Partida Rol por web

Bane estaba apuntando al otro tipo y no duda.

Es un experto tirador, así que se la juega a apuntarle a la mano con la que sujeta el revolver para que la suelte.

- ¡Alto!

Un poco de acción... Esperemos no llamar mucho la atención...

El compañero de Remy sale del coche con el revólver en la mano, pero al ver a Bane intenta echarse a un lado para salir de su línea de fuego. Torpemente, se lanza sobre la puerta del vehículo, quedándose atontado mientras Bane le dispara a la mano. El arma del hombre sale por los aires regada por un charco de sangre cuando el disparo, tras impactar en el revólver, se lleva por delante parte del dedo del gatillo del desafortunado conductor. Con un grito, el hombre cae al suelo sujetándose la mano con terror.

Remy, al ver a Bane armado y a su compañero fuera de combate, suelta la barra y levanta las manos, alejándose un paso de Todd. - Vale, vale... ¿Qué queréis de mí? Llevaos lo que os de la gana, pero dejadnos en paz - dice con gesto de preocupación.

Bane se cambió el arma de mano. El objetivo de su mirilla era ahora Remy. Sin embargo, no disparó ni habló. Le dejó esa parte a Todd, que parecía tener un asunto pendiente con el tipo, y se limitó a bajarse ligeramente un ala del sombrero.

- Paz, dulce palabra, - digo mientras recojo la barra y le registro por si llevara otra arma. Miro de reojo al otro por si está muy mal, y en los alrededores, por si el jaleo ha llamado mucho la atención. 

- Bane, ¿podrás llevarlos a su oficina y dejarlos allí bien sujetos?, yo tengo que recoger a alguien...- digo mientras cojo las llaves de la limusina.

Todd coge una navaja del bolsillo de la chaqueta de Remy y se la guarda rápidamente. "Nunca se tienen suficientes cuchillos". Mira al interior de la limusina y puede ver un portatrajes cuidadosamente colocado en el asiento de copiloto. Al parecer el alquiler del vehículo incluye el traje de chófer, aunque si está a la medida de Remy a Todd le quedará bastante ajustado.

Tras coger las llaves del taller del conductor se las pasa a Bane. En principio, el soldado se reunirá con Todd ya en el área de parking de la mansión Courtland llevando las armas del resto del equipo.

De momento, todo parece ir según lo planeado, pero hay un par de problemas: los disparos están atrayendo la atención de la gente y es probable que los soldados de la Alianza no tarden en pasarse por aquí a ver qué está ocurriendo. Además, ahora mismo hay tres vehículos y sois únicamente dos. Todd, evidentemente, se irá en la limusina, pero o bien se queda aquí el transporte del Cuervo, con lo que os podrían identificar fácilmente, o el coche de Remy, por lo que no debería ser complicado para un policía medianamente competente llegar hasta su taller y averiguar que ha alquilado una limusina.

Bane se limitó a asentir, y buscó algo con que atar rápidamente a los hombres dentro del transporte del cuervo.

Él tenía cosas que hacer y no podía perder tiempo.

Se supone que este tipo se encarga de manejar transportes, así que él sabrá que hacer con los dos coches.

- Al que le vea hacer una tontería, no volverá a hacer nunca niguna, ¿queda claro?

Se tocó mientras tanto el arma, para dejar más claras las cosas.

Tenía que salir de ahí antes de que apareciese alguien de la alianza y reconociese su cara, o podría tener problemas.

Miró a Todd antes de subirse al asiento del conductor.

- Ten cuidado.

Vaya marrón, pienso. - Bane, igual es mejor llevarles a otro sitio, no a su taller, por si siguen la info de su vehículo. 

Estaciono en un lado de la calzada el coche del Remy, y me subo a la limusina rapidamente para salir de allí.

Cuando me he alejado lo suficiente del lugar de los hechos, me detengo en algún lugar tranquilo para intentar enfundarme el ridículo traje, dejando abierta la chaqueta, y el pantalón sin abrochar, sujeto con mi cinto. 

Luego llamo a Jade.

- Jade, aquí Todd, ya tenemos la limusina, voy a por Wing y después a la fiesta.

Hago una pausa y continúo, - Bane lleva dos paquetes extras, si pudieras ayudarle a guardarlos para que no se abran hasta que pase la fiesta, te estaría eternamente agradecido. 

Cuando todo está claro, y me tranquilizo un poco, me dirijo a la dirección del noble.

Jade te contesta rápidamente, diciéndote que enviará a Nolan a por el vehículo de Remy.

Montas en la limusina y te diriges a la mansión Wing. Nunca has conducido un coche de esas dimensiones, pero no tardas en hacerte a su tamaño para tomar las curvas. De cualquier forma, sigues prefiriendo una buena nave espacial que un vehículo con ruedas.

Cuando llegas a la dirección en la que debes recoger a Sir Atherton te pones la chaqueta del chófer antes de salir del coche. El uniforme te queda ajustado, pero tendrá que valer. Desciendes de la limusina y te acercas a la entrada.

Cuando llamas no tarda en aparecer un mayordomo que te mira de arriba a abajo, sin parecer muy satisfecho con lo que ve. Funciendo el ceño, hace llamar a su señor, que tarda unos minutos en presentarse. Atherton Wing te recorre de arriba a abajo con la mirada y niega con la cabeza.

- Llega tarde... Y, ¿dónde está el señor Johnson? No me informó de que enviaría a uno de sus empleados - sacude la mano con desdén. - No importa, mientras sepa conducir será suficiente. Espero que aprendiese a manejar esa limusina mejor que a vestirse - señala mientras espera que le abras la puerta del vehículo.

Dudas un momento sobre dónde dirigirte y finalmente decides optar por la habitación del hostal en la que os habeis hospedado, pues nadie puede trazarla directamente hacia vosotros. Mientras vas hacia allí, recibes un mensaje de Nolan.

Adams, estoy en el coche de Remy. Reúnete conmigo de camino al puerto y me encargaré de vuestro "paquete".

Te desvías nuevamente hacia la dirección que te ha enviado, un discreto callejón apartado de miradas indiscretas. No tienes que esperar mucho antes de ver el vehículo contra el que embistió Todd no hace mucho tiempo.

- No se puede decir que trabajéis con discreción, ¿verdad? - Bromea. - Si no hubiera estado en esa zona, la Alianza se habría hecho con este coche. ¿Cómo se os ocurrió liaros a tiros en mitad de la ciudad?

Desenfunda su arma y amenaza a Remy y su compañero para que se mantengan en silencio mientras les cambiáis de coche.

- Yo me llevaré a estos dos a un lugar discreto. Recoge lo que necesites y reúnete con Todd en el parking. ¡Suerte! - dice mientras vuelve al vehículo y lo pone en marcha para alejarse por la ciudad.

Le abro la puerta mientras le hablo, - si... no... no se preocupe, surgió un imprevisto y Johnson tuvo que marcharse, pero esté tranquilo, soy su mejor empleado. 

Una vez dentro, cierro la puerta, y voy a mi sitio. Arranco el vehículo y salgo camino a la fiesta.

Conduces tranquilamente hacia la mansión de los Courtland y, en la entrada, le das a uno de los guardias de seguiridad la invitación de Sir Atherton Wing. El hombre la revisa y te indica que continúes. Llevas hasta la puerta de la mansión al estirado noble y cuando paras, esperas un momento hasta que te das cuenta de que tienes que salir a abrirle la puerta.

Cuando lo haces, Atherton te mira con fastidio mientras desciende del vehículo.

- Le haré llamar cuando esté preparado para irme. ¡No me haga esperar! - Te advierte antes de subir por las escaleras de entrada a la mansión.

Un sirviente, o al menos eso dirías por el uniforme, pero casi podrías apostar que pertenece a la empresa de seguridad, te indica dónde debes llevar la limusina para esperar durante la fiesta. El parking general está algo apartado de la casa, sin acceso al patio principal excepto a través de un pequeño descampado que a duras penas se podría cruzar en un vehículo terrestre o a través un control de seguridad en el que parece haber varios guardias armados.

Aparcas allí, sabiendo que Bane no debería tardar demasiado en llegar cruzando un bosque cercano, y observas a tu alrededor. Bastantes chóferes han aparcado aquí sus vehículos y varios de ellos parecen haberse juntado a preparar su pequeña versión de la fiesta mientra fuman y comparten alguna botella de licor.

Bane miró las granadas mientras las intriducía en su mochila.

Espero no tener que usarlas...

Había cogido cuatro revólver, un arma rifle para él, una cuerda y las granadas.

Esperaba que las cosas no se complicasen, pero más valía ser precavido.

Se enfundó una semiautomática al hombro y se dirigió al coche.

Su plan era acercarse a un lugar cercano, y desde allí andar el resto del camino hasta el recinto de la feria, desde donde haría un reconocimiento de la zona.

Llamo a Jade y le informo que ya estoy en el parking. Le pregunto como van los demás.

También contacto con Bane, para decirle que ya estoy en el lugar indicado, esperando.

Dejas el vehículo del Cuervo oculto tras unos arbustos no muy lejos del límite de la propiedad de los Courtland. Desciendes y te diriges hacia la casa por uno de los laterales. No te cuesta demasiado encontrar un lugar donde la verja que delimita la finca es sobrepasada por las ramas de un árbol: después de todo, el mantenimiento de un terreno grande nunca es perfecto.

Trepas sin dificultad y saltas al otro lado. Te escabuyes ligeramente entre los árboles y matorrales, caminando en la dirección donde te indicaron que estaría el parking externo a la mansión. Durante el camino ves a varios guardias patrullando la zona, pero no te cuesta pasar desapercibido.

Por fin, te acercas a la explanada donde están todos los coches aparcados y buscas a Todd con la mirada.

Todd llama a Jade, que le confirma que Bane está de camino, aunque no ha recibido ninguna información sobre el interior de la mansión. Cuando corta la comunicación, el piloto ve efectivamente cómo Bane, cargado con una mochila, se acerca discretamente a la limusina. Tras un cruce de miradas y un gesto, Todd abre el maletero para que su compañero pueda guardar el equipo en un lugar discreto.

Una vez juntos en el parking, observan con atención el lugar. La explanada donde están los coches está aproximadamente a medio kilómetro en línea recta de la mansión de los Courtland, y a un par de kilómetros del extremo de la finca por donde se ha colado Bane. Una pequeña verja separa el patio principal de la casa del resto de la propiedad y el interior de ese patio parece estar bastante bien vigilado.

Mientras observáis el terreno, escucháis unos pasos a vuestra espalda.

- Yo te conozco. - dice un tipo que se acerca mirando a Bane. - Bebimos juntos con el capitán Qing hace un par de días. ¿Qué les trae por aquí, señores? - Pregunta amablemente el recién llegado. - Si se mantienen tan separados del resto de conductores, no tardarán en llamar la atención.

Con un gesto, señala la zona donde los chóferes han sacado algunos aperitivos y botellas de licor para entretenerse mientras sus clientes están en la fiesta.