Partida Rol por web

Vais avanzando por el valle del Ebro ; las cumbre nevadas del Moncayo os sirven de guía ; para acercaros a vuestro destino , un aislado monasterio perdido en las faldas de ese monte . El camino es largo y difícil , el invierno ha castigado con dureza esta tierra y las nieves han hecho desaparecer los caminos , pero la empresa encomendada es importante , muy importante y el sacrificio merece la pena . Evitar a toda costa oídos indiscretos de la poderosa curia del papa , que estaría deseosa de frustrar el fructífero acuerdo que buscáis .

Conforme vais llegando las nubes vuelven a cubrir el cielo y la escolta que os acompaña os incita a acelerar el paso ya que quieren dejaros pronto en el monasterio para volver al pueblo al calor de las tabernas .

Al llegar al monasterio descubrís que sin duda no podíais haber elegido un sitio mejor , discreto , aislado , pero sobre todo rico , las fértiles tierras de alrededor han sido sin duda bendecidas con abundantes cosechas el verano anterior y los bosques cercanos sin duda han provisto la alacena del lugar de abundantes y ricas viandas , que sin duda serán regadas con el excelente vino que la región fabrica .

SIT NOMEN DOMINI BENEDICTUM IN SECULA(*) , son las primeras y unicas palabras que os dirige el Abad al recibiros , luego os conduce al claustro donde poco a poco os vais reuniendo y conversando entre vosotros .

Justo unos instantes antes de que suene la campana que indica la hora de la oración del mediodia y ya todos reunidos el Abad os explica lo que ya sabeis :

Hermanos en Cristo , hoy es un día importante para la Iglesia , ya que por primera vez las mas altas instancias de las tres principales ordenes monásticas se han reunido , dejando rencillas y disputas mundanas fuera de estos muros , para buscar el bien común , que no es otro que convencer a nuestro amado Juan XII de lo maléficos y perjudiciales que son esos que se consideran Begardos para la Iglesia y todo lo que ella representa . Es la hora de que os unáis en Cristo y con él de enseña mostréis al Papa un frente unido contra esa herejía . Así que hermanos después de nuestra comida sois libres de ir y venir por el monasterio , de hablar y buscar entendimiento en vuestras posturas y unifiquéis criterios ... nada mas y ahora pasemos a la capilla para nuestra oración de mediodía .

Vais todos a la capilla y allí acompañais al Abad en la oración como fieles devotos que sois :

Cuando la luz del día está en su cumbre,
eres, Señor Jesús, luz y alegría
de quienes en la fe y en la esperanza
celebran ya la fiesta de la Vida.
Eres resurrección, palabra y prenda
de ser y de vivir eternamente;
sembradas de esperanzas nuestras vidas,
serán en ti cosecha para siempre.
Ven ya, Señor Jesús, Salvador nuestro,
de tu radiante luz llena este día,
camino de alegría y esperanza,
cabal acontecer de nuestra vida.
Concédenos, oh Pade omnipotente,
por tu Hijo Jesucristo, hermano nuestro,
vivir ahora el fuego de tu Espíritu,
haciendo de esta tierra un cielo nuevo.

Amén.

Después todos entonáis el salmo correspondiente :

Seguidamente os encaminais a comer la austera comida que ha citado el Abad , consitente en ciervo asado , legumbres y dulces , todo ello regado por buen vino . Mas alegres y complacidos vuestros estomagos os encaminais a comenzar con vuestras disertaciones ...

William cree escuchar todavia las notas de ese salmo en su cabeza. Lo ha cantado mil y una veces, pero sigue pareciendole totalmente adormecedor. Aun asi, es la tradicion, y la tradicion debe preservarse

Como uno de los exponentes de la orden Cisterciense, debía dar ejemplo a sus compañeros de como debe comportarse un buen monje, ante los ojos de Dios y del projimo. Y, por esa misma razon, antes de comer, dirigio una plegaria añadida al Señor de los cielos. Despues dio buena cuenta de su plato, que, aunque no muy lleno, tenia lo suficiente para que William no pasara hambre hasta por la noche. La moderacion estaba bien, si, pero de vez en cuando, un capricho no hace daño a nadie

Pronto termino la comida y las conversaciones entre monjes acabaron. William se mantuvo durante el tiempo que estuvieron en la mesa bastante callado, aunque cruzo algunos comentarios cordiales con los que estaban sentados a su lado, los dos pertenecientes a su orden. Se levanto cuando hubieron terminado, y se dispuso a hacer lo que tenia previsto desde el principio: Visitar el monasterio

El religioso habia vivido muchos años. Muchos mas de los que la gente creia. Y habia visto muchos lugares, aunque, por desgracia, no tantos como otros de sus compañeros, ya que en muchas ocasiones se habia dedicado mas a su orden que a sus propias inclinaciones. Como debia ser. La moderacion lo es todo. Pero siempre que pisaba un nuevo monasterio, le encantaba visitarlo, apreciar su estructura y construccion, sus detalles... Todo era una nueva experiencia, una pagina mas que añadir al libro de su vida, una vision que le otorgaba Dios como recompensa por sus servicios

Y esta vez no iba a ser diferente. Asi que, diciendole a un joven monje, que habia venido escoltandole, que le acompañara, salio del Refectorio, no sin antes cruzar algunas palabras cordiales con otros abades o priores. Al llegar a la biblioteca, mientras se dirigia al claustro, no pudo evitar fijarse en la gran cantidad de libros que habia

Tendre que echar un vistazo mas tarde

Pronto llega al claustro, propiamente dicho, donde se apoya en la estructura que separa la parte al aire libre de la parte cubierta, y, sintiendo la fria piedra debajo de sus brazos, observa con curiosidad el lugar, maravillandose del buen acabado del monasterio. El suyo era, con diferencia, mucho mas pequeño

El camino ha sido largo hasta el monasterio, los pies duelen del caminar y la panza grita por un plato de comida. Esta mision bendecida por el mismisimo Dios llegara a buen puerto, saludo con un leve gesto de cabeza al resto de mis acompañantes y al abad cuando nos recibe siguiendole despues a la capilla. Escucho sus palabras con atencion mientras observo al resto de mis acompañantes por si sus palabras tienen mella en su rostro. Me uno a la oracion y al rezo junto al resto como siempre he echo en mi congregacion.

Al terminar permanezco aun un rato en la capilla rezando mis oraciones personales para pedir la iluminacion en esta empresa y salgo camino del refrectorium con las manos entrelazadas bajo mis habitos pensativo y meditabundo.

Me siento en un asiento vacio y doy las gracias en silencio por estas viandas que vamos a degustar producto del campo y de las manos del padre cocinero. Tras terminar y volver a agradecerlo en silencio me levanto y camino por el monasterio visitando sus multiples habitaciones, viendo la ubicacion de las celdas y tras unos minutos me recojo salgo al jardin a leer mi biblia

William ve como uno de los abades sale al jardin y se sienta en uno de los bancos de piedra, para leer una biblia. Decide no molestarle, pues parece enfrascado en la lectura, y sigue observando con curiosidad el lugar

Fortune lleva ya casi la última hora de caminata con un color en la cara como si se hubiese tomado una docena de guindillas, cuando esta a punto de dar su último paso antes de desplomarse, pero para su sorpresa ve al fondo la entrada de su destino.

Alabado sea el Señor se arrodilla y se pone a rezar en silencio, gracias por permitir a este tu siervo, llegar a su destino se levanta y llega hasta el interior del monasterio.

Se sienta en un banco de piedra en los jardines junto a un hermano que lee la Biblia para el mismo.

A las buenas de Dios murmura casi de forma inaudible.

Miro a mi interlocutor por el rabillo del ojo y hago un leve gesto de cabeza
En la casa del señor siempre son buenas cierro la biblia para guardarla en los pliegues de la tunica Se os ve cansado hermano ...

Una vez acabada la comida, que por cierto estaba muy rica, Charles decidió dar un paseo por el monasterio observando todos y cada uno de sus detalles, paseando por allí, vió que otros monjes también lo hacían, vió al final del pasillo una puerta que daba al patio y pensó que no estaría mal salir a tomar el aire. Allí vió a dos de sus compañeros sentados en un banco,así que decidió hacercarse y descansar un rato de tan largo viaje junto a ellos.

William pasa un rato mirando un punto en la nada, sumido en sus pensamientos. De repente, escucha una conversacion, y se gira. Dos Benedictinos hablan con Fortune, un respetado abad de su orden, no tan viejo como el en apariencia, pero un gran religioso, en todo caso. William no puede evitar sonreir y acercarse a su amigo, que durante la comida se sento lejos de el, por lo que no pudo saludarle

Buenos dias, hermanos... Murmura hacia los dos monjes vestidos con ropas negras, y les dirige una sonrisa afable y respetuoso. Esos "Monjes negros", como los empiezan a llamar por toda Europa, son una orden que William respeta, tanto por su labor cultural, como por su caracter abierto, en algunas ocasiones. Pero pronto se gira hacia su viejo conocido, al que veia de vez en cuando, cuando los maximos exponentes de la orden se reunian para discutir cualquier tema

Hola, viejo amigo Susurra, ensanchando la sonrisa Me alegro de que el Señor nos haya reunido de nuevo juntos, para hablar de un tema tan crucial como este

Tras haber realizado el camino con un insolito buen humor, solo algo empañado cerca de las horas de las comidas, que siempre he calificado de tardias llegamos por fin al monasterio, donde la abundante comida parece agradarme sobremanera, tras lo que salgo del refrectorio, una vez que he alabado la comida y el trato dado por parte de los monjes anfitriones salgo paseando con calma por el claustro, hasta que encuentro una zona tranquila en la sombra donde me siento con un rosario en la mano y parezco meditativo, muy concentrado, con los ojos cerrados y una respiracion muy tranquila, incluso en algun momento se escucha un ligero ronquido

Buenas viandas tiene este monasterio, pardiez. Habrá que procurar que la reunión dure lo más posible, para disfrutar de esta maravillosa hospitalidad que nuestros hermanos, como perfectísimos cristianos que son, han tenido a bien brindarnos.

Tras la comida, y con las mejillas algo sonrosadas por el buen vino y el buen yantar, Cuthbert se dedica a dar largos paseos por el patio, aprovechando los rayos de sol, mientras charla con cuantos monjes encuentra, más preocupado quizás por la gastronomía y viticultura de los distintos lugares de procedencia de sus interlocutores que por materias más elevadas.

Guy es un novicio muy delgado que le encanta la comida, como se ha podido demostrar en el almuerzo. A pesar de no haber mucho donde elegir, ha comido bastante y ha sido uno de los últimos ne levantarse de la mesa.

Tras terminar de comer, sale al claustro a pasear un rato y bajar la comida, con la intención de entrar en la biblioteca y conocer los libros que allí se enceuntran. Guy ve a un grupo de monjes charlando y se dirige hacia Charles:

Buenos días hermano. Me gustaría haceros una pregunta, ¿acaso conocéis vos la biblioteca del lugar donde estamos?

Gerard, secretario personal del Abad del Monasterio de Leyre viajó al monasterio en representación de este.

Por suerte el los abades eran amigos personales, lo que le había conseguido una celda protegida del frío viento que baja de la montaña.

Durante la comida había dado buena cuenta del vino que se les había ofrecido, como era costumbre en él. Ahora, con la nariz enrojecida debido al alcohol, dormitaba en uno de los bancos interiores del claustro, aunque cualquiera que pasara podría pensar que se encontraba inmerso en sus rezos. Si no fuera por un ligero ronquido de vez en cuando, claro.

Berengar, uno de los hermanos a los que habian visto orando durante la misa que se acababa de celebrar se dirije al grupo compuesto por Bruno, Charles Y Guy Buenos dias hermanos, que Dios este con vosotros, os traigo saludos de nuestro Prior de Montecassino, el nos da su bendición para que si es la voluntad del señor este conclave salga bien. ¿ hace mucho que habeis llegado ?

Saludos hermano Guy, he de decirte que mi estancia aqui ha sido corta, y no se donde está la biblioteca, pero gustosamente podría ayudarte a buscarla, pues yo también estoy interesado en verla.
Charles le dedicó una sonrisa a Guy, esperando su respuesta.

Harold entra silenciosamente a la sala, hace algunas señas con su mano mientras se siennta para conversar con sus otros hermanos Buenas Hermanos en la Fe, es un orgullo verlos por aca, sabiendo que todos estamos unidos por la Fe de nuestro señor se detiene unos segudnos para mirar a su alrededor a todo el grupo siento la voz del señor en todos nosotros...la Fe nos acompaña

Gracias hermano Harold, a mi también me gustaría poder ver vuestra biblioteca, he oído cosas muy buenas acerca de ella, he oído que tenéis algunos incunables de inestimable valor

Andre se habia mantenido en silencio durante todo el trayecto asi como durante la comida, tan solo dejo escuchar su voz durante la oracion y era una de las voces mas bajas de todos ellos.

Tras la comida, al igual que muchos otros se paseaba para conocer todo aquel basto lugar donde deberia de pasar varias noches. A pesar de que aun no habia encontrado lo que deseaba en un principio, la bodega, varias voces venidas del jardin, alguna de ellas ya conocidas, llamaron su atencion y al ver varios hermanos reunidos decidio acercarse para saludarlos, pues parecia que eso es lo que estaban ellos haciendo.
-Buenas dias tengan siervos de nuestro señor. Un dia oscuro parece que se avecina, tal vez lluvia me atreveria a decir. ¿Ya conocen bien el monasterio? Parece basto como cualquier campo de cultivo. Y eso que aun no e visto tal cultivo aqui.

Deseaba un poco de paz tras mi viaje y veo que han llegado mas de mis hermanos me levanto y doy un abrazo a los recien llegados de mi orden Hace un largo rato hermano, participe en las oraciones pero no os vi alli. hago la señal de la cruz al nombrar a nuestro prior Dios le protega y le cuide durante muchos años para que nos guie en su magnificencia escucho la palabra biblioteca si no os importa os acompañare a visitarla tal vez tengan algun libro interesante que pueda ser copiado por nuestros escribas

William alza las cejas al ver a Harold, otro miembro de su orden, acercarse y saludar

Veo, viejo amigo, que Dios guia tu boca al hablar, como siempre. Es bueno verte de nuevo, tras tanto tiempo

Tambien saluda con amabilidad a los monjes que se presentan, inclinando la cabeza para acompañar sus palabras en cada caso, como muestra de respeto

Escucha las palabras de uno de los Franciscanos y le mira con un poco de curiosidad

Hermano, tenia entendido que los de tu orden defendiais la humildad y la moderacion... En mi opinion, este monasterio es un lugar bello y apartado, muy apropiado para rezar al señor y realizar nuestro aislamiento espiritual del mundo mundano

Pero decidme, hermanos... De donde sois??? Siempre esta bien oir de nuevos lugares para visitar en el futuro, ya que cada nuevo monasterio es una nueva casa donde reside nuestro señor Jesucristo