Partida Rol por web

Residencia Hime, habitación de Haruna

- ¡Qué caloooooooor! - se queja Haruna solo despertarse y rebusca con un pie las sabanas que durante su sueño había desterrado. En cuanto sus dedos sienten el frescor del algodón intentan pinzar la ropa para regresar las sabanas encima de la cama sin tener que levantarse, una tarea que para Haruna no resultaba muy complicada puesto que la realizaba más de una vez durante esas noches de verano.

¿Qué hora es? se plantea mientras alarga su brazo hacia el reloj que descansaba en el marco de la ventana que usaba como mesilla de noche; al dar con él entreabre un ojo y lee 07:45*. 

Al procesar esa información su cuerpo se activa y se levanta como si de un muelle se tratara. 

Vamos Haruna, hay que vestirse ¡que tienes trabajo!

¿Dónde estará Ann? murmura mientras rebusca en su armario el conjunto que había acordado con la almohada que se pondría para su presentación al resto del set que el productor de su próxima película había organizado.

Residencia Hime, habitación de Haruna

Me despierto con un pie en la boca que se va pronto.

Normalmente me gustaría pero núnca va por mís intereses

En tu cama, princesita. Anoche tuviste una pesadilla e insististe en que durmiera contigo. Aunque este despertar me lo podía haber evitado

Hice como que me limpiaba la boca pero lo cierto es que sabía delicioso. Me gustaría probar algo más pero no iba a dejarse y además seguro que pensaba que era otra cosa.

Quizás tuviera que probar esa estratagema pero la última vez me pase toda una noche bebiendo como una descosida para recuperarme de la decepción

Supongo que por lo menos me daras un besito para compensarme por lavarte los pies con mi lengua.

La voz de Ann la sobresaltó e hizo que su cuerpo se encogiera escondiéndose detrás de los brazos, a la vez que se sujetaba con un solo pie en el suelo y soltó un grito tímido, corto y conciso.

Su cabeza no tardó mucho en advertir al resto del cuerpo que quién le había hablado era Ann y que, por lo tanto, podía relajarse de nuevo.

Haruna pone de nuevo ambos pies en el suelo y suspira instantáneamente preocupada por sus frecuentes pesadillas, no recordaba haber visto ninguna película ni leído nada que le pudiese dejar el subconsciente intranquilo y ello la mosqueaba.

- Perdona. - responde a Ann con referencia a lo del pie mientras se voltea hacía ella para darle los buenos días, pero en cuanto la ve limpiarse la boca no puede evitar reírse, una risa que finalmente terminó siendo censurada, no con una mano, sino con ambas - Lo siento - intentó repetir Haruna entre risas mientras Ann le pedía una compensación. 

Cuando por fin se calma Haruna se voltea de nuevo hacía el armario y recoge la ropa que había dejado caer cuando se sobresaltó. 

- ¿qué te parece? - pregunta a su compañera lanzando hacía la cama una falda granatosa ceñida y una camisa marfil de mangas holgadas y cuello abierto que caía por los hombros - Luego me pondré ese top negro encima ¿sabes? - aclara mientras se quita el pijama tirando de la camiseta hacía arriba a la par que realizaba movimientos extraños de cadera para que los pantalones cedieran a la gravedad. 

Oh, si. Por esto seguia trabajando para ella.

Pero ¿cómo lo conseguia?. Siempre acababa tapandose.

Me lleve las manos a la cabeza con desesperación para recuperar la compostura antes de que me viera

Si, si. Lo que tu digas princesa. Pero date prisa. Acuerdate que hoy tenemos la grabación para la nueva pelicula. Solo nos van a dejar el centro comercial hoy así que el productor ha sido muy energico con ello.

Y tan energico. Estaba segura de que ese viejo repulsivo le habia hechado el ojo encima. Pero ¿qué se creía? ¿Qué le iba a dejar que abusara de ella?.

No. Haruna era solo mía.
 

Con esos pensamientos sali de la habitación para irme a la mía y prepararme. No sabía cuanto más aguantaria ese acoso. Si al menos fuera en serio.

Decidi despejarme con una buena ducha. Seguro que eso me aclararía las ídeas.

Residencia Hime, planta baja, cocina-comedor

Date prisa... se queja Haruna entre dientes mientras prepara unas tostadas como desayuno para ambas.

¿y va y se mete en la ducha? sigue murmurando mientras exprime unas naranjas.

Una vez tiene preparado el zumo y lo deja todo en la mesa colocado en el milímetro exacto que según ella debía ir cada cosa y se sienta a esperar a Ann repasando el guión que en un par de horas debería repetir. 

Tras una buena ducha fría las cosas eran más fáciles y baje hasta la cocina para tomar algo antes de salir encontrándome conque ya me había preparado unas tostadas y un poco de zumo.

Si es que eres un sol. Te perdono lo del pie de antes dije mientras le daba un pequeño beso en los labios.

Parecemos un matrimonio. sonreí mientras me sentaba a la mesa con el vaso

Haruna sonríe ante la idea de ser un matrimonio, realmente llegaban a parecerlo.

- P..pero ¿por qué os peleáis? ¡Sois hermanos, recordadlo! - Se levanta de la mesa picándola con ambas manos y dejando caer la silla detrás de ella.

Luego guiña un ojo a Ann - ¿demasiado? - pregunta con una risa a punto de estallar en sus labios y gira su muñeca para ver el reloj. 

Supongo que Reshi* llegará pronto...

Zona Residencial

Miyu salía de casa en la mañana y llegaba en la tarde. Estaba caminando con calma y en silencio. Observaba todo lo que había a su alrededor. Su paso era calmo y sin prisa. Su hermano sabía cuánto le gustaba a ella contemplar la pasividad de los lugares donde se encontraba.

Se detuvo un rato a mirar las casas que quedaban cerca a la suya pero también había algo que esperaba encontrar. No estaba segura de qué era lo que quería encontrar pero estaba segura que llegaría el momento. La paciencia era la clave y ella era paciente.

El viento golpeaba fuertemente esa tarde y su cabello ondeaba fuertemente. Toma un mechón de cabello que ha caído sobre su rostro y permanece caminando despacio, tranquila y lentamente. Disfruta del golpeteo del viento y del olor familiar de su vecindario. Con un largo suspiro dice - Espero encontrarte -.

El viento soplaba fuertemente como presagiando que algo iba a suceder esa mañana.

Tres jovenes iban a encontrarse por el camino y el destino de ellos iba a cambiar radicalmente.

Faltaban muchos días para las clases y aunque le aburrían soberanamente no eran nada comparado con el aburrimiento que sentia en ese momento.

Echaba de menos un autentico reto con el que enfrentar su mente, algo que le costará conseguir y que dejará a la gente con la boca abierta. Y sobre todo que le permitiera pensar en otra cosa.

Un ruido de un coche derrapando con un bocinazo de acompañamiento le sobresalto haciendo que se echara a un lado para luego ver que era de lejos.

-Desgraciado. No se puede circular tan rápido por una zona residencial. Esto... ¿donde estoy apoyado?- dijo notandose bastante comodo.

-Sobre mí- dijo Tamako bastante molesta. Tener el codo de un joven en su pecho no era la ídea que tenía de un agradable paseo como el que habia empezado -Y si no es mucha molestía agradecería que te quitarás de encima-

Entonces se fijo en Miyu que se habia quedado viendoles muy fijamente

-Esto no es lo que parece- salto dandole un fuerte empujón a Daito -Yo no he hecho nada para provocar a este acosador-

Se preguntaba seriamente si no tendría que haber llamado a la policia. Además el tipo parecía un delincuente.

Mierda. No era lugar donde apoyarse, eso estaba claro. Dio un respingo para mirar a la chica que le había hablado, un tanto ruborizado.

Mierda... Ya es mala suerte, maldita sea.

Intentaba excusarse, pero no le salían las palabras. Hizo una reverencia un tanto forzada y dijo en alto.

-Discúlpeme, nunca fue mi intención... Esto... Ya sabe.

Luego cuando ve a la otra señorita, y cómo la primera se refiere a la segunda, dejándolo en evidencia, saca las manos de los bolsillos y dice, un tanto mas ruborizado.

-Esto es un gran malentendido Yo... Yo mejor me marcho

Comentó, bajando la mirada y caminando hacia otro lado donde no estuviese aquella situación tan vergonzosa.

Miyu se encontraba sumergida en sus propios pensamientos, cuando escucha un fuerte estruendo. Voltea y puede ver a dos chicos, al parecer de su edad, uno encima de otro.

Por un momento, Miyu no sabe qué decir pero luego ve cómo todo parece haber sido un accidente. El carro se va rápidamente y Miyu corre hacia ellos para ayudarles un poco. Se acerca al joven que parece que saldrá corriendo y le dice - ¿Estás bien? Oye, casi te atropella - pone una mano en su hombro para que el chico se detenga y luego le dice - Ven, ayúdame a levantarla - se agacha y le ofrece una mano a la rubia que se encontraba en el suelo. La mira con un rostro amable, aunque ni por asomo una sonrisa - ¿Estás bien? Fue una gran caída, aunque no creo que él lo haya hecho a propósito - mira al joven de cabello extraño.

No intentes defenderle dije mientras aceptaba la mano para levantarme Seguro que lo ha hecho a proposito

Miré pecho tristemente Ya se que llaman la atención pero yo no los pedí. Además no es razón para que los chicos intenten tocarlos continuamente.

Me gire violentamente hacia Daito señalandole con el dedo Pervertido, pervertido, pervertido...

-Eh... No, si yo mejor..

Entonces se dio cuenta que era mas una orden que una proposición, puesto que la muchacha no lo soltó hasta después de haber levantado a la mujer... Con la consiguiente acusación. Respiró profundamente mirándola a los ojos, con determinación, y dijo.

-Que quede claro de una vez... No fue mi intención contrariarla de ninguna manera, señorita. Tropecé a causa de ese coche que iba tan rápido y el azar hizo que fuese a caer... Ahí.

Dicho lo mismo miró a la pelirroja que lo había casi que llevado hasta allí de nuevo.

-Mira, no tengo interés en.. tocar esas cosas. Ninguno. Bueno si, pero no las tuyas. Que no significa que sean feas, solo...

Suspiró, agobiado de buscar tantas explicaciones. ¿De verdad hacía falta tanta explicación?

-Se como sea... Me da que no vamos a llegar a una conclusión positiva ¿Verdad?

Volvió a meterse la mano en los bolsillos, y poco a poco recupera la compostura, las formas y sobre todo, la calma. 

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De repente su rostro cambió, como si hubiese recordado algo. Sus ojos se entornaron un poco mas, mirando al suelo. Solo fueron unos segundos...

Antes de que volviese a mirarlas 

-En fin. Ya poco importa.

Dicho lo mismo observó su alrededor, esperando encontrar algo que llamase su atención, para dirigirse a continuación. Solo esperaba que aquel suceso no lo hiciese mas popular.

Miyu escucha a la chica y suspira. Al parecer, era un poco cabeza hueca. Mira a los dos con una mirada más seria y dice - Lo importante es que ambos están bien - dice Miyu con una voz un poco grave.

Mira a todos con una mirada profunda. Era una extraña mirada para una chica de esa edad y más por su actitud, pero eso ella no lo nota. Mira a un lugar no muy lejos de allí y dice - ¿Qué hacen por esta zona? ¿Viven cerca? -.

Ella sólo quería ser amable, pero se le hacía extraño que, todo este tiempo viviendo allí y nunca los hubiera visto. No son dos personas que pasen desapercibidas fácilmente para eso. ¿Serán del mismo instituto? ¿De dónde habrán salido?

Eran muchas las preguntas que rondaban en la mente de Miyu, pero todo era un poco extraño como para saber bien qué era lo que sucedía.

No podía más que enfadarme ante las palabras del chico. Primero dice que no le interesan mis pechos y luego que sí. ¿No era capaz a aclararse?

Sin embargo cuando bajo la mirada no pude aguantar mi enfado.

El pobre mostraba una cara tan derrotada que parecia un perrito perdido

Bueno, tranquilizate. Acepto que no lo hiciste con mala intención. Pero la proxima vez pide permiso primero Me sonroje ante lo que habia dicho Eso no significa que haya proxima vez. No tienes que tocarlas para nada añadi mientras me tapaba con los brazos cruzados sobre el pecho.

Entonces sono la pregunta de la chica

Si, acabo de trasladarme. Soy de Tokyo y mi padre ha conseguido un puesto de redactor en la televisión local con lo que nos hemos trasladado hace poco.
Por cierto me llamo Tamako Nawa, es un placer dije sonriendo mientras ponía las manos a mi espalda y me giraba ligeramente.

El muchacho respiró profundamente cuando consiguió que ella se relajara un poco. Entonces respondió a la pregunta de aquella chica pelirroja.

-Yo soy de aquí, pero la verdad es que normalmente me encerraba en casa y estaba mas en el distrito noroeste. Soy de la familia Araragi, mi madre está bastante bien posicionada en la política y... Eso. Aunque este año voy a empezar el instituto público. 

Era extraño que un chico rico fuese a un instituto público, cuando todos sabían que con los privados, normalmente se tenían mas opciones y se salía mas preparado. 

Suspiró de manera leve antes de decir su nombre.

-Soy Daito Araragi. Un placer conoceros. ¿Y tu eres..?

Comentó, dirigiéndose hacia la chica que lo había detenido en primera instancia.