Partida Rol por web

Vas PAdre Volk!

“Hija de todos?” pensaría la bikini nana mientras daba una vuelta completa en el aire tras el fuerte golpe en las piernas recibido por parte de Hiedra. De hecho era lo único que podría pensar antes de caer estrepitosamente al suelo hiriéndose gravemente.

Entonces, por lo pronto yacería en el suelo retorciéndose de dolor e intentando recuperar su postura.

Aquello había sido inesperado hasta para la misma Hiedra. La fuerza que salía de su cuerpo al encender el tema de hijos y su crianza era algo que no había sentido en su isla "natal". Fue un simple comentario de Volk lo que acabó llevando a Hiedra a encargarse de la parte de recuperar y cuidar a un hijo perdido. ¿Casualidad? Quien sabe, desde luego Hiedra no, pero las pulsaciones le habían subido como la espuma de una cerveza mal servida al dejarse ir de aquella manera. Dicen que hacer teatro puede ser terapéutico, y ella estaba improvisando un personaje, a lo mejor fue eso...

Traumas desconocidos a un lado, la pasión por luchar en el otro. La combinación se mezclaba en el cuerpo de Hiedra, que todavía estaba magullado debido a sus primeras experiencias fuera de su isla. Una sensación mucho más intensa que una pelea de bar. La sangre bombeaba. Aunque en el momento luchara simplemente por gusto, una explosión de los recuerdos más recientes llegó a su mente en forma de una cálida y poderosa sensación: luchaba por sus nuevos amigos. Luchaba por recuperar a un hijo. Luchaba por conseguir un sueldo. Esto es... ¿sentirse adulta? Levantó su bate al cielo, y sintió que podía encontrar su lugar en el mundo. Una sensación poderosa y gratificante. 

La niña de la hiedra parecía muy feliz... ¡Y este es mi bate! ¡Hahahahaha! 

Hiedra se echó un poco para atrás con el arma en alto, y como un resorte la catapultó hacia adelante con todo el cuerpo. El bate rodó por los aires hacia la enemiga, por encima de sonajas y mamilas, junto con el particular sentimiento de "sentirse adulta" de Hiedra.

"hahaha" seria lo último que pasara por la mente de la Nana Bikini justo antes de quedar inconsciente por un batazo en la cabeza. La nana entonces, yacía en suelo con un chichón en la cabeza y un par de lágrimas en sus mejillas, con los ojos en blanco y la lengua de fuera.

Mientras en la cuna, el engendro de Allen mostraba una risa inigualable en el rostro. Nadie sabe por qué, y al parecer nadie lo sabrá. La risa del infante permanecerá un completo misterio por siempre.

¡Sí señora Hiedra! ¡Así es como una se hace adulta! ¡Choca esos cinco! Fiel a su pensamiento, Hiedra dio un salto y se chocó los cinco a ella misma. La enorme sonrisa del bebé amedrentó su euforia, así que fue bailando hasta la nana bikini. No solo llegó hasta ella bailando, sino que recogió la raqueta y su bate, movió el esqueleto como una gallina esquelética que acaba de ganar un premio en cada mano, y dando una vuelta se guardó la raqueta en el bolso. El bate se lo acomodó entre el pantalón y la cintura, quería a su compañero cerca después de vencer en su primer duelo adulto. En su cabeza la escena era como así: 

Siguiendo con su flow, Hiedra se fue quitando la camisa que se había puesto en la cabeza para disfrazarse. La extendió delante de la cara inconsciente de la nana bikini, ensanchando la mancha de sangre que le había quedado del primer encuentro con la banda bikini, y usó su camisa para atarle las manos a los pies, quedando la pobre bikin en una indigna posición encorvada. 

Sin faltar a su papel de ladrona, aprovechó para inspeccionar a la nana, en busca de otra arma o cualquier cosa valiosa. No parecía haber nada, pero eso no iba a extinguir el humor de Hiedra. El baile fue disminuyendo hasta el bebé, y la "adulta" abrió  la cremallera del bolso, y lo metió dentro, junto con sus berris, la raqueta que acababa de robar, la comida que le quedaba, y el ukelele. También metió algunas mamilas que estaban por ahí, seguro el engendro tendría hambre en algún momento. 

Pasada la euforia del momento adulto-bailecito, Hiedra todavía tenía que decidir una cosa: ¿Qué hago con la nana? Lo más fácil sería dejarla allí, aunque bien podría servirle de rehén si a los compañeros no les estaba yendo bien... Acabó decantándose por intentar llevársela, ya que no solo podía usarse de rehén, sino que si pasaba mucho tiempo y seguía con el bebé en el bolso, podría preguntarle a la nana qué tenía que hacer con él. Una verdadera adulta. 

Y así, nuestra heroína agarró a la nana, la tiró por la misma ventana que había usado ella para entrar, y a continuación salió ella, con un bebé en el bolso. Cargó a la bikini en un hombro, y miró si había alguien por los alrededores. ¿Estará mal algo de esto? No, esto es lo que hacen los adultos. Límites es una clase de adultismo para otro día Hiedra. Qué pensamiento más adulto he tenido.

Junto a Kabuto y Kira, salió de su escondite, espada en mano, dispuesto a enfrentarse a sus enemigos y apoyar a Shun.

-Wuaaaaahhhh…..Wuaaahhhhhh…Wuaaaahhhhh!! Se escucharía el llorido del infante tras ser introducido a un bolso. Evidentemente no estaba muy cómodo.

Fuera de ese pequeño asunto, Hiedra eficazmente había atado a la nana e intentaba llevársela fuera de la cabaña por la ventana en la cual había entrado. Sin embargo necesitaría de una fuerza considerable para cumplir con dicho objetivo.

-Wuaaaaahhhh…..Wuaaahhhhhh…Wuaaaahhhhh!! Se escucharía el llorido de un infante desde dentro de la cabana.

 -Malditas!!! Gritaría Allen tras escuchar el llorido de su nene. -Acabare con ustedes!!! gritaría para después lanzarse contra la capitana de las bikini con la intención de herirla y después entrar a la cabaña para saber qué es lo que ocurría.

Por su lado, entre el Padre Volk y Deku herían a Bikini 1 impidiendo que esta señorita pudiera defenderse.

Bikini 2, aprovechando el momento lanzaría un puñetazo directo a la nariz de Shun intentando dejarlo fuera de combate, al menos por un instante.

Después de tanta lucha y crecimiento personal, Hiedra estaba demasiado cansada como para llevarse a la nana, así que no tuvo más remedio que dejarla ahí. Bueno, como mínimo está atada...

Justo antes de tu partida, ves como con una gran fuerza y energía entra Allen Walker preocupado a la cabaña por la puerta principal. –Qué demonios le han hecho a mi hijo malnacidas!!!

Hiedra saludó alegremente con la mano a Allen al verlo llegar. A continuación y antes de decir nada, sacó al retoño del bolso, exhibiéndolo a la altura del cuello como si de una pieza de carne de calidad importada se tratase. Tranquilo jefe, tu prole está de una pieza, míralo, aquí lo tienes. Una idea rara pasó por la cabeza de Hiedra. Este es el tuyo, ¿cierto? ¿Como harán los padres para saber cual es el suyo? Lo tienen todo tan chiquito que las diferencias también eben ser chiquitas... Apuntó fugazmente con la cabeza a la nana inconsciente y atada, esa lo tenía bien cuidado, mamilas y sonajas y todo, está sanito. 

Definitivamente Shun tenía una ventaja arrolladora a la hora de pelear cuerpo a cuerpo, estaba completamente encendido desde su última pelea y aún parecía mantener las energías intactas, incluso era algo inspirador a la hora de verle combatir. Mantuvo la tranquilidad hasta el último momento en el cual se quito la camisa mostrando su cuerpo musculado y un tatuaje de una araña en la espalda baja. Su cuerpo se movió como si estuviera elasticado haciendo que el esquive del muchacho fuese aún más fantastico al crear un arco con su espalda y esquivando el golpe con un solo movimiento, sus manos se movieron como latigos para lanzar un par de golpes directos al estomago de la chica del Bikini.

-Kabuto, dejemos que el capitan se encargue de ella, nosotros ayudemos a Allen y enfrentemos a su capitana. -Pronuncio mientras sacaba el king Sabata, el arma que habían obtenido del sargento marine para atacar a la tipa, no era bueno con las armas pero aun así podía manejarla para dar ciertas estocadas. -GAH! -Lanzo en un grito mientras lanzaba un golpe hacia uno de sus brazos.

Kabuto era el que menos oportunidad tenía para enfrentarse a las personas cuerpo a cuerpo, no tenía un arma de fuego por lo cual no podía sacar su mejor versión de si misma, simplemente lanzaba golpes como podía para intentar ser de ayuda tanto a Kira como a Allen, incluso quizás llegando a ser un poco una carga al no poder lanzar un golpe certero como los demás. Mierda, soy demasiado debil a corta distancia, pero no puedo dejarles a la deriva, debo ayudar. 

VAS! :)

-Aliiiii!!! Gritaría emocionado, un poco confundido si, por él bebe en el bolso y por la nana atada, pero feliz con lágrimas escurriendo por su gran sonrisa. –Muchas gracias Hiedra! Ya verás que cuando lleguemos a mi isla natal te lo recompensare con lo que quieras!!

Allen en verdad estaba extasiado al ver su nene, al tomarlo de tu bolso y cargarlo entre sus brazos como si hubiera sido la primera vez que lo veía. De hecho, tal vez estaba demasiado emocionado. Había perdido de vista el escenario, tal vez sea buena idea que tú pusieras orden.

La contienda por fin dio comienzo y empezaron los ataques a diestro y siniestro, pocos segundos después se pudo escuchar el grito de un niño que salía de aquella cabaña y como se podía esperar Allen salió corriendo en dirección a la cabaña y aunque aquella acción podría volverse en su contra, no se le podía recriminar nada, al fin de al cabo era su crío.

Pero ahora lo importante era acabar con aquellas mujeres que estaban combatiendo con los demás del grupo, así que sacó sus armas y desde la posición donde se encontraba disparó en dirección a la mujer que estaba peleando con el padre Volk (bikini 1), si podía quitársela de encima podría echar una mano y apoyar a Shun que tenía a dos de aquellas mujeres por delante.

Hiedra no supo como sentirse ante aquella escena. Era sin duda un momento precioso, la felicidad que emanaba de Allen al reencontrarse con su hijo era contagiosa, como una sensación viscosa y cálida que envolvía el cuerpo. Pero si de verdad un bebé daba esa felicidad... ¿por qué lo dejarían tirado en unas hiedras? ¿Me habré caído del bolso? Eso también la ponía triste, y todavía tenía un poco de la euforia de usto antes. 3 emociones a la vez, ¿sería aquello una cosa adulta? odavía no podía decidir si era agradable o no, pero sin duda era... era... una experiencia nueva. 

Eh... jefe, perdona que interrumpa y igual son preguntas tontas eh, pero... ¿Como sabes que este es el tuyo? Y... ¿te acuerdas de que estamos en medio de la base enemiga y tal, no? Lo digo porque a lo mejor deberíamos alejarnos de los tiros y eso...

VAS! :)