Partida Rol por web

La vuelta a la nave habia sido bastante triste, habían perdido a dos compañeros de la tripulación y el capitán ahora se encontraba en una especie de coma. No habia duda que pasaban por el peor de los momentos. Aunque seguían con vida y eso era lo que en general impulsaba al minero a continuar.

Toco el hombro de Tllk-tk-kt en un gesto de apoyo a la decisión. “Que dios te escuche y estos asesinos paguen por lo que nos hicieron.” Dijo con rabia aunque en verdad no creía mucho en la ley del planeta donde se habia encontrado con este grupo singular.

“Es una buena idea, votar a un capitán temporal…” miro a la Mrrshan. “Uno que además de terminar con nuestro trabajo tendrá otras obligaciones que hacer. ” Dicho eso puso sus votos en la computadora.

Miro al cocinero con una media sonrisa al escuchar sus palabras “¿Entonces ha podido hacerse las reparaciones?” pregunto al cocinero a pegándose a la que podría ser la única buena noticia ahí.

Meson ingresa los votos en la computadora y los envía de manera secreta:

Meson al subir a la nave saluda a su compañero Sebrance quien le caía bien por lo despistado que era. Posteriormente todo el personal de la Onyx Flatenroy se reunen en la cubierta principal para seleccionar al nuevo capitán temporal.

- Tllk... yo creo que más importante que un capitán, necesitamos encontrar a un piloto...

Tllk-tk-kt acabó de votar y le dijo a Meson.  Si, una piloto y un científico, que si no no podremos ir a donde esa lamprea espacial y pretender sobrevivir.  ¿Sabes si alguien contestó nuestro anuncio?  -Volteó a ver a la noble mrrshan como percatándose de su presencia apenas.-   ¿Usted de casualidad sabe de alguna de esas cosas, pilotear o ciencia?  

O dígannos donde quiere que la dejemos, en honor al capitán que usted ayudó.   No nos importará desviarnos unos pocos parsecs de nuestro camino hacia alguno de estos planetas.  Le hizo aparecer un holograma de la ruta a la zona por donde de la nave klackon había sido destruída.  Por ahí pasaremos.

Aparecieron su miriada de artropodos de ingeniería, llenando el espacio de la consola que tenía enfrente y la pared de junto, casi hasta el techo.  Chicas, ¿instalaron ya las reparaciones de la nave o debemos hacer algo más?  Estas se le subieron a la noble para checarla por armas o explosivos.  Las antenas y patitas hacían cosquillas metidas entre la ropa y pelaje de la susodicha.  Ya, ya, déjenla, la escanearon los trilarianos.  Eso espero. 

Tllk le dió 3 votos a Meson, luego llegaron sus hijas y le dieron 2 votos a su propia madre/reina (Gracias, gracias, son unas lindas todas, inmerecido realmente, de todas formas seguiré siendo su reina, aunque no tenga trono ni reino, ni nido para la colonia aun.)  Y finalmente le dió un voto al propio Sebrance.  Ese chico tiene talento y mucha suerte, seguro nos sacaría de más de un apuro.

Leashrra se quedó observando el holograma de la ruta, buscando algún lugar que le interesara, de modo que el ejército de insectos la pilló desprevenida. Empezó a retorcerse, a dar saltos sin parar y a chillar con voz aguda. Se sacudió violentamente y, cuando se libró de los artrópodos, dio un salto hacia atrás.

- ¡Egh! ¡Ah! ¡Puaj! ¡¿Pero qué haces?! ¡Qué asco! ¡Mantén a esos bichos alejados de mí!- gritó aún removiéndose.- ¡Qué horror! ¡¿Cómo pueden estar permitidas esas cosas en esta nave?! ¡¿Es que no hay inspecciones de sanidad?!

Dio otro paso atrás, se puso una mano en el pecho y respiró para recuperar su actitud altiva y distante.

- Ya hablaremos sobre esto, klackon.- le dijo mirándole con desdén.- Ahora mismo me gustaría asearme.

-Oh, sí, contestaron al anuncio- Sebrance puso los ojos en blanco -Las Fuerzas de Defensa Trilarianas concretamente. Tuve que sudar sangre para que no nos desintegraran pero tras un buen rato de negociar, todo se ha saldado con el pago de una multa, daños y perjuicios, el impuesto de atraque y una comisión para que un sargento trilariano haga la vista gorda y no nos manden a todos a los campos de kelp: como decía mi tío Ambrosius, "Qué fácil es todo cuando hay dineros" y menos mal que el capitán Hrrsh había ingresado la pasta en la cuenta corriente de la nave porque veinticinco mil créditos no se sacan de cualquier parte y si no llego a huntar a toda esa gente la Onyx habría volado,sí,  pero en pedazos. 

Sus palabras fueron seguidas de un tenso silencio. Viendo que nadie decía nada, prosiguió. 

-Supongo que el cerco policial y el tiroteo con los silicoides han debido tirar para atrás a los demás candidatos porque me temo que seguimos sin piloto  (caramba, ¿ese es Apenk? Cómo desfigura la muerte...). Y sin científicos, ya que estamos. Las Fuerzas de Defensa nos han declarado expatriados de Trilar. Igual que los siliciodes.   Las buenas noticias son que con ayuda del manual estoy casi seguro de que podemos salir del sistema. Ah y que las piezas para reparaciones llegaron diez minutos antes que los silicoides. Habrá que darle al los destornilladores en algún momento. 

Dedicó una mirada a la mrrshan. 

-No se ofenda, señora, pero me temo que usted también está expatriada. Bienvenida a la Onyx Flatenroy. ¿Cómo ha dicho que se llama?

Se volvió, introdujo su voto en la computadora e invitó a la noble a hacer lo mismo en señal de respeto.  

La mrrshan miró al hombrecillo y frunció el ceño con gesto distante.

- Mi nombre es Leashrra Rn'amara, de la familia Rn'amara. Y si estoy expatriada es por vuestra culpa. Sin embargo, no me gustaría volver a pisar ese planeta, si es que se puede "pisar" algo allí, de modo que no me importa.- respondió marcando cada una de las palabras.- Y me da igual quién se convierta en capitán de esta nave. No conozco a ninguno de los presentes y todos parecéis igual de...- se mordió la lengua, entrecerró los ojos y miró a ese pintoresco grupo.- ... problemáticos. Mientras esta nave no se caiga en pedazos, supongo que podré hacer la vista gorda. Pero de veras espero que sepáis lo que estáis haciendo, forajidos. Me disgustaría explotar por compartir espacio con vosotros. Por lo visto, atraéis a la muerte.- señaló hacia los ataúdes.

Rechazó la consola con un gesto vago, reafirmando su intención de no votar. Luego se sacudió la ropa y carraspeó.

- Dado que estáis faltos de personal, os recomiendo encontrar nuevos tripulantes cuanto antes. En concreto, alguien que pilote la nave. Sería deseable impedir que esta nave fuera a la deriva.- comentó con una sonrisa condescendiente.- Seguro que en el siguiente planeta de mala muerte con el que nos topemos, habrá alguien buscando un trabajo, aunque implique rebajarse a volar en esta chatarra móvil.

Pobre la mrrshan, y aunque se sacudió lleva a dos nenas tovía colgadas de la espalda.  Mira, ahí van refelices a bañarse con ella atambién.  Que se dé cuenta y órales la que se va a armar...

Tllk intentó concentrarse, pero pronto vió que las reparaciones estaban más difíciles de lo que creía.  Eso, o el ataque en el bar la había dejado más fuera de si misma que nunca.  Pero como decía su reina-madre.  En situaciones así una debe recordar que una no es una, sino una colonia.  Pidió ayuda.  ¿Sebrance, Dwalas, me pueden ayudar a instalar estos paneles?  Miren, ahí están las especificaciones, y las herramientas.  Que mis chicas entren a donde ustedes no llegan, sólo indíquenles que pieza colocar.  Gracias. 

Esperaba que entre todos lograran dejar a la Onyx a su máximo operacional.  En cuanto estuviera listo sería el tiempo de los momentos de duelo por sus compañeros.  Ahora no podría arriesgar al resto con otro ataque o sorpresa. 

Meson, yo podría hacerla de pilota temporal, quizá.  En la escuela de oficiales me dieron algunas clases básicas y creo que podría repasarlas con el aprendiacelerador.  Esperaba que fuera de verdad ese aparato y no una engañifa psilon. 

Sebrance guió la nave lentamente mientras abandonaba la estación espacial Náuticus. Durante todo el proceso, la flota trilariana se mantuvo a distancia de combate. La tensión se podía cortar al bordo de la Onyx.

El único ruido que se oia era el martilleo de Tllk intentando arreglar los destrozos del casco. Por desgracia, los tornillos de acuerdo bordo no cuadraban con las piezas trilarianas y habría que soldarlas. Nadie entendió el juramento klackon pero resultó muy expresivo. 

-No se ponga así, ingeniera, la nave seguirá funcionando de momento -dijo Sebrance por megafonía - Según la computadora, usted es la capitana en funciones. Tenemos el tanque de combustible lleno y la galaxia a nuestros pies. ¿A dónde nos dirigimos? Según la computadora, Mindor 6 está a sólo seis parsecs de aquí. A lo mejor allí encontramos un piloto...

“Vamos capitana cálmese un poco, que sé que esto es duro pero con su nueva posición debe pensar mejor las cosas y no hacerlo todo sola.” Dijo con humildad Dwalas tras ver como sus reparaciones no le habían salido con la habilidad que había mostrado antes.

Con la atension de la nueva capitana lograda, se propuso dar una sugerencia “Que tal si reparamos el blindaje juntos, eso nos ayudara a que no terminemos muy dañados hasta el próximo planeta.” Le sugirió mostrando sus herramientas en la mano y una sonrisa simplona. “Eso claro luego que de las ordenes de que haremos y donde vamos.”

- Si me lo pregunta capitana, yo opino que la mejor opción es salir de la órbita trilariana, tomarnos un momento para reparar la nave y dejarla en perfectas condiciones; posteriormente podríamos tomar rumbo a Mindor 6.

Comenta Meson a la capitana klackon, esperando que tomara en cuenta su consejo; al ver que Tllk se ve algo indecisa, le dice:

- Debería pensar un momento las alternativas, escoger una y después podría comenzar a dar ordenes. Como dice Dwalas... Usted no se preocupe, estamos juntos en esto, entre todos podremos sacar adelante la Flatenroy. 

Finaliza su argumento con una sonrisa esperando alguna reacción.

¡Yey!  ¡Soy la capitana!   Tllk-tk-kt dio un salto de alegría e inició el baile correspondiente a toda reina cuando la colonia la ha elegido, vía feromonas o votación en este caso, no importa tanto.  Sus 248 adoptados hicieron lo correspondiente, poniéndose en fila bailando para esta propicia ocasión en el honorífico despliegue de un conjunto de mandelbröt, en su variación klackoniana.   

La música y los bailes insectiles eventualmente bajaron de intensidad y agradeciéndoles a todos su apoyo hizo el juramento.  Haré mi mejor labor en este honor, siempre temporal, de ser capitana. 

Así que, se sentó en la silla central de starboard -le hacen falta un par de descansabrazos más- y dijo:  Bien, Dwalas, si parece que la Onyx aguantará el viaje, y los trilarianos están cómo medusas con cromatóforos encendidos, mejor darles un poco de espacio para que se calmen.  Pongamos rumbo a Mindor 6.

Cuando estén listos, ¡engage!  -dijo acordándose de un viejo video humano de viajes al espacio.

Después de asearse -y de gritar con espanto al ver que dos bichos seguían pegados a su intocable pelaje-, Leashrra buscó a la tripulación, algo menos tensa que cuando había entrado a la nave. Se sacudió el vestido y se cruzó de brazos mientras supervisaba el trabajo de los tripulantes desde una distancia. Se quedó en silencio y con los ojos entrecerrados, preguntándose hasta qué punto debería confiar en la aptitud de aquella gente. Parecían bastante perdidos sin su capitán, y además no había ningún piloto instruido, ya que el humano que se encargaba de eso había muerto. La situación era algo peliaguda.

Mientras esperaba a que alguien hiciera algo útil, se alisó el pelaje de la cabeza y se colocó bien sus joyas. También sacudió las orejas para quitarse de encima esa extraña sensación que le perseguía, como si estuviera... "preocupada". Quizá tenía algo que ver con el hecho de que un millar de bichejos estuvieran bailando en una espiral de alegría.

Las ordenes habían sido dadas, luego de un pequeño festejo que lejos de parecerle presumido fue bastante simpático para el viejo minero, pero ahora lo que quedaba era cumplir esa orden.

“Como ordene capitana…” Dijo para dejar en claro que la orden seria acatada. “Pero supongo que quien realizara el salto será el señor Meson, porque por mi parte no tengo demasiado manejo de naves si se como repararlas.” Comento dándole una mirada al explorador y encogiendo los hombros ante su propia incapacidad. “Le es posible?” pregunto porque poco conocía de las capacidades de cada uno pero que fueran a su planeta a conseguir a un piloto le hacia preocupar.

Meson al notar que su compañero se dirigía a él, responde: 

- Formo parte del ejercito terrícola, además gracias a mis habilidades y conocimientos soy miembro activo del CEG*. Entré como personal de mano de obra a está nave para poder ayudar a Kamikachadania.

La verdad es que no quería sonar pretencioso, pero el explorador pensó que sería importante decirles quien era el a sus compañeros.

- Contestando a su pregunta... No, no tengo conocimientos suficientes para pilotear una nave o repararla, pero con gusto puedo apoyarlos en lo que pueda; sirve que aprendo más sobre eso, que en ocasiones como esta nos vendría bien.

Afirma de nuevo el humano, esperando a que sus compañeros o la capitana le dieran una tarea que se adapte a sus habilidades actuales.

-Pastelillos fúnebres de tunnz, bueno para dolor - dijo el pequeño cocinero apareciendo con una bandeja llena de cosas humeantes- Cocina todavía rota, Kherr limpieza uac uac... soldadura de tungsteno sirve de horno. 

Examinó el computador de navegación mientras se llevaba un pastelillo al la boca. 

-¿No salto aún?  Ur Ur, en Ozznolonia la muerte dejar atrás. Siempre. Ur vivos deben correr delante. No parar.

Dejó la bandeja a un lado y empezó al pulsar botones :

-No difícil. Kherr volar en carguero tres ciclos. .. coordenadas ururur. .. uac.. curvatura espacial. .. uac... Kherr poder usar ayuda,  ¿saber?

Los ojos frontales del ozznolonido se giraron en sus cuencas hacia Meson e Inirgol:

-Barrido de sensores uac uac... y ajuste de hipermotor trrl. .. siempre ayudar.

Dwalas quedo algo sorprendido ate la cantidad de cargos que le daba, recordando como su primer encuentro habia sido con èl terminando escondido debajo de una mesa. Pero aun con todos los cargos no parecio tener habilidad para pilotear lo que hacia todo esto mas lento.

Sin embargo antes de que Dwalas fuera a los controles a tratar de realizar un muy improvisado piloteaje Kherr se le adelanto sacándole ese peso de encima. “Ningun problema socio ayudare como puedas, solo dirígenos a donde ordeno la capitana. Yo me fijo del hipermotor.” Dijo volviendo a animarse acomodándose donde sus habilidades de ingeniería servían mejor.

Adelante Kherr, muchas gracias por tomar el puesto.  La versatilidad de los ozzolónidos siempre me ha sorprendido.

De manera coordinada, la nave requiere ubicar las ondas gravimétricas para este translado.  Vamos, bien, no olvide mirar aquellos cuatrimótricos de allá.  Bien, si.  Todo en orden.  ¡Vamos!

-Todo listo, capitán uac uac-gorgoteó el cocinero en la consola de mandos.

Su pequeña mano apretó el botón de hiper-salto. Por un instante, toda la tripulación contuvo el aliento mientras la estructura de la Onyx empezaba a temblar frente al vacío del espacio en el borde del sistema...

El ozznolónido dejó escapar un suspiro de alivio.

-Kherr nunca acostumbrar a hiperespacio.