Partida Rol por web

- ¡Ieeeeehaaa! ¡Bien hecho doc! - La puntería del mrsshan dejó el pabellón bien alto, todo un reto para el Capitán de la nave.

No entendí casi nada de lo dicho por Tllk, lo cual no era ninguna novedad, pero dado que parecía muy segura de lo que iba diciendo, como casi siempre, la dejé hacer, pues eso de tirar asteroides sobre los piratas, sonaba bien. Pero lo que no me olía tan bien era lo de las carambolas de billar, estando nosotros en el tapete.

- Apenk, tenga en cuenta la maniobra de Tllk con los asteroides y demuestre que no hemos tirado el dinero en contratarle. - Bramé al piloto por el comunicador.

- ¡Esto es lo que opina el Capitán Hrrsh de las advertencias! - Y accioné el cañón, impactando en la nave pirata con una puntería quirúrgica.

¡Gracias capitán! digo sonando para el resto como un rugido típico para aquellos que desconocen el mrrshaniano que aflora aveces cuando se exaltan...

Mientras sigue asiendo los mandos de la pieza de artillería, oteando el espacio en busca de la nave pirata dispuesto a volver a apuntarla.

-¡¡¡Habeis agotado mi paciencia, chusma, preparaos para sentir la ira de...!!!-la transmision se corta mientras la luz de una brillante explosion entra por las ventanas de la Onyx.

La estructura de la nave pirata (un modelo barato se mire como se mire) no aguanta la presion del segundo impacto y se parte en dos. Casi a continuacion, un asteroide se lleva por delante la mitad anterior de la nave pirata dejando la otra a la deriva.

-Capitan, las coordenadas de salto estan listas en cuanto salgamos del cinturon (si no se estropea nada). Hay un fuego en la cubierta inferior que todavia tiene que ser controlado. Aparte de eso, la nave enemiga esta fuera de combate. 

-¡¡¡Yippi kai yeee, hijos de perra!!!-grita Tem Sebrance triunfal entrando en el puente de mando. Lleva un cubo de fregar incrustado en el pie-Perdon, meti el pie aqui cuando dabamos bandazos...

El piloto dedica un gesto de desden al entusiasmado minero:

-No cantemos victoria todavia, aun tenemos que salir de este sitio...

Y alza una palanca para reducir la velocidad de la nave.

Cuando explota la nave y los detritos se esparcen en todas direcciones, dejo ir una frase que siempre me gusta soltar en esos momentos:

- La entropía del universo aumenta inexorablemente. - Una frase que podría parecer extraña en mis labios, pero que desde que la oyera por primera vez, me trae paz interior al rememorarla en situaciones como la actual.

Bajo de la torreta y regreso al puesto de mando, los problemas no habían acabado. Por el camino sigo vociferando órdenes.

- ¿Cómo va ese fuego, Mason? ¿Tllk, no hay manera de vaciar el oxígeno de las cocinas unos segundos o extinguirlo de alguna manera? Creo que la entropía ya ha aumentado lo suficiente en esta región del espacio.

- Señor Apenk, avise cuando estemos en posición de salto.

- Señor Keiroful, identificación de la nave que nos sigue. ¿Qué dicen los sensores?

Tllk puso la canción de Gepe en las bocinas y se lanzó con su equipo marabunta de ingeniería a reparar los sistemas de apagaincendio en la cocina.   Eso las motivaría. 

"Cuando mi paiiis te escoja como reeina..."  tralala-lala-lalalá  "Fruta, pan y café..."

Que bueno que compré la nueva espuma tumballamas allá en Kamikachetonia.  

Y en un chico rato tenían ya todo reparado.  El bello sonido de las regaderas del techo y el fizz de las llamas apagándose hizo que los bichos varios saltaran de alegría. A algunos se les tuvo que quitar espuma de encima porque no veían nada. Tllk fue por el pobre Ozolonido al refrigerador.   Listo el chico de esconderse ahí.  

Listos capitán, cocinero rescatado.  Avisó por el comunicador.  No así las galletas, though. 

"Quieero un té calien-ti-to.." tralalallalá, siguió cantando mientras limpiaba el material que habían dejado tirado sus ninfas, había sido un buen comienzo de aventura. 

All's well that ends well. -pensó, de su primer encuentro con los piratas de la zona.

El humano nota una voz pidiendo ayuda desde el frigorífico

¡Es Kher el cocinero! ¡está bien! Tengo que salvarlo. El explorador con su extintor a punto de acabarse, apaga algunos muebles de la cocina y los mueve con tal de llegar a su compañero protegido dentro del aparato.

las llamas intensas van disminuyendo pero al parecer es imposible acabar con todas. - ¡Tranquilo Kher! voy en tu ayuda. Grita el humano tratando de darle esperanzas a su compañero, aún sabiendo que con lo poco que quedaba en el extintor y con los esfuerzos que haga sería casi imposible salvarlo.

En ese momento empezó a sonar música por los intercomunicadores de la nave, y entró Tllk... esa peculiar ingeniera insectoide en compañía de sus pequeños asistentes. De los aspersores empezó a salir una espuma refrescante con un aroma dulce que al contacto con el fuego lo apagó al instante.

-¡Tllk, Nos salvaste! ¡Salvaste a Kher! ¡Eres una Heroína!. - Grita Meson al ver la escena, sintiendo una alegría inmensa por saber que el cocinero sobrevivió. 

Una vez aliviados por tan semejante acción en la cocina el humano le pregunta al cocinero. - ¿Estás bien? tenemos que llevarte a la enfermería para que te revisen. - Acto seguido, recuerda el problema mayor con los piratas espaciales y le pregunta a su compañera algo asustado. - ¿Cómo está el asunto con los piratas espaciales? ¿Logramos perderlos?

El oznolonido tiembla ligeramente como si estuviera algo molesto por el incendio que casi acaba con él. Hace una reverencia:

-Kherr bumbum muy muy agradecido, hombre-dice con su voz profunda y peculiar. Se vuelve y coge la bandeja chamuscada-Yo hacer galletitas, coged-coged, no tímidos.

-No quiero cortarte el rollo, tío, pero se te han quemado un poco-comenta Inirgol con sorna mirando la bandeja.

-Nono, nono, hombre-Kherr niega con la cabeza-Galletitas de la suerte oznolonidas. En mundo natal temperaturas alcanzar trescientos drokais por la tarde. ¡Comida no carbonizada llevar malos augurios!

-Buenas noticias, gente, dejamos oficialmente atrás los asteroides. Quien quiera que sea esa nave que nos sigue se va a quedar con un palmo de narices. Keiroful, cuando quieras.

-Dentro hipersalto-contesta el técnico por megafonía-Todos los que quieran conservar los dientes que se pongan los cinturones de seguridad.

Rápidamente, la tripulación de la Onyx Flatenroy se prepara para el tan retrasado hipersalto y...

Trilar, allá vais.

Las Fuerzas de Seguridad Trilarianas os escoltan hasta vuestro muelle de atraque. No os son manifiestamente hostiles (al fin y al cabo, habéis sido "víctimas" además de "problemáticos") pero es evidente que no os quieren en su territorio.

Acompañando a vuestro grupo van dos ataúdes gravitatorios con los restos de Apenk y Keiroful. Junto a ellos va una camilla de soporte vital para el capitán Hrrsh.

La compuerta de la Onyx Flatenroy, una de las naves más destartaladas de la estación espacial, se abre y el sonriente Sebrance sale a recibiros. El joven minero da saltitos y rebosa entusiasmo, como siempre. Tampoco puede mantener la boca cerrada.

-Qué alegría veros a todos: estaba muy preocupado. Las comunicaciones se cortaron y resulta que los silicoides las estaban interfiriendo. Yo fue verlos y estuve tentado de activar las pantallas pero parece que está restringido hacer eso... ¿todos bien? ¿Qué le ha pasado a...?

Sebrance palidece al ver los cuerpos. Mira confuso a los trilarianos y luego a la noble mrrshan.

-No quiero sonar descortés pero me parece que este no es uno de nuestros mrrshans...

Hola Tem, si, hiciste una buena labor en defender la Onyx.  Le puso la mano en el hombro y las antenas recorrieron esas como bárbulas de quitina que les crecen a los humanos en la cabeza. 

Esos malditos sicarios sindicalistas.  Tllk tomó la muestra de 5 piedras que había tomado de cada uno de los restos, para identificación.  Por favor, ponlos en el mineroescáner y mándalas a las autoridades de kamikachedonia, junto con los identificadores otros de la nave que trajeron.  Aquí la justicia fue mandarlos fuera, pero en Kami la cosa debe ser diferente.  No podemos permitir esto.  

Y no es contra los silicoides del sindicato, que tengo varios amigos entre ellos (hacen unas cuevas-nidos padrísimas), uno de ellos mi arquitecto de cabecera.   Pero a estos asesinos -miró con odio hacia la ventana- a ellos no. 

Ya que habían dejado los ataúdes en criobodega, y presentado a Leashrra: "Una noble mrrshan que actuó con nobleza defendiendo al capitán", llamó a la tripulación a consejo. 

Como corresponde a las naves cooperativas, desde la Cofradía de los Hermanos de la Costa, votaremos ahora por un capitán, quién será temporal hasta que el capitán Hrrsh se recupere, o permanente si es viaja de nuevo hacia entropía del cuerpo, y sincretía de lo que amó y construyó.  Tragó un poco de saliva, se recompuso.  

La dinámica sería que cada quien -se dirigió a todos los tripulantes menos a la recién llegada Mrrshan- haga su voto en secreto aquí en el ordenador.  Ponga los dos nombres de los que le gustaría más que fueran capitán.  Uno de los nombres puede ser el suyo propio.   Quien tenga más votos, lo será.  ¿Les parece bien, o prefieren usar otro algoritmo? 

Leashrra entró en la nave con expresión de fastidio, sin duda porque lo que acababa de pasar la había dejado confusa e irritada. Ahora la estaban "animando" a abandonar el planeta, pero ni siquiera se dignaban a darle un pase para una nave de viaje, sino que la habían llevado con esos... aún no había encontrado la palabra adecuada para ellos. Lo que estaba claro era que no eran del todo legales.

Se cruzó de brazos, aunque no pudo seguir fingiendo indiferencia cuando vio cómo entraban los ataúdes y la camilla de soporte vital. Habían perdido a dos compañeros y uno estaba en el linde entre la vida y la muerte. Se sentía extrañamente afectada por esa escena, como si la muerte de unos plebeyos desconocidos pudiera llegar a causarle dolor. Debían de ser las náuseas que aún tenía por la lamentable comida que le habían servido en aquel local, nada más.

La noble mrrshan miró y escuchó al repugnante pero sorprendentemente locuaz insecto, echando, al mismo tiempo, un buen vistazo a la nave. Se quedó quieta en una esquina, esperando que el capitán diera las órdenes para poder hablar con él. Desgraciadamente, descubrió el capitán era el que estaba en coma. Apretó los labios y ahogó un resoplido de indignación, pues preferiría que la tripulación no la expulsara por el procesador de residuos hasta que, al menos, llegaran a un acuerdo.

- ¿Dónde puedo instalarme?- preguntó sin molestarse a encontrar el momento idóneo para preguntar.- Cuando tengáis un capitán en funciones, hablaré con él. O con ella.- sentenció cruzando los brazos de nuevo.

El pequeño cocinero hizo un extraño signo con las manos ante los ataúdes gravitatorios y se los llevó a la bodega de carga.

-Urururrr... mala señal, amigos muertos...-dijo con su gutural voz.

Volvió al cabo de un rato. Llevaba una banda negra atada a la altura del hombro en señal de luto.

-Grlg... piezas nave... llegar hace antes... ur... 

Tllk-tk-kt 3 pt

Keve Meson 2pt

Dwalas Inirgol 1pt