Partida Rol por web

Aunque el tipo no parece percatarse de la situación los colegas le sujetan y lo apartan por lo que os queda paso libre hasta la puerta.

Caín no iba a entrar en el callejón, aquel hombre podía estar esperándole y el asesino recordaba su pistola bólter. Un arma terrible que Caín no esta dispuesto a enfrentar, del mismo modo que tampoco tenía intención de asesinar a aquel informador. Es por ello que, desconociendo si el callejón tenía alguna otra salida, decidió esperar en el exterior, a no más de quince metros, escondido lo mejor que pudo y cubierto con su capa. Para prevenir que le dispara decidió que lo mejor sería inmovilizarle y sacó sus boleadoras.

Te escondes y justo en ese momento un fogonazo de luz sale del callejón, la gente mira extrañada pero en seguida vuelve a su caminar rutinario, a estas horas vuelven del trabajo camino de sus casa y un merecido descanso. Pasan unos minutos y nadie sale del callejón o tiene otra salida o sigue esperando.

La discreción ya se había ido al garete. Empuñando el revólver Caín se aproximó a la esquina y echó un vistazo al callejón.

Al asomarte ves cascotes de un muro derruido, secciones completas de columnas hace años gloriosas, un charco de aguas estancadas y malolientes pero ningún rastro de Orday. Te da la impresión de que podrías internarte entre los restos y salir a alguna calle al otro lado.

El psíquico la está liando.- A su espalda Caécus pudo escuchar a Zaddion murmurando algo, eso solo podía significar más problemas para nosotros.

Vamos hombre.- Le dijo al psíquico mientras se interponía en su campo de visión.- Estos son buenos tipos. Trabajadores de colmena que no nos han hecho nada y nosotros ya nos marchamos, ¿Verdad? Tenemos prisa. ¿Recuerdas?

Caín lo dejó estar. Ya se había expuesto lo suficiente y aquel hombre no le dejaría averiguar donde vivía. Debería regresar a la casa de Strophes sin nada nuevo que aportar a la investigación. Pero esta vez sería él quien vigilaría sus pasos, por si era él el perseguido.

Salis a la calle sin problemas. El chico sigue sentado en su banco y cuando salís parece que vuelve a apuntar algo en su libreta y sonríe.

Vamos no perdamos mas el tiempo, volvamos al punto de reunión. No me gusta estar expuesto por aquí.
 

¿Hay mucha gente ahora a la vista? Lo digo por si hay testigos de si le intento coger la libreta al crio.

Susurrando al equipo por el microcomunicador¿Deberiamos quitarle la libreta al crio? A ver si esta anotando datos nuestros o parecido

¿Quieres que cabemos a tiros? no nos busquemos más problemas. respondo

Si, hay bastante gente de un lado para otro...varios clientes que van a entrar y andando por la plaza de 50 a 60 personas

De acuerdo, olvidadlo, hay demasiada gente. Pero esto me da mala espina

Y justo cuando se empezaba a poner interesante, todo acaba... Que desilusión, ahora entiendo mejor a las hembras.

El psíquico observó con cierto desprecio disimulado a Caécus.

#Por supuesto, son gente trabajadora, yo solo iba a dar una ayudita a que comprendieran la prisa que teníamos... Se muy bien que la presteza y la discreción son prioritarias ¿Por quien me tomas? -Terminó con falsa molestia.

Pero, ya había comenzado a convocar la disformidad, ahora había que hacer algo con ella. A medida que salían Zaddion se fue relajando y el ambiente comenzó a llenarse de electricidad estática, era la forma mas discreta que conocía de liberar su poder... Un pedo silencioso de disformidad.

Una vez fuera se metió entre la conversación del tecnosacerdote y el árbiter.

#Por el Emperador, sobornarlo y que arranque la pagina de la dichosa libreta. No es tan complicado. Si queréis yo mismo lo hago.

No seria demasiado útil, porque el niño podría simplemente memorizar en un bucle mnemotecnico de corto plazo los datos y reapuntarlos, sabiendo ademas que alguien les intento sobornar para que no los anotase, dándole enseguida mas valor

Cain. Soy Argantonio. ¿Actualización?

Acabas de decidir no seguir a Orday pero no has ido a comprar la pistola

¡Silencio!