Partida Rol por web

Caín siguió corriendo sobre los tejados, intentando saltar de uno a otro, sabiendo que si lo lograba alcanzaría al ser cibernético.

El asesino calcula mal la distancia entre los tejados y se queda corto dándose de bruces contra la pares del puesto de enfrente y cayendo a la calle, por suerte solo le uqedará un moratón.
 

Os agrupáis  y salís de la plaza con las miradas fijas en vosotros de algunos de los vendedores y transeúntes, miradas de miedo, de odio, miradas perdidas, ...al menos conseguís salir de la zona antes de la llegada del Administratum o los arbites. Decidís buscar un callejón oscuro para pasar un tiempo curando heridas y dejando que la situación se calme.

Estáis tentados de examinar a fondo el maletín pero el calor que emana y que se desprenden algunos fragmentos, al final optáis por hacerlo en un sitio seguro donde no se pierda nada del contenido. Volvéis temerosos al lugar donde Strophes ha organizado la extracción pensando que al pasar más tiempo de lo acordado vuestro contacto de hoy se haya marchado pero entendéis que Strophes debe pagar bien pues aunque nervioso y soltando improperios, allí está.

La revisión de vuestra tapadera es muy exhaustiva y al final vuestro guía debe pagar un soborno a uno de los agentes simulando que lleva mercancía de contrabando sin que lo sepa su patrón.

Horas después, heridos, exhaustos y con vuestro objetivo destrozado llegáis al hall de la mansión de los Strophes donde una sorprendida Julia se apresta a llamar a los criados para preparar baños, ropas limpias, un médico, comida y bebida.

- ¡Por el Dios-Emperador! ¿De dónde salís de esta guisa?

Servir a los Ordos no siempre es tan gratificante como pueda parecer a primera vista.- Le responde el adepto a Julia.- Lady Stropes no hace falta avisar a ningún medicae, yo me encargo de mis compañeros. Necesitaré agua caliente y algo parecido a una camilla para poder tratarles.

Conseguir abrir el maletín escapa de sus habilidades y Caécus lo sabe, pero también sabe que antes de acabar la noche habrá sellado todas las heridas y sacado todos los trozos de metal de Aeragan y Godwin.

Nos estaban esperando y fuimos superados por ciborg desconocido, al menos hemos recuperado lo que veniamos a buscar, ¿  En que condiciones se hallara, ya es otra cosa ?

 No me queda aliento para nada más, jamas había estado a tal punto de de morir.

Julia hace una seña a un sirviente que va a preparar lo que ha pedido Caécus. Os conducen a una especia de salita donde imprvisan una camilla con sábanas blancas y unas quimilámparas.

En eso momento aparece Laurent Strophes que os mira con gesto serio.

- Al parecer no era tan fácil conseguir esos datos, dice tras haberos repasado visualmente uno por uno. ¿Qué ha pasado? ¿Han obtenido la placa? ¿Dónde está Orday?

Aeregan estaba en muy mal estado. A pesar de las ayudas de auxilio que había recibido a manos de Caecus. El noble tenía la mirada algo nublada y aunque sus constantes vitales, se sentía en una nube. Balbuceó algo mientras se dejaba caer sobre el primer asiento y se llevaba las manos a sus terribles heridas, que por fortuna y gracias al Dios Emperador, no habían revestido por poco una extrema gravedad.

Colocar con cuidado a los señores en las camillas- Les pidió Caécus a los sirvientes del señor Strophes manteniendo la tapadera. Mientras lo hacían, abrió su maletín y comenzó a extraer el material quirúrgico de él, vendas, piel sintética, grapadoras subdérmicas, aguja hipodérmica con dosis de calmantes, estimulantes y otros compuestos químicos variados.

Apretar los dientes chicos que esto va a doler.- Les dijo a Aeregan y Godwyn una vez los sirvientes se habían ido y no tenían que mantener las apariencias justo antes de meterse en faena.- Demostrarme que sois tipos duros.

Una hora después, todos los restos de metralla estaban desperdigados por el suelo y todas sus heridas estaban suturadas y limpias, aunque aún tendrían que tomarse las cosas con algo de calma para que no volvieran a abrirse. Por su parte, el adepto estaba sudado de pies a cabeza y tenía tanta sangre en las ropas que dudaba que pudieran quedar limpias otra vez.

Extenuado por la escaramuza, la posterior huída y la sesión de quirófano improvisado se sentó en el sillón en el que se había dejado caer el guardia imperial, pues era ya estaba manchado de sangre y supuso que a nadie le molestaría una mancha más o menos.

Orday está muerto, nos estaban esperando.- Pasó a explicarle a Strophes.- Gracias al emperador que el resto hemos podido sobrevivir a la emboscada. En cuanto a la placa .... - Caécus miró a siervo del Omnissiah.- La hicieron implosionar, recuperamos el maletín donde estaba, tal vez Argantonio aún pueda sacar algo en claro de ella, aunque yo no apostaría mis créditos por ello.

Caecus se maneja distramente y consigue extraer las postas y balas que se han quedado alojadas en los cuerpos de sus compañeros pero la pérdida de sangre ha sido elevada por el rato pasado ocultos para cruzar a la colmena alta.

El fracaso. Los agentes de la Inquisición, derrotados.

La presencia de ese ciborg ha sido lo más llamativo. Su resistencia era asombrosa, encajaba las balas con irreal naturalidad, pero no hay duda de que ha sido gravemente dañado y necesita ser "reparado". Un individuo como ese no puede pasar desapercibido y es innegable que necesitará de la ayuda de alguien versado en conocimientos del Adeptus Mechanicus. Podemos investigar eso.

Si... es una pista a seguir - dijo recostándose poniendo una expresión de puro dolor en el rostro - no solo resistía... tenía una puntería demasiado buena - Aeregan había dado buena cuenta de esa puntería y podía vivir para contarlo - El coro tendrá contactos por todos lados...

Strophes asiente a la noticia de la muerte de Orday: alguien como él tenía que acabar así, asume con naturalidad. Hay que hacer todo lo posible por recuperar información de esa placa; si han montado este jaleo es que contiene algo importante

Esperemos que Argantonio pueda recuperar algo de interés, de los restos de lo que quede en el maletín.

¿Sr STrophes, que se comenta en los mentideros de la nobleza de nuestra actuación en la fiesta conseguimos ganar el interes o al menos la curiosidad de los nobles cercanos al coro?.

- Todavía no sabemos nada pero creo que causasteis buena impresión a Lady Tanae Borella, dice sonriéndole a Aeregan...quizás mañana sepamos algo.

Entonces poco más podemos hacer hasta mañana.- Dijo Caécus levantándose, dispuesto a abandonar la reunión e irse a la cama a descansar. - Mi lady, ¿Sabemos algo de las muestras que mandamos a analizar?- Le pregunto a Julia antes de marcharse.

Aeregan intentó sonreír pero no fue capaz - solo espero que no tenga que verme de esta guisa - dijo con amargura por sus heridas