Partida Rol por web

Apenk paga las copas, 19 créditos, la botellita encima de inútil le ha salido cara. Menudo día lleva, casi habría sido mejor pelearse con el Silicoide. "Esta pandilla puede no estar siendo mi mejor opción.". El gatito encima se pone a ligar en plena negociación, esperemos que en plena acción se tome las cosas más en serio... que coño... vamos a probarlo.

Se pone a buscar al Silicoide de antes, "a ver si encontramos la forma de meterles prisa por salir del planeta". 

Buscar al Silicoide: 3 (+3 Listo +0 Percepción)=6

Volví a la mesa y observé el corro de personajillos que nos rodeaba, sopesando las posibilidades.

Miré a los cuatro que habían presentado su candidatura en firme. El primero o era un fugitivo desesperado o no tenía mucho en la cabeza, o ambas cosas, si proponía entrar de tripulación sin pretender un salario. Así que lo descarté de entrada.

Los otros tres me parecieron buenos fichajes. Me acerqué a Keve y le susurré:

- Diles que sí a esos tres - el minero de los 300, el navegante y el cocinero -, pero cobrarán al finalizar el viaje.

Luego me fui a hablar con Apenk, que aún pululaba por la zona.

Agarré la botella de licor y fui hacia donde estaba Apenk. Lo encontré en un lateral oscuro sentado a una mesa sin nadie más.

- Qué tal. ¿Sigue en pié tu interés? - Le dije mientras ponía la botella en la mesa y me sentaba al otro lado.

- Está buena esta mierda. - Le dije, refiriéndome al raro licor. - Sírvete, como si fuera tuya.

Asqueado del tiempo que hace hoy en Kamikachadonia, Snar entra al bar de Kredd, y para mejorar el día se cruza con los humos de la milicia que pasan a su lado empujándole a pesar de su aspecto un poco descuidado pero que evidencia una vida dura junto con el enorme macuto que carga sobre su hombro derecho... A pesar de ello decide no buscar problemas e ir en busca de un poco de nepetacataria con la que quitarse la sequedad de la boca.

Disculpe, póngame una nepetacataria.

Mientras espero la bebida, visualizo a todos los que se hayan en el bar centrándome en el grupo que se concreta en torno a la mesa del fondo...

Después de recibir las ordenes de su capitán, el humano regresa con los candidatos.

Señores, les traigo buenas nuevas, bueno para uno de ustedes no tanto.... El capitán escogió a Kern, Kher y Dwalas como los indicados para formar parte de la tripulación de la Onyx Flatenroy; Claro, con la condición de cobrar al final del viaje.

cualquier cuestión que surja con esto, con gusto puede hablar con el capitán personalmente.

Mm, -se acerca Tllk a su compañero humano- Keve, diles que si alguien tuviera insectifobia, no puede venir.  Hay más de 250 criaturitas encargadas de ingeniería por toda la nave, y todas y cada una deben ser respetadas como miembros del crew que son. 

Apenk todavía no había conseguido localizar a su objetivo cuando se acercó Capitán de la Onyx. Se mojó los labios con la botella y miró al Mrrshan.

-Por supuesto, supongo que no habría nadie con ganas de pilotar entre los mineros.- Dijo señalando al grupo que se había acercado a Meson y Tllk. En ese momento entró por la puerta otro Mrrshan, de pelaje negro y la habitual cara de malas pulgas se dirigió deprisa a la barra. Apenk enseguida se fijó en sus manos, eran finas, de alguien poco acostumbrado a coger una pala. Ese tío no era minero. Pero algo en su aspecto le decía que tampoco era un finolis. Quizá algún tipo de ingeniero, médico o francotirador acostumbrado a la acción con cierta sutileza. - Mira, ahí va un primo tuyo.- Le dijo al Capitán. Este desvió un segundo la mirada para observar al recién llegado.

Apenk pegó otro trago de la botella, esta vez algo más largo de lo normal. Hizo una mueca de disgusto al tragar y habló de nuevo.

-500 Créditos y quiero cobrar del botín lo mismo que la ingeniera. Cuando éste, mi parte, llegue a los 2000 Créditos te devuelvo los 500 iniciales y volvemos a hablar. A cambio llevaré esa nave tuya donde digas, con Lamprea o sin ella; dispararé a quien tú me digas siempre y cuando eso no atente directamente contra mi propia vida, amigos o familia; y me embarcaré en cualquiera que sea la misión suicida que plantees; sin preguntarte por esos motivos que no quieres compartir con nadie. Créeme que, si aceptas, no te vas a arrepentir ni de un crédito. Ah! Y por supuesto, te llamaré Capitán alto y fuerte delante de todo el mundo tantas veces como quieras, Capitán.

Apenk se calló, esperando una respuesta, miró de nuevo alrededor ¿Donde coño se habrá metido?

Después de escuchar el comentario de su compañera, el humano agregó al instante:

Ah! se me olvidaba señores, si alguien tiene insectifobia no podrá venir con nosotros. Tenemos cientos de criaturas diminutas trabajando en la ingeniería de la nave y no queremos causar algún problema o mal entendido.

voltea de nuevo a ver a su compañera y sonriendo le enseña su pulgar.

- No hubiera buscado un piloto entre los mineros ni aunque fueran ellos los que me pagasen a mí. - Le respondí con aspereza. Me fijé entonces en el mrrshan que acababa de entrar. No lo conocía, aunque eso no era raro. - No es mi primo. - Le respondí a Apenk, sin mucho sentido del humor.

Cuando el piloto acabó de soltar su retahíla de condiciones, le miré a los ojos. - ¿Eso es todo?

Di un trago a la botella.

- Mira, me he enterado de tus problemas con la disciplina. Dicen por ahí que lo de seguir las órdenes no te sale muy bien y eso me preocupa. Me parece muy bien que estés dispuesto a llamarme Capitán, pues es lo que hacen todos y así debe ser en cualquier nave, pero el hábito no hace al sacerdote. Si te enrolas en mi nave vas a tener que seguir mis órdenes. Ten eso claro desde un primer momento y no habrá problemas con todo lo demás.

Entonces tomé una posición algo más relajada en la silla.

- Respecto a la pasta, te diré lo mismo que le digo a todos: nada de paga por adelantado, aquí se paga al finalizar el viaje. Eso quiere decir que tendrás tus 500 créditos cuando vendamos la mercancía que transportamos. Si, después, conseguimos el equipo que buscamos y lo traemos de regreso a este agujero infecto, tendrás 1.500 más, siempre que hayas demostrado que los vales. Eso es lo que hay. - Le tendí la mano, guardando las uñas, como gesto para sellar lo dicho. - ¿Hay trato?

Tome, son 7 créditos (se los doy), gracias.

Mientras le doy un largo sorbo a mi jarra, me focalizo en lo que hablan el grupo de hombres y sobretodo el que se llama Keve. Que por lo que parece es el subordinado del capitán y que por su respeto al capitán incluso me aventuraría a pensar que ha sido militar...
Con otro gran sorbo me termino la nepetacataria y me dirijo a la mesa asqueado porque me hayan cobrado 7 créditos por semejante meado de kriuk de desierto...

Me acerco al más cercano y que parece ser quien lleva la voz cantante (Keve), dejando de una forma un tanto brusca el macuto, hola, no he podido evitar oír que estáis buscando gente para vuestra nave. Si necesitáis músculos soy vuestra elección y más si necesitáis a un médico que os cure y menos a una tripulación tan variada...

Mis honorarios no serán como los de estos otros pero al menos tendréis alguien que prevenga vuestra muerte...

Por cierto, estuve leyendo la holonoticias, dime si mientras he estado en la ciudad (calles, bar y demás) he llegado a escuchar algo o llegar a tener conocimiento sobre Wultan-9, o algún cartel de alguien en busca y captura...

Sí, me interesa tener perras a poder ser antes de subir a la nave para hacer una compritas :P

Un gusto señor, los tripulantes de la Onyx Flatenroy contamos con conocimientos sobre medicina, pero como usted dice, no nos vendría mal una persona especializada que sepa de las distintas razas. En un momento lo canalizo con el capitán, permitame.

Meson le hace un ademán con la mano al Mrrshan para que lo siga. Al llegar con el capitán el humano dice:

Señor, entre la gente del bar me encontré a este individuo interesado en formar parte de la tripulación. Afirma ser medico.

Keve me encuentra en una mesa del fondo, hablando con Apenk, el postulante a piloto con el que habíamos hablado antes.

- Un momento Meson. - Le digo, con mi habitual gesto ceñudo que no hizo más que acentuarse por verme interrumpido en la conversación. - ¿Así qué, Apenk, lo toma o lo deja? - Mi mano seguía tendida hacia el humano.

El rostro de Sebrance se entristece enormemente lo que, unido a las marcas que le ha dejado la pelea, le da un aspecto muy trágico.

Con un suspiro, el minero se da la vuelta y se va mientras que sus compañeros se dan codazos entre ellos y sonríen.

-Kherr no problema bichos... casa de Kherr llena.

-A mí lo de cobrar después del viaje me parece bien con tal de salir de este lugar.

-Ha hecho bien, señor: el Sebrance ese es un pupas que está todo el día lloriqueando que si su mujer lisiada esto, que si sus cinco hijos lo otro, que si su síndrome de Oneker...

Tras algunos apretones de manos, les dais a vuestros nuevos tripulantes las señas de la Onyx Flatenroy ("En el espaciopuerto, al fondo a la izquierda, el carguero ligero destartalado, sí, el que tiene Onyx Flatenroy escrito en el casco") acordando encontraros allí en unas horas.

Meson siente un gran remordimiento dentro de si mismo al haber escuchado los problemas de aquel minero taciturno y no llevarlo con ellos en la tripulación.

No se que debería hacer... me gustaría darle una oportunidad a este pobre hombre, pero el que toma las decisiones es el capitán; y no podría llevarlo de polizonte porque los escaners y los miles de ojos que tiene Tllk en la nave notarían su presencia rapidamente.

El humano decide no seguir pensando en eso y voltea a ver a sus compañeros para olvidar a dicho hombre deprimido.

Que Dios le de fuerza y coraje para afrontar los problemas. Dice el humano en voz tan baja y rápida que suena como un murmullo inentendible por los demás.

Mm, capitán, ¿me permite?  Creo que yo puedo aprovechar a ese minero, Sebrance, en la sección de minería.  Y además es gratis.  Como dirían en mi pueblo, gratis, hasta las puñaladas.  Orita vengo.   Sabía que el capitán la dejaba siempre escoger a la gente de su departamento, pero que ella sería responsable de todo acierto o error que él cometiera.

Y así, la Klackon fue a reclutar al último miembro de la Oryx.  Ven, ven, que el capitán pensó que tu oferta a precio cero era señal de poco valor en productividad, en vez de agradecimiento por lo del Silicoide y ganas de salir de aquí a conseguir sustento.  Ven, te ofrezco un espacio en ingeniería.  ¿Te caen bien los insectos, verdad?  Son muy amistosos mis hijos adoptivos, te entenderás con ellos en poco tiempo.  Algunos querrán descansar en tu pelo, pero todo es muy higiénico, te lo aseguro.

-Un viaje a un mundo peligroso, donde acaban de morir 9000 seres, con una Lamprea gigante rondando, una tripulación poco experta de mineros rebotados, una departamento de ingeniería manejado por insectos, un explorador que se esconde debajo de las mesas y un Capitán con poco sentido del humor y con cierto rechazo hacia mis antiguos problemillas con la autoridad. Todo ello gratis y con la esperanza de que si se sobrevive se cobre algo... ¡¡¡COMO NO!!!.- Apenk tendió la mano del Mrrsan con fuerza, reparando en el detalle de las uñas, quizá al final no fuera tan mal tipo como parecía. Sonrío ampliamente.

-Le aseguro que mis problemas con la autoridad no le supondrán ningún problema Capitán. Bueno, ¿cuando nos vamos?

Tras el apretón de manos mostré en mi rostro algo parecido a una sonrisa.

- Bien. Aquí tienes tu enseña. - Le alargué la identificación. - En un par de horas partimos, así que nos vemos allí.

- A ver, ¿quién es este? - Me giré hacia Keve y el mrrshan de pelaje negro. - ¿Médico? Ya veo. - Lo miré de arriba a abajo. A parte de ser médico tenía pinta de ser fuerte y, siendo un mrrshan, seguramente sería buen combatiente. En cuanto Apenk dejó libre su silla le hice un gesto para que se sentara él en su lugar.

Tras una conversación más o menos igual de larga que la mantenida con Apenk, y también en voz queda, llegamos a un acuerdo para que Snar se uniese a nosotros. Nos dimos la mano y le entregué su enseña.

Luego llegó Tllk con su capricho de incorporar al minero descastado. Le hice un gesto con la mano izquierda para que se acercase. - El problema será tuyo, así que tú sabrás lo que haces. Me parece un pusilánime. Si rompe algo o la jode de alguna manera, lo pagarás de tu parte. - No entendía porqué quería a ese humano en la nave ni el mohín de culpabilidad de Keve antes de que Tllk accediera a tomar la responsabilidad de reclutarlo. Supongo que en otras razas la empatía está más desarrollada y son capaces de sentirla incluso por aquellos que no conocen, sin limitarla a la familia directa, como es común que suceda entre los mrrshan.

Finalmente parecía que teníamos una tripulación completa. Cuanto antes nos marchásemos de esa cloaca de mineros borrachos, mejor.

Perfecto, nos veremos en el muella dentro de dos horas entonces (le digo recogiendo la insignia).

Una vez conseguido el trabajo, recojo el macuto y me lo cuelgo al hombro para salir del bar...