Partida Rol por web

Kiyra recorrió las instancias intentado ver algo inusual, alguna abertura o puerta secreta. 

Estos rufianes tenían que tener algún pasadizo secreto Sibelius, busquemos con calma!

Siguiendo con su cometido a continuación. 

Algo se nos esta escapando, exclama indignada Kiyra.

Amplio mapa tras puerta secreta descubierta por kyra

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2. COCINA. 
Hay cuatro pícaros en esta área, en dormitorios o comiendo tranquilamente. Aquí es donde los pícaros hacen su comida, pero ya que no tienen una estufa o una manera de hacer un fuego para cocinar  sin llenar el lugar con el humo, comen vino, cecina, queso , y frutas. Dos faroles colgados en ganchos de pared proporcionan la luz. Una rejilla en la esquina sureste se conecta a una tuberia tapada de 8 pulgadas de diámetro tubería que desemboca en el alcantarillado; (para volcar basura y residuos en la alcantarilla) con el fin de mantener el olor a aguas residuales fuera de su guarida. Las áreas marcadas 2A contiene dos camas simples, cada uno como los de la zona 1A. Las áreas marcadas 2B son para el almacenamiento de alimentos, además de unos cuantos barriles de agua 
 

Mientras veo como las cosas van pasando a mi alrededor y sin poder hacer mucho, solo escucho un dolor punzante y agudo en mi pierna. 

- AAAAAAAAAHHHHHHH - digo entre jadeos al ver que una flecha está incrustada en mi pequeña pierna derecha. - pero que demonios!

Pero antes de que pudiese reaccionar de nuevo veo que ya todo acabó. Cualquiera que haya sido el que me disparó ya fue ajusticiado por uno de mis compañeros. 

Con la pierna adolorida y cojeando un poco, me pongo a buscar tal cual me lo solicito Sibelius. Para ver si encontraba algo, ya sean trampas o puertas secretas.

Al ver que hay 4 enemigos más me refugio detrás del grupo, o al menos de los más capacitados para pelear antes que yo.

Kiyra al entrar en la nueva habitación, antes oculta, ve que se le viene enciman cuatro ladrones, manteniendo su posición, se prepara para el ataque, con sus estoques preparados.

Rendiros y correréis mejor suerte que vuestros desdichados camaradas.

Alzando uno de sus estoques, al rufián más cercano, que tiene a su derecha lo señala, preparando mentalmente la activación de uno de sus juguetes preferidos, los guantes relampagueantes. 

Sibelius rapidamente se vuelve a transformar en un murciélago para poder pasar por arriba de sus compañeros y así estar en una mejor posición para poder atacar. Ya estaba de nuevo preparado para volverse a transformar en lobo y así poder atacar nuevamente a los bandidos.

Arto de hablar dice el semiorco antes de clavar sus dos espadas a uno de los ladrones. Cada espada se mete por uno de los dos costados saliendo por los hombros. Las espadas no llegan a chocar entre sí por la maestría ejecutada por el salvaje de los bosques. La escena aparte de macabra resulta espeluznante para todos los presentes. Cuando Ralo saca sus espadas, el ladrón cae rendido al suelo, sangrando cual cerdo. Esto os espera si mostrais resistencia! dice con severa autoridad.

Los ladrones salen a vuestro encuentro , no permitiendoos el paso a algunos (ver mapa) Aun asi demuestran su poca habilidad de lucha igual que los anteriores, tal vez mas dedicados al latrocino que a la espada, solo alcanza uno a Ralo, con una fea cuchillada en el brazo bastante profunda y eso que son 2 contra kyra y otros 2 contra ralo, hacondo un dos contra uno en cada flanco

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Envalentonandome un poco viendo como todos mis compañeros son excelentes peleadores, yo no puedo ser menos, así que saco mi Daga (Agujita de Escarcha) y me hago la interesante con el tipo que tengo al lado, haciendo algunos amagues, moviendo un poco las piernas y pasando la daga de una mano a la otra. Tan divertida estaba que al final la daga se me cae al piso y la termino pateando más allá de donde esta mi fallida víctima.

Pongo cara de circunstancia y hago un par de pasos atrás buscando a alguno de los que realmente saben pelear. 

Sibelius pasa por arriba de todos rozando el techo de la habitación para colocarse detras de uno de los ladrones y así poder atacar combirtiendose en lobo. 
Intenta impactar con su ataque de mordisco, pero este fue demasiado lento en esta ocasión fallando de muy mala manera.

Arto de hablar dice el semiorco antes de clavar sus dos espadas a uno de los ladrones. Cada espada se mete por uno de los dos costados saliendo por los hombros. Las espadas no llegan a chocar entre sí por la maestría ejecutada por el salvaje de los bosques. La escena aparte de macabra resulta espeluznante para todos los presentes. Cuando Ralo saca sus espadas, el ladrón cae rendido al suelo, sangrando cual cerdo. Esto os espera si mostrais resistencia! dice con severa autoridad.

Kiyra vuelve a atacar al rufian que ya tiene herido con la descarga del rayo, insertandolo en su primer golpe, intentando golpear con la otra arma si no cae, para pasar posteriormente al otro ladron que se encuentra a su lado.

Ninguno de estos pararan a este grupo formidable, piensa, viendo como Ralo a continuacion despacha a dos de ellos. Haciendo que la adrenalina fluya por las venas de Kiyra, mientras que las sangre de sus enemigos salpica las paredes en lo que parece una escena dantesca.

La primera fila de guerreros formada por Ralo y Asenoc, es tan habil como despiadada con sus adversarios, pues por mucho que intenten los ladrones proteger su guarida, Ralo hace un doble movimiento con su hoja de de izquierda a derecha que recuerda a un golpe samurai matando al de la izquierda de un tajo en el vientre e hiriendo al otro y kyra deja abatido a otro que estaba ya herido ,este cae despacio porque estaba al limite de su resistencia y cae al suelo lentamente

Reaccionan con fiereza ambos con golpes igualmente buenos, que Kyra gracias a su agilidad felina esquiva por poco pero ralo no y se lleva una segunda cuchillada en el cuerpo

El semiorco tras acabar con uno de los ladrones mira al otro que decide corta el pecho del explorador. Idiota... dice decepcionado el semiorco, ya que esperaba que el ladronzuelo hubiese corrido despavorido. Dejando caer su espada sobre uno de los hombros del ladrón y sin encontrar mucha resistencia, corta como si fuese una ramita el brazo. Dejándola allí a la vista de todos la fuerza y al brutalidad del semiorco.