Partida Rol por web

-Está bien. De acuerdo, pero hay que hacerlo ya...

Se detuvo, por tanto, tras haber echado a andar hacia el camino que bajaba. El frío era allí fuera cortante como mil cuchillos, y no quería estar más tiempo sufriéndolo. Miró a su alrededor, buscando a alguien. Un transeúnte, una ventana entreabierta, un portal que estuviera cercano. Y gritó, con todas sus fuerzas.

-¡¡SOCORRO!! ¡Qué alguien nos ayude! ¡SANGRE!

Tarda un rato en llegar alguien y escuchar lo que decís, un par de hombres de las casas cercanas. Ellos avisan a la autoridad, un sheriff y su ayudante, que apenas media hora después están allí inspeccionando el lugar y pidiéndoos que resumáis lo ocurrido, aparte de pedir a voluntarios que hagan una pequeña batida alrededor del edificio en busca de rastros.

Me dejo llevar lo justo por el miedo, un leve temblor se ve en mis labios que estan blancos por el susto de antes y si me preguntan me ceñiré a la version que hemos preparado.

Sanne se muestra aterrorizada ante los agentes. Pero coherente. Les explica que han entrado buscando información, y que el hedor los ha alertado. Y luego, al entrar en el cuartito, la sangre. Y que no han visto ni rastro de nadie más que ellos ahí dentro...

Tras escuchar vuestra declaraciones el sheriff está perplejo, más aún tras examinar las pocas pruebas disponibles.

-Está bien, son libres de irse de momento. Con este clima no hay riesgo de que abandonen el pueblo, pero por favor, manténgase accesibles para hacerles más preguntas si fuera necesario.-

Así, minutos más tarde os encontráis de nuevo a solas bajo el porche de una casa, dando patadas al suelo para ahuyentar el ffrío, decidiendo qué hacer ahora.

-Vamos a la casa de esos dos. No sé qué podemos sacar en claro de allí, si es que sacamos algo. Pero es el único cabo del que tirar.

Harta del frío, y temblando tanto por eso como por el miedo, Sanne tiene las manos en los bolsillos de su grueso abrigo, dándose palmaditas para calentarlas. Al hacerlo nota el cartón de la foto que han conseguido rescatar del suelo del pequeño cuartucho, tras su tétrico descubrimiento. El desgraciado de la gasolinera les habló de las pruebas. Había ido a buscarlas antes de escuchar el alarido espeluznante que ha precedido a la sangrienta desaparición. Quizá esas pruebas siguen en el laboratorio, o quizá sólo se trataba de esas fotos.

Extraña foto. ¿Habrá un hilo conductor que una las imágenes unas con otras...? Porque por ahora es cuanto tenemos. Imágenes, solo imágenes...

Frank se encendio un cigarro para sostenerlo en la mano y por lo menos calentar sus manos frias. Despues de un rato de pensar sin decir nada dijo:

Sanne tienes razon, deberiamos ir a la casa de alojamiento y preguntar sobre el lugar de la foto quizás ellos sepan algo de estos aborigenes.  Pienso que deben ser conocidos entre esta comunidad, no creo que sea constumbre hacer fotos a gente india. Deben ser algunos lideres o algo así.

Frank dio una calada a su cigarro y se lo puso en la boca e inmediatamente despues se puso las manos en los bolsillos buscando el calor de estos. Seguidamente se puso en marcha.

-No, no. No me refiero al hotel. Quiero decir a casa de los Carstensen. Y por ahora no diría nada de la foto. Por lo menos directamente... ya me entendéis.

La enfermera, con su habitual parquedad y timidez, no dio más explicaciones. Pero tironeó de su compañero de la manga, para detenerle. La información era un privilegio, y debían ahorrarla. Y más siendo que se habían llevado la foto de allí secretamente. Señaló con la cabeza hacia la dirección en que los hospederos les habían indicado que se encontraba la casa del noruego y su mujer, Eva. O Harriet, como se hacía llamar ahora.

Asiento ante la visión de Sanne, la información es delicada para compartirla, esa foto no tendria que estar en nuestro poder por lo que tenemos que tener mucho cuidado. Tendremos que inventar un motivo para que esté en nuestro poder si queremos preguntar por ella ¿no os parece?- comento mientras les sigo.

Frank miro a Sanne como si mirara en su interior y dijo Esta bien no diremos nada de esta foto, no obstante, deberiamos indagar sobre esta tribu igual tiene algo que ver con la chica. Para empezar, iremos al hotel a preguntar sobre la chica y veremos que nos pueden decir.

Frank se puso en marcha sin esperare que Sanne soltara la manga de Frank.

Tras un corto paseo en el que Frank camina a grandes zancadas y las chicas apenas pueden hacer otra cosa que seguirle sin resuello, llegáis delante de la casa de huéspedes Whitehouse de nuevo.

Yo personalmente no me veo muy decidida a hacer ahora mismo ninguna otra visita, ¿que os parece si aprovechamos para descansar y mañana seguimos?-digo con la cara un poco desencajada .

Frank miro a Stephany y dijo Cuanto antes acabemos con este asunto antes nos iremos a casa con la recompensa y con la certeza de haber hecho el trabajo. De todas formas eres libre de irte... Frank dijo esto ultimo con desden e inmediatamente llamo a la puerta de la casa.

Nok nok...

La puerta se abre un poco, dejando pasar una bocanada deaire caliente al exterior. La señora Herst se asoma y al veros os abre del todo y os anima a pasar. -Ah, ¿ya han vuelto de su paseo? ¿Han encontrado a su amiga?-

La aparicion de la señora Herst impide que me deje llevar por mi genio, ante todo soy una dama y ese brivon no conseguirá que me comporte de otra manera.

Los roces han empezado entre nosotros, era inevitable...

Sanne calló ante la pequeña pero áspera discusión de sus dos compañeros. Se había sentido ya incómoda con la decisión tomada por el hombretón sin esperar a las mujeres. Pero no iba a polemizar.

Se encogió de hombros, y dejó que Frank tomara la iniciativa en el interrogatorio que él mismo había decidido venir a hacer. A ver cómo se las componía para preguntar acerca de los indios, o lo que fueran, sin mostrar la foto...

Frank saco de su bolsillo su ultimo cigarro medio doblado y dijo mientras se estaba encendiendo el cigarro. El tal Tomah a que se dedicaba? Cuando llegamos a su tienda parece que habia desaparecido.

Empiezo a pensar que todo esto es una broma de mal gusto, no debe ser tan dificil encontrar una puta pirada. Y estas dos perras, aprovechar para descansar. Como si estubieramos de vacaciones.

La señora Herst levanta una ceja, intrigada. -Perdón, no le entiendo. ¿A qué se dedicaba? ¿Antes de ser el dueño de la gasolinera, quiere decir? No lo sé, la verdad. Vivía en su comunidad de indios, pero vino siendo muy joven... ¿por qué lo pregunta?-

¿Perdone a dicho que tomah vivia en una comunida india ? , que curioso ¿Y era de por aquí su comunidad?- digo con los ojos chisporroteando de entusiasmo !no hemos tenido que enseñar la foto!.

¡Diana! ¿Seguiría la racha...?

La enfermera sigue la conversación atentamente, aunque en silencio. Se limita a asentir para enfatizar la pregunta de su compañera, a la espera de la respuesta.