Partida Rol por web

Con el equipaje a salvo en el maletero del cuatro por cuatro, libres de su molesta carga, dais inicio a la caminata hacia lo desconocido (aunque esperáis llegar a cuatro paredes y un techo). Seguís las parcas indicaciones de Brooke y, tras ver alejarse el vehículo, os internáis en el sendero que discurre por el bosque.

Lo primero que os asalta es la duda de si la decisión ha sido correcta. No veníais con lo que se dice la ropa idónea para practicar senderismo, aunque por suerte tampoco veníais listos para la fiesta. No obstante, el frío de noviembre se acentúa al abrigo de los árboles y el sol de la tarde ha perdido la fuerza bastante como para atravesar la hojarasca.

Los cuatro camináis en silencio. No ha sido ni mucho menos el inicio que esperabais para una fiesta de la clase alta. Parece que de combinar dinero, juventud y sangre británica sólo pueda surgir una amarga copa de excentricidad.

Entre tanta discusión y charla me iba a doler la cabeza, vi cómo el chico del Mustang se dirigía hacia mí y me paré un momento para escucharle. Pero hasta que no se fueron casi todos en el todo terreno y comenzamos a caminar en la espesura del bosque no empecé a hablarle.

-¿Alimañas? ¿Alimañas aquí? Es prácticamente imposible, un tipo como Mallowan tendrá todo esto despejado de bichos y animales. Se me olvidaba, soy Ray Jackson-contesto mientras le doy un fuerte apretón de manos.-La verdad es que tu Mustang no tiene mala pinta mañana me podrías dar una vuelta para ver cómo es, siempre me han gustado los coches clásicos y de ese estilo. Por cierto, siento ir tan lento por la carretera pero en la última semana he acumulado tres multas por límite de velocidad, jeje. ¿Y tú eres?

Debido a mi chupa de cuero, no noto demasiado el frío, ya que esta protege bien gracias al forro que tiene dentro. Cuando se dirige el chico del Impala hacia mi vuelvo a sonreír y me presento.

- Soy Yenan Blisen, encantado. No estaría yo seguro de que aquí no haya alimañas, supongo que cerca de aquí no las habrá, pero podrían venir de fuera del área de acampada, bajando las montañas, y demás... De todas formas no creo que vallamos a tener tan mala suerte. Mañana te llevo a dar una vuelta, si quieres, siempre y cuando no haya problema por tu parte, y nada nos valla a retener en la casa demasiado tiempo. Además estoy pensando en ir a hacer algunas compras a la ciudad... Tengo que conseguir ciertas cosas para mejorar mi estancia en la casa. Pero te aviso que yo conduzco rápido, y las multas por exceso de velocidad me dan igual, tengo un truquillo para eso... Por cierto, ha sido solo impresión mía... ¿o la sensación que tuve de ver a Brooke un poco nerviosa la comparte alguien más?

Sigo andando mientras hablo y aprieto fuertemente la mano correspondiendo a su saludo.

¿tienes ganas de volver a recorrer este camino para llegar al coche? En teoría hemos venido a descansar y olvidarnos de la vida rutinaria de la ciudad y el estres, ¿no? Por cierto, ¿no llevará nadie un chaleco? deje mi chaqueta en el 4x4 porque pensaba que la caminata me haría sudar bastante, pero parece todo lo contrario

 Ante las palabras del Doctor, ofrezco mi chaqueta amablemente.

- Tenga, yo aguanto bien el frío, me crié en Galicia de pequeño, y estoy acostumbrado a las bajas temperaturas. Cuando lleguemos a la casa acuérdese de devolvérmela.

Le cedo mi chaqueta al doctor para que se proteja del frío.

 Antes de cederle mi chaqueta al doctor extraigo disimuladamente de uno de los bolsillos interiores la pequeña arma blanca que llevo conmigo y la meto en uno de los bolsillos del pantalón, para que el doctor no la encuentre si hurga en los bolsillos.

Muchas gracias, digo mientras la acepto y me la pongo. No me queda perfecta, pero valdrá la pena. No te preocupes, nada más recoger mi chaqueta te la devuelvo. Por cierto, soy el Dr Dwaight, ¿a qué os dedicáis?

 - Mmmm, soy un estudiante normal y corriente, no tengo ningún trabajo... Pero por hobbie me dedico a resolver algunos casos de desapariciones de gatitos y demás... - suelto una breve risa - , ya sabeis, "detective privado" de poca monta... Pero no dudeis en llamarme si deseais alguno de mis servicios... ¿y tu Ray?

Mi afición de detective privado la comento despreocupadamente y dando a entender que no soy muy bueno, procurando que no sospechen de mis capacidades pero al mismo tiempo no teniendo nada que esconder y que ellos puedan averiguar luego y les de pie a recelar.

Observo cómo Yenan le deja su chaqueta al doctor, que parece tener frío. Yo en cambio apenas lo noto mi chaqueta a pesar de tener un aspecto normal es térmica por lo que retiene el calor de mi cuerpo.

-Yo fui boxeador durante 11 años, pero llevo ya mucho tiempo sin pelear, no quiero hablar de ello- respondo y cambio de tema.-Aunque como podéis ver me sigo entrenando, no sé, quizá me haga taxista en el futuro, siempre me ha gustado ir de un lado a otro de la ciudad...

 -Yo me llamo Dave. - Digo interrumpiendo para no quedarme fuera de la conversación. - Estudiante y deportista. De hecho, pensaba que esta sería una típica fiesta frívola de multimillonario: chicas, deportistas, alcohol, piscina, y unos cuantos yupis creyendose los jefes del mundo. Más de un deportista ha hecho carrera en estas fiestas, así qeu nunca está de más conocer posibles agentes...

El frío se hace notable conforme os internáis en el bosque. El reconfortante sonido del motor del Hummer hace ya un rato que desapareció. Por un momento, algunos de vosotros mataríais por una bandada de pájaros cantores, el correr de un riachuelo o cualquier otro sonido silvestre que rompiera la quietud del bosque.

Al menos sabéis que no hay pérdida. Eso os ha dicho la amable señora Davenport, y ella no tendría razones para mentiros. ¿O sí?

Ves claramente cómo el joven Blisen extrae algo solapadamente de su chaqueta antes de cedértela. No es la cartera ni las llaves, ya que de ser así no lo habría intentado hacer con tanto disimulo. Por su aspecto, sus aires, tu experiencia y tu alto grado de desconfianza, deduces que sólo pueden ser dos cosas: drogas o un arma.

 Como veo que nos estamos internando en el bosque demasiado y aunque seguimos el camino la vegetación se hace mas frondosa, hago una proposición.

-Chicos, veo que nos estamos adentrando en una zona de vegetación frondosa, y quizá esto no sea tan seguro como la señorita Davenport nos dijo... creo que deberíamos avanzar en grupo, no vaya a ser que la noche se nos eche encima, y aquí ademas, con que oscurezca un poco ya no veremos nada, y podemos salirnos del camino. Así que creo que sería mejor que caminemos todos juntos, y con la vista bien fija en el camino - mi voz es calmada para que nadie tenga pánico, pero indica claramente que lo que digo va en serio y que quizá corramos un peligro mayor del que creemos.

 -Lo de avanzar en grupo lo veo bien, pero unicamente como medida de cordialidad, no creo que estos bosques sean peligrosos ni muchísimo menos. La senda aún es perfectamente transitable, y salvo que la casa esté a más de 10 kilómetros, llegaremos antes de un par de horas, con lo que aún tendremos luz suficiente. Además, digo yo que la casa no estará a 10 kilómetros, o nos lo hubieran dicho. Quizás un par de ellos, como mucho. En un rato habremos llegado y podremos tomarnos un autentico Bourbon de Texas junto a la chimenea pra entrar en calor.

Llevábamos ya un rato caminando y no se veía ninguna casa o algo que lo indicara, al revés, el camino parecía interminable y el bosque estaba silencioso. Algo que nunca daba tranquilidad en una situación así, entonces escucho a Yenan hablar.

-Bien, iremos en grupo. Pero como bien dice Dave la casa no debe estar muy lejos y además la señorita Davenport dijo que vendría a por nosotros cuando dejase a los primeros, por lo que no tardaremos mucho en ver el todo terreno-comento mientras observo el bosque.-O eso espero...

Mientras no nos salgamos del camino. Si no recuerdo mal, teníamos que seguir 200 metros por el sendero y luego tomar el camino de la derecha, aunque no estoy seguro si era así, pero sí que era algo parecido. Lo mejor será continuar, no creo que tardemos mucho en encontrarnos alguna pista de nuestro destino

 - Deberíamos haber pedido el número a la señorita Davenport por si acaso... En cualquier caso, no creo que valla a ocurrir nada... Pienso igual que el Doctor Bledsoe, avancemos en grupo y con cuidado, fijándonos en cualquier indicación que nos pudiera ser útil. Además seguro que el todoterreno ha dejado huellas por algún sitio, si no estamos seguros de que camino tomar, solo tenemos que buscar un poco, y si hay terreno húmedo seguro que las encontramos.

Seguís los dos surcos que trazan el camino hacia el apartado escondrijo de Mr. Mallowan. Pronto os dais cuenta de que el firme hace pendiente, aunque de modo tan gradual que no se nota hasta llevar caminando un buen rato.

Calculáis unos quince minutos de caminata, confirmados por vuestros relojes, cuando el camino hace un giro un tanto brusco a la derecha y continúa subiendo. En el excepcional caso de el quejumbroso y orondo Mr. Eberhard se hubiera unido a vuestra batida, no dudáis de que ahora estaría pidiendo a gritos una bombona de oxígeno.

El paraje es extraño, el giro brusco invita a la desconfianza, aunque los surcos dejados por las ruedas no dejan lugar a dudas: es el camino correcto. El Hummer ha pasado por allí no hace mucho.