Frank no dijo nada hasta el momento, pues esto empezaba a no gustarle veia que no cobraria por la magnificencia de sus compañeras. Frank cerro los ojos y dejo la botella encima de una mesa y se acerco a Rose le cogio la mano y con los ojos cerrados y voz muy fria dijo Rose o nos pagas ahora mismo o llamo a tu padre. Necesitamos el dinero y la excusa que nos has puesto no es suficiente para no hacerlo. Danos el dinero ya o llamare yo mismo.
Solto la mano de Rose y volvio a abrir los ojos esta vez mirando a sus compañeras.
Me aparto de la vista de la señora Herst para poder avisar a mis compañeros , lo que ha dicho de los amuletos es muy importante si aparece de nuevo con algo diferente al cuello ya veremos....
Me hacerco a Frank con rapidez , le cojo del brazo y le susurro...la señora Herst está metida en esto con mas gente por lo que he podido escuchar , tambien les dijo que cogiesen unos amuletos que parece que protege de la criatura,los del telefono con los que habló no creo que tarden mucho en llegar.
Que? Frank se quedo unos segundos con la cara desencajada y miraba a su compañera como si estubieran locos... Una vez más le vino a la mente esa criatura horrible y le vino una absurda teoria Y si Rose ha engendrado aquella criatura y por eso no quiere irse de este lugar???? Dios mio pero es imposible nadie puede...
Frank cambio su cara desencajada mirando a Rose pero esta vez enfurecido y dijo en un tono alto Rrrroooose que pasa aquí!... Tras otros segundos pensando en que hacer...
Vayamos de aquí esto no es seguro Dijo en voz baja a su compañera.
Se encamino hacia Rose como una bestia desbocada y agarro con fuerza a Rose del brazo y le dijo a sus compañeras Vamonos de aquí ya!
La Señora Herst llega en ese momento, advertida de los ruidos, y mira lo que Frank hace, con ojos asustados.
-Pero... ¿ocurre algo? ¡Por Dios, no maltrate así a la chica!-
-¡No! Por favor, no me lleven con mi padre. ¡Volveré al manicomio! Las cosas horribles que me hicieron allí... ¡Les daré el dinero! ¡Pero yo no lo tengo! ¡Mi padre, en su caja fuerte! ¡Les diré cómo!-
Miro por si lleva algún amuleto al cuello la señora Herst y me preparo por si hiciese falta quitarselo.
-¿¿QUÉ??
No ha podido evitar gritar, ¡así que los lugareños saben lo que pasa! Entonces, sí, hay que salir de allí.
-Vamos...
Susurra a Frank cogiendo a Rose del otro brazo, para salir de allí a toda prisa y sin hacer caso del comentario de la posadera.
Salís de nuevo a la calle y a la terrible oscuridad brillante de la noche nevada. La temperatura no ha hecho sino descender y tembláis en vuestros abrigos. La señora Herts no ha hecho apenas ademán de deteneros, lo que os da tiempo justo para pensar, ¿dónde iréis ahora?
-Sigamos nuestro primer impulso, ¿os parece? La comisaría. No sé dónde podemos estar a salvo, no es ninguna garantía. Aunque allí quizá quieran escucharnos. Sólo quiero salir de aquí...
El camino hacia la comisaría parece el más lógico y el que seguís para intentar estar a salvo. Su puerta está despejada de nieve por el paso de ciudadanos horas antes a trámites administrativos. La sal cruje bajo vuestas botas. Os plantáis ante la puerta. llamáis. Antes de que hay ninguna respuesta, escucháis pasos sobre la nieve. Os giráis y a un centenar de metros veis cuatro figuras, embutidas en ropa de nieve, como vosotros, que vienen caminando en vuestra dirección, desde la calle de la pensión. Están a un centenar de oscuros metros.
Sanne se gira a los que llegan, temiendo lo que pueda ver. Pero sólo ve gente, gente como ellos. No esa... cosa.
-¡Ayuda! Por favor, ¡hemos escapado de algo terrible! ¿lo han visto...? Puede que nos persiga aún...
Las figuras continúan avanzando hacia vosotros mientras a vuestra espalda escucháis los pasos de alguien caminando hacia la puerta por el interior de la comisaría. Entonces reconocéis a una de las figuras que se os acercan. ¡Es Jack!
Frank no solto en ningun momento a Rose del brazo parecia una prolongación de su cuerpo, cuando llegaron a la comisaria Frank seguia sin soltar a Rose, aunque cuando vio que se acercaba Jack la cosa cambio y la amarro a su cuerpo. Seguramente viene a por ella, intentare que nos paguen y nos dejen libres. Si no siempre puedo usar el "plan b".
Jack dejanos irnos, Rose pertenece a su padre no a ti!
No aprobava ir a la comisaria pero... jiji
Primero mira hacia los que llegan... ¡Jack con ellos! Por Dios, es que esto no va a acabar nunca...? Y después escucha pasos en la comisaría, y mira hacia allí. La duda es demasiado fuerte para alguien en la situación de Sanne, está asustada, demasiado asustada.
Pero esta vez es Frank quien toma la iniciativa y la palabra.
Sanne afirma con la cabeza, automáticamente, sin apercibirse de ello. Y, sin tampoco darse cuenta, lentamente recula hacia la puerta de la comisaría, a la que da ahora la espalda, enfrentada a Jack y a los que le acompañan.
La tres siniestras figuras se detienen a una veintena de metros y permanecen quietas, impasibles, sin hablar. Entonces la puerta a vuestra espalda se abre y un hombre uniformado la abre. -¿Qué ocurre? ¿Necesitan algo?- y consulta su hora en el reloj de pulsera. Las tres figuras continúan inmóviles.
-¡Sí! ¡Sí!
Sanne salta como un resorte, y su voz suena asustada, chillona. Desesperada.
-¡Queremos protección! ¡Irnos! ¡Hay un monstruo suelto!
Habla sin pensar, incongruente, sin hilvanar los pensamientos y apenas las palabras...
Estoy aterrorizada pero no puedo dejar que el miedo me domine o entonces estaré realmente perdida, si esta gente está dentro del ajo tendrán algo en común- el maldito amuleto- y querrán recuperar a esta pobre muchacha, ahora mismo estár junto a ellos es lo mas seguro hasta que consiga saber donde esta el amuleto de las narices y poder hacernos con el.
Muchas gracias veniamos a hablar con el sherif ,si nos acompañan...-y con un gesto señalo la puerta a nuestras espaldas.
El agente os hace pasar al interior, mientras mira con suspicacia a las tres figuras de fuera. Estos siguen inmóviles, esperando o temiendo, es complicado saber qué.
Un avez dentro, se os traslada a una sala caliente frene a la chimenea y se os ofrece una taza de café o de bourbon, según el gusto de cada cual. El sheriff, un hombre llamado Lonnegan, os toma declaración. ¿Qué tenéis que decirle?
-¡Nos atacaron, señor! ¡Qué pánico! Estábamos en la casa de esta señorita, Rose, a la que habíamos venido a buscar por encargo de su padre, cuando algo salió del sótano, y tuvimos que huir...
Sanne parece histérica, y descontrolada. Va mirando hacia la puerta, temiendo que algo aparezca por ella, algo a lo que ni los agentes de la policía puedan enfrentarse.
-¡Debemos irnos de este pueblo! ¡Ponernos a salvo!
Frank estaba inquieto y la respuesta que habia dado Sanne acerca de porque estabamos en el pueblo no le convencia demasiado. Frank iba borracho así que lo mejor que podía hacer es vigilar que todo estuviera en orden, aunque no aguanto la boca cerrada por mucho tiempo. Con su aliento apestando a burbon dijo Sheriff necesitamos salir de este pueblo. Hay alguna forma de hacerlo?