Partida Rol por web

Me levanto y con paso firme y decidido salgo por la puerta de la cancha cubierta en direccion a la escuela
- por fortuna aun conservo el traje y el comunicador de la mision de anteayer que no tuve ocasion de devolver , como llegue a encontrar al secuestrador va a desear no haber nacido , no en vano un adulto posee 206 huesos de los cuales 192 se pueden romper uno a uno por varios sitios

no pensareis que os voy a dejar solos verdad? digo mientras me acerco al resto que queda por alli. ya podeis ir organizando todo que yo hare lo que digais asi que venga vayamos a buscar a la pequeña

Asiente a Adrian.
Nos vemos luego
Toma el brazo de Thabita suavemente y se va direccion al pueblo

Pero qué, cojones os pasa a todos.

Comienzo andar, mis pasos son agresivos, el movimiento es enérgico. Busco la salida más más cercana. Alrededor todo parece moverse más lentamente, mi cuerpo golpea algunas sillas. Mi brazo se extiende rápidamente para doblar el picaporte, lo giro con fuerza, tras de mi un sonoro golpe cierra la puerta.

Maldicion, espera! digo añ ver como se va y salgo corriendo detras de el cerrando la puerta tras de mi Rewell, espera tenemos que hablar, es muy importante

Sven saca el móvil y graba un video de toda la secuencia mientras que salía Rewell y tras él Adrianne.

Espera te cojo del brazo girandote para que me mires Tienes que venir conmigo y con Sven, tenemos que encontrarla. Una vez me dijiste que...Rewell ¿Como es que?

Tras el portazo. Oigo la voz de Adrianne, paro un instante... giro y abro nuevamente la puerta por donde salí.
Miro a Adrianne durante un largo instante, mi cara es inexpresiva...Me doy la vuelta, levanto la mano en señal de despedida y me largo diciendo:

Si, bueno... ya hablaremos.

Me alejo.

¡Y UNA MIERDA! grito mientras se alza la tierra delante tuyo como si fuera un muro te vas a parar y vamos a hablar de una puta vez, señor yo solo puedo arreglar las cosas. Sabes como coño me he sentido, como he tenido que contener mis lagrimas..

Sven camina a paso rápido y resuelto tras Adrianne, con el impasible salvo por el ceño, ligeramente fruncido.

Los ves fuera cerca del polideportivo, ella esta realmente furiosa, tiene los ojos en blanco y el suelo frente a el se ha alzado formando un muro. Las manos de ella se han iluminado con un color rojo como la sangre y aprieta los puños con furia clavandose las uñas

Continúa grabando, pero cuando ha captado lo suficiente, se da la vuelta y vuelve a entrar en el polideportivo, sin pestañear ni cambiar la cara, aunque algo más pálido y con la boca seca.

¿Qué ataque le ha dado? En fin, no puedo saberlo, no soy experto en metagenética, sino en cirugía pediátrica... ¿Debería echar una mano o salir de aquí...? Aunque... Mejor...

Tras las gradas, no del todo oculto, eso desde luego, coge el móvil y llama a Elodie Quernadelle.

Sven, con la misma expresión que antes, vuelve a entrar en el polideportivo y se pone tras las gradas. Saca su teléfono móvil y parece llamar a alguien.

Elodie Quernadelle recibe una llamada de Sven.

El movil a l que marca esta apagado o fuera de cobertura en este momento

...Mierda.

Sven deja el teléfono de nuevo en el bolsillo interior del abrigo y opta por la otra estrategia... ¿Qué remedio? Todos los gimnasios tenían tres entradas reglamentarias, sobre todo los que tenían gradas: La de emergencia, la principal, que ahora no estaba precisamente disponible dado que una desequilibrada mental y su supuesto novio estaban manteniendo una conversación con muros y espasmos incluídos, y oh, sí: Resplandores rojos en las manos. No se podía imaginar ningún resplandor rojo que hiciera cosquilas o galletas, la verdad... ¿Solución? La última puerta asequible: Las entradas/salidas de los vestuarios.
Total, había visto gente desnuda tantas veces en su vida que no le causaba el más mínimo reparo...

Sven sale del gimnasio por la puerta de los vestuarios. Con gesto serio y atento, sin reparar en quién haya en ellos.

Lucía, en cuanto es posible, se acerca a Adrianne.

- Ummm... ¿te importa que os acompañe al acantilado?, quizás pudiera ser útil allí...

Y se queda espectante a la espera de una respuesta afirmativa.

La voz de Lucia me hace volver en mi Claro cielo que puedes venir miro a Rewell y niego ya hablaremos los dos tarde o temprano te quiero en mi despacho esta tarde cuando vuelva del registro en los acantilados

Lockhart se ha ido pero no se si ha visto todo lo que ha pasado, voy a tener que controlarme delante de el. Voy a necesitar desfogarme de otra manera