Partida Rol por web

La mesa está servida... Tras dar un enorme rodeo en el barco pesquero Neptuno II, el equipo llega a Puerto Madryn para encontrarse con la versatil hacker, la cual ha hecho de las suyas para tener todo más o menos listo para cerrar el trato y deshacerse del paquete.

Todo está listo cuando un equipo se infiltra a media tarde en el lugar de encuentro para plantar camaras y micrófonos por doquier...

Un recuerdo extraño es ahora la plataforma petrolífera sumida en el caos, con el helicóptero sobre si.

Uno a uno van tomando sus posiciones (el piloto Samir, algo más que la posición) y salta a todas luces que una enorme cantidad de yakuzas inunda el lugar...

Puede que todo salga bien... o no!

Las noticias llegaron a oídos del grupo, llevadas de un lugar a otro por la melodiosa voz de la hacker. Fermín le dio un trago a la botella de cerveza que sostenía desde hacía unos minutos, e inmediatamente escrutó el gentío con gesto hastiado, como si estuviera en busca de una presa femenina, y no tratando de hallar un japonés trajeado.

No respondió a Anna, sino que se separó de la barra, se aflojó la corbata y se adentró en la masa de mediocres y casi borrachos bailarines, con una sonrisa discreta. Lo último que buscaba era fiesta. Sus ojos recorrían el lugar entero, esperando hallar a cualquiera de aquellos mafiosos. Si las cosas se desmadraban, prefería ser él quien acechara antes de ser acechado.

 Chavela se quedó en una esquina mirando la maniobra de Fermín, cuidando de alguna manera el avance del que se iba en busca de algo o alguien, no era cuestión de llamar la atención todos juntos. Pretendió moverse al ritmo de la música, aunque eso no fuera lo que más le gustaba a la chica. Finalmente ahora debían dedicarse a otras cosas. Movió suavemente los pies y parecía tararear la canción pero no era así, simplemente pretendía como otras tantas veces.

Me acomode en una mesa, una hermosa morena me trajo mi Tom Collins que mantenia agitado en mi mano derecha. Le di un pequeño sorvo, ese gusto amargo y fuerte que lo caracterizaba me hacia hervir la sangre. Sinceramente odiaba ese trago, por eso me lo habia pedido, para mantenerme alerta y no distraerme con estupideces.

Respire profundo, un olor mezcla de Perfume importado, cigarrillo, y alguna sustancia asquerosa que no podia identificar... pero mas que nada habia olor a yakuzas, y no me gustaba para nada.

Simulando mirar a las mozas me dedique a sopezar la situacion a mi alrededor...

Fermin observaba calmo, todo cuanto ocurría en el local... Sus ojos expertos veían la miríada de yakuzas aquí y allá, siempre de a pares. El contacto... Cuyos datos había estado memorizando Charles, una muchacha muy bien parecida, Valeria Gasuruki, parecía estar (aunque el negociador no la viera), por curioso que resulte, siendo ligada por Samir, en el pool a la derecha de vuestra posición, casi de frente (pero del otro lado de la barra en U) a Tom.

El 22 por su parte, otea el "boliche", para descubrir que en una de las mesas aledañas a la propia, un par de yakuzas toma sake en grandes cantidades, y que, entre la muchedumbre excitada en la pista de baile, otra parejita de  nipones, desentonando con el resto de la peña por su aspecto rígido, se dedican a mirar desde allí en todas direcciones.

Chavela, desde el cubículo VIP en que Anna se había instalado, intentaba seguir un ritmo que ni de casualidad le entraba por los oídos... Mientras tanto, la hacker capta casi sin quererlo, un indicio exterior en su portatil...

Su mirada no se posó más de unos pocos segundos en cada pareja de yakuzas que ve, como si fuese un fiestero más que los ve con cara rara por su aspecto. Dando una vuelta alcanzó la figura de Samir, casualmente negociando con su contacto. Una mirada más detallista reveló ciertos gestos inusuales en una negociación. Claramente, se la estaba levantado. ¿O estaba disimulando?

Se alejó de allí hacia la barra, del lado opuesto donde descansaba el conductor, para hacerse con otra cerveza, a la cual no le dio un sorbo por el momento. Volteó, llevándose el vaso a la boca, sólo para disimular el movimiento de sus labios. -Samir, ¿qué haces con la contacto? Señalale donde está Charles- susurró al micrófono.

Samir se detuvo un momento extrayendo de su bolsillo un movil, le hizo una señal a la mujer para que esperara unos segundos que tenia una llamada. El chofer se llevo el movil a la oreja y comenzo a caminar alejandose de la mesa tapandose la otra para escuchar mejor.

Solo entre por una cerveza, pero ya me voy... veo que no me necesitan aqui. dijo mientras caminaba hacia la puerta de entrada

La muchacha mira interesada al "turco", pero, dado que es el contacto y no sabe que Samir está implicado en el trabajo, opta por quedarse en su sitio, esperando que lo contacte quién corresponda, no sin mostrar una amplia y encantadora sonrisa...

Termino de recordar los detalles y me levanto de mi asiento en cuanto escucho el comentario de Fermín, me dirijo hacia la mesa de pool para observar a Samir marchándose y, luego, a Valeria.

Antes de llegar, hablo por el micrófono.

Estate atenta Annabelle, no quiero sorpresas durante la transacción.

Una vez estoy allí, alzo la voz para hacerme escuchar por sobre la música

Buenas Noches, mi nombre es Charles y usted Valeria ¿Estoy en lo correcto?

Conozco la respuesta, pero no estoy en ningún apuro y quizás una buena impresión sea útil.

Me pregunto si la paga por este trabajo aumentaría si consiguiésemos un aumentar aunque sea un poco el precio de venta - divago, mientras espero la contestación de la mujer -

La hermosa muchacha asiente con la cabeza.

Mucho gusto! Me invita algo de tomar? Contesta tras hacerse escuchar por sobre el ruido.

Del otro lado de la mesa, habiendo visto pasar a su lado a Charles, sin quitarle los ojos de encima a Samir, el enorme acompañante de la muchacha toma un taco y apunta por sobre la bola blanca,

calculando un 3 bandas con carambola... Digno de un profesional.

Anna se demora un instante en contestar el llamado de atención del negociador... Está atenta a algo en la red... Algo, que nada tiene que ver con el trabajo...

 Chavela se levantó, comenzaba a aburrirse terriblemente y es que nada parecía estar sucediendo, dio una vuelta por el lugar pretendiendo ser una más de esas jóvenes que frecuentaban el lugar y mirando a Roberto que sostenía una copa en la mano, fingió no conocerlo y se acercó a él.

-Mmm, cualquiera diría que te aburres...

Le sonrió y sin esperar a ser invitada, pidió un martini y una segunda copa para el 22. Luego volvió a pasar la vista por todo el lugar, ubicando perfectamente a los miembros del grupo y deseando que todo terminara pronto. Nunca lo había pensado pero realmente no tenía nunca una razón para apresurar las cosas, simplemente quería siempre que todo pasara. Se rió de sí misma y se sentó cerca de Roberto.