Partida Rol por web

Amigos, nos manda la sociedad

Saludo recorriendoles con la mirada

Os vamos a sacar de aca muy rapidito, ¿alguna cosa que nos podais decir de vuestros carceleros?, estos chicos tan simpaticos

Sonrio dandole una palmada en el trasero al paladin

Van a destri... a llevar la justicia a ellos

Larissa maldijo en voz baja a los dioses y a los demonios porque seguro que ya les habían escuchado, antes de que acabaran con todos los guardias. 

—Joder, Ethelnir, mira que eres cafre, tendríamos que haber registrado todo esto antes de abrir las celdas.— Musitó cabreada cuando el paladín ignoró su consejo. Luego puso una cara amable y una sonrisa a los enanos. —Hola amigos, somos el equipo de rescate, venimos de la Pathfinder Society. Quedaros en el medio y trataremos de escaparnos en mitad de la noche.

Uno de los enanos, Pechas Domri, un enano Pahmet como Amauhak, os da las gracias de forma profusa.

De no ser por vosotros quién sabe cómo habríamos acabado. Quieran las arenas del desierto que recibáis las bendiciones del Sabio de Diamante.

—Todavía no hemos salido, su Sabia Eminencia— dijo Larissa preocupada. — ¿Sabéis algo de los carceleros, como dice mi compañera Mirella?  Hasta ahora sólo hemos conocido a tres mujeres arriba en la posada, un chico mudo... y un diablo en forma de mosca.

Sí, os contaré todo lo que recuerdo...

La mujer habla con dificultad pero os relata con rapidez lo siguiente:

Al pasar de Xer en nuestro viaje, una barcaza de fe nos interceptó. No contentos con extorsionarnos y quedarse con todos nuestros recursos nos capturaron después de una fiera batalla.

Nos trajeron a este lugar con las cabezas tapadas hasta llegar a la puerta de la posada, momento en que nos las quitaron.

En dos ocasiones una clériga razmirana sin piedad que se hace llamar Sagrada Ahendile, nos ha interrogado pues piensa que estamos en su país con alguna finalidad oscura y subversiva.

El muchacho mudo nos ha traído comida de forma infrecuente, aunque en dos ocasiones creemos que se coló a hurtadillas en la cocina para traernos algo más que la mísera ración.

A las mujeres sonrientes sólo las vimos al llegar.

De aquí abajo sólo os puedo decir que a veces he escuchado en el pasillo alguien hablando con gorgoteos ininteligibles así como un sonido de algo húmedo y reptante. Como si estuvieran pasando una fregona una y otra vez por el suelo...

No puedo deciros mucho más...

Vosotras sois las expertas. - dijo Harold a Larissa y Mirella. -¿La fregona reptante sería el diablo que Lorik reventó?

Por lo demás... - se rasca las rastas - parece que aún pueda quedar una clérigo por aquí, ¿no?

- Deberíamos de tratar de acabar con esta locura. No está bien que traigan a la gente presa a este sitio y después las torturen de esta manera. Tenemos que tratar de acabar con estos liberticidas. - dijo Lorik. - Yo no me voy de aqui sin haber acabado con esa clerigo y sin haber acabado con esta farsa.

—Así habla un verdadero campeón de la libertad— sonrió Larissa a Lorik. —Estoy contigo al cien por cien. Espera que vea si nuestros amigos enanos están heridos y les sane y seguimos registrando esta horrible mazmorra para acabar con los carceleros.

Mientras los examinaba, Larissa creó agua pura para saciar la sed de los pobres prisioneros.

El examen superficial de Larissa revela que no tienen heridas de consideración pero están muy débiles debido a deshidratación y mala alimentación.

Tras dirigir una mirada a Larissa y especialmente a Mirella que podría convertir en piedra a un basilisco, Ethelnir asintió enérgicamente ante la declaración de Lorik.

- Acabaremos con esa sacerdotisa depravada. Con todas las sacerdotisas depravadas que nos encontremos. 

Con todas las sacerdotisas depravadas que nos encontremos. 

Harold aguanta la sonrisa tras echar una mirada tanto a Larissa como a Mirella.

Sur, mismamente.

Si, alguna cosa que acabar tienes

Respondo con una risita, parece que nada intimidada por la mirada

Si vamos a seguir nuestra estrategia habitual lo mismo podiamos ponernos a montar ruido para que vengan y los matemos, por que esta visto que negociar como que no

suspiro cuando lo vuelvo a pensar

pero lo mismo la petarda esa se nos escapa y alguno os empeñais en perseguirla por caminos embarrados, asi que sera mejor que nos movamos rapido, sur esta bien

La puerta del sur lleva a una sala un tanto sosa (F2) y sin características especiales salvo algunas manchas de sangre en el suelo.

Tiene otra puerta tras una especie de pasillo largo que lleva a una especia de almacén (F1) atestado de cajas y muebles. Aparte de las puertas hay una escalera de madera que asciende hasta una trampilla en el techo.

Antes de revisar la trampilla el paladin se dirige a los enanos.

- Quedense en el medio. Su seguridad es prioritaria. Nos aseguraremos de que disfruten del mayor bien que poseemos: la libertad.

Al acercase a la trampilla, susurrando, Ethelnir comento a sus compañeros.

- Imagino que esta trampilla de a la posada. Podemos echar un vistazo rápido y volver a la puerta norte. Dadme unos instantes mientras Harold revisa la trampilla.

Harold revisó la trampilla...

Con el jaleo que hemos preparado estaran esperando, quiza escape esa sacerdotisa, asi que mejor darnos prisa

Harold no ve nada raro en la trampilla y tras tratar de abrirla, se da cuenta de que hay algo muy pesado a pocos centímetros por encima. Por lo que puede ver de la rendija tiene pinta de ser la bañera del cuarto de baño cerca de vuestras habitaciones.