Partida Rol por web

[REC] Experimenta el miedo

[REC] Capítulo I: Violencia doméstica

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14/10/2009, 21:14
Joan Miquel Costa Olivera

Por las voces, al parecer, la mujer se ha vuelto del todo histérica y ha atacado al marido... Y luego a los policías... "Joder... Que animalada... Aunque el que algunos de los dos, sino ambos, acabaran muertos, era inevitable..." No conforme, llevado por una curiosidad poco sensata, se cuela disimuladamente por entre le gentío y se asoma, mirando al interior del piso. Sangre, mucha sangre, uno de los policías en el suelo, y esa mujer... Una visión que no dura ni un segundo, pero que quedará gravada para siempre en su cabeza. El hombre baja la cabeza, y retrocede... 

-Por Dios santo...- Mira a todos por unos segundos, esperando que alguno reaccione, o a que alguien diga algo más o menos concluyente... 

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14/10/2009, 23:19
Director

Tres disparos retumban sonoramente en el rellano de vuestra escalera, antes tan silencioso. Tres disparos que perforan vuestros oídos al igual que hacen lo propio con el pecho, el hombro y la cabeza de la señora Cano, que cae desplomada echando un cuajarón de sangre sobre la cara del inspector Fungairiño.

Apenas unos segundos después de los disparos, veis como Francesc y Andrés bajan precipitadamente por las escaleras, cruzándose con Gerard que parecía dirigirse a su casa sin intercambiar palabra alguna con ellos.

Os encontráis conmocionados. Miquel y el señor Costa están atónitos; Jose y Mónica se debaten sobre si ayudar o no a su amigo Joan; Gerard ha subido rápidamente a su casa, mientras que Francesc y Andrés intentan analizar la situación desde su punto de vista de recién llegados. No sabéis muy bien qué acaba de pasar pero el resultado agrede a vuestra vista: la señora Cano yace inerte sobre el inspector Fungairiño, totalmente cubierto de sangre pero aparentemente ileso. Este la aparta de un empujón poco cuidadoso y se queda mirando a los presentes en el rellano. Entre el gentío señala a Andrés con un dedo tembloroso:

- ¿Tú eres el médico? Ven aquí inmediatamente, y tú también
– añade señalando a Francesc. En cuanto ambos le hacen caso y siguen sus órdenes, el inspector cierra la puerta con un sonoro portazo.

Ya no se oye grito alguno.
Ya no se oyen golpes.
Ningún disparo os perturba.
Ni siquiera Manolo Lama pronuncia palabra.
En su lugar, tras oír la aparatosa puerta de Gerard abriéndose, una canción conocida sale de su casa, impactando en vuestros oídos con fuerza. Es el sonido de lo cotidiano, que duele más que cualquier bala, ya que sabéis que después de este día, nada será ya igual…

Notas de juego

Fin del capítulo 1. Por favor, no posteéis más aquí, sino en el siguiente capítulo.