El coche de policía circula por la atestada ciudad, cruzando el Puente en dirección a Manhattan. La isla es, como siempre, un infierno de tráfico, sin importar el calor que haga.
La dirección de la tarjeta es un apartamento en Tribeca. El edificio moderno que corresponde a la dirección de Hirt se encuentra a media manzana de la Plaza del Ayuntamiento. Tribeca es un distrito de diletantes, artistas y músicos que atrae a lo mejorcito de la intelectualidad de Nueva York. A la sombra de los edificios, dejáis el coche aparcado directamente frente a la puerta, que un botones solícito procede a abrir. El suave abrazo del aire acondicionado os envuelve nada más poner un pié en el umbral.
A Jerry le gusta ese barrio, pasear por él, visitar las galerías, asistir a reuniones. Pero vivir allí... eso debe de ser caro. Supone.
-Buenos días - su voz está cargada de repentina alegría por el frescor del ambiente. -Es una casa muy... buena - se siente un poco estúpido, pero es que no se le ocurre nada mejor que decir.
- Buenos días - digo mirando a ambos lados, centro mi vista en su placa de empleado - Tim necesitamos acceder al apartamento de Alaquint Hirt, sea tan amable de acompañarnos y abrirnos la puerto, esto es una investigación policial.
-Alaquin- le corrije Jerry entre labios.
El niño bonito como siempre se le olvidan las cosas. Saco mi placa y se la enseño al botones.
- Buenso dias hace un dia muy caluroso. Detective Annie Taylor, si no le importa acompañarnos al departamento del señor Hirt y abrirnos la puerta se lo agradeceríamos.- Digo mostranodle la placa
El hombre arquea las cejas, sorprendido. - Por supuesto, Agentes. Un segundito... - Se acerca al mostrador junto a los buzones de corréos, del que saca un juego de llaves. - Si son tan amables...- Sube al ascensor.
subo con el, por supuesto, antes que nadie.
Vuelvo a guardarmela en el bolsillo de la chaqueta y le sigo al ascensor. - Timothy, nos gustaria saber scuando fue la ultima vez que vio al señor Hirt
- Mmmmm, pues lo cierto es que hace unos cuantos días que el señor Hirt no pasa por casa.
Annie suspira mientras piensa como se pudo graduar en la academia con tanta "obviedad" en sus palabras...
El asensor se abre al tercer piso, un pasillo elegante y fresco con moqueta y apliques de bronce. Puerta 302. El conserje la abre con una de las llaves y da un paso atrás.
Me llevo la mano a donde tengo el arma y miro a mis compañeros a ver quien va a ser el primero una apuesta y la ganaba el niño bonito seguro.
- ¿Se acordarían dejarme sus números de placa al salir? Es para el registro de visitantes.
Tim se da la vuelta y se detiene junto al ascensor para añadir:
- Y si pudieran decirle a la inquilina del señor Hirt que su perro ha vuelto a molestar a los vecinos, me harían un gran favor.
- Por supuesto - Jerry entra por la puerta, extrañado por la actitud de Annie. La inquilina del señor Hirt... ¿será la mujer de la comisaría?
Un dia nos pegaran un tiro por ir tan confiados, pero claro ellos son los hombres y los que hacen las cosas a su manera...
- Mire, si quiere apuntar algo en el registro hágalo, mi nombre es Orson Joyce-Cleveland, me sorprende que no me conozca.Antes de que se vaya dígame, ¿como describiría al propietario ? ¿Ya su inquilina? Ya se que solo los ve de pasada pero la primeras impresiones también cuentan, ¿que le parecen?
- ¿El señor Hirt? Es un hombre tranquilo. Algo despistado, quizás. La señorita, bueno... Es de las que se miran dos veces, no sé si me entiende...