas.

-Maldita sea...donde cojones me he metido.-

Abro la carpeta que hay ante mi, y comienzo a leer los papeles, buscando una explicacion ante el secuestro y los daños corporales y materiales sufridos. Me impaciento pronto, y la cierro de nuevo.

-Tu muñeca, cosa, o lo que seas, me dirijo a la muñeca mas cercana de mal humor. Se puede saber que narices pasa?-

Antes de que Kaede pueda abrir la carpeta, la muñequita que está a su lado le da un suave golpe en el dorso de la mano que cierra inmediatamente la nueva carpeta.

- ¡No abráis aun las carpetas! - dice con voz chillona, y frunciendo el ceño. Vuelve a sonreir - Oh... ya sabéis a lo que habéis venido, habéis sido los ganadores de las Dollies 3.000... pero no hemos sido programadas para explicaros nada más, a pesar de saberlo... - todas se ríen divertidas, parece realmente que tengan libre albedrío - pero enseguida os atenderán, no os impaciantéis.

Y sonríe cómo si nunca jamás hubiera parecido todo aquello un secuestro.

-Pues estos haran lo que quieran, pero como esas Dollies 3000, sean como vosotras, mejor me voy y me piro a mi casa, que el casero se estara preguntando que paso con su puerta.-

Me pongo en pie, y hago gesto de ir hacia la puerta.

Los murmullos de los ahi presentes innundan la cabeza de Kazuo, oye los nombres de los que se han  presentado, escucha como una de las "personitas" se ha quejado con Miu; Al terminar de observar la escena, voltea con la mujer que a su lado se encontraba, y vio una vision en ella, era algo fugaz, y ver aquel largo pelo resbalando pro su espalda, le hizo imaginarse una hoguera, por un instante, olvido el nombre de la joven y adopto un apodo para ella: "Cabellos de Fuego"

- Eres Bonita Cabellos de Fuego- muestra una sonrisa larga y profunda, y voltea a ver al pequeño que se encontraba siendo mimado por "Cabellos de Fuego" - ¡Hola Hani!- y agitadamente mueve su mano.

Trato de articular algunas palabras para "Cabellos de Fuego" y continuar la conversacion, pero los quejidos del otro sujeto retumbraon a su alrrededor y oyo como se movia lentamente y se dirigia hacia la puerta, dirigio su mirada hacia la mujer y pregunto -¿Que crees que este pasando "Cabellos de Fuego?-.

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