Partida Rol por web

Mundo Anárion

Capítulo III: Querer es poder

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20/01/2015, 16:13
Director

| JUGADA MASTER |

Las cosas habían mejorado mucho. Los soldados ya estaban listos y en la isla de Varthew se habían embarcado para el encuentro en alta mar con los aliados de las otras islas. Juntos se dirigían ya hacia Rowren sin saber si aquella sería el último viaje que emprenderían o podrían volver a sus respectivas casas.

La tensión en la cubierta del barco era más que evidente. El barco de los soldados de Varthew encabezaba el ejército naval, seguidos muy de cerca por los de Salvine y Miltreth. A la vista estaba ya la isla de Rowren y en cada barco procedieron a dedicar unas palabras de apoyo moral a los soldados que lucharían. Marenwën fue la encargada de ello, al menos en su barco.

- ¡Soldados! ¡Protectores de Anárion! ¡Amigos!- exclamó Marenwën desde la zona del timón, quedándose más elevada para así hacerse oír por encima del barullo-. ¡Hoy es el día! ¡Hoy es el día en que liberaremos a Rowren de la oscuridad a la que le ha sometido Asis! ¡Hoy es el día en que demostraremos cuan fuertes somos! ¡Hoy es el día en que venceremos para reunirnos de nuevo con nuestras familias porque jamás debimos separarnos de ellos!

Sus palabras fueron recibidas con aplausos. Todos lucían fuertes armaduras y letales espadas. Algunos también disponían de arcos para despejar el camino en cuanto llegaran. Hasta Marenwën estaba protegida y armada de la misma manera. Aunque tuviera su magia y con ella pudiera combatir a Asis, nunca estaba de más una buena espada.

Marenwën llevaba un vestido negro con una falda que le llegaba por las rodillas. Sobre éste tenía una pequeña armadura que le cubría el torso, quedando brazos y piernas al descubierto para mayor movilidad. Sin embargo tenía también un escudo que había dejado apoyado a un lado para no tener obstáculo ninguno en aquel discurso de guerra. Lo que sí había escogido eran unas botas altas y gruesas. El cabello se lo había recogido en una trenza que le caía por la espalda.

- ¡No estamos solos!- bramó Marenwën, alzando la mirada y los brazos al cielo con espada en mano. Fue un llamamiento pues de inmediato aparecieron águilas, grifos, esfinges, pegasos... Todo tipo de criaturas voladoras cuya existencia desconocían. Quedaron asombrados ante tal ejército pero más aún cuando descendieron de entre las nubes los redentores liderados por Ailen. Marenwën le dedicó una sonrisa, volvió la mirada hacia los soldados que tenía en cubierta y les hizo volver en sí-. Asis se arrepentirá de lo que ha hecho. Sus actos no serán olvidados y no se tendrá piedad con él. Acompañadme y la victoria será nuestra. ¡Por Anárion!

Aquellas palabras fueron vitoreadas y repetidas por todos los allí presentes mientras el ejército de criaturas volaba sobre el barco, al parecer ansiosos por comenzar la batalla y darlo todo por su futura reina.

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20/01/2015, 20:34
Aradan Gimilzôr Stroth

| Barco |

Me encontraba en uno de los barcos, al lado de Marenwën y escuchando su discurso. Me sorprendí bastante al ver aquellas criaturas, fantásticas, pero no quise dejarlo ver. Era el encargado de llevar a aquellos hombres a la batalla después de que Natael fuese rehusado. Era una gran responsabilidad, pero estaba dispuesto a todo por recuperar Rowren.

-Buen discurso.-dije a Marenwën una vez había acabado.-No creo que Asis cuente con estas criaturas.-miré los cielos, bastante motivado.-No dejáis de sorprenderme, Marenwën.-volví mi mirada a ella y sonreí.

Me sentía algo agobiado por la armadura, no estaba del todo acostumbrado a ella. De todos modos llevaba una bastante ligera, como pedí. Para mi lo más importante era la movilidad. No me valdría de nada tener una gran armadura que me dejase mover de forma lenta y torpe. Miré la vestimenta de mi amada y asentí. "Toda una guerrera" pensé.

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20/01/2015, 21:28
Marenwën

| BARCO |

Los soldados ya ponían su mirada de nuevo al horizonte, aquel al que avanzábamos a toda velocidad. No había tiempo que perder, así se lo había hecho saber a la tripulación.

- Gracias- le respondí a Aradan con una sonrisa, sintiendo cómo mis mejillas se tornaban rosadas-. Yo sólo les he hecho saber lo que sucede y automáticamente han decidido servir a la causa. No luchan por mí, no me deben ninguna lealtad, simplemente están protegiendo su tierra igual que lo hacemos nosotros. Y no nos engañemos, puede que Asis cuente con cosas aún peores... Pero no debemos perder la esperanza. Somos poderosos- añadí, clavando la mirada en el horizonte.

Ya podía verse Rowren.

Notas de juego

 

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20/01/2015, 21:43
Aradan Gimilzôr Stroth

| Barco |

Asentí ante las palabras de Marenwën y miré a los soldados.

-Vuelvo en un momento.-dije, sin apartar mi mirada de ellos.

Bajé las escaleras y comencé a andar entre ellos. Ya había hablado con muchos en el castillo, antes de partir, pero no me encontraba tranquilo sabiendo que muchas vidas se perderían aquel día y que yo podría ayudar a que fuesen lo menos posible.

-¿Estáis bien?.-le pregunté a un muchacho más joven que yo, que se encontraba visiblemente nervioso. Apoyé mi mano en su hombro.

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20/01/2015, 22:06
Director

| JUGADA MASTER |

Marenwën siguió con la mirada a Aradan pues no entendía qué se traía entre manos. Sin embargo se le dibujó una sonrisa tierna en sus labios cuando se acercó para preocuparse por un joven soldado que parecía bastante nervioso. Éste inclinó ligeramente su cabeza a modo de reverencia cuando vio quién se dirigía hacia él.

- Sí, mi señor. Bueno, quizá un poco nervioso... Mi madre y mis hermanas se han quedado en la isla. Temo no poder regresar junto a ellas como también temo que no lo puedan hacer mi padre y mis dos hermanos que nos acompañan- dijo el joven elfo, que temblaba ligeramente.

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20/01/2015, 22:20
Aradan Gimilzôr Stroth

| Barco |

Le entendía. Yo estaba realmente muy nervioso, pero debía ocultarlo por el bien de los soldados.

-No puedo prometeros la vuelta.-comencé a decir, sin apartar mi mano de su hombro.-Sé que lo harás bien. Que lo darás todo. Lo mismo que no puedo prometeros la vuelta, tampoco os prometo que os quedéis allí. Todo está en tus manos, soldado. Eres el único capaz de decidir sobre si vivirás o morirás. Lucha, entrégate a la causa, no tengas piedad y posiblemente salgas victorioso.-le sonreí a la vez que le apreté un poco el hombro.-Me alegra estar rodeado de tan buenos soldados.

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30/01/2015, 12:01
Gilraën

| BARCO |

Realmente estaba temblando por lo que sucedería a continuación. Ya nos aproximábamos a la isla de Rowren, a la que siempre fue nuestro hogar y nos arrebataron de forma mezquina. Temía por la vida de mi hija pues sabía lo impulsiva que podía llegar a ser y, como consecuencia, temeraria. Necesitaba asegurarme de que recibiría la mejor protección pues su seguridad estaba por encima de cualquier otra.

Me acerqué despacio hacia Aradan que charlaba con un joven soldado.

- Espero no interrumpir nada. Me gustaría hablar con vos, Aradan, antes de llegar a la isla- le dije al elfo, haciéndole un gesto con la mano para que nos alejáramos un poco del bullicio de los soldados-. Pronto comenzará la batalla y conozco bien a mi hija. Sé que os profesa un amor que jamás llegaré a entender, pero necesito que la protejáis. Sé que lo haréis sin que yo os lo pida pero vigiladla, os lo ruego. Temo por su vida en cuanto ponga un pie en esa isla...

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30/01/2015, 12:15
Aradan Gimilzôr Stroth

| Barco |

Dándole un último apretón al joven me alejé con Gilraën. Ya imaginaba lo que estaba a punto de decirme.

-Es algo que tengo bien presente, mi Reina.-le contesté, mostrando una sonrisa para intentar tranquilizarla.-No debéis preocuparos en exceso, es inevitable que lo hagáis, lo entiendo. Confiad en mi. No le ocurrirá nada.

Debía reconocer que la mayor parte de mis nervios residía en la posible muerte de Marenwën, pero no entendía porqué en mi interior sabía que no ocurriría nada, que yo la protegería. Tal vez solo fuese por todo el amor que sentía hacia ella que me creía capaz de cualquier cosa. No tardaríamos en comprobarlo...

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30/01/2015, 12:37
Director

| JUGADA MASTER |

Gilraën pareció quedarse satisfecha con la respuesta de Aradan y mientras el barco seguía acercándose peligrosamente a la isla, la aún Reina de Anárion le hizo una pequeña reverencia con la cabeza.

- Nunca fui partidaria de que nuestra hija se casara por obligación pues aunque conmigo hicieron lo mismo, finalmente amé a mi difunto esposo. Sin embargo, me siento muy feliz al ver que mi hija ha hecho su elección y debo decir que ha sido muy sabia. Sóis un gran soldado y Anárion os debe mucho- dijo la mujer para después alejarse con lentitud. Debían preparar el asalto a la isla.

Sin embargo, los barcos habían sido avistados por los arqueros vigilantes de Rowren que se habían apostado en las montañas más cercanas y de inmediato dieron el aviso. Pronto comenzó el ataque y una lluvia de flechas cortaron el aire para comenzar a asesinar soldados, los pocos que no pudieron protegerse. Los demás alzaron sus escudos y salvaron sus vidas mientras el barco atracaba en el puerto. Todos estaban preparados ya para iniciar el ataque, algunos incluso montados en caballos blancos.

Antes de que pudieran hacer nada Marenwën ya había montado en uno de ellos y desembarcaba de un salto. El caballo parecía estar dispuesto a darlo todo sin importarle arriesgar su vida. La elfa agitaba fuertemente las riendas para que el animal cogiera más velocidad pero no era necesario, el caballo lo haría con gusto.

- ¡Marenwën!- gritó Gilraën al ver que su hija atravesaba a todo galope la lluvia de flechas que en ese momento se dirigían hacia ella. Conseguía esquivarlas todas sin necesidad de un escudo. Su agilidad y percepción eran asombrosas, tanto que le permitían moverse sin sufrir rasguño alguno-. ¡Detente Marenwën!

Parecía que la elfa estaba decidida a llegar hasta el castillo mientras los soldados desembarcaban a tropel y pisaban por primera vez tierra de Rowren.

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30/01/2015, 20:16
Aradan Gimilzôr Stroth

| Barco |

Alcé un escudo de madera y me cubrí de las flechas. Elegí aquel escudo en lugar de uno de acero por el peso. Algunas puntas de las flechas asomaban por el otro lado del escudo.

Marenwën!.-exclamé, viendo como salía disparada en su caballo, sin miramientos, como si no pensase en otra cosa que encontrarse con Asis.-¡Deteneos!.

Comencé a correr, con el escudo en alto y desenvainando la espada a la carrera. Debía estar preparado para cualquier peligro.
También pensé en mis soldados. Mi puesto me obligaba a estar junto a ellos, llevarlos hacia la batalla, pero también tenía la obligación de proteger a Marenwën. Esperé que los entrenamientos de los días anteriores y mis ordenes aún fuesen claras en la mente de todos y cada uno de ellos.

No paré de correr, a pesar de que Marenwën era inalcanzable en su caballo. "Está loca... Hará que la maten" pensé mientras seguía corriendo.

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30/01/2015, 21:10
Director

| JUGADA MASTER |

Aradan siguió cabalgando tras Marenwën, que lo hacía a una velocidad vertiginosa e inalcanzable. Su objetivo era claramente llegar hasta el castillo aunque para eso tuviera que cruzarse la isla entera.

La lluvia de flechas no cesaba, hasta que decidieron actuar todas las criaturas aladas que fueron llamadas a aquella gran batalla. Volaron esquivando los lanzamientos de los arqueros y les atacaron para aniquilarles, para dejarles el camino más fácil a los soldados que seguían desembarcando y corriendo en dirección al castillo. Sin embargo ni Aradan ni Marenwën eran conscientes de lo que allí acontecían pues ya se aproximaban al objetivo de la elfa.

Los arqueros la avistaron y no dudaron en hacer caer una nueva lluvia de flechas que de inmediato fue reducida a cenizas por la propia Marenwën. Ya no le importaba que vieran su magia, era momento de mostrar todo su potencial. Las águilas aparecieron allí para atacar a los arqueros apostados en las torres del castillo de modo que la elfa pudo continuar con su avance. Sin embargo las puertas de roble se abrieron para dejar paso a un elfo de cabello oscuro y semblante maléfico.

- ¡Hermanita! Un placer que hayáis venido a hacerme una visita. Oh, perdonad a mis arqueros por la bienvenida que os han dado, han cometido un error... Deberían haberos matado- dijo Asis con tono burlón manteniendo las palmas de sus manos unidas.

- Rendíos, Asis. Todo Anárion ha venido a haceros frente- dijo Marenwën, que había detenido su caballo a escasos metros de distancia. Era algo prudente pero lo suficientemente cerca como para iniciar un combate mágico-. Rendíos ahora y seré clemente con vos.

Asis soltó una sonora carcajada y decenas de soldados comenzaron a salir del castillo, creando una barrera humana a ambos lados de su líder. Sin embargo no le protegían, no se habían colocado delante, de modo que Asis tenía la clara intención de solucionar aquel problema él solo.

- Querida, ya os dije en qué condiciones podría haber paz en Anárion. Casaos conmigo y perdonaré todas vuestras traiciones- dijo el elfo con una sonrisa maliciosa en su rostro.

- Jamás. Antes muerta que compartir lecho con vos- respondió Marenwën con el ceño fruncido.

- ¿Estáis segura? ¿Son esas vuestras últimas palabras?- preguntó Asis separando por fin sus manos, dejando caer los brazos a ambos lados de su cuerpo y extendiendo por completo sus dedos. Se estaba preparando.

- Son las primeras- respondió Marenwën con el coraje que le caracterizaba.

Aradan aún tenía tiempo de actuar antes de que se iniciara el combate mágico, pero era escaso. Debía hacerlo rápido.

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01/02/2015, 23:19
Aradan Gimilzôr Stroth

| Entrada Castillo |

Ver aquella escena cuando llegué tras Marenwën hizo que se me erizaran los pelos de la nuca. Rodeada de soldados y con un Asis aparentemente imparable por su actitud. 

-¡Alto!.-dije sin pensarlo siquiera.-Asis, ya basta.-comencé a decir, colocándome entre ambos.-El ejercito de Marenwën es muy numeroso, tenemos criaturas aladas capaces de derribar el castillo si así lo desean. Acaba con esta locura antes de un mayor derramamiento de sangre.

No era estúpido, sabía que Asis se reiría en mi cara por aquellos comentarios, que tal vez incluso me mandase asesinar allí mismo, importándole bien poco mi presencia. ¿Sabría de mi relación con Marenwën?.

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01/02/2015, 23:39
Director

| JUGADA MASTER |

Asis soltó una carcajada al escuchar las palabras de Aradan. Los soldados seguían sin moverse, ni Marenwën tampoco. Sí chasqueó la lengua, al parecer molesta por la intervención de Aradan.

- No me importa cómo hayáis formado vuestro ejército, Marenwën. No me importa la clase de criaturas que tengáis a vuestro servicio pues nada vencerá mi poder y mientras yo siga vivo vos no seréis Reina de Anárion- empezó a decir Asis con una sonrisa maliciosa en su rostro elevando los brazos poco a poco hasta colocarlos en cruz-. Es una pena que os opongáis a mí. Jamás llegaréis a ver a la criatura que podría haber crecido plácidamente en vuestro interior.

Aquellas palabras cogieron desprevenida a Marenwën. No sabía muy bien a qué se refería y así lo hizo saber con una mueca de confusión. Sin embargo no se dio cuenta de que aquel gesto hacía crecer el orgullo de Asis.

- Sí, Marenwën... El fruto de vuestro amor crece en vuestro vientre, puedo percibirlo. Sin embargo no llegaréis a conocerle- añadió mientras daba unos pasos más hacia adelante para dejar atrás al ejército que seguía saliendo del castillo. Cada vez eran más numerosos pero Asis parecía empeñado en luchar solo.

Marenwën empujó a Aradan para sacarle del trayecto del primer hechizo que había lanzado Asis. La elfa lo detuvo sin problemas aunque en su rostro parecía haberse dibujado una mueca de esfuerzo que duró milésimas de segundo. Una serie de rayos comenzaron a cruzarse de un lado a otro pero ninguno encontraba a su destinatario, ni los de la elfa ni los de él. Pronto llegó el ejército de Marenwën pero se detuvieron para esperar las ordenes de Aradan, pues el ejército de Asis tampoco se movía.

Seguidamente llegó también el ejército aéreo y ese sí decidió atacar a los arqueros apostados en las torres del castillo.

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02/02/2015, 00:31
Aradan Gimilzôr Stroth

| Batalla |

¿Marenwën estaba embarazada? ¿Mi futuro hijo? ¿Nuestro hijo? ...

Sin darme cuenta dejé de pensar en aquello de un empujón, para luego ver como Marenwën y Asis luchaban sin descanso. Nuestro ejercito había llegado, pero el de Asis también estaba listo. Era el momento, no podíamos perder tiempo. Recé para mis adentros para que Marenwën pudiese defenderse unos instantes. Si no me hacía cargo del ejercito todo sería en vano.

-¡Arqueros!.-grité de repente, haciendo que todos ellos se preparasen.-¡Lanzad!.-mi escudo y mi espada en alto indicaron el inicio de la batalla con un movimiento hacia el enemigo.

Después del ataque de arqueros, nuestro ejercito se abalanzó contra el de Asis, estallando en fuertes estruendo de metal. Me encontraba luchando en medio del caos, buscando a Marenwën y Asis entre toda aquella jauría de sangre y dolor. A mi paso apartaba soldados enemigos a espadazos, golpes con el escudo e incluso alguna que otra patada.

¿Dónde estaba Marenwën? ¿Me ayudarían la luz de sus hechizos a encontrarlos? Eso esperaba...

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02/02/2015, 00:46
Director

| JUGADA MASTER |

La batalla comenzó. Todos y cada uno de los presentes mostraba su potencial, mostraba su maestría con las armas. Sin embargo Marenwën y Asis seguían en aquel combate mágico.

La elfa iba ganando terreno pues a cada hechizo que lanzaba daba un paso. Cada vez estaba más cerca y Asis pareció darse cuenta de su estrategia pues también comenzó a avanzar hasta que finalmente se encontraban a un par de metros. Fue en ese momento cuando Asis desenvainó su espada oculta bajo la capa y Marenwën hizo lo mismo con la suya. De repente eran dos soldados más luchando cuerpo a cuerpo. Marenwën le daba de vez en cuando alguna patada en el estómago para ir debilitándole y recurrían también a la magia cuando querían tomar la delantera en el duelo. Éste no parecía decantarse por ninguno de los dos, parecían condenados a un eterno empate.

A su alrededor los soldados seguían luchando a muerte. Algunos comenzaban a caer, tanto por parte del ejército de Marenwën como el de Asis. Las criaturas aladas estaban todas en perfecto estado. Todas conseguían esquivar las flechas de los arqueros hasta que poco a poco acabaron con todos ellos, despejando por completo las torres. Las criaturas más pequeñas, como los redentores o las aves, se adentraron en el castillo para iniciar la reconquista desde el interior.

- Rendíos ya, Marenwën. Nada podréis hacer contra mí- dijo Asis con una sonrisa triunfante, aunque parecía contrariado por lo que le estaba costando vencer a su hermana.

Aquello era un espectáculo. Parecían estar danzando, parecía un baile. Se movían en círculos, siempre sobre el mismo espacio. Atacaban, esquivaban... Todo ello con movimientos ágiles y elegantes.

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02/02/2015, 01:09
Aradan Gimilzôr Stroth

| BATALLA |

Los encontré. La luz de uno de sus hechizos llamó mi atención entre los soldados. Aparté de una patada a un soldado que había atravesado mi espada y caía muerto a un lado. Marenwën no tendría que luchar sola, nunca más. Ahora eramos uno, si lo que Asis dijo era cierto, incluso ese UNO era mucho más grande, más fuerte. Estaba dispuesto a darlo todo por Marenwën, sin pestañear o dudar. Ya era todo un soldado, un elfo dispuesto a matar sin pensarlo de ser necesario. Lejos quedaba la vida tranquila, trabajando la piedra. Lejos quedaron los remordimientos por hacer algo moralmente cuestionable...

Cuando menos me di cuenta estaba atacando a Asis desde su flanco izquierdo, lanzando un ataque recto a su abdomen, firme y con fuerza.

- Tiradas (1)
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02/02/2015, 01:22
Director

| JUGADA MASTER |

El ataque de Aradan fue bastante bueno pues su espada llegó a dañar a Asis. Sin embargo la herida no fue lo suficientemente profunda como para matarle. Sangraba abundantemente y un alarido de dolor se escuchó en toda la isla, pero conseguía mantenerse en pie por sí mismo sin tener que recurrir a la magia.

Aradan había conseguido debilitarle y era algo casi tan importante como la muerte. Eso le daría cierta ventaja a Marenwën que no dudó en volver a atacarle con su espada aprovechando que Asis miraba a Aradan con ojos llenos de odio. Sin embargo Asis la vio llegar y esquivó su ataque bloqueándolo con su espada y propinándole después un empujón que le hizo caer al suelo. Una vez allí el elfo hechicero aprovechó para atacarla pero ella le bloqueó con su espada. Sin embargo el elfo acercaba la espada al cuello de la elfa, cada vez un poco más. Parecía que por el momento Marenwën resistía a su fuerza pero no lo haría por mucho tiempo pues Asis era mucho más musculoso que ella.

- Despedíos de todo cuanto habéis conocido, Princesa- dijo Asis, que se había colocado encima de Marenwën con las piernas abiertas para bloquear cualquier movimiento de huída.

- Tiradas (5)
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02/02/2015, 01:40
Aradan Gimilzôr Stroth

| BATALLA |

Me impresionó no acabar con su vida, pero ver su sangre derramarse y manchar mi espada fue increíblemente satisfactorio. Toda aquella alegría del momento se esfumó al ver en peligro a Marenwën. ¿Asis me había olvidado? ¿Acaso quería matarla antes de morir él? Se había desprotegido ante mi para acabar con la vida de mi amada. No dudé en atacar a su cuello con clara intención de atravesar de lado a lado su garganta.

-¡DÉJALA!.-grité con furia mientras propinaba aquel devastador ataque.

- Tiradas (1)
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02/02/2015, 01:56
Director

| JUGADA MASTER |

El ataque de Jensen fue certero. Asis había bajado la guardia, se había obsesionado con matar a Marenwën y no se había dado cuenta de lo expuesto que había quedado al darle la espalda a Aradan. Su espada atravesó su garganta y sus fuerzas flaquearon gradualmente. Aquello permitió a Marenwën levantarse quitándose a Asis de un empujón. Éste cayó al suelo con la mano en la garganta mientras la sangre se filtraba entre sus dedos. Una expresión de horror se dibujó en su rostro y el ejército dejó de luchar al ver a su líder tendido en el suelo, indefenso.

Marenwën se puso en pie y le agradeció la ayuda a Aradan con una sonrisa cómplice. Se acercó a Asis que tosía sangre. Estaba moribundo, tanto que inspiró pena a la elfa.

- No deseo una muerte tan terrible para vos, hermano. Descansad en paz y saludad a padre de mi parte- dijo la elfa con cierta ironía en sus últimas palabras. Cogió la espada con firmeza y atravesó su corazón con ella para acabar de extinguir la vida del elfo hechicero-. ¡Los que quieran seguirle pueden hacerlo! Los que no, pueden arrepentirse y trabajar para mí. La guerra ha acabado. ¡Anárion es libre!

Los soldados que luchaban junto a Asis se quedaron pensativos durante un momento, temiendo ser atacados por el ejército de Marenwën pero sus órdenes habían sido claras. Cuando finalmente se decidieron comenzaron a darse abrazos con los que minutos antes habían sido sus enemigos. La paz les estaba uniendo a todos.

- Ha acabado... Ya está- murmuró Marenwën mirando a su alrededor, incrédula.

- Tiradas (1)
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02/02/2015, 02:12
Aradan Gimilzôr Stroth

| Batalla |

La imagen de Asis cayendo con la mano en la garganta me acompañaría de por vida. Acabé con él, Marenwën le propinó el golpe final, como una buena futura Reina compasiva. Dejé salir todo el aire de mis pulmones, sin saber bien porqué, tal vez intentando relajarme, apagar el fuego de la batalla encendiendo aún dentro de mí.

-¿Estáis bien?.-pregunté a Marenwën, aunque sabía la respuesta.

A nuestro alrededor todos se abrazaban, reinaba paz e incluso felicidad. Una felicidad retorcida, rodeada de cadáveres, de muerte... ¿Por qué pensaba en esas cosas ahora? ¿Qué me ocurría?.