Partida Rol por web

No hay Honor entre Ladrones

Escenario de Campaña

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04/12/2015, 09:08
Dungeon Master

La Península Khultana

La partida se ambientará en el extremo sudoeste de los Reinos Olvidados, también llamados Faerûn. Considerada por muchos una región de atrasados e incivilizados monstruos, junglas, enfermedades y salvajismo, la península Khultana cobija a varias culturas distintas y gobiernos relativamente estables que se retrotraen a cientos de años atrás. La imagen de esta península es debida a su aislamiento del resto de Faerûn, el ocultamiento mágico de sus ciudades y los delirios inducidos por la fiebre de viejos marineros. La Península de Khult rodea las tierras desde la jungla Mhair al oeste, incluyendo la Selva Negra, la selva de Khult y las naciones de Tashalar, Samarach y Thindol.

Capital: Tashluta

Aunque muchos usan el término “el Tashalar” más ampliamente, para referirse a la Costa Tashtana, que se extiende desde Narubel hasta Sheirtalar, en realidad el término “Tashalar” sólo se refiere a la Depresión Tashalar, rodeada por los picos de las Montañas Hazur. Tashalar es un área costera de gran vegetación, repleta de generosos viñedos, jardines y bosquecillos de olivos. Las cosechas Tashalanas se envían por barco hasta los puertos norteños de Calimshan y el Lago del Vapor.

Más civilizada que la región de Chult y más amistosa que Calmishan, Tashalar es una región exótica de comidas extrañas, gente hermosa y grandes riquezas. Los hábiles artesanos crean perfectas ballestas y veloces naves. Son famosos por ser habilidosos con sus manos, sus proezas cazando, sus barcos, una cocina especiada, picante y exótica y por su vino. Los diestros cazadores guardan trofeos de sus más peligrosas cacerías. Muchos tashalaranos han adoptado las costumbres calishitas y su magníficos conocimientos culturales. Los Tashlutanos (así se llama a los habitantes de la capital) son cálidos y amables con los extranjeros, y muchos hablan lenguas extranjeras. La actitud cambia bastante en los asentamientos del interior del país.

Los habitantes de Tashalar viven en la costa del Mar Brillante, evitando la Selva Negra y entrando en las Montañas Hazuk sólo para ocasionales expediciones mineras en busca de oro y hierro. Las viñas de la región producen uvas de tan excelente calidad que el peor de los vinos vale cientos de monedas de oro en Aguas Profundas. En contraste con esta opulenta riqueza y exótico esplendor, están el consorcio Rundeen que ahoga el comercio en un afán de recuperar su antiguo poder y los perversos yuan-ti que moran en las selvas.

Los asentamientos más grandes de Tashalar (pequeñas ciudades-estado en realidad) son el hogar de poderosas y orgullosas familias de mercaderes. Los príncipes de dichas familias controlan los consorcios mercantiles que gobiernan el país y suelen sólo pasearse por los distritos más opulentos de Tashluta (cuanto más cerca del mar peor suele ser el estatus social) y por sus villas en las haciendas del exterior de la ciudad. La gente común que no trabaja en el campo, haciendas o viñedos lo hace como marinos, armadores, fabricantes de velas o aprovisionadores. Los que no son nativos, en su mayor parte khultanos, hombres lagarto y shaaranos, suelen ser esclavos adquiridos en mercados extranjeros. Sin embargo los esclavos son sólo un porcentaje muy pequeño de la población total, a pesar de la buena “voluntad” de los mercaderes tashalanos de traficar con seres vivos.

La caza es un deporte popular, con los más bravos cazadores adentrándose en la jungla a conseguir preciadas y peligrosas presas. La comida picante y el vino fuerte son las especialidades de la región. La gente de Tashalar se obsesiona con el futuro, y cada adulto suele llevar con sigo al menos una baraja de cartas para adivinaciones personales (los más ricos de marfil o plata). La gente ve la mano de Savras El Que Todo Lo Ve en sus predicciones de numerología y astrología.

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04/12/2015, 09:08
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Tashluta

La ciudad de Tashluta se erige en la frontera del mundo conocido, el último bastión civilizado antes de las bastas profundidades de la Jungla de Khult. Es un punto de encuentro para los comerciantes y el hogar de más de quince mil almas que pelean contra un agresivo clima, piratas, enfermedades y monstruos. Tashluta está gobernada por un grupo de siete familias nobles que se denominan el Concilio de la Aurora, cada una representando a un distrito de la ciudad. Asimismo, cada distrito tiene una fe común compartida por la mayoría de sus ciudadanos.

En el horizonte de la ciudad destacan dos estructuras: una el templo de Talona, conocido como la Casa del Abrazo de la Noche, y la otra la Casa del Orbe que Todo lo Ve, un templo a Savras. Los extranjeros que llegan a la ciudad son bien recibidos y, en muchas ocasiones, en su propio idioma. A los tashlutanos les gusta hacer bromas a los recién llegados relacionadas con su comida excesivamente picante. Dado que el pueblo ha sufrido con las artimañas de los yuan-ti, las serpientes de todo tipo y la mayoría de reptiles son asesinados inmediatamente.

La urbe es una ciudad construida por y para el comercio. Los siete distritos tienen un amplio abanico de establecimientos comerciales, desde tiendas de alimentos hasta locales especializados en la venta de pócimas, vendedores de dagas, animales exóticos, u objetos mágicos. Hay pocas cosas que no puedan obtenerse en Tashluta, pero si uno busca sustancias ilegales, monstruos peligrosos u otros servicios de esa índole tendría que sumergirse en los suburbios más sórdidos de la ciudad.