Partida Rol por web

Rose Warren es la hija única del señor Howard Warren y por tanto heredera de su imperio comercial. Soltera y díscola, fue ingresada en un psiquiátrico por su prpio bien cuando comenzó a apreciar en ella el padre comportamientos "aberrantes", incompatibles con un matrimonio sensato. El diagnóstico: histeria.*

Hace un mes, Rose se fugó del psiquiátrico, donde estaba al cuidado de un joven y prometedor psiquiatra muy bien valorado en los círculos psicoanalistas, que han recuprado gran parte de su importancia perdida, al terminar la II Guerra Mundial.

El padre de Rose, alarmado por la posibilidad de que la noticia llegase a demasiados oídos y los pretendientes huyesen de tamaña fierecilla sin domar, el señor Warren ha exigido al psiquiatra de Rose, el señor Alan Valdemar**, que la encuentre. El señor Valdemar no puede abandonar sus obligaciones, pero ha podido seguir desde la distancia el rastro de Rose hasta Canadá. Logró saber que estuvo en el Hospital General de Ottawa aquejada de fiebres que pasaron rápido, gracias al testimonio de una enfermera, Sanne Van Jansen, a la que el buen doctor ha ofrecido una suculenta recompensa si logra localizar y hacer volver a la srta. Warren a casa.

Siguiento el rastro de Rose, Van jansen descubrió que la joven había seguido viaje hacia Prince George y que estuvo alojada en una pensión de mala muerte donde encontró como única alegría la presencia de un viejo piano. Corriendo ella con los gastos, Rose contrató a una profesora de piano para que lo afinase y podr tocar los pocos días que estaría en la pensión. Esa profesora a la que conoció por apenas una hora, era Stephany Kidman. Cuando Van Jansen encontró a Kidman al seguir el rastro de Rose, la primera le ofreció compartir el premio a la pianista si la ayudaba a dar con la srta. Warren.

Días después, encontraron una pista más. La srta Warren había acudido a un teatro de barrio con idea de contratar a un actor novato o sin futuro que debía acompañarla a Fort Ware y hacerse pasar por alguien. Franck McBerrigan fue uno de los que rechazó el trabajo y aunque no sabe si alguien llegó a aceptarlo, ahora sí está dispuesto a acompañar a estas dos señoritas a un territorio duro y hostil a cambio de su tercera parte de la jugosísima recompensa. Conscientes ambas de que puede ser necesario algo de músculo en esta aventura, ambas aceptan.

De manera que los tres se embarcan en un Fokker aprovechando un par de días de buen tiempo y vuelan hasta Fort Ware, Columbia Británica, reserva de la tribu (nación, les gusta ser llamados) Kadawacha. Cuando llegan se encuentran en el inicio del invierno, con todo el terreno circundante, montañas y ríos, bajo nieve y hielo. El propio pueblucho de Fort ware está enterrado en nieve y moverse por las calles es complicado.

Los tres perseguidores se han alojado en el único lugar disponible, una casa de huéspedes llamada Whitehouse, regentada por el Sr y la Sra Herst, de los pocos habitantes totalmente blancos del pueblo, donde abundan indios y mestizos. No les resultó sorprendente saber al llegar que la srta Rose Warren había estado alojada allí hasta ayer mismo. Ha dejado su habitación en mitad de la noche, aunque dejándola pagada. No sabe si sola o acompañada, per si ha salido de pueblo ha tenido que ser a pie, pues el único avión disponible acaba de llegar con los tres buscadores y lo han visto marcharse de vacío. Y no hay vehículo que pueda sacar a nadie de aquí si no se llama a otro avión para que vuelva, cosa que puede tardar dos días. Rose por tanto ha de estar en alguna parte de Fort Ware.

Raudos, han solicitado para las dos damas alojarse en la misma habitación de Rose, mientras que Frank lo hará en la contigua. Luego, los tres se han reunido en el que fuera el cuarto de Rose hasta hace poco y lo han registrado a fondo. Lo único que han encontrado son unas cuántas fotos olvidadas en un cajón***, pertenecientes a Rose Warren, casi todas con algún texto escrito en el reverso. Aparte de la información dada por el psiquiatra y el número de teléfono de este (que ha dado instrucciones de ser avisado a cualquier hora de cualquier novedad o de cualquier duda), estas fotos son la única pista que tienen ahora mismo. Sentados alrededor de la mesa camilla, calentados por un brasero y rodeados del papel pintado menos luminoso que hayan visto nunca, los tres compañeros de persecución se disponen a pensar en el siguiente paso.

Mientras pensáis en silencio, sólo se escucha el sonido del viento de la nevada que cae fuera y los pasos de alguien subiendo las escaleras y moviendo unas llaves.

Allí estaban, apretujados en el cuartucho, intentando calentarse, e intentando atar cabos.

-Me pregunto quién es Eva, y quién Jack. Esas fotos están aquí por algo. Puede que esa mujer de la carta, esa de la que Valdemar piensa que es la causa de que Rose se fugara, sea Eva. No sé si...

se detiene en seco. El sonido de pasos y llaves parece muy cercano. ¿Quizá la Srta. Warren haya regresado y esté a punto de entrar en la habitación...?

Frank hacia horas que no pegaba un trago y comenzaba a dolerle la cabeza, sentia escalofrios y pensaba que quizás no haya sido tan buena idea eso de venir, aunque luego recordo la "suculenta recompensa" y una sonrisa esbozo su cara. Sonrisa que se volvio en carcajada cuando se acordo que en la maleta, siempre tiene un pequeño compartimento "extra" para el "bourbon yanki de Tennesse" Abrio rapidamente la maleta en busqueda de la botella una vez la tubo en la mano, dejo de temblar, como si su cabeza ya tubiera lo que necesita con solo ver el liquido. Penso unos segundos:

Ei para que malgastar una buena botella, si estoy en una maldita pensión. Ademas las mujeres estas estaran buscandome.

Cogio una chaqueta y su paquete de cigarrillos y mientras bajaba se lo encendio. Sin decir nada a nadie fue rapidamente a la barra y pidio: 

Ei barman un bourbon doble... o mejor deje la botella cerca y pongase con otras tareas, presiento que será una tarde laaarga!

Esta vez con la copa en la mano y el cigarrillo en la otra dijo a las dos feminas: Eva y Jack? mmm quizás eso sea lo primero que deberiamos preguntar al bueno del Dr. Valdemar si tenia hermanos. De todas formas se nos a contratado para encontrarla, no por saber sobre la famila de esta loca. Así que preguntemos al Sr. Herst  algún lugar donde ha podido pasar la noche, a parte de este lugar.

Frank apuro la copa y cuando iba a servirse otra, fue a buscar al Sr. Herst o señora e hizo que se acercaran los dos donde estaba el y las dos mujeres.

Bien señores, podrian decirnos todo lo que recuerden de la chica?  Mientras se ponia otra copa

Estoy de acuerdo con vosotros en preguntar si podria alojarse en algun otro lugar , pero creo que no seria descabellado preguntar si conocen a una tal Eva y al otro caballero con las descricciones de las fotos, algo del tipo...estamos buscando a unos amigos de la infancia que creeemos pueden vivir ahora aquí etc- y espero ansiosa su respuesta, despues de todo somos tres estraños en unas curiosas circunstancias.

Liderados por Frank, habéis salido todos de la habitación y os habéis encontrado en el pasillo precisamente con la Sra. Herst. Sorprendida por la afirmación de Frank de que os dirigís al bar, pues en la casa no hay tal cosa, os dice que igualmente podéis ir a la cocina y acodaros en la encimera con una de las botellas de licor que hay en la despensa. Como queréis hablar con ella de Rose, os dice que se reunirá en un momento con vosotros en cuanto cambie las sábanas de la habitación del Sr. Goodspeed.

Bajáis en efecto a la cocina, momento que aprovecha Stephany para comentaros sus ideas. Antes de que podáis responderla llegáis abajo y os encontráis fregando pucheros al Sr. Herst, quien no tiene problema en serviros lo que queráis. Cuando le rpeguntáis por Rose se muestra un poco desconfiado.

-Pues muy buena chica. Tranquila, educada... ¿Son ustedes familiares o amigos? Nos extrañó que viniera sola.-

-¿Sóla? Creí que había llegado acompañada de un caballero. Sí, somos amigos de la familia, en efecto. En realidad su padre está preocupado por ella, como es lógico, y queríamos transmitirle su mensaje a la señorita Warren, Rose. Y también localizar al resto de amigos, de la infancia de Rose, que quizá viven aquí... quizá les vino a buscar. Mire, estas son sus fotos...

Y le mostró las fotografías encontradas en la habitación.

-Jack, y Eva...

Frank estaba más pendiente de la botella que la Sra Herst había prometido que de la propia investigación. Pero despues de ver que tal botella salia a relucir. Frank se integro en la conversación. Sr. Herst le mentiria si le dijera que yo soy familia de Rose. Pero tengo que decirle que el padre de Rose esta muy preocupado por su hija y me temo que si no colabora con nosotros dios sabe que le puede pasar a esa familia.

Frank cogio la botella y sirvio un culo de wishky al Sr. Herst sin que el lo pidiera y rapidamente otro para el. Quizas todavía Frank pensara incoscientemente que beber solo era de borrachos...
Sr. Herst ignoro si tiene usted hijos pero si yo me pusiera en la piel de un padre y buscara a alguien para que encontrara a a mi hija. Estoy seguro que pensaria la gente que estoy desesperado por volver abrazar a mi preciosa hija.
Frank aparto por unos minutos el vaso de su vista para encenderse otro cigarrillo y mientras tomaba unos segundos de descanso para pensar dijo.

[b]digame Sr. Herst, necesitamos saber todo de esta chica. Creo que si es cierto que es una buena chica su padre debe estar con ella. Y si no es el caso su padre debe saberlo. No cree usted, Sr. Herst[b/]

Frank cogio el vaso y espero a que el Sr. Herst cogiera el suyo.

-Ciertamente...- el Sr. Herst titubea -Sí, claro, una chica ha de estar con su padre. El caso, sabe, es que este joven- dice señalando la foto de Jack -es precisamente quien vino a buscarla. Ella llegó aquí sola, señorita, pero vino a buscarla este joven. Y la otra, la que dicen que se llama Eva... bueno, esto es muy raro, porque nosotros la conocemos por Harriet, Harriet Carstensen. Llegó hace unos años con su marido el señor Carstensen, un noruego, creo, un exiliado de la guerra.

-¡Oh, excelente! Así que La Sra. Carstensen... la esposa de un caballero noruego, exiliado. ¡Como yo misma! es un alivio, así que me encantaría presentar nuestros respetos al matrimonio, si es tan amable de decirnos donde viven. Además, ahora que lo pienso, quizá el joven que ha venido a buscar a la Srta Warren, Jack, se ha dirigido también allí. Porque Rose se ha ido con él, justo entonces ha dejado la habitación, ¿no es así? Pues quizá sea porque el joven le haya dicho que estaba alojado en casa de sus amigos, y que ella también podía alojarse con ellos...

Sugiere Sanne dirigiéndose a sus compañeros, con un gesto de cabeza que indicaba que tenían un hilo del que tirar. Sin embargo no dice nada que pueda hacer desconfiar al Sr. Herst. Sonríe, tranquilizadora.

El señor Herst lanza una estupenda sonrisa, saludando la condición de exiliada de Van Jansen como una simpática minusvalía o quizá como una extravagancia de las que hablar luego a los vecinos. En cualquier caso, se dispone a responder, cuando en algún lugar de la silenciosa casa suena un teléfono.

Herst espera hasta que oye cómo lo descuelgan y sigue hablando. -Sí, los Carstensen viven cerca. Son una gente agradable, aunque solitaria. Él pasa mucho tiempo en casa, trabajando. Creo que es escritor o algo así, porque envía y recibe muchos paquetes, supongo que con sus escritos, borradores, revisiones... Su casa está bajando la calle hacia...-

-Oh, disculpen la interrupción.- dice la Sra. Herst haciendo aparición -Les llaman al teléfono. Un tal señor... ¿Voldemarr? Suena muy lejos y hay interferencias.

-Ah, sí. Bien, gracias, Sra. Herst. Ya es todo un lujo contar con teléfono, así que alguna interferencia es un inconveniente mínimo, créame. Veamos, la sigo.

La mujer se dirige al teléfono, haciendo un gesto a sus compañeros, para que las sigan también, y puedan participar en la conversación. Coge el auricular, y pregunta:

-¿Dígame...? Sanne Van Jansen al habla.

La voz al otro lado de la liena es crepitante, zumbante, agudizando la ya de por sí desagradable nasalidad del tono natural del doctor Alan Valdemar.

-¿Hola? Aquí el doctor Valdemar. ¿Van Jansen? Qué bien que la localizo. ¿Alguna novedad? ¿Puedo ayudarles en algo?-

Frank mientras le daba una calada al cigarro y soltaba el aire aspirado dijo Preguntele al Sr. Valdemar si Rose tenia hermanos Frank tenia una fea costumbre, cuando ya se habia tomado más de una copa aspiraba bien fuerte, como si los "mocos" le cayeran y el intentara que no cayeran...Desagradable pensaban muchos y es quizas una de las cosas que la gente más odiaba de Frank. Y de paso preguntele también sobre las dos chicos. quizas este la pista en ellos dos.

Había sido un golpe de suerte que el dr. hubiera pedido conferencia, les había ahorrado un buen tiempo de espera. Sanne asintió a Frank. Sí, tenían que aprovechar a fondo la oportunidad que les daba su iniciativa.

-Dr. Valdemar, ha tenido usted un sentido de la oportunidad excelente. Hemos llegado hace poco, y sí, estamos sobre la pista de Rose, aunque se ha marchado esta noche, sin dejar rastro, ni dicho a dónde iba, claro. Pero tenemos algunas preguntas que hacerle, en base a unas fotografías que hemos encontrado. ¿Tiene o tuvo Rose hermanos? En esas fotos sale ella, y dos personas más, además de su padre. Una chica de su edad, que consta en las fotos como Eva, y un muchacho, Jack. Parece que eran buenos amigos, o quizá hermanos, por eso nuestra pregunta...

Mientras hablaba la mujer frunció el ceño, molesta por algo. Su mirada se clavó en el hombretón que tenía al lado, y le hizo un gesto indicando que sus sonidos corporales la estaban poniendo nerviosa.

Muchas gracias sr.Herst por ser tan comprensivo -y hago gala de unos modales impecables-la muchacha, -digo con tono de voz de ya sabe como son estos jovenes-no le espresó a su padre su deseo de salir de la zona en la que viven, y el pobre hombre se preocupó muchisimo al ver que se habia marchado sin mas, ahora le tranquilizará saber que probablemente se encuentre con su amiga harriet a la que ella llama Eva seguramente como un apelativo cariñoso o una broma de niñas- y una sonrisita de complicidad con el sr. herst se dibuja en mi cara.

Mientras Frank y Sanne, pegados al auricular, escucháis la respuesta del Dr. Valdemar, veis cómo el sr. Herst parece más tranquilo con la explicación de Stephany.

-No, no tiene hermanos. Creí haberles dicho que era hija única, debí olvidar comentarlo. Eva y Jack en cambio sí son hermanos. Sus padres trabajaban para el señor Warren en la granja. El tal Jack me parece un elemento peligroso. Moralmente peligroso, quiero decir. Pendenciero y obtuso, el clásico iletrado rural. Estuvo acusado de provocar el incendio que mató a sus padres. No se encontraron pruebas, pero ya saben. Cuando el río suena...

Con el auricular de modo que Frank no se pierda palabra, Sanne asiente.

-Oh, sí, claro, sí que comentó que era hija única, cierto. Así que esos amigos.... bien. ¿Un incendio? Una de las fotos es de "la casa de Jack", y está en llamas. ¿Los conoció usted, Doctor? Ese chico, ¿llegó a estar en tratamiento? No es algo fácil de digerir, un... accidente así. ¿Puede contarnos algo más acerca de ellos? ¿qué relación tenían con la señorita Warren? ¿Se siguieron viendo, o siguieron en contacto a través de los años?