Partida Rol por web

Morpheus: el extracto de los sueños

Prologo: Rapid Eye Moviment

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16/05/2011, 10:50
Thomas Ryan MacGuffin

- Señores...tenemos compañía... - digo al resto de compañeros - ...es uno de los guardaespaldas de Horizon...parece que está haciendo una inspección... 

Puede que quieren que estemos todos en el comedor por algo, al fin y al cabo todos hemos recibido un extraño y amenazante mensaje.

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16/05/2011, 14:42
Jean Claude Renoir

-Lo cierto es que no me gusta que me echen de malas maneras... Lo mejor será ir con todos -miro los restos de puerta-. Tal vez podamos decirle al amable gorila que cambien la puerta, ¿no?

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17/05/2011, 14:06
Lord Hyeronimus Cromwell

- De acuerdo, - asiente Cromwell aún algo retraído - pero seguimos teniendo una reunión pendiente. No la posterguemos demasiado

Mira a sus compañeros y espera aprobación

Aún quedan cosas que comentar, cosas que aclarar, ¿acaso nadie más lo ha percibido? Reunamonos pronto para que los detalles aún frescos no se pierdan con imprevistos

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17/05/2011, 23:18
Emily Chrystalle

Tardó un poco en comprender que habían visto lo mismo que ella o casi. ¿Alucinación colectiva?

-No, no. Eso no puede ser –murmuraba a nadie en particular; en realidad lo suyo eran pensamientos expresados en voz alta, una suerte de conversación con su yo interior-. Para eso tendríamos que haber sido inducidos a una suerte de estado pre-hipnótico o algo que nos predispusiera a experimentar esto, pero eso no ha pasado, ninguno nos habíamos visto la cara hasta hace unas horas… ¡¡Aquí hay algo más!!

-¿Cita? ¿Qué cita? ¿Qué decía vuestra invitación?

Se incorporó, no se iba a quedar tumbada sin hacer nada, necesitaba respuestas. Buscó su invitación para enseñarles lo que en ella había escrito, al tiempo que guardaba las cosas que para ella tenían mayor valor. Su puerta estaba destrozada por lo que nada de lo que había al interior de la habitación estaba ahora a resguardo y nunca se sabe las malas costumbres que podrían tener algunos.

-¡Aquí está! –exclamó apenas encontrar la invitación y leyó en voz alta el mensaje que había sido añadido a ésta- La muerte roja llegará a las doce campanadas.

La llamada para ir a cenar había sonado ya y todos los pasajeros se dirigían al comedor. Demasiadas preguntas estaban en el aire y al parecer solo había una persona capaz de responderlas. Los pasos del guardia llegaron a sus oídos, algo había que decir para justificar lo de la puerta, la prudencia de Emily la empujaba a mantener los detalles de ese asunto en secreto, con que ya fuera de conocimiento de todos los allí presentes era suficiente.

Respiró profundo y adecentó su aspecto reacomodándose los faldones del vestido, así como alisando los pliegues que se habían formado en éste debido a su desvanecimiento.

-Señores, vamos a cenar, ya continuaremos con esta conversación en cuanto tengamos la oportunidad, por ahora es necesario justificar lo de la puerta... Mmmm... Explicaré al guardia que tuve un desvanecimiento, ustedes oyeron el golpe y alarmados acudieron a mi puerta, al no tener respuesta y viéndose imposibilitados de forzar la cerradura optaron por echar ésta abajo. Esa será mi versión procuren que la vuestra se ajuste a la mía.

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18/05/2011, 09:23
Director

Decidís dirigiros hacía el comedor, donde estarán el resto del pasajepreparados para la comida. Dejais el lugar donde descansa la puerta rota, para ir hacía el pasillo donde os encontrais con la imponente figura del guardaespaldas, que con sus rostro cubierto por la mascara de ceramica no podeis decir que en que está pensando, al acercarse simplemente os hace una ligera reverencia y y sigue con su periplo por los pasillos de los camarotes. No parece que el resto de los vieajeros esten teniendo estás "alucinaciones" tan vividas, algunas de ellas incluso han dejado cosas tangibles en vuestras manos y no sabeis que pensar.

Por fín llegais al comedor sin ningún sobresalto, la sala esta llena, al parecer nadie ha querido faltar a la comida, que por los entrantes que hay puestos en la mesa(algunos bastante vacios, donde se han quedado alguno de los viajeros) y los vinos a medio abrir, la comida va a ser bastante animada. Pero en la mesa presidencial donde deberia que estar el señor Horizon no hay nadie, a excepción de los guardaespaldas.

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18/05/2011, 14:30
Lord Hyeronimus Cromwell

- Nuestro anfitrión se ausenta - susurra casi para sí mismo

No ha tardado apenas nada en dejarse servir una generosa copa de vino para calmar el alterado ánimo en el que se ha sumergido tras lo ocurrido. Aquellos guardaespaldas los vigilan. No abiertamente, pero lo hacen

Es como si aguardasen algo... algún error, ¿tal vez? ¿Por nuestra parte? ¿Quizás a que acudamos al señor Horizon para probar aquella terrible máquina que ha inventado?

Un escalofrío le sacude de nuevo, haciendo que tiemble la mano en la que sostiene su bebida. Un nuevo trago y un largo suspiro. Observa a sus compañeros, esperando que sepan integrarse en conversaciones y el resto de la fiesta. Su tardanza se habría hecho notar, más aún si se aislaban tan visiblemente. Lo haría de buena gana, pero de momento, necesitaba unos instantes de reflexión

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19/05/2011, 21:58
Emily Chrystalle

-¿Y nuestro anfitrión? -preguntó Emily alzando la voz lo suficiente para que todos en la mesa, y posiblemente las mesas contiguas, la oyeran- ¿No nos va a acompañar? -añadió- Estoy segura que todos aquí estaríamos encantados y honrados de que nos acompañara, después de todp es por él que estamos aquí ¿no?

Tomó su copa y miró a sus compañeros, sonriéndoles y esperando le siguiesen el juego.

-Imagino que más de algún caballero desearía proponer un brindis en su honor y qué mejor que él estuviera presente.

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20/05/2011, 17:37
Jean Claude Renoir

Tomo mi copa, sonriendo abiertamente a la mademoiselle Chrystalle. Le guiño un ojo.

"Una mujer lista y avispada..."

Decido seguirle el juego. Me levanto, la copa de vino llena del oscuro líquido en una mano y una cucharilla de fina plata en la otra. Doy tres suaves golpes con ella al cristal de la copa.

-Disculpenme, messieurs -anuncio, esperando a que todos me miren. Como debe ser, por otra parte-. Me gustaría que todos me prestaran atención, merci beaucoup... Quiero decirles a todos que es un honor para mí estar con todos ustedes, queridas damas y queridos caballeros, en esta impresionante obra de la ingeniería moderna, un exponente de lo mucho que la humanidad... nuestra humanidad... ha avanzado. Levanto por ello mi copa -lo hago, mirando a todo el mundo al menos una vez-, para exponer lo orgulloso que estoy de mis congéneres, de la gloria que nos espera como raza, unidos... Y por ello también alzo mi copa -me giro ostensiblemente hacia la mesa principal, llena de guardaespaldas pero sin el anfitrión- hacia nuestro querido anfitrión, para demostrarle mi más sincera admiración.

Levanto más la copa, esperando unos segundos...

Notas de juego

Tendréis que disculparme. Esta semana está siendo un poco complicada, aquí en Madrid, por lo que supongo ya sabréis que sucede en Sol.

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23/05/2011, 11:03
Thomas Ryan MacGuffin

Nuestro "querido" anfitrión no está, puede que esté preparando una sorpresa para todos los presentes o solo para nosotros. Al fin y al cabo parece que nos ha cogido cierta clase de cariño al dejarnos esas preciosas invitaciones con un profundo y conciso mensaje. Me muestro cauteloso y prefiero beber agua en lugar de vino, al fin y al cabo quiero tener los sentidos bien aguzados por si tengo que actuar rápido. 

Al parecer la doctora tiene una idea y mister Renoir decide seguirle la corriente y así llamar la atención de nuestro anfitrión. No es mal plan, a pesar de las primeras apariencias puede que no sean para nada malos compañeros de aventura. Debería llevarles conmigo en la próxima arriesgada aventura en la que forme parte.

- Veamos si aparece... - susurro para los miembros de mi mesa

Noto el frío acero de mi revolver bajo la chaqueta, ese frío me reconforta ya que armado me siento más seguro. Observo las mesas detenidamente, pero realmente lo que busco es a los guardaespaldas de nuestro anfitrión ya que me interesa saber que posiciones tienen por si las cosas se complican.

Miro mi reloj de bolsillo comprobando el tiempo que tarda nuestro anfitrión en ser llamado y aparecer en la sala. Así podremos comprobar más tarde en qué parte del barco se encontraba...o por lo menos saber donde no se encontraba...

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24/05/2011, 11:17
Director

Ante vuestra invitación a un brindis, más voces se animan, aunque solo sea por cumplir con el pequeño  discurso que ha ofrecido Jean Claude, aunque por las caras de algunos están horrorizados por la sarta de tópicos y otros dispuestos a beber por lo que fuera, como el boxeador que os encontrasteis al principio que se ha arrimado a la botella, ante la mirada inquisitiva de la institutriz. Seguis extrañandoos que hacen esa gente "vulgar" en este barco, siendo que han llamado a gente importante en la gran mayoria de casos.

Uno de los guardaespaldas ante la algarabía anuncía con voz grave:- El señor Horizón está ahora mismo ultimando los preparativos para la presentación de está noche, y nos ha rogado que le disculpeis, por supuesto si teneis alguna cuita que deba ser respondida por él, podeis decirnosla para que sea remitida- No sabeis por que pero en el tono atono del personaje, podeis notar algo de sarcasmo o al menos así os lo parece.

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24/05/2011, 16:27
Jean Claude Renoir

-Simplemente, messieurs, que se le echa de menos y que beber a sus alud sin estar él presente... le quita sabor a este delicioso caldo -respondo.

Alzo un poco más la copa y bebo, esperando que todos los demás me imiten. Después me siento y bajo la voz hacia mis compañeros.

-Algo hemos descubierto, messieurs: esto cada vez es más extraño. ¿Qué anfitrión no aparecería en su propia presentación? Tremendamente extraño -repito, sacudiendo ligeramente la cabeza-. Aunque habéis tenido una muy buena idea, mademoiselle -sonrío pícaramente a la señorita Chrystalle-. Sois una mujer hermosa y además avispada...

Notas de juego

¿Sarta de tópicos? ¡Es un brindis, de eso se trata! ¡Jajajaja!

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26/05/2011, 13:05
Lord Hyeronimus Cromwell

- A la salud de los presentes... - brinda quedamente para aquel que ponga oído - y también de los que faltan - añade con un toque pícaro, refiriendose al señor Horizon

Después, comienza a beber por todos los brindis ofrecidos con entusiasmo.

Coloca una mano en el hombro del señor Renoir, con una sonrisa en los labios, y le da un pequeño apretón afectuoso. Ya puestas las presentaciones y hecha toda la parafernalia a ojos de la buena sociedad, Harry podía retirarse a esperar nuevos y estrafalarios sucesos que alteraran su sueño

Veremos luego que piensan los demás, una vez se enfrían los pensamientos y se calma el corazón

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30/05/2011, 12:42
Director

Los guardaespaldas se os quedan mirandoos como las gargolas de las leyendas, imperterritos y expectantes, no sabeis bien que pensar de estos extraños hombres gigantes cubiertos con sus extrafalarias mascaras. En tanto los demás comensales tambien secundan el brindis, aunque a la mayoria ha reconfortado a medias la disculpa, los chismorreos se empiezan a filtrar, y la gente está algo intranquila cuanto menos, aunque otros como Pikertón están decididos a no dejarse aguar la fiesta y seguir comiendo y bebiendo como si no hubiese mañana. La comida prosigue sin ningún debacle ni aportación, a excepción de cierta percance con el boxeador, que ha bebido demasiado, y ha empezado a gritarle a la ex-veddete(y al parecer ex amante suya) que es una mujerzuela y otros insultos igual de groseros y soeces, cuando la mujer le ha señalado, que jamás llegara a ser un boxeador de los pesos pesados, que sus dias de gloria han terminado hace tiempo. Un silencio glacial en el resto de comensales se abate, cuando veis que el boxeador, coge uno de los cuchillos de trinchar la carne y sube a la mesa dispuesto a matar a la mujer, ante el asombro atonito del resto de comensales...

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30/05/2011, 13:16
Lord Hyeronimus Cromwell

Tras aquel desgraciado brindis, se había creado la desgracia. Cromwell había secundado aquel silencio que había proseguido tras la acalorada discusión. Se habría quedado así, en un mal recuerdo tras un desliz con la bebida. Pero la mala fortuna quiere a veces trocar el destino

Y el destino se cubrirá de sangre si no hacemos algo pronto

Soltando la copa, que será un minúsculo ruido ante lo que está a punto de ocurrir, se apresura a colocarse entre aquel trágico encuentro que muy probablemente acabaría en una desgracia. Su principal objetivo es tomar el brazo del boxeador que empuña el arma, y aunque no logre forzarlo a que suelte el arma, al menos desviar su trayectoria

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01/06/2011, 17:53
Jean Claude Renoir

-Excusez moi, mademoiselle, messieurs... -les digo a mis acompañantes.

Ante el proceder de energúmeno armado con el cuchillo yo, como caballero, me dirijo rápidamente al lugar, intentando evitar un derramamiento de sangre. Al ver que monsieur Cromwell se dispone a agarrar al boxeador, le digo.

-Monsieur Cromwell, ocúpese mejor de la mademoiselle, s'il vous plaît.

Me coloco frente al boxeador, bloqueándole el paso hacia la mujer, con el bastón bien agarrado, sin sacar el estoque, pero con la pose del experto esgrimista. Un golpe bien dirigido con la punta del bastón puede incapacitar a cualquiera y no derrama sangre.

-Monsieur -saludo al boxeador, firme y directo-, por favor, parece usted un poco exaltado. Tal vez sea mejor que reconsidere sus acciones...

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02/06/2011, 17:37
Director

La escena es presenciada con horror e incredulidad por el resto del pasaje, mientrás que el desquiciado boxeador avanza por la larga mesa, hacía la silla donde su ex-mujer, una cuarentona que vivio tiempos mejores, está con la boca abierta y un rictus asustado al ver como el hombre vestido con un frac que le viene algo pequeño, con un bigote mal cuidado y con una calva algo incipiente y unos musculos destacables, de haberse cuidado, avanza sin hacer caso a las palabras del noble, como ensimismado mascullando:- Yo sere el mejor , sere el numero 1, maldita perra te dije que no me discutieras...- Como si fuera una letania religiosa, pronto el periodista y el noble se encuentran enfrente del hombre que está situado encima de la mesa , mientrás que la mujer ya fuera del shock ha caido hacía atraás y ya en el suelo gatea alejandose, el boxeador  os mira con los ojos entornados, como si estuviera durmiendo, por lo que parece un ataque de sonambulismo. La mano con el arma se lanza hacía la mujer, pero sin demasiada dificultad la intercepta Mr. Cromwell, pararlo es otro asunto, pues la fuerza del boxeador es bestial...

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02/06/2011, 19:37
Thomas Ryan MacGuffin

No presto mucha atención a la escena hasta que mis compañeros se precipitan a parar al boxeador. Podría intervenir ya, pero por una parte quiero ver hasta donde son capaces de llegar mis compañeros, es interesante conocer sus virtudes y también sus defectos ya que al fin y al cabo en un grupo todos tapan los defectos de otros.

Me mantengo en mi silla esperando a ver que sucede. Cromwell parece un hombre valiente e inteligente porque intenta desarmar al boxeador. Aunque hay que ver si sus fuerzas son igual de grandes que su valentía.

Renoir debe haber participado en más lides de este tipo, se mantiene firme y parece esperar el momento oportuno. Tiene pinta de duelista, y seguramente lo sea así que tendré que andarme con cuidado de no ofenderle para no verme con un guante cruzándome la cara. No me gustan ese tipo de duelos, prefiero las peleas abiertas.

Miro a la doctora que parece estar sorprendida por la reacción. Me llevo la mano a la pistolera ya que hay una forma rápida de parar todo esto si se desmadra o la vida de Cromwell corre peligro. El problema es que no quiero disparar contra nadie, aunque podría hacerlo contra una de las paredes. Si me concentro un poco puede que le vuele esa peluca al pobre diablo.

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02/06/2011, 21:30
Jean Claude Renoir

A la vista de que con las palabras no se consigue nada y teniendo en cuenta que yo ya he avisado, me pongo en posición de duelo y lanzo un golpe directo con la punta de mi bastón apuntado hacia su plexo solar, y seguidamente otro hacia la muñeca que sujeta el cuchillo.

Teniendo en cuenta que el tipo va hacia delante sin importarle las consecuencias, el encontronazo con mi bastón de fijo que le deja sin respiración.

Después de haberle dejado sin respiración y desarmado, espero a que se lo piense un par de segundos. No quiero lesionarle tanto como para que su carrera de boxeador se vaya al garete, pero si insiste de nuevo, le vuelvo a advertir.

Si ni con ésas recobra el sentido común, dirijo la punta de mi bastón hacia la rótula. Entre el ímpetu del boxeador y su peso, si no se rompe el hueso...

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05/06/2011, 11:35
Lord Hyeronimus Cromwell

Renoir golpea con el bastón, mientras otros siguen expectantes al resultado de toda aquella locura que es la borrachera boxeador. Sus intentonas por inmovilizar a aquella mole resultaron infructíferos. Aún así, no se rinde. Intenta no perder de vista la distancia que les separa de la mujer, que no debe verse reducida

Este hombre está loco, no puede matarla

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05/06/2011, 12:48
Director

Los guardaespaldas de Mr. Horizón empiezan a moverse, hacía la mesa para sujetar al bruto que en su locura semi-insconciente, recibe los dos graciles golpes del noble, con una habilidad cultivada en años de dura esgrima, los golpes son certeros, aunque él recibido en el plexo, apenas es notado por el boxeador le hace detenerse un momento que utiliza para golpear la muñeca y soltar el arma improvisada que cae estrepitosamente en el suelo, pero el hombre sigue en sus trece, y saltando de la mesa, se pone al lado del periodista y del noble, mientrás la mujer que ha conseguido ponerse en pie sale huyendo.

En tanto el aventurero se coge de la cartuchera, para en un caso desesperado apuntar al furibuendo boxeador y terminar todo con una muerte al final de una bala.