Partida Rol por web

Examinas la primera puerta sin encontrar presencia alguna dentro de la habitacion. Con sumo cuidado te acercas a la segunda puerta para proseguir la busqueda.
En cuanto te asomas aparece de las sombras un hombre corriendo hacia ti e intenta derribarte. Por suerte, o por habilidad, logras echarte a un lado mientras lo apartas con los brazos. El tipo cae al suelo y rueda hasta acabar sobre el colchon.
Aun en el suelo se gira hacia ti y te apunta con una navaja que no habias visto en su primer embestida pero que llevaba en la mano.
Parece tratarse del ladron al que persigues, aunque no ves el bolso, su aspecto y sobretodo su reaccion indican que era la persona que huida de ti hasta hace unos intantes.

A toda prisa me alejo un paso del hombre que está tendido en el suelo ante mí, mientras levanto mi arma y apunto a una de sus piernas. Aprieto el gatillo y dejo que la física haga el resto: el percutor se dispara a toda velocidad contra el casquillo, lo que hace detonar la pólvora de este y propulsa el proyectil a través del cañón del arma y el silenciador para contuinar en línea recta hasta su objetivo. Después repito el procedimiento con la otra pierna.

Los disparos son silenciados pero los gritos del hombre alcanzan un volumen elevado. Aunque la habitacion esta poco iluminada puedes ver como se retuerce de dolor y comienza a llorar a causa de él.

- ¡Aahh! ¡Hijo de puta! ¡No sabes a quien estas jodiendo!

Los gritos e insultos parecen haber llamado la atencion de los vecinos, oyes un par de puertas abrirse en el pasillo aunque no puedes ver si se acercan a la puerta abierta de donde proceden los ruidos.
Mientras tanto el hombre gime y solloza alternando algun insulto pero con menos potencia de voz que antes. Intenta girarse pero el dolor le mantiene estatico, mete la mano en su bolsillo y saca un telefono. Torpemente intenta llamar a alguien con sus temblorosas manos.
La navaja con la que te amenazaba esta en el suelo, se le ha debido caer al recibir los disparos.

Le golpeo en la cara con la culata de la pistola, le quito el móvil y le apunto a la cabeza.

-Si, se perfectamente a quién estoy jodiendo. ¡A un gilipollas que casi causa un accidente y que en sus ratos libres se dedica a ir atracando a mujeres indefensas! Pero me vas a decir para quién trabajas y a quién intentabas llamar ahora mismo.

Miro la pantalla del móvil e intento memorizar el número, aunque se que va ser muy difícil.

-Y si eres un buen chico y contestas a todo, tal vez acabes la noche en un hospital...

Y al terminar mi frase levanto manualmente el percutor con el pulgar léntamente, esperando a que su voz me diga que pare.

Mira por dónde, a lo mejor saco algo de información de este capullo engreído.

Coges el telefono y miras la pantalla. En ella puedes leer a quien esta llamando, solo pone Ivan aunque podras ver el numero en los contactos. Tras golpearle le hombre decide hablar sacando fuerzas de flaqueza.

- ¡Jodete hijo de puta! Los hombres de Pancratius te van a joder. Nadie jode a sus informadores.

Mientras tanto los vecinos, desde sus casas, amenazan con llamar a la policia. En cuanto acaba la amenaza del herido alguien descuelga el telefono al otro lado y puedes oir la voz del tal Ivan.

- ¿Si?

Cuando lo escucha tu victima se prepara para gritar pidiendo ayuda, aun con la pistola amartillada aplastandole la frente.

Le golpeo de nuevo para que no grite y le digo:

-Creo que tú y tu amigo tenéis muchas cosas que decirme...

Me ha tocado el gordo con el ratero... Veamos que puedo sacar antes de liquidarlo.

Al otro lado de la linea puedes oir la voz del hombre, el tal Ivan, volver a responder a la llamada.

- ¿Quien es?

Mientras tanto el ladron rompe a llorar y comienza a decir cosas sin sentido.

- Yo solo soy un mensajero. Me pagan por llevar paquetes de un sitio a otro. Daniel, ve a por él, dejame a mi. Esta en el Lost Tourist, en Brooklyn.

De repente se asoma alguien por la puerta de la vivienda. Se trata de un hombre de color, unos cincuenta años, que viste camiseta de tirantes y pantalon de pijama. Lleva un bate de baseball en sus manos y parece ser uno de los vecinos que amenazaba con llamar a la policia.

- ¿Que ocurre aqui? La policia esta...

Al ver el arma sale corriendo y seguidamente escuchas un portazo.

Contesto al teléfono.

-Hola Iván... ¿sabes quién soy?... Porque tú y yo vamos a ser muyyyyyyyyyy buenos amigos a partir de ahora. Al menos, hasta que la muerte nos separe. Tú muerte.

Cuelgo y me guardo el móvil. Le acerco más la pistola a la cabeza del tipo y le digo:

-Daniel e Iván, a qué se dedican, cuál es su dirección, donde encontrarles. Dímelo y esta pesadilla acabará para tí.

Tengo que darme prisa. En cuanto oiga la sirena de la poli me largo.

Tu inesperada fuente de informacion parece tener problemas para mantenerse consciente. Pese a la oscuridad puedes ver un charco de sangre formandose bajo sus rodillas.

- Ivan solo... Ivan no... él me llama y voy a donde diga... no se donde esta... nunca.

Tienes que zarandearlo para que se mantenga despierto y responda sobre Daniel.

- Dani siempre esta en el Hubba... pero luego no tiene... y es un poco... no se...

Continua diciendo cosas sin sentido hasta que finalmente pierde el conocimiento. Por suerte la parte con logica te ha sido de utilidad. El Hubba Hubba es un bar de striptease en Queens. Lo conoces porque formaste parte del equipo que hizo una redada hace un par de años. Fue clausurado y reabierto meses despues, seguramente no ha cambiado de actividad.

Comienzas a oir a lo lejos las sirenas de la policia, aunque no sabes si se dirigen hacia ti.

Le pego un tiro a la cabeza del tipo, guardo mi arma y empiezo a bajar las escaleras mientras cambio mi aspecto por el del gordo en pijama con bate de béisbol (pero esta vez sin bate) que salió al pasillo hace un rato.

Ahora toca salir de aquí. Parece que cuando las cosas se tranquilicen tendré que irme a cierto club de caballeros...

Bajo corriendo las escaleras, con cara de asustado. En caso de encontrarme con la policía, símplemente me hago el asustado y grito que corran arriba, que dos tipos se están peleando y uno ha sacado un arma.

Cuando llego a la calle, desaparezco en un callejón y cambio a mi forma original, y camino con tranquilidad hasta mi moto.

Arranco el motor y pongo rumbo a casa. Es hora de dormir. Ha sido un día largo, y mañana tendré que darle el reporte al jefe.

Sin piedad alguna le vuelas la cabeza a ladron y abandonas el lugar con la imagen del vecino alarmado.
Por suerte la policia tarda en llegar y te da tiempo a regresar a tu moto y volver a casa.

Cuando llegas a tu casa dejas en una mesa el bolso de la mujer y el telefono movil del criminal. Seguramente ni siquiera aparezca el hecho en las noticias, los asesinatos a ladrones de poca monta ya no son noticia.
Sin mucho mas que hacer te acuestas esperando que mañana sea un dia productivo, al fin y al cabo tienes algunas pistas que seguir.

Despiertas ligeramente sobresaltado cuando escuchas el telefono, sin embargo tu preocupacion inicial se convierte en satisfaccion al ver que se trata de un mensaje de texto de Anna.

Buenos dias Tigre. Ya estoy en el trabajo, ya queda menos para el fin de semana. ¿Pizza y peli esta noche? Besos.

Miras el reloj y apenas queda media hora para que comience tu turno, de modo que tienes una hora para presentarte ante tu jefe. Querrá saber como fue la vigilancia de Voleur.

Dish... ¡Con lo bien que se estaba en la cama!

Reuniendo todas las fuerzas de las que soy capaz a primera hora, aparto la sábana y me levanto. Abro la ventana de mia habitación para ventilar, pongo a hacer café en la cagetera y me meto en la ducha para espabilarme.

Cuando salgo, cojo lo primero que encuentro en el armario y me lo pongo. Hago la cama, pongo la lavadora y apenas he comenzado a recoger un poco la casa cuando pita la cafetera. Me sirvo una taza del café recién hecho y dejo el resto en un frasco.

Mientras espero a que se enfríe, termino de recoger la cocina y luego abro la mochila que llevé el día anterior. Saco el bolso de la mujer y el móvil del criminal, que me meto en el bolsillo, y reviso las fotos tomadas, descripciones y direcciones. Luego vacío el contenido del bolso sobre la mesa, mientras tomo el café.

Cojo el dinero en metálico de su cartera y si no veo nada que me llame la atención guardo todo lo demás dentro. Solo por curiosidad miro a ver a quién pertenecía el bolso (en el carné de conducir, por ejemplo).

Dejaré el bolso en la comisaría, como hago siempre con estas cosas. Diré haberlo encontrado tirado en algún parque y así la dueña recuperará sus tarjetas y sus bienes personales. El dinero... Yo no se lo quité a ella, sino al ladrón. Y quien roba a un ladrón, etc.

Cojo mis cosas y miro el reloj: me queda aún poco más de media hora para llegar. Cojo el móvil del ladrón y paso a mi cuaderno todos los contactos, uno a uno, y las últimas llamadas realizadas. También apunto los nombres que me dió y la dirección.

Creo que tengo nuevo caso. La gente normal tiene hobbies aburridos: siempre cosiendo, cocinando, viendo la tele... Yo en cambio, cada día tengo un nuevo mamón a quien arrancarle los huevos. ¡Hurra!

Cojo mis cosas y salgo a coger mi moto. Mientras bajo por las escaleras, dejo un mensaje en el buzón de voz de Anna:

Hola preciosa. Salgo ahora para el curro. ¡No puedes ni imaginarte en qué me ha metido ahora el comisario! Puede que hasta necesite pedirte ayuda para resolver este caso, jaja. Esta noche no creo que tenga tiempo, pero... ¿Y si cambiamos tu plan a pasado? Ya se que no es la respuesta que querías oir, pero prometo compensártelo.

Arranco mi moto y me voy a ver al comisario. Por supuesto las estrellas se hacen esperar, así que primero pasaré por objetos perdidos a dejar el bolso...

Mientras desayunas puede ver que la propietaria del bolso se llama Victoria Harris, vive en Brooklyn y tiene 36 años. En la cartera apenas llevaba cuarenta dolares.
El contenido del bolso es el habitual: un telefono movil bastante obsoleto, un pequeño espejo, un diminuto estuche de maquillaje, pañuelos de papel, chicles de menta y tabaco de la marca mas barata.
Coges el dinero y colocas el resto de objetos dentro.

Cuando llegas a la central de policia vas directamente al departamento de objetos perdidos. Al tratarse de la central te saltas la burocracia de ventanilla y vas directamente al almacen de pruebas, donde tambien guardan los objetos perdidos.
Te acercas al mostrador y esperas unos segundos a que aparezca alguien para atenderte. Tony, el policia veterano que se encarga del almacen, no es precisamente Carl Lewis.
Sin embargo cuando aparece alguien no es Tony, se trata de un hombre de uniforme con unos quince años menos que el encargado habitual. En cuanto se detiene frente a ti, al otro lado de la reja, se apresura a sacarte de dudas.

- El medico ha recomendado a Anthony reposo absoluto. Ya sabes, por la prostata.

En un gesto totalmente innecesario el hombre señala su entrepierna mientras te explica su presencia en el almacen de pruebas.

- ¿En que puedo ayudarte?

Como no es la primera vez que entregas material sabes que tienes que indicar la fecha, hora y lugar donde encontraste el objeto, asi como su estado en el momento de recogerlo. Logicamente no puedes poner la verdad, asi que tendras que inventartelo todo.

Saco el bolso de mi mochila y se lo dejo en el mostrador.

-Encontré esto cuando venía para acá. Estaba tirado junto a un contenedor en la 12ª, a la altura de Dewit Clinton Park. Aún tiene documentos y un teléfono móvil, junto a objetos personales. Parece que el tipo que soltamos la semana pasada vuelve a su antiguo hobby, ¿no crees?

El hombre te mira y asiente a cada dato que le das, acto seguido se agacha para buscar algo debajo del mostrador. Mueve la cabeza de un lado a otro y revuelve algo que no puedes ver. Se levanta y amplia el ancho de su busqueda, tras unos segundos coge un folio en blanco y un boligrafo.

- Vaya, no encuentro el formulario. Lo anotaré aqui y despues lo pasaré al formulario, asi no tendras que esperar.

Apunta los datos en el papel, no sin antes pedirte que los repitas y te pide que firmes la hoja.

- Despues lo adjuntaré al formulario, si no se puede te avisaré para que te pases a firmar.

Espera con una sonrisa cordial a que termines, mientras tanto repasas los datos extrañado por su ultima frase. Sabes que no se puede dar de entrada una prueba u objeto perdido sin su correspondiente impreso ni etiqueta.
Tú lo sabes porque siempre has querido suplantar a Tony y nunca terminaste de aprender el protocolo, pero un tipo que lleva el almacen lo deberia saber de sobra.

Tony estaba perféctamente el otro día cuando me colé a por el rifle... ¿Cómo es que no lo sustituye alguno de sus ayudantes? ¿Y quién es este chapuzas? No me suena su cara...

Antes de darle el papel, me paro pensativo y pregunto:

-Oye, no me suena haberte visto por aquí... ¿Eres nuevo?

El hombre sigue esperando a que firmes improvisado formulario. Sin perder la sonrisa se presenta.

- Soy Ray, pedí el traslado desde Long Island hace un par de semanas. Alli las cosas son mas... tranquilas. He estado viniendo durante el turno de tarde para aprender como funciona esto, pero ahora me han pasado a la mañana mientras Anthony se recupera.

Mientras tanto mira el bolso sin abrirlo y lo levanta para comprobar su peso.

- Parece que no se llevaron gran cosa, puede que solo lo hayan dejado olvidado.

Con una sonrisa, termino de rellenar el "formulario" y se lo entrego.

-Encantado, Ray. Yo soy Tony y... antes de que hagas el chiste... no, no tengo ninguna relación con la mafia italiana. ¡Que tengas un buen día! ¡Y dile a Anthony cuando le veas que se recupere rápido!

Despidiéndome de él me pongo en camino al despacho del jefe. Por el camino saludo a un par de compañeros, pero no me paro a hablar... ¡Ya llego algo tarde!

Al llegar a la puerta del comisario, llamo y espero a que me de permiso para entrar.

Ray se despide de ti con una sonrisa y un guiño de ojo antes de seguir buscando las bolsas de pruebas bajo el mostrador.

Subes a la primera planta y algunos compañeros, al verte, consultan la hora en sus relojes. Parece que no les gusta tu falta de puntualidad cuando ellos tienen que fichar a su hora.
Ignorando este hecho aislado continuas tu camino y llegas a la puerta del comisario. A traves del ventanal de su despacho ves que esta reunido y parece algo importante, asi que decides tomar asiento junto a su puerta y esperar pacientemente. Al menos tendras una excusa para reuniros tan tarde.

Mientras esperas observas el movimiento de la central de policia, al contrario que una comisaria de distrito la mayoria de los empleados se dedicana tareas administrativas. En otros lugares todo son detenciones y atencion al ciudadano, aqui es mas dificil ver a un par de prostitutas esposadas esperando a ser procesadas.
Oyes como se levanta la visita del comisario y tú haces lo mismo, tu turno ha llegado.
Un hombre trajeado sale del despacho y lo dejas pasar para poder entrar. Pero antes de cruzar el marco de la puerta sucede algo totalmente imprevisto.
Una fuerte explosion sacude el edificio, cuando te giras en la direccion del estruendo ves como parte del suelo se hunde arrastrando consigo mesas, sillas y paredes. El suelo tiembla y tienes que agarrarte al marco de la puerta para mantener el equilibrio.
Inmediatamente salta la alarma de incendios mientras pedazos de techo y paredes se precipitan sobre el crater abierto en el centro del edificio. Antes de que puedas reaccionar se vuelve a producir una explosion, esta vez no ves los efectos aunque puedes sentir el temblor.
Rapidamente la gente empieza a desalojar el lugar, por suerte las escaleras que bajan a la recepcion estan en pie y no han sido afectadas. Algunos compañeros se acercan al agujero para ayudar a los heridos que han permanecido en la primera planta y no han caido.
Es apenas cinco segundos el caos se ha apoderado de la central de policia de Nueva York.

La imprevista sacudida hace que me agarre al marco de la puerta para evitar caer al suelo.

-¡¿PERO QUÉ COJONES ESTÁ PASANDO?!

Miro hacia atrás para ver como el edificio empieza a derrumbarse.

¿Un atentado? ¿Cómo es posible? Joder, joder, joder... ¡Hay que salir de aquí antes de que todo se venga abajo!

-¡Jefe! ¿Estás bien? ¡Vamos, corre! ¡Tenemos que salir de aquí antes de que todo se venga abajo!

Espero al comisario, y si ha resultado herido con la sacudida le ayudo a salir. Voy intentando sacar a todos los que encuentro de camino a la salida.

-¡Venga, venga, venga! Todos con calma hacia la salida. No cojáis nada y limitaros a salir de aquí. ¿Acaso véis que esto tenga pinta de simulacro?