"¿Qué buscaban los sith? Si sólo quisieran los cristales, no se habrían llevado a la niña, la habrían liquidado... ¿querrán transformarla en un sith? ¿Y dónde está la nave de Miraluka? ¿Habrán huido en ella?..." Any-Wan se centra en la niña y cree ver un paralelismo con lo que le pasó hace unos años, cuando fue rescatado por el maestro Felron "Me pregunto si a esa niña le deparará lo que a mí me hubiese pasado de no haber sido rescatado... ¿pero el qué? ¿Ser arrastrado al Reverso Tenebroso? Tiene que ser eso..."
Los pensamientos por privi mejor, ¿no? :P
Asiento ante las palabras del Maestro. Había escuchado a Any y a Aayla pero no podía hablar. Me sentía fatal. Me dirijo a la casa a buscar algo para enterrar a mi hermana en aquel desolado planeta.
Aayla frunce el ceño y observa a su maestro. Nadie se daría cuenta de que está apretando los puños... Pero controla un par de respiraciones e imita a sus compañeros, buscando dentro de la casa algo con lo que cavar un hoyo.
¿Recogeremos los restos de piedras que hay allí?, comenta, aparentemente de pasada, señalando el lugar donde ocurrió todo.
Felron junto a sus padawans enterrieran el cuerpo de la Bruja de la Fuerza en la tierra del planeta que la habia visto crecer y desarrollarse. Tras unas sentidas palabras hacia el cuerpo Felron se dirige a Aalya y asiente.
-Recogamos las piedras que quedan, las llevaremos al Templo Jedi. Aunque no sean demasiadas
El Maestro recogió el cuerpo de Miraluka y miró el cuerpo decapitado de Gunys.
-Any, coge el cuerpo de Any, Miraka....la cabeza.
Sabia lo desagradable que era aquello pero mientras Aalya recogia las piedras ellos llevarian los cuerpos a la nave.
-Larguemonos de este impio lugar antes de que puedan volver los sith. No estoy seguro de si volverán, pero mejor prevenir que curar.
La seiedad y la determinacion del Maestro Felron era tajante y no recibiria un NO por respuesta. Dicho ésto, y cargando con Miraluka, vuelve a la nave.
Escucho las palabras del maestro y asiento. No me sentía con ánimos de hablar demasiado. Me acerco a la tumba y hago una pequeña oración para que descanse en paz. Mientras recojo con cuidado la cabeza de mi compañero. Cerrando sus ojos con tristeza y subiéndome la capucha. No tenia ganas de sentir miradas ni mirar a nadie. Una vez que termino vuelvo a la nave con paso lento.
Una vez terminó la tumba, Any-Wan obedece al maestro Felron y recoge el cuerpo para introducirlo en la nave. Si usualmente era frío y silencioso, ahora lo es más todavía. Lamenta lo que le ha ocurrido a Miraluka y su padawan.
El silencio sobrecogia cada rincon de vuestro corazon. El Maestro Felron no abrió la boca en el trayecto de vuelta a la nave. Solo os dijo al subir.
-Nos vamos a casa.
Se le notaba abatido y desolado. Los cuerpos de ambos Jedis caidos, los pusisteis en unas camillas la zona medica Halcon de Ebano. Una letania sobre sus cuerpos, dó el Maestro antes derigirse a la zona de pilotaje. Se sentó y activó los motores. El cinturon lo abrochó con prisas, tenia que llegar cuanto antes a Coruscant y dar las malas noticias al Consejo.
La nave despegó sin incidentes, volvisteis a ver la nave nodriza Jedi caida...y pensar que la esperanza quedaba en vuestros corazones cuando la visteis al llegar....
El Halcon de Ebáno hizo su viaje sin problemas, la vista del planeta colmena os inundó de alegria, por fin en casa.
Felron dirigió la nave a uno de los hangares, segun lo dicho por el controlador aereo de la zona. Bajasteis del Halcon de Ebano, y unos soldados llamados por el Maestro Felron, bajaron los cuerpos de Miraluka y Gunys.
-Chicos id a comer algo y descansar. Os lo mereceis. Iré al Consejo a dar el Informe de nuestra mision. La noche acude fria, abrigaos.
Era bien cierto que la noche era helada aquel dia.
Decidme que quereis hacer y os pongo escena
Dormir - Academia Jedi
Comer - Cantina.
Cualquier otra cosa decidmelo y abro escena
Primero me lo decis aqui y ya os distribuyo.
- Creo que iré a comer algo... - afirma Any-Wan, serio
Me mantengo en silencio durante el viaje. No sabia como reaccionar. Preferí quedarme en silencio para no molestar a nadie. Una vez que bajamos les hago un gesto con la cabeza y me subo la capucha. Iría a caminar por los jardines, lo que necesitaba era aire.
Aalya observa con ojos tristes toda la escena, e intenta replicar cuando ve que van a marcharse. ¿No vamos a investigar? ¡Podría haber restos, o huellas!, baja la cabeza y sigue a sus compañeros hacia la nave.
Una vez allí, ayuda a descargar los cuerpos y se dirige cabizbaja hacia la cantina, pensativa.
Sorry por la tardanza >.<