Partida Rol por web

Despiertas en una celda, parece bastante antigua, no hay luz alguna, estas encadenado de pies y manos con la misma cadena y esta esta clavada en la pared, los grilletes te arden, no te producen daños pero te impiden cualquier intento de huida.

Lo ultimo que recuerdas es salir de tu residencia para ir a visitar al Sabbat, alguien te embosco y dejo inconsciente con gran facilidad, ni siquiera te enteraste de quien fue, solo sentiste un fuerte pinchazo desde tu espalda hasta tu corazon.

Te encontrabas en el enorme castillo del Arzobispo del Sabbat, este Castillo se encontraba muy alejado de cualquier civilizacion, estabas en el "Hall", esperando a que te recibiera, ya que el te habia llamado, aunque no sabias para que era obvio que si no ibas probablemente acabaras muerto, todos sabian como de caprichoso era el Arzobispo.

Pasaron unos cuantos minutos y porfin llego un tipo enorme a buscarte, tocaba lo de siempre, grilletes con cadenas en las manos y los pies, eran grilletes magicos que impedian usar disciplinas, si te negabas a ponertelos serias visto como una amenaza hacia el Arzobispo y te matarian, una vez puestos los grilletes empezaste a andar junto al enorme vampiro que no pronunciaba palabra.

No sabía para qué me había llamado el Arzobispo, mi infiltración en la Camarilla iba perfectamente, había cumplido todos los requesitos y peticiones. Pero este caprichoso Cainita...era capaz de exigir más, no sabía por donde me podía salir, para colmo me sacaron esos grilletes que me impedían usar obtenebración, y no solo eso. Por supuesto así no se podía empuñar una espada, aunque había tenido la sensatez o insensatez, depende del humor del Arzobispo de haber ido desarmado.

Caminé tras el enorme tipo que me había puesto los grilletes, suponía, hacia donde se encontraba el Arzobispo...

A diferencia de lo que esperabas encontrarte, cuando llegaste a la Sala del Arzobispo, este no estaba, en su lugar alguien mucho mas joven y distinto, alguien que parecia un delicuente juvenil y que estaba haciendo las cosas de tal, rompiendo vasijas cuadros y cualquier cosa de lujo, con un bate de hierro, no te hace caso alguno, y el grandullon te deja con el cerrando las puertas.

El joven bandalo se dio la vuelta al poco rato, porfin se percato de tu presencia.

Yo, what's up?, are you here to see my father?, oh man I forgot I​m in Russia.- Dijo, pero no entendiste nada, entonces volvio a hablar.

Losiento, se me olvido que ya no estaba en America, te pregunte a que habias venido.- Dijo, sentandose en un sillon y con un mando puso musica.

Me quedé de pie y dije -Esa misma pregunta me hago yo- Mi voz fría y carente de cualquier emoción helaba hasta la música que sonaba.

Ah, ya me acuerdo, tu eres el tipo ese que sirve para una mierda, segun mi padre, porque informacion poca has conseguido en todo este tiempo, veras, no se para que mierda pero tienes que ir a un pueblucho abandonado llamado Kutchiev, aun viven algunas personas ahi, pero eso es lo de menos, ya tenemos a alguien ahi esperando para darte informacion, ala, corre.

Dijo quitandose la gorra y soltandose el pelo mientras ponia sus enormes botas con punta de hierro sobre la mesa tirando cristaleria cara y algunos adornos de plata.

Tras unos segundos en la oscuridad el resto de mis sentidos se agudizan, el olor a humedad se filtra por mi nariz e intento agudizar el oído pero no hay respuesta.

¿Debería concentrar todos mis sentidos en mi vista?
Pienso por un momento, idea que descarto ya que si alguien me espía podría delatar mí condición como vampiro.

¿Qué esta pasando? ¿Hay alguien?
Me atrevo al final a decir por si alguien me responde.

Cuando hablas, nadie responde y a los pocos minutos se oyen pasos, una potente luz se enciende dejandote ver que estas en el calabozo de lo que parece ser un castillo, al poco rato los pasos llegan hasta tu celda, es un tipo enorme, que abre la celda sin decir nada, y arranca la cadena de la pared, para cargarte, y empieza a llevarte por unas enormes escaleras de caracol.

Ante aquel grandullon, me siento insignificante.

¿Qué ocurre donde me llevas?
Le grito, intentando soltarme de forma inútil.

Cuando empezamos a descender por las escaleras y compruebo que no puedo usar mis disciplinas me doy cuenta que el grandullon que me lleva en brazos es posiblemente mi menor problema.

Estaría en un castillo Tremer, las cadenas candentes, no poder usar disciplinas.

[Aganju y Angelo]

El gorila no decia ni una palabra y seguia subiendo las escaleras, con unos minutos acabasteis llegando a un pasillo, efectivamente era un castillo y habia armaduras medievales a modo de decoracion, el tipo siguio andando, hasta que llego a una gran puerta roja, desde la cual se oia musica, abrio y te tiro junto a un peliblanco (Angelo), al fondo habia un tipo con pelo largo y moreno, con pintas de delincuente, que estaba poniendo sus botas de punta de acero en la mesa tirando la cristaleria cara y unos cuantos cubiertos junto a adornos de plata, al verte dijo.

Oh, mira el otro inutil, ya que estais los dos, bueno, pues eso, tu el peliblanco, iras con ese otro tipo a donde te dije, bienvenido al Sabbat "nigga", ah Grom, destales, y que se marchen sino tienen nada mas que preguntar.- El Grandullon desato a ambos y a Aganju lo puso en pie con una sola mano.

Me acaricio lentamente las muñecas cuando me libran de los grilletes, observé al recién llegado con una ceja levantada y después al tío que nos estaba ordenando eso...sus palabras carecían del respeto necesario ¿Qué coño pensaba que podía conseguir? Muchas noches arriesgaba mi existencia por el Sabbat...y ya daba suficiente información.

El tipo paro la musica con el mando y susurro aunque su voz retumbo por toda la sala o eso es lo que parecia, porque le oiais claramente.

Puedo leer tu mente, Angelo Salieri, no necesito mostrar respeto a alguien quien su primer bocado de sangre fueron "ratas", jajaja, eso es lo que tu creerias si recordaras.- Entonces volvio a poner la musica.

Bueno, ¿vais a largaros o no?, tengo cosas importantes que hacer.- Dijo sacando un pequeño libro de su bolsillo.

Cuando nombró las ratas dí un paso hacia detrás...no lo recordaba...y no lo había hecho...cabreado eché un rápido vistazo al libro.

Ignorando al Cainita que habían traido junto a mí salí de allí para dirigirme al pueblucho...suponiendo que ese tal Grom iría detrás de mi para vigilarme de cerca.

Grom coge a Angelo por el cuello de la camisa y lo levanta, devolviendolo al sitio original que ocupaba.

Te olvidas del africano, si te digo que vas con el es que lo coges y te largas, no que te vayas solito, asi que, lo coges, tu, ni Grom ni nadie, tu, y te lo llevas, y no quiero saber nada mas de ti hasta que hayas llegado al pueblo y hayas cumplido tu mision, y intenta que te salga mejor que conseguir informacion, ¿vale?.- Dijo sacando unas gafas de lectura, entonces Grom te solto junto a Aganju.

Hice una señal a Aganju para que me siguiera fuera de una vez, antes de que mi mente comenzara a descontrolarse y soltar pensamientos, al igual que mi lengua.

Tras observar la escena y viendo que su compañero estaba empezado  ha chispear por los nervios y el deseo de salir del castillo.
Así que decido seguir a Ángelo como lo había llamado el vampiro que saco el libro.

De camino a la salida voy alerta por si veo algún lienzo o retrato que me pueda indicar donde estamos y le pregunto a mi compañero.

¿Qué se supone que tenemos que hacer?

Los unicos Lienzos que te encuentras son representaciones de torturas muy sangrientas y sadicas, pero si supieras de tortura te darias cuenta de que todas y cada una de las retratadas eran no-letales, nada podia darte indicios de donde estabas.

-Tenemos que ir a Kutchiev respondo...según ese...allí nos dirán qué debemos hacer, es un pueblo prácticamente abandonado, así que no tengo ni idea de qué querrán- Respondo mirando al frente, la temperatura a mi alrededor parecía haber bajado dos grados por la frialdad de mi voz.