Partida Rol por web

Pues no se señores...supongo que vuelva pronto. Le vi salir antes con un chubasquero amarillo...Me imagino que vuelva al mediodía

"Mierda. Se nos ha escapado."

-Vale. Entonces veremos si nos podemos pasar a esa hora. En todo caso, cuando le vez, dígale que se ponga en contacto con su padre. Discúlpenos por las molestias y muchas gracias.- dice Joshep inclinando ligeramente la cabeza.

- Creo que sería mejor contarle toda la verdad al muchacho, parece un chico despierto y seguro que se hace cargo de la situación...

Miró con complicidad al portero.

- Aquí hay algo más que lo que le ha contado el teniente, -bajó la voz- estamos detrás de algo... turbio, tú ya me entiendes,  sustancias ilegales y todo eso... no hará falta que te diga nada más para que me comprendas, ¿no?

Bien. El caso es que si nos abrieses esa puerta, para echar un vistazo... Rápido, en un momento estamos listos. Un par de comprobaciones y nos vamos; podríamos dejar zanjado este asunto ahora mismo.

Dan puso solemnemente la mano sobre el hombro del joven, esperando que fuera tan poco espabilado como aparentaba.

- La comunidad entera te estaría agradecida por este servicio. Pero claro, nadie lo sabrá nunca, ya me entiendes.  Ante todo discreción...

¿Drogas? Ay Dios mio....

El agente y el detective habían tenido suerte, su apariencia y el hecho de que el portero no fuese un hombre inteligente o sagaz les habían proporcionado una excusa única e irrepetible para entrar en casa del heladero. Miles estaba emocionado y tras buscar durante un rato las llaves correspondientes al apartamento de Ray se dirigió escaleras arriba. No habían subido una docena de escaleras cuando se oyó el ruido de un motor en la calle.

-A que es la furgoneta...- dijo el policía y, mientras echaba a correr escaleras abajo gritó -Ocúpate tú del cuarto, a ver si puedo detenerlo!-

Cuando Joshep llegó al portal le dió tiempo a ve como la furgoneta giraba por una esquina. Era poco probable que consiguiese atraparlo pero el coche estaba cerca.

AY Dios mio....-dijó el portero intentando parecer compugdido pero a todas luces emocionado. Sigame que abrire la puerta del señor King.

El hombre abre la puerta y le deja espacio para que penetre en la habitación

- ¡De acuerdo, Joseph, no lo pierdas!

Y, mientras el policía bajaba a toda prisa las escaleras, Dan le hizo un gesto al portero para que continuase hasta el piso del heladero.

- Quédate en la puerta, vigilando. Será un momento.

Parker dio la luz del recibidor, y contempló el panorama.

"Mierda."

Joshep sabía que si no quería más problemas que los que ya se había ganado no podía emprender ahora una carrera tras una furgoneta de helados. Así que lo que hizo fue acercarse al coche y dar aviso acerca del vehículo, para que tratasen de localizarlo desde la central.

Luego volvió sobre sus pasos para reunirse con Dan.

"Y también está el tema de las chicas..."

Unos cinco minutos después Joshep vuelve a entrar en el edificio y comienza a subir las escaleras, con cara de cansado.

El agente Bernat llegó justo a tiempo para ver como Dan entraba en la habitación dejando de vigilante al portero. Acelerando los pasos llegó a tiempo de avisar a Dan para que le esperase

- ¿Qué ha pasado? ¿falsa alarma? -con un gesto le hizo entrar en el piso, cerrando la puerta tras de si y dejando al portero vigilando en el rellano.

Mientras hablaban, Dan y Joshep revisaban el apartemento empezando por el salón. Aquello era muy extraño. Los muebles de la habitación habían sido retirados y pegados contra la pared para dejar sitio a un enorme arcón que estaba enchufado... Además toda la casa tenía un penetrante y terrible olor a carne podrida.

-Era él, pero se ha pirado.- dice Joshep con expresión malhumorada para continuar, arrugando la mariz con expresión de asco -¿Pero qué mierda es esto que huele aquí? ¿Y ese arcón?-

- ¿Que se ha escapado? -pensó con rabia el detective; de repente, todas las horas sin dormir cayeron sobre él como una losa.

- Sí, aquí hay algo que no huele bien. -todo aquel montaje resultaba extraño; paso a paso se acercó al arcón congelador que dominaba la sala.- Tápate la nariz, Joseph. Me parece que no nos va a gustar lo que hay aquí dentro.

Dan abió lentamente el congelador, mientras un funesto presentimiento le recorría la columna vertebral.

-Manténgase alejado, por favor.- dijo Joshep colocando la mano sobre el pecho del portero para mantenerlo en la puerta de entrada mientras miraba al arcón que estaba abriendo Dan.

Una vez que se hubo asegurado que el portero se quedaba fuera, Joshep apoyo su espalda contra la puerta y se puso en alerta, ese olor no presagiaba nada bueno...

Con precaución y el estomago preparado para recibir una sorpresa, Dan se acercó a abrir el arcón. Cuando vió su interior su cara adquirió una expresión de sorpresa. El interior estaba completamente vacio.