Asiento en silencio a la explicación de Turguich. Mi hocico se torna más serio tras cada una de sus palabras. Una nueva preocupación comienza a formarse en mi mente:
- Si el problema se hace sentir tan claramente aquí, cerca de Locjhaven, ¿qué pasará con las ciudades más lejanas? ¿Qué ocurrirá con aquellas madrigueras sobre las que la Guardia no ejerce un férreo control? -
La idea comienza a tomar forma. Rebelión.
Pero no es momento de sacar conclusiones precipitadas. Hay que resolver un problema cada vez.
- Viejo amigo - comienzo una vez Turguich ha concluído su explicación. - Gracias por la información, confirma muchos de los temores que me temía. Mas he de pedirte un último y grán favor: Me pides que tenga cuidado, lo tendré, no te preocupes mas: ¿hay algo más concreto que puedas decirme? ¿quiénes intentan atentar contra la autoridad de Lockhaven? -
Turguich mira nervioso a los lados y finalmente te dice:- No creo que quieran atentar contra LockHaven, sino más bien controlar a la población. Ya sabes, si eres de los mios recibes alimento, sino pues te quedas sin él. Yo que tú no me fiaría de los mandamases del lugar... Ummm tengo que irme para dar unas telas a un comerciante. Ha sido un placer verte, si te quedas por aquí, podrás verme en la taberna "La bellota amielada". Que tus búsquedas no te dejen ciego, come-libros.- Y asegurándose de que nadie le ha estado observando se aleja hacía una de las calles.
Tras las decisiones tomadas y una corta despedida, Conn procedió a adentrarse en la ciudad. Tal como esperaba, hubo poca gente en las calles de la ciudad, lo cual le permitió una completa libertad para moverse en la misma. A la par, tras los acontecimientos actuales no tenía intenciones de conversar demasiado, salvo que fuera para algo productivo como lo que lo traía allí en aquellos momentos.
Para su sorpresa, Conn no tardo demasiado en encontrar una buena fuente de información, sobre todo considerando que con algo más de tiempo habría optado por buscar un lugar donde relajarse y descansar por un par de horas.
Su maestro Kennard le había encontrado por casualidad y por su recibimiento, era claro que no había tenido un día como el suyo.
-MMM- Conn se encogió de hombros algo a disgusto con las bromas. –Siempre me preocupo por seguir sus indicaciones maestro, aunque lo hago más por pasión que por obediencia, aunque eso ya lo sabe. En cuanto a mi vida, digamos que hemos perdido mucho de nuestro preciado grano y no hemos podido recuperarlo; así que, diría que no también como desearía. Pero dígame, ha salido esta mañana de cacería?-.
Tu maestro tuerce el gesto:- Vaya, parece que has sufrido un viaje aparatoso. Algo he oído de unos problemas con los bandidos. Y pude cercionarme de ello, cuando visite la zona en busca de caza. Parece que encontré de pura casualidad el nido donde se esconden. Espera te dejare las indicaciones.- Te apunta en un pequeño mapa por donde hay que ir para llegar al cubil donde se ocultan los bandidos y después dice:- Pues ahora mismo estoy buscando unas malditas ardillas voladoras, que han cazado a varios ratoncillos en la zona, cuando encuentre a esas desalmadas sabrán lo que es una buena flecha entre los ojos. Aunque es difícil buscarlas entre las copas de los arboles al moverse tanto para un lado y otro.-
Me despido de Turguich alzando una zarpa y me quedo parado en el sitio, pensativo, durante un buen rato.
Si el asunto del grano es algo que está afectando a las altas esferas, entonces es un problema mucho más serio del que habíamos predecido en un primer lugar. No es lo mismo tratar con malechores de tres al cuarto, que con toda una sociedad organizada y estructurada que pretende alejarse del poder central de Lockhaven.
Poco a poco, meditabundo, camino lentamente de vuelta al lugar dónde he de reunirme con el resto de los Guardias con una idea muy clara en mente: debemos llegar al fondo de este asunto.
-¿Ardillas voladoras?- preguntó Conn algo asombrado por la circunstancia de que estuvieran causando problemas en las cercanías a la ciudad; aunque claro, eso ultimo el ratoncito lo había supuesto.
Llevándose su zarpa a su arco lo tomó con firmeza y le dijo a su maestro –si necesita mi ayuda puede contar con ello, quizá a cambio de la importante información que nos ha brindado nosotros podamos pagarle ayudándolo a librarse de ese problema, al menos por un tiempo-. Formuló Conn mas que nada emocionado por el hecho de poder volver a salir de cacería con su maestro.
-Ahora que recuerdo, de camino aquí nos encontramos con el rastro de una Mofeta; ¿no sabe nada sobre algún problema con esas bestias?-.
Disculpa que no esta sacando todo el nivel interpretativo que mostré al principio, tengo en estos días muchas complicaciones. Por cierto, de hecho mi hija está por nacer y es probable que esté muy ausente en los próximos 15 días.
Tu maestro muestra una sonrisa y te pone la mano en el hombro:- Me alegro por tu deseo de ayudarme. Pero aunque puede que necesite tu ayuda, tienes tu deber. Como yo el mio. Si nos dividimos en demasiados frentes terminaremos por no hacer ninguno.- Extrae una flecha y la sopesa:- No te preocupes, esas malditas pronto estarán ensartadas por los crímenes que han cometido. Pero si termináis pronto vuestras tareas, siempre será bienvenida vuestra ayuda.- Mete de nuevo la flecha en el carcaj y te da un abrazo para despedirse:- Tengo que irme Conn, que tengas suerte en tus viajes. Ya sabes que seguiré por la ciudad un tiempo por si necesitas algo más. Hasta pronto.- Y se aleja por la calle principal.
Ummm preguntare a todos para si quieren esperar a que la siguiente aventura comience después de esos 15 dias, sino siempre podemos pnjotizarte.
Bueno toca reunión de grupo en las puertas para informar de lo que habéis oido y pensar en vuestro proximo movimiento. Ya no necesitáis estar en LockHaven para ver cual será vuestra proxima misión.
Me aproximo lentamente hasta el lugar donde habíamos acordado reunirnos tras investigar nuestra pesquisas por separado: Las puertas de la ciudad. Camino con pasos pesados apoyando gran parte de mi peso en el bastón. Por suerte, la maldita tos que llevaba todo el viaje tocándome los hocicos parece haberse pasado.
- Tal vez la peste de Turguich la haya espantado, ¡Ja! - lanzo una silenciosa risotada
Alzo la cabeza lo justo para comprobar que aún no hay nadie junto a las puertas.
- Fascinante - mascullo - ¿soy el primero? - digo incrédulamente.
Miro a izquierda y derecha tras pararme en seco. Después de lo que he oído ya no me fio de ningún roedor que pueda tener las orejas demasiado enhiestas y los ojos demasiado abiertos como para estar espiándonos.
- mmmmm, nadie, eso es bueno -
Sigo avanzando lentamente hasta colocarme junto a los pesados goznes de la puerta que uso como posadero improvisado una vez alcanzo las ornadas piezas de latón.
- Y ahora, a esperar. - Bajo la cabucha sobre mi rostro para tapar mis ojos e intentar echar una cabezadita.
Tras despedirme de mi maestro Kennard y sin que tuviera oportunidad de que me respondiera acerca de la mofeta, Conn optó por ir hacia lugar pactado por Sylvain. No recordaba muy bien el camino por lo que les costo mas de la cuenta llegar hasta allí, pasa su sorpresa, alguien había llegado antes que el y se trataba de ni mas ni menos que de Eidos, y es que Conn no esperaba que con su bastoncito, fuera éste a moverse muy rápido.
-Saludos- clamó levantado su zarpa izquierda, y como no sabia bien que mas decir, clamó de nuevo lo mismo pero culminando con el nombre del allí presente –Saludos, Eidos-.
-Has sido rápido- dijo mirando los alrededores del lugar en el que se encontraban –¿has averiguado algo?- preguntó a Eidos pero tal como si no le importara la respuesta preguntó otra cosa de nuevo -¿Crees que los demás tarden mucho?, yo creo que si, ¿Qué te parece si vamos por algo de comer, nunca es bueno tener la panza vacía?-.
Sylvain se acerca a vosotros, ha estado dando una pequeña vuelta por la zona, después de haber descansado un poco sus músculos después de la pelea que ha sido para él bastante pesada. A Wynna la veis acercarse, tambien se ha quedado esperando a que volvieran los que se han ido del grupo. Ahora tendréis que decidir cual es vuestro siguiente movimiento...
O sea, cual va a ser vuestra siguiente aventura, de entre todos los posibles ganchos que he soltado en la primera.
Vio acercarse a Eidos, con su andar típico que ya había aprendido a reconocer en el poco tiempo que llevaban juntos, pero no se acercó a él ya que no estaba segura de que su presencia fuera bienvenida. Solo cuando Conn comenzó a hablar con él y vio que Sylvain tambien aparecía, puntual a la hora acordada, se decidió a salir de donde llevaba un buen rato esperando. Se acercó lentamente, como pidiendo permiso para unirse al grupo.
-¡Hola! -dijo mirándolos a todos con la curiosidad reflejada en su rostro. Sylvain les había enviado a investigar, pero ella no se había atrevido a moverse sola por allí, era la primera vez que visitaba aquel lugar y temía perderse y no llegar a la hora acordada. Y, además, ¿quién le iba a contar algo importante a una ratona tan pequeñita como ella? Había preferido descansar un rato y pensar en todo lo que había aprendido desde que salieron a acompañar el carro con el grano. Y ahora estaba deseosa de escuchar si sus compañeros traían novedades.
Bueno como se ha decidido por lo de buscar a los ladrones, comentar cosas que os puedan ayudar ^^ y empezamos la siguiente aventura.
Echo la capucha de mi manto hacia atrás lo justo para que mis brillantes ojos puedan escrutinar a mis compañeros de la guardia conforme se acercan.
- ¿Y bien? - pregunto sin más dilación.
Antes de que nadie responda, expongo la realidad que todos conocemos.
- Está claro que los robos de grano son algo más que meros altercados esporádicos. Hay algo importante detrás de todo esto. Seguramente muchos ratones implicados. Ratones importantes. -
Hago una pausa y me incorporo pesadamente en mi bastón.
- No podemos fiarnos de nadie aquí. Si queremos actuar, debemos hacerlo por nuestra cuenta. Propongo tender una emboscada a los ladrones haciéndonos pasar por un cargamento de grano procedente de Lockhaven. ¿Ideas? -
Máster, igual estaría bien que nos dieses algo más de información sobre las opciones y posibilidades para la nueva misión o del trasfondo de esta historia pues si no, tengo un poco la sensación de estar dando palos de ciego ^^
Bueno a Conn le he dado tambien información adicional que puede aportar, tanto como la que te he dado a ti en anteriores post.
-No creo que eso sea buena idea, no somos lo suficientemente numerosos, no sabemos a que nos enfrentaremos- indicó el ratoncito nada convencido con la idea de emprender una campaña por si mismos sin consultarle a nadie.
-Por otro lado- formuló Conn expresando una gran sonrisa en su rostro al tiempo que su cola jugueteaba de un lado a otro. –He conseguido indicaciones del lugar exacto donde se encuentra el escondite de dichos bandidos, sin duda alguna nos servirá de algo-.
Asiento sinceramente a la oposición a la idea del cargamento falso. Yo mismo no estaba muy convencido de que fuese a funcionar así que me alegra pensar que el resto opina lo mismo.
Además, Conn acaba de soltar un auténtico bombazo de información.
Mi rostro se torna treméndamente maquiavélico al escuchar que conoce la localización de la guarida de los ladrones.
Vuelvo a asentir a Conn, esta vez, mis bigotes incluso se agitan rápidamente ante la idea de asaltar la madriguera de esos malnacidos que amenazan con desestabilizar el poder de Lockhaven.
- Eso suena muy, pero que muy bien, mi querido Conn - Digo avanzando un par de pasos apoyado en el bastón. - Creo entonces que ese debe ser nuestro objetivo primordial.
Comienzo a caminar pesadamente de arriba a abajo mientras medito con una mano bajo mi hocico.
- hmmmm, pero como bien dices, somos muy pocos. No obstante, mis fuentes me han advertido que no debemos fiarnos de nadie por estos lares. Al parecer, la corrupción y la herrumbre corroen cada esquina de este entramado y hasta las más altas esferas están en el ajo. - sigo caminando y pensando - Tal vez podríamos contratar algunas zarpas de alquiler* para asegurarnos cierta lealtad al menos durante la misión ¿qué os parece? Así seremos suficiente en número para asaltar su escondite, pero no nos arriesgaremos a advertir o incluir traidores entre nuestras filas. -
*: mercenarios
La pequeña ratona se acercó a sus compañeros y los escuchó hablar en silencio, sin interrumpir, pero sin perderse ni una sola de sus palabras. Asintió con energía a las primeras palabras de Eidos. Ella tambien pensaba que aquellos robos no eran algo casual ni improvisado, las palabras de aquel ratón que pillaron con las manos en la masa, la habían sorprendido y habían dejado abierta una pequeña puerta a la curiosidad y a querer saber qué estaba insinuando exactamente. Pero no se veía tendiendo una emboscada, aun no, se sentía aún demasiado pequeña y ellos eran muy pocos. Por lo que cuando Conn habló, parpardeó sorprendida. Había descubierto el escondite de aquellos ratones.
-¿En serio? ¿Lo has descubierto y sabes donde se esconden? -preguntó sorprendida y con los ojos muy abiertos, pero bajó rápidamente su tono de voz cuando Eidos advirtió de que aquel lugar no era muy recomendable- Pero si hablas con alguna zarpa de alquiler para que venga con nosotros...¿como sabrás que no es un traidor? ¿como podemos saber de qué ratones fiarnos aqui? -preguntó a Eidos casi en un susurro mientras lanzaba un par de miradas sobre su hombro, intentando descubrir a alguno de esos traidores escuchando sus planes- ¿Conoces a alguno que pueda ayudarnos? ¿O a alguno que conozca a otro ratón que sea leal y en el que podamos confiar?
Escucho atentamente a las palabras susurradas de Wynna. Habla con conocimiento y propiedad, planteando los problemas desde la perspectiva de la desconfianza y la prudencia.
- Buen comienzo para una tierna. -
Entrecierro un poco los ojos antes de responder y olfatéo el aire que nos rodea.
- No lo sabremos. - Contesto directamente a su primera pregunta. - Pero aquellos para quién el dinero es su único señor, no existe opción de traición pues no conocen otro honor que el de la paga a tiempo. - Miro a mi alrededor moviendo las orejas en todas direcciones. - Y sí, conozco alguien que puede indicarnos quién querría que su único señor fuese el poderoso Don Dinero. -
Sylvain afirma:- Puede ser juicioso, pero no pretendemos hacer una carniceria, sino terminar con los robos. Por lo que vamos a cercionarnos que es la información es atinada y luego informaremos a LockHaven o a la guardia de la ciudad. Pero ahora estamos de observadores y probando a una zarpa tierna...- Conn confirma:- Me ha informado mi maestro, por lo que puedo dar mi pata en su veracidad, pero tu eres el jefe.-
Y por eso os dije que hiciseis más tiradas con rasgos, para hacer posibles tiradas adicionales. Ahora mismo no podreis obtener más pnjs, equipo o info y decidir con lo que teneis entre las "zarpas"
Pd: esto se ha parado cosa mala y no debería ser asi, siendo ahora solo 3 personas. Por lo que empezaremos la siguiente aventura camino al escondite de los ladrones