Partida Rol por web

Hoban miró a Bane sonriendo. Asi que todos sus viejos amigos estaban a salvo. Era un alivio saber que la alegre Jean seguia trabajando.

- La conozco si, estuvo en el cuervo unos meses, conoce la nave bien.

Wilson, preocupado durante este rato en intentar meter algún crédito en el sucinto bañador de una de las bailarinas que merodea cerca de la mesa, vuelve a la conversación por unos instantes para añadir:

— No está mal la tía esa. Un poco pequeñita para mi pero... Eso sí, parecía ser bastante capaz de manejar una buena herramienta! — el mecánico rió con su propio chiste soez — En serio capi, el señor Xan y le chica saben lo que hacen, oh sí. Y estuvieron de acuerdo con nosotros en que era un sabotaje, sí. — añadió mirando a Randall.

Luego, bebiendo de un trago lo que quedaba en el vaso, se quedó mirando a Bane, como si se percatara en ese momento de su presencia. Le echó un vistazo largo y lento, sin mediar palabra... hasta que las curvas de la stripper se acercaron.

El gesto de Hoban se volvió serio. No le importaban esos comentarios de Wilson, siempre que no se refirieran a Jeannie.

- Wilson, te pediría que te ahorraras esos comentarios, Jean ha sido la causa de que toda la mecánica del cuervo esté tan bien como está. Respeta eso, al menos. - hizo una pausa - ¿Me vais a contar que ha pasado? Con algo más de detalle, quiero decir. 

- Por mi parte poco que contar, acompañé a Gideon a hablar con un estirado teniente de la Alianza, que aunque parecían conocerse de antaño, no nos ayudo gran cosa. - Acompaño la frase con un gesto - Lo normal con esta gente, vamos. 

Hago girar el cuchillo en la mesa y lo observo hipnotizado unos segundos antes de continuar

- Luego nos dio permiso para llevar la nave al taller, donde me reuní con estos dos, - señalo con los pulgares a Wilson y a Randall.- Allí, como te han explicado, nos confirmaron la hipótesis del sabotaje.

Levanto la mano para llamar a un camarero

- Y así sin más, les dejamos manos a la obra y salimos a patearnos las calles para buscar diligentemente un trabajo que aportase capital a esta, nuestra empresa.

Termino mi relato con una sonrisa y cuando el camarero se acerca le pido una cerveza bien fría. - ¿Alguien quiere?

Luego miro al nuevo - ¿Así que Bane, no?. ¿Viejos amigos? ¿Ya trabajaste para el Cuervo antes? - Observo su complexión fuerte, y la colección de armas que porta, - bueno, siempre vienen bien un par de pistolas adicionales, aunque para ello toque dividir la paga, - concluyo dando un sorbo a la bebida, pero sin apartar la mirada.

La reacción del capitán hizo que Bazooka levantara la ceja, confuso. No había dicho nada ofensivo - bajo su punto de vista - más bien todo lo contrario. Iba a rebatir la susceptibilidad de Hoban, defendiéndose de la insinuación de que la mecánica de la Firefly no era ahora tan buena como lo había sido con Jeannie, pero antes de que pensara la frase correcta fue Todd el que habló. Wilson sólo pudo balbucear un "eeeer... yo... emm..." pero la afirmación del piloto dio pie al exboxeador para descargar su propio cabreo no contra el capitán sino contra el recién llegado:

— ¿Y tú de dónde has salido, tío? — dijo con cierta acritud. Luego se dio cuenta que había metido la pata de nuevo, pues Hoban lo había presentado como su amigo, pero no pudo morderse la lengua — ¿De veras necesitamos a un chiflado más lleno de armas en la nave? Dividir no es una palabra que me guste demasiado. — Le señaló con el dedo y le dijo — Tendrás que ganarte la comida en el Cuervo, Bien...Bane...¡cómo te llames!

Vaya, el alcohol le empezaba a hacer efecto. Hacía tiempo que no bebía y su sangre lo distribuía con felicidad por sus arterias y venas. Primero lo del sabotaje, el bofetón de la viuda, luego Randall, el toque de atención del capitán y ahora el nuevo. ¡Maldita sea! ¡Echaba de menos su cocina y su sala de máquinas!

Bane llegó ante los miembros de la nueva tripulación del capitán y, como siempre antes de nada, observó y juzgó a su manera.

Había un par de cosas claras, Todd le había caído bien, por su comentario acerca de los oficiales de la Alianza; por otro lado, Randall había abierto muy poco el pico y eso le había dado muy poco idea de que pensar respecto a él.

En cuanto al tal "bazooka", al parecer el mecánico... Bueno, el hecho de que se metiese con Jeannie, que cuando había aparecido en la conversación había provocado en Bane una gran sonrisa, ya le había molestado bastante. Antes de que pudiese contestar una de sus frases, el capitán dijo lo mismo que él quería decir, pero sin incluir insultos ni amenazas. Aunque eso no sirvió para que el tipo no recibiese una mirada de desprecio del grandullón.

Eso sí, cuando se dirigió a él directamente y de forma despectiva, Bane supo que había llegado a su límite, y en ese momento, no se pudo contener.

-¡Ja! - río, mientras derramo la cerveza por la sorpresa.

Cuando consigo reponerme, desenfundo pistola y recortada colocándolas encima de la mesa.

- Vamos a ver, nunca voy a rehusar ver una buena pelea, pero se acabaron los golpes por sorpresa ¿vale?, - refuerzo la frase palmeando suavemente las armas - se derraman las bebidas, se calientan los ánimos y al final todo acaba mal, o peor.

Escupo al suelo, - A ver, tipo duro, -  miro a Bane a los ojos, - Wilson no tenía ni idea de que tenías algo con la mecánico, en ese caso, nunca habría hecho ese comentario, en el fondo es un buenazo. No como yo.

Ahora miro a Wilson, - y tu, chavalote, supongo que se te ha pasado el pedo de golpe. Si te sientes herido en tu orgullo, lo entiendo. Yo estaría cabreado como un mono. Pero tenemos un trabajo que hacer, - me giro hacía Hoban, - ¿no es así?

- Si - Hoban agradeció internamente el gesto de Todd. No tenian nada Bane y Jeannie, al menos que Hoban supiera, pero en el cuervo, siempre se había dado la vida por los compañeros, igual que Todd seguramente se cabrearía e iniciaria una pelea en el caso de que alguien se pusiera a insultar a Randall. Las cosas eran asi, y Hoban ya se esperaba el golpe. Esto no empezaba con buen pie.

- ¡Estaos quietos! - les dijo a Wilson y a Bane. - Somos todos miembros de la misma tripulación, no toleraré este comportamiento. Si queremos que las cosas salgan bien tenemos que trabajar juntos, no pelearnos. - trató de tenderle el definitivo caramelo a Wilson para que se calmara - Bane no es miembro de la tripulación, ya no más, pero nos va a ayuda en este trabajo. Y no te preocupes por la paga, aunque sea repartida, vamos a ganar mucho más dinero que el necesario para reparar la nave. Si todo sale bien... - dijo esto útlimo apelando a la riña entre los dos.

Gideon observó el altercado como un instructor que contemplara la pelea de dos niños. La ignoró y habló directamente con el capitán.

-El teniente se ha comprometido conmigo a no revisar el cargamento al despegue, por si sirve de algo. Se asegurarán además de que la nave está en condiciones de hacer lo que se supone que debería poder hacer.

El hombre se acarició la barba lentamente.

-¿Nos va a dar problemas ese nuevo? No quiero empezar a discutir las cosas a puñetazos. Estoy demasiado orgulloso de mantener el rostro intacto y sabes que ayudo mejor así, capitán. Por lo demás, ¿en qué consiste el trabajo?

Estaba mirando tranquilamente el trasero de la muchacha que se acercaba a la mesa continuamente - o al menos hasta que a Bazooka se le acabase el efectivo disponible - cuando al momento siguiente sintió un golpe fuerte a la altura de la oreja y lo siguiente que vió fueron los tacones de la chica, muy de cerca, demasiado cerca. Su barbilla se había golpeado contra el pequeño escenario y él ni siquiera había llegado a caerse siquiera de la silla. Una botella se había derramado poniendo perdido su traje nuevo, su único traje nuevo.

Aturdido, Wilson cerró y abrió los ojos un par de veces y puso frunció los labios mientras se incorporaba apartando la silla de una patada. La stripper ya se había largado de allí y el resto de la gente miraba la escena mientras Todd y el capi empezaban a hablar casi a la vez, el primero tocando sus pistolas. De todas formas, el golpe había dejado medio sordo a Wilson, que crujió el cuello y mientras amagaba con la derecha devolvió el gancho casi inconscientemente, como en los viejos tiempos. Su atacante, el recién llegado, le miraba con ojos duros y estaba tal vez demasiado lejos para alcanzarle, con la mesa de por medio.

— ¿Eh? ¿Pero... a tí que coño te pasa, malnacido? — espetó al nuevo mientras trataba de golpearle. O al menos fue lo que quiso decir, entre el alcohol, el golpe y la confusión no sabía si alguien le había entendido. Luego se puso en posición de defensa, bailando como podía de un lado a otro. Habían estropeado su traje y él mismo había aplastado su chistera ¡Maldita sea! 

En realidad no comprendía tampoco lo que había pasado. Había que ser un tipo duro para meterse con el Hei Kong Bazooka, y menos en una pelea a puños, pero es que además no había dicho nada malo de la tipa aquella. Se la veía diestra con las herramientas para las reparaciones, por eso habían confiado en ella y el tal Victor, y era evidente que tenía baja estatura. Bazooka cada vez pensaba que encajaba menos en aquella tripulación. Si no necesitase el dinero volvería a su Georgia natal a cocinar frijoles con arroz ¡Demonios!   

Randall pegó a su cuerpo la tableta de datos, prefería que le rompieran un hueso a su única forma de entrar en el cortex. Contempló atónito la escena, por su cabeza se le paso la imagen de que si tuviera una manguera de agua con suficiente presión podrían separarlos.

Rick se quedó un tanto sorprendido con la situación. Aunque había vivido muchas situaciones de celos... pero nunca se esperó que nadie se enfrentase a Bazooka por sólo un comentario desafortunado. Menudo armario...

Cuando se hizo a la situación, intentó sacar rápido alguna forma de pararla. Aunque si no atendían a la orden del capitán, poco iba a poder hacer él.

- Por favor, no me deis trabajo, que me había pedido vacaciones para esta noche...

Lanzó una mirada a Hoban, esperando a que él hiciese algo antes de que Bane acabase en el suelo. Porque el médico tenía bastante claro cómo iba a acabar aquella pelea a puñetazos.

Hoban se cruzó de brazos. Si tenían que resolver eso, debían resolverlo ahi, ahora. Sabía como era Bane y sabía como era Wilson, no podía meterse en medio como si fuera su madre. Si eran hombres, sabrían resolverlo como...

Los clientes se apartan tan rápidamente como la streaper, con un grito de sorpresa al ver el inicio de una pelea entre dos tipos que darían miedo a la mayor parte de los presentes. Por mucho que Bane no esté en buena forma, sigue teniendo un aspecto imponente y Wilson... bueno, el enorme ex-boxeador se levanta lanzando un gancho de izquierdas directamente hacia su atacante, ante la mirada de desesperación del resto de la tripulación.

Bane se esperaba la reacción del otro tipo, y sólo por eso... Sólo por eso, y por la cantidad de alcohol que llevaba encima, consiguió esquivar el enorme puño que se dirigía hacia su cara.

La expresión de sorpresa se mezcló con la de odio.

- ¡Deberías de hablar menos y escuchar más, gilipollas!

El hombretón sabía que estaba en desventaja, debido a que ese maldito cabrón contaba con la simpatía del resto de la tripulación, lo cual tampoco le sorprendía.

Al ver las armas encima de la mesa, su reacción fue la misma, y cuando se quisieron dar cuenta, tenía un arma apuntando a la cabeza del maldito mecánico de los cojones.

- Comportémonos como adultos, ¿sí? Nadie tiene que salir herido de aquí. El puñetazo te lo has ganado, grandullón.

Gideon levantó el arma a la misma velocidad que lo hizo Bane y la amartilló allí sentado, sin siquiera descruzar las piernas. Los ojos se habían acerado y no quedaba en él resto alguno de emoción más allá del porte erguido y los hombros bien simétricos. Una postura típica de caza, no de combate, desde luego, no de reyerta.

-Hoban - anunció el hombre con frialdad -. Este tipo es amigo tuyo, no nuestro. Su reacción es cosa suya, pero como siga por este camino le voy a volar la cabeza.

Sus siguientes palabras, sin dejar de atender a la reacción de Bane, fueron para este.

-Tú, simpático. Este pedazo de bestia es miembro de nuestra tripulación. Es un bruto, eso lo entendemos todos, pero si no dejas ahora mismo el arma esto te va a salir mal. Tú decides. Y no me pidas que la deje yo, o que alguien se disculpe, etc. Tú dejas el arma tranquilita en la mesa. Tú te sientas. Sin más. Y si tardas más de cinco segundos, será como si no lo hubieras hecho.

-¡ja, ja, ja!- me carcajeo, - esto se pone interesante,- digo mientras mi escopeta apunta a las partes nobles del señor Bane.

- Bueno, yo personalmente no creo que Wilson se mereciera el puñetazo, tampoco fue para tanto. Pero llegados a este punto de nada vale lamentarse.

Bebo un trago

- Ahora toca decidir si aparcamos esto para otro momento, pues parece que tenemos un trabajo pendiente, y todo somos unos profesionales aquí. ¿no?-  

Miro fijamente a Bane. - Yo propongo no malgastar munición inutilmente, y dejar esta pelea para otro momento, con sus apuestas y todo eso.

Vuelvo a beber.

En la mente de Wilson comenzaron a sonar los sonidos de antaño: la gente coreando su nombre, la campana del ring, la chica que contaba los asaltos echándole piropos... y la cara de su contrincante aplastada por su potente gancho de izquierdas. Ese rostro era ahora el del nuevo amigo del capi. Su golpe era bueno, lo suficiente para partirle la nariz y darle una lección a aquel chulo vaquero. Había golpeado con los ojos cerrados, intentando obviar el hecho de que veía a dos Bane en vez de uno.

Pero la realidad fue bien distinta. Lo que se oía eran las frases de sus compañeros, la campana el ruido de los vasos al caer al suelo y romperse, y la stripper no le lanzaba piropos sino insultos porque entre aquellos dos violentos iban a estropearle el negocio aquella tarde-noche.

Cuando Bazooka abrió los ojos de nuevo se encontró con el nuevo apuntándole a la cara con su arma. Sin sombrero, eso sí. Parece que el uppercut del mecánico había ido a parar un poco más alto de lo habitual y había golpeado por encima de la cabeza.

¡Uf! Armas. Aquello no era legal. No en un bar como aquel. No en un sitio cerrado. No estaba bien sacar las armas en una pelea de caballeros. Mirándolo con cara de pocos amigos, Wilson retrocedió un paso y levantó las manos levemente. Bazooka prefería las máquinas que la gente, pero era lo suficientemente empático como para saber que a aquel cowboy no le importaba volarle los sesos allí mismo. El mecánico desvió la mirada hacia el capitán Qing, pidiendo ayuda... o vía libre para empezar a zumbar a diestro y siniestro. Había un código no escrito entre los miembros de la tripulación de una nave, y el principal punto era como el de aquella vieja novela que Wilson había leído en sus tiempos en los Casacas Marrones, algo así como todos para uno y uno para todos. Sabía que aunque Bane fuera amigo del capi, sus compañeros le apoyarían. Si no fuese así solo le quedaba ir a por sus cosas al cuartucho de máquinas y que les dieran a todos por el culo.

Volvió a mirar al tipo, crujió su cuello, y escupió al suelo:

- Liou coe shway duh biao-tze huh hoe-tze duh ur-tze*

Al ver que Todd y Gideon intervenían se sentó. Ya habría tiempo a devolverle el golpe al caradura aquel.

^{* Estúpido hijo de una puta babosa y un mono.}