Partida Rol por web

Tracker estaba atento al cuerpo del "saltarín", pues no quería que se levantara de repente y le pillase desprevenido. No obstante algo le alertó. Quizás fuese un sexto sentido, o la experiencia o algo en el límite de su percepción. Pero el caso es que se apartó de repente del cuerpo y justo en ese momento algo le voló la cabeza al "saltarín".
Le había parecido ver un haz de luz, pero no estaba seguro de por donde había venido exactamente.
 

Salto de inmediato buscando cobertura. Empiezo a pensar que soy demasiado viejo para esta mierda.

Tracker esperaba que en cualquier momento siguieran disparando, y lo cierto es que en el tejado no había muchos lugares para esconderse. No obstante unos tubos del aire acondicionado del edificio le daban algo de cobertura.

Tras pasar unos segundos que se hicieron eternos no hubo más disparos. Todo parecia en calma. Pero ¿lo estaría realmente?

Jugandosela, el heroe logró arrastrar el cadaver hasta su posición, dejando un buen rastro de sangre. Y una vez con él empezó a registrarle.
Quitarle la capucha no era una opción, ya que la cabeza le había reventado. Pero en un bolsillo encontró un pendrive.

El pendrive le resultaba familiar a Tracker, se parecia a uno que le había dado en su día a Sinine. Es más que probable que fuese de él y que se lo hubiese quitado el saltarin este.

Como no parecian haber más disparos, el heroe se asomó pero no había nadie, o por lo menos no veía a nadie. Y como no le disparaban dedujo que quien lo hubiese hecho se había marchado ya.

Lo cual dejaba más preguntas que respuestas. Y desde luego el tipo a su lado no le iba a dar más. No llevaba documentación ni ningún papel. Lo que sí se fijó fue que en la nuca tenía un tatuaje, aunque estaba algo quemado. Parecia una "m".

Guardo el pendrive para más tarde y saco unas fotos del tatuaje con el móvil. Será mejor que me ponga en marcha por que el helicóptero de la policía tiene que estar a punto de llegar y aún tengo que enterarme de a que hospital han llevado a Sinine. Así que me pongo en marcha. Busco por donde bajar hasta un callejón donde me pueda quitar la máscara, conectarme a mi ordenador principal para conseguir la información y hacer unas llamadas si no lo conseguía.
 

Tracker se marchó rápidamente del escenario. Y llegó sin más problemas hasta el callejón donde habían atacado a Sinine. El detective ya no estaba, esperaba que se lo hubiesen llevado a una ambulancia, pero sí que había un par de coches patrulla. Después de todo habían atacado a un poli. Y eso siempre hacia que los compañeros dieran prioridad a esos casos.
Lo que no le gustó en cambio fue lo que escuchó por la frecuencia de la policia.

Sí, como lo ois. El bicho ese raro. El de la mascara. Ya he dado el boletín de captura. Esta vez se la ha buscado. Nisiquiera los que estaban a favor de él van a aceptarlo después de lo que le ha hecho a Sinine.

Me dirijo rápidamente a mi base, tengo que averiguar lo que contiene el pendrive para que alguien atacara a Sinine. Después  tenía que hablar con Joe, él y Sinine no eran uña y carne precisamente desde que le amenazó con avisar a asuntos internos  por alguno de sus chanchullos, pero le respetaba por ser un poli integro y en el fondo le caía bien.

Tracker se quita la mascara y logra llegar a su coche sin demasiadas dificultades. Una vez en el se dirige a su casa para averiguar qué es lo que hay en el pendrive de Shinine. Mientras conduce escucha la radio de la policía y averigua que han llevado a su amigo al Memorial Hospital, y que además no está grave. Algunas costillas rotas, una o dos contusiones y muchos moratones, pero por lo visto nada más grave. Parecía claro que no han querido matarlo. Todo el mundo sabe que si matas a un poli estos se ponen muy vengativos.

Al llegar a su casa conectó el pen a su ordenador principal. Y lo que vio le sorprendió mucho. Eran informes sobre una serie de muertes, accidentes todos ellos, de gente muy diversa. En diferentes sitios de la ciudad, y de diferentes edades. Aunque la mayoría entre los veinte y los treinta años. 

En esos datos tenía que haber una conexión. No parecía creíble que atacaran a un poli solo por unos informes inconexos. Cargo todos los documentos en una base de datos y hago que el ordenador busque coincidencias en los informes, al mismo tiempo busco información en la base de datos de la policía y el FBI sobre las victimas a ver si aparece algún antecedente. Tambien pongo en un mapa la posición de cada uno de los incidentes numerados de forma cronológica a ver si se distingue un patrón.

Tracker empieza a bucear por las bases de datos de diferentes organismos gubernamentales, a ver qué tienen en común todas esas muertes. Pues está claro que si Shinine las llevaba y quería hablarlas con él era porque estaban relacionadas.

Así a priorí no veía nada. De hecho se pasó más tiempo tratando de colarse en el FBI que en enviar y comparar las listas. Al parecer habían mejorado la seguridad, tendría que tener más cuidado en el futuro.

No veía mucho de interés, hasta que una alerta del FBI le llamó la atención. Tres de los siete muertos estaban siendo vigilados por el departamento de delitos cibernéticos del FBI. Lo cual hizo que se fijara en otra cosa.

Comparó las fechas en las que los "expertos en ordenadores" habían empezado a desaparecer, y coincidía con la de las muertes de la lista de Shinine. Eran los mismos. Alguien había estado eliminando a hackers.

Si alguien los estaba eliminando debia ser por algo que habian hecho o descubierto. No es raro que grupos de hackers ataquen simultaneamente un objetivo. Era el momento de echar un vistazo a los rincones obscuros de la red. Tenia que averiguar si eran parte de algun grupo de hackers y en que habian estado metidos ultimamente para que unos asesinos profesionales los tomaran por patos de feria.