Partida Rol por web

-Muy buenas. Ustedes dirán.-

El hombre coge y mir al azar varios papeles sobre la mesa, sin particular interés.

Le doy un suave empujón a Stephany mientras apremio con la mirada a Frank. Ellos son los que querían pasarse por la gasolinera, así que prefiero que hablen primero.

Mire caballero -digo intentando no parecer pedante -hemos llegado asta aquí intentando encontrar a una pobre muchacha que se a escapado del lugar donde su padre preocupado esperaba que se recuperase. El caso es que esta muchacha tuvo relación en su juventud con una de sus vecinas, !pero claro, no queremos molestarla hasta no saber si mantenian contacto por carta y nos han dicho que es usted quien recibe las cartas...
Ya se que usted nunca se fijaria en los nombres !sé que es usted una persona de fiar, ya nos lo han comentado sus vecinos!- digo poniendo cara de "por supuesto"-pero espero por el bien de esta pobre muchacha que le extrañase que esta vecina recibiese cartas de distintas suscripciones o colectivos.

Frank apuro el cigarro, no queria ser descortes y entrar fumando a la estancia, así que con la cabeza fuera de la habitación apuro el cigarro y entro tirando el humo dentro de casa por la nariz y la boca. Tras ver al tipo y escuchar atentamente las palabras de su compañera dijo.

Ei pero no atolondremos a nuetro amigo. Pienso que todo esto lo podemos hacer con unos buenos cafes irlandeses, empiezo a tener hambre y un cafe cargado de oro irlandes animaria a mi cuerpo y también entraria en calor, que es lo que necesita ahora mismo. Usted que piensa?

Y de paso diganos algo de interes, aparte de lo que mi, aqui mi compañera ha comentado, si conoce a esta chica.

Dice Frank mientras le alarga una foto de la "loca"

El hombre os escucha con paciencia y luego mira la foto que Frank le tiende. Levanta una ceja y tras dejar la imagen sobre la mesa se vuelve. Comienza a preparar cafés y mientras lo hace, de espaldas, os responde.

-Si, esa mujer está aquí. Pero lleva muy poco tiempo en el pueblo, no ha recibido carta alguna. Oh, ya, ya. Ustedes no se refieren a ella, sino a su amiga. Sí, se de quiénes me hablan. No son buena gente. La chica que buscan se ha metido en problemas si está con esa mujer y su marido.-

Sanne levanta una ceja al escuchar eso, mientras sigue las evoluciones del hombre preparando el café. Mira a sus dos compañeros con una expresión de "ahí hay algo".

-¿Si? Pues eso sí que es una mala noticia. ¿Qué le hace pensar así?

Su tono es el de una amiga preocupada, no de curiosidad malsana ni de simple cotilleo.

Frank se quedo mirando a Tomah un rato y esnifo de forma fuerte mientras miraba embobado.

al cabo de unos segundos balbuceo algo inteligible y dijo:

Por que dice que son malas personas?

-No se relacionan con nosotros. Sí, son amables y tal, pero nos tienen miedo, a nosotros, a los "indígenas". Creo que son racistas. Y él.. a él le he visto hacer cosas raras. Ir al bosque solo. Volver de noche, manchado de sangre y entrar a hurtadillas en su casa. Y gemidos. Gemidos de esa mujer, esa.. ramera. Gemidos más allá de lo normal, no sólo de placer, no. Algo más. Se lo cuento a todo el mundo, a todo el mundo. Pero nadie me hace caso. Todos creen que son bellísimas personas. Habría que echarlos del pueblo. Alguien debería hacer algo.-

No ha dejado de lanzaros torcidas miradas mientras hablaba y se lamía el café de los labios, evaluándoos.

-¡Vaya! Eso es muy raro. Muy raro.

Sanne cabecea, asintiendo, y magnifica su acento extranjero al hablar.

-Racistas... están en todas partes. Y... ¿sangre, gemidos...? Suena mal. Muy mal.

Está intentando tirar de la lengua al hombre, y, al mismo tiempo, darle confianza. "Estamos en el mismo lado de la línea", indica su tono. Y que le cree, y que quiere oír más. Se le queda mirando, invitándole a seguir hablando.

Entonces esta pobre chica tendra problemas con una gente así -digo afianzando nuestra postura-es una
chica muy joven y ya se sabe ...tan impresionable..., si esa gente la pervierte será algo que nos podremos
hechar en cara el resto de nuestra vida !por dios, diganos todo lo que sepa, ante algo así, no podemos dejar que siga allí!- digo poniendo tono de estar escandalizada.

El hombre chasquea la lengua y os mira de hito en hito, valorando. -La gente me toma por loco, ¿saben? Pero yo tomo mis precauciones. Algún día les denunciaré, algún día y, ¿saben qué? Me acusarán de falso testimonio, intentarán echarme al resto del pueblo encima. ¿Y saben qué haré yo? Mostrarles las pruebas. Eso haré.-

-Eso no es de locos, es puro juicio. Así que tiene pruebas. Puede compartirlas, amigo, le escuchamos...

Seria, atenta, con su comedida sobriedad la mujer mira a Tomah directamente a los ojos, intentando transmitir confianza.

Frank estubo un tanto pensativo en que le podian estar haciendo aquellas personas pero un ultimo pensamiento hizo que una pequeña sonrisa le inundara la cara, aunque intento dismimularla no sabia si alguien de los alli presentes se dio cuenta. Joder este tio si que esta loco... Mierda sin querer me he reido espero que nadie se haya dado cuenta.

Tomah, amigo mio, Se acerco Frank hasta un lugar donde pudiera verlo, Es vital que nos digas algo de esta muchacha y lo que les concierne, no creo que callarse las cosas sea buena y menos si tratamos de gente... gentuza. Si somos más los que te apoyamos no tienes porque sufrir.

Tomah os mira fijamente y asiente. Levanta un dedo para indicaros que esperéis y se dirije a una puerta tras del mostrador. Al abrirla podéis ver una luz rojiza que sale del interior y el olor a productos químicos invade un momento el ambiente. Procurando que no se vea el interior mientars entra, os vuelve a pedir paciencia con la mirada y entra, cerrando la puerta.

Pasan unos segundos. Suena como si moviese ahí dentro alguna caja. Unos segundos más.

-¡AAAAAAAAAAHHHHHGGGGGGGGGGLLLLllllmmmm..

Suena de repente al otro lado de la puerta, acompañado del ruido de un cristal al romperse.

-¡Por Dios! ¡Vamos!

No espera ni añade más, sale corriendo hacia la puerta tras el mostrador. Ha sido suficiente, parece que el tipo ha tenido un accidente, y puede haberse herido. Y es enfermera, eso se lleva dentro. Pero justo cuando llega allí se detiene en seco. Y se gira.

-¿Alguien... alguien tiene un arma....? Por... si acaso...

Con cuidado me acerco al otro lado del mostrador siguiendo a mi compañera y cruzando los dedos para que sea lo que sea que ha pasado no sea grave.

Frank se queda con la boca abierta oyendo el sonido de detras de la puerta y al momento reacciona y dice:

Señoras esto es cosa de hombres aparten podría ser peligroso.

Frank se acerca a la puerta y mientras toca la puerta y dice: Señor esta usted bien? Voy a entrar !

Frank acaba por abrir la puerta y asomar la cabeza sin posibilidad de que las chicas puedan ver lo que hay detras de ella. No lo hace por esconder lo que hay detras de la puerta, pero como hombre intenta protegerlas lo más que pueda.

Al abrir la puerta un hedor espantoso se escapa del interior. Es un aroma sulfuroso, intenso, vomitivo, ácido y ferroso. La luz rojiza de una bombilla pintada es lo único que las chicas pueden ver salir de la habitación, mientras que Frank..

Frank observa lo que sin duda es un laboratorio fotográfico amateur, con apenas una pila para los reactivos y una cuerda para colgar las imágenes. El suelo está cubierto de sangre. Sangre caliente y spsa, mucha, como de una tremenda herida. Pero allí no está Tomah. Ha desaparecido por completo. Sobre la sangre, trozos de fotografías, todas ellas destrozadas, destrozadas y ¡quemadas! O al menos, eso parece desde aquí. Sólo un par parecen haberse salvado, allí en el suelo.