Partida Rol por web

Llegas a la tranquila terrazita, todos los muebles que hay son de madera buena... y los colchones impecables.

Después de dar muchas vueltas, Miu por fin encuentra la terraza.

¡Vaya, es preciosa! ¡Qué calor hace! Se quita la chaqueta y se queda con el palabra de honor blanco y se tumba en una de las tumbonas a tomar el sol, un rato. Aunque al principio tenía una sonrisa, poco a poco, se fue desdibujando. No podía dejar de pensar en Akira... Akira, ven. Nunca sería capaz de decir eso...

Sin saber porqué, nota como se le humedecen los ojos, y para evitarlo, cruza los brazos encima de éstos. Con la tranquilidad del lugar, y sus ojos húmedos tapados por sus brazos, Miu cae en un ligero sueño.

Poco a poco sientes como el sueño se va apoderando de ti... hasta que uno de los brazos que mantenías enfrente de la cara cae hasta tu vientre... y tu cabeza se ladea hacia un lado, el segundo brazo no tarda en caer junto al otro.

Todo estaba oscuro, pero no negro. No estaba en una habitación, era algun espacio tridimensional. Miu estaba flotando. Parece que se sentía cómoda. A lo lejos, puede vislumbrar una figura, que poco a poco se va acercando. Al principio no puede distinguirla, pero cuando llega delante de ella, se hace la luz y se puede ver claramente. Era su padre.

Hola cielo... le dice con dulzura. Miu no le decía nada, simplemente le miraba con tristeza y se secaba las lágrimas que empezaban a salir. No te preocupes, todo saldrá bien. Añade el hombre secándole las lágrimas. Miu sonríe a la vez que llora. Sé buena, hasta pronto... Es lo último que le dice antes de hacerle un gesto con la cabeza sonriendo y señalándole la espalda de Miu. Ella no puede hacer nada por evitarlo, solo le sonríe con ternura y se despide de él con la mano, su padre ha desaparecido. Esta vez, había podido despedirse.

Pero la luz sigue sin apagarse. Otra figura aparece por la espalda, pero Miu la había reconocido antes de girarse. Lo había reconocido por su perfume: era Akira. Se gira nada más desaparecer su padre y le sonríe. Aquí no hay vergüenza y Miu sigue sus instintos. Se tira a los brazos de Akira. No te vayas nunca... Le suplica y casi ordena. Y se queda así, sonriendo, en sus brazos.

...iu... Miu... - una voz lejana... la chica abre los ojos, parece que esté volando... delante de ella, está Akira... aunque, es todo un poco raro... hasta que se da cuenta que él la está llevando en brazos - Por fin despiertas... te has quedado dormida en la tumbona. ¿No sabes que es peligroso quedarse dormida al sol sin protección? Y más a las cuatro de la tarde... además estás sudada. ¿Pretendes ir a tu primera cita así? ¬¬

Se ríe y coge mejor a Miu - Te estoy llevando a la habitación, supongo que querrás darte una ducha y cambiarte de ropa ^^ Yo iré mientras a la sala de juegos a decirle a Kaede que enseguida irás.

¿Qué? Empieza a abrir los ojos lentamente y se los friega. Cuando ve la cara de Akira y que la está llevando pega un gritito y se encoge, sonrojada. Siente el tacto de Akira en su propia piel y no la ayuda. Se da cuenta de que no lleva la chaqueta, y provoca que se sonroje más.

¡Oh Dios mío! ¿Cuanto tiempo me he quedado dormida? Pregunta mirándose los brazos, por suerte no se había quemado. ¿Qué hora es?...Esto..muchas gracias..que conste que me voy a duchar porque estoy sudada, no porque ahora vaya a ir con Kaede.. Responde algo refunfuñona. ¿Y esa explicación a qué venia?