Abro los ojos sin llegar a entender del todo que es lo que había pasado, y me doy cuenta de todo lo que ocurrió en mi “sueño”. Trato de levantar una mano para ver… en que cuerpo estoy y sonrió ampliamente al ver la mano de un joven. Parece que volvía estar en mi propio cuerpo. Pero la felicidad no era del todo agradable. Pues ahora sabia lo que trataban hacer aquellos hombres. Aquellos recuerdos eran una de las mejores explicaciones que podía tener. Ahora sabíamos la verdad, o al menos lo que parecía serlo. Alguna de aquellas personas seguirá aun con vida?
Pronto lo averiguaría, ahora me concentre en hacer un análisis de mi propio cuerpo, para ver en que estado estaba. Supuse que mientras estaba en aquel recuerdo cai en coma. Pero por se acaso quería comprobar mi estado físico.
Vuelve a encogerse de hombros, devolviéndote la triste sonrisa.
- Lamento que tu hermano y tú estéis… - calla de pronto. La ves algo alterada, sorprendida. Tras unos cuantos segundos recupera el habla. – Siento que… siento que alguien me ha encontrado. – te mira extrañada, y luego mira hacia la puerta.
Alguien acciona el picaporte, la puerta se abre. Al otro lado ves a un hombre, algo rellenito, y a una mujer pelirroja. Van cogidos de la mano.
Elisabeth parece reconocer a la mujer.
- ¿Ma… Margaret?
Marca a Walter.
Avanzáis por los pasillos del hospital. No está muy lejos, lo presientes. Margaret te sigue, sin preguntar nada. Finalmente llegas a una habitación. La puerta está cerrada. Lo notas. Lo notas ahí dentro.
Coges el picaporte con fuerza y, tras unos segundos respirando hondo, la abres. Ahí dentro ves a una chica pelirroja en una camilla. Está como tú después de haberte despertado. A su lado hay una chica sentada. Te mira sorprendida, como si notara algo extraño en ti. Y entonces ve a Margaret. Su voz suena entrecortada, y sorprendida.
- ¿Ma… Margaret?
Marca a Kate.
Te encuentras débil. Y notas tu lengua pastosa. Cuando intentas hablar no puedes evitar toser sonoramente. En tu brazo ves clavada una aguja, que te proporciona alimento por vía intravenosa.
Al parecer no estás muy grave. Te ves con fuerzas para caminar.
Me quedé un poco preocupada, como alerta, cuando vi que aquella muchacha se quedaba callada y luego decía algo de que alguien la había encontrado. Me incorporé en la cama, no sin esfuerzo, como si en cualquier momento fuera a venir alguien a intentar llevársela y yo pudiera impedírselo.
- Vamos.. te sacaré de aquí también.. - Dije justo cuando la puerta se abría y yo trataba de ponerme en pie. No iba a dejar que nadie la cogiera, quizás me estaba ablandando y pensaba que ahora podía defender a todo el mundo.
Me giré para sentarme en la cama mientras todos mis músculos se quejaban por el esfuerzo, pero me paré al ver que la mujer que entraba con un hombre gordito parecía conocer a Elisabeth. De todas formas, no me fiaba ni un pelo y aunque no sabía si ya podría correr, a la mínima que viera algo sospechoso intentaría salir de ahí de forma que ya no pudieran ni seguirnos.
Usando sus poderes, intento localizar quien de las dos era la "especial" que había notado con su habilidad. Las pupilas de sus ojos azul verde marinos, se contrajeron casi inapreciablemente cuando extendió su mente, comprimiendo sus sentidos sobre las dos mujeres. Exploraría sus mentes muy por encima, lo justo para saber quienes eran y ha que se debían sus preocupaciones. Todo ello sin entrar en loso recuerdos que pudiesen tipificarse como personales. No le gustaba meterse en los pensamientos ajenos, pero dada la posición potencialmente peligrosa en la que se encontraban, no parecía que le quedasen muchas opciones viables....
Bueno Shilyen, al fin confabulamos directamente y sin intermediarios de por medio. Por favor no me tortures XD
Me quedé unos momentos mirando a aquel hombre con los ojos entrecerrados. Si algo había traído aprendido ya desde hacía años era que una no podía fiarse ni de su propia familia así que qué decir tiene eso de fiarte de un extraño que entra sonriendo por la puerta de tu habitación de hospital.
- ¿ Es que en este lugar permiten visitas a gente que no conoces?
Elisabeth había dicho que había notado que la habían encontrado, así que aquello me mantenía aún más desconfiada. Seguro que aquella gente también podía hacer alguna cosa " especial " y después de haber visto lo que hacía aquella negra culona, prefería estar rodeada de gente normal aunque yo no lo fuera.
Resoplé algo molesta por la situación. Me acaba de despertar de un coma, empezábamos de nuevo con los acertijos y encima, las visitas ni las conocía ni me traían flores..
- No.. quiero faltar al respeto a nadie así que me voy a presentar. Soy Kate Davis, pero esto es un hospital, no una cafetería y la verdad es que no creo que hayais venido a visitarme.. porque para eso tendría que conoceros.. y no veo nada de chocolate así ni teneis pinta de repartidores.. y en esta habitación sólo estoy yo..
No creía que fuera necesario decir nada más para preguntar por qué estaban en la habitación del hospital en el que acababa de despertarme con una aguja en el brazo, en una bata de esas que enseñan el culo y sin entender una mierda de nada.
;) Soy un hacha haciendo amigos.
Master.. tengo mis poderes?
Los tienes, sí. Pero antes de salir corriendo desengánchate de las máquinas, no te aseguro que salgas bien parada si no lo haces... xD
La extraña presencia proviene de la chica que está junto a la cama. Te mira sorprendida, como si la hubieses descubierto.
Elisabeth frunce el ceño, mirando a Walter.
- Sal de mi cabeza. No vas a encontrar nada de provecho. - adopta una postura más relajada. - Ni siquiera tengo ninguna habilidad que pueda considerarse peligrosa.
Se levanta, y vuelve a hablar, en tono conciliador.
- No te preocupes, no estoy con esos tipos trajeados. Es más, tienen a mi hermano. - entonces mira a Kate. - Pero lo de que ya os conocéis me ha pillado por sorpresa.
Me quedé con una de esas caras en las que tan sólo muestras los ojos entrecerrados cuando dijo eso de " Kate la rápida " pues no sabía cómo pero ya había averiguado lo que podía hacer y eso sin duda no me gustaba, pero cuando me dijo lo del sueño me quedé más pálida de lo que puede estar alguien que se acaba de despertar tras unos días del coma, a la que deben estar alimentando por vena y desde luego, que tamopoco es que tuviera un color bronceado como para esconder las ojeras.
- ¿ Cómo sabes.. ? - Me quedé pensando pero luego las palabras de Elisabeth me hicieron cambiar mi expresión a una de prácticamente rabia.
- ¿ Me has léido la cabeza? A mí lo de Walter no me suena de nada ¿ debería? ¿ Por qué coño te metes dentro de mi cabeza sin permiso? ¿ Es que no sabes que la gente tiene derecho a su intimidad?
La piel se me puso de gallina después de recordar lo que podía hacer Jessie con la gente, hacer lo que ellos quisieran sólo con ordenador y yo desde luego que no quería ser una oveja en el rebaño de nadie.. y muchos menos de..
- Coño!! - Dije de repente. - Eres la japonesa que gruñía todo el rato..
La sangre se me heló y antes de que ninguno pudiera darse cuenta de ello estaba desenchufada de la máquina, de pie y prácticamente en la otra pared de la habitación.
- Yo.. no por favor.. a mí dejadme en paz.. Yo no me he metido con nadie.. Ni siquiera estaba segura de que hacer caso a la loca esa fuera una buena idea.. dejad mi cabeza..
Estaba asustada. Seguro que eran gente como la que ya había visto cuando fui con Fred a aquel edificio, gente que no dudaría en intentar matarme o quizás peor y harían que hiciera cosas sin poder negarme porque me dejarían como yo, bueno Jessie, hizo en aquel sueño con aquellos guardias. Entonces ya me sentí mal por tener que obligar a la gente a hacer lo que no quisiera y ahora, estaba en la situación inversa.
- Volveré a la carcel.. incluso prefiero eso a que me dejeis como si fuera un puto dummie con lo que hacer lo que queráis.
No sabía ni lo que estaba diciendo ya, estaba nerviosa y estaba empezando a sentirme acorralada, como si fuera un pollo en mitad de un corral donde acabara de entrar el zorro. Pero.. estaba Elisabeth y no podía dejarla sola, sino, para qué me había jugado el culo salvándola una vez.. y ellos en mitad de la puerta.. no puedo salir de aquí sin llevármelos por delante.. pero tampoco quería hacerle daño a nadie.. yo no era así.
- Esperad al menos a que me den el alta.. llevo en coma desde el sueño..
No sabía dónde querrían llevarme, pero no había colado eso de que venían a ver qué había.
¿ Dónde estaban los médicos cuando una los necesitaba? Si normalmente ya era una persona hiperactiva en aquel momento no me podrían haber relajado ni tres valium juntos.
Margaret parece ponerse tensa cuando Kate se mueve a gran velocidad. Extiende las manos hacia delante, con ademán tranquilizador.
- No... No te pongas así... Somos amigos. No hemos venido a hacerte daño. - Su rostro denota sinceridad. Aunque visto el caso, parece que nadie se fía de nadie.
Me quedé unos instantes en silencio, me hubiera quedado también quieta, pero eso ya era pedir demasiado, así que simplemente movía un pie, como dando pequeños golpecitos en el suelo, era lo más quieta que habituaba a estar.. Al final, poco a poco me fui acercando a donde estaban todos, despacio, y mirando a aquellas dos personas y luego a Elisabeth.. y acabé suspirando..
- Por mucho que quisiera defenderme si vienen a por mí, ya comprobé que por mucho que pueda correr no sirve absolutamente para nada.. - pensé recordando aquella azotea, así que llegué hasta la cama y me senté en ella. - ¿ Por qué siempre tengo que acabar sintiéndome culpable cuando yo no tengo la culpa de nada? Me han leído la cabeza, me han mandado a un hospital..
Tras unos instantes levanté la vista.
- No soy una buena persona.. simplemente soy una persona.. - Añadí mientras miraba la máquina.
No iba a pedir unas disculpas ni mucho menos, tampoco las había pedido él por ponerse a leer mi cabeza como si fuera un comic.
- Esaría bien que alguien llamara a un médico ¿ no? Quizás me vaya a morir y no lo sepa.. - Me acabo de despertar de un coma!!
Después de lo del sueño y eso, era tontería seguir negando las cosas o seguir intentado hacerme " la loca " con ellas así que suspiré y se lo conté, ya que parecía que no le había dado tiempo a leer tantas cosas en mi cabeza como pensaba.
- Quizás sólo pretendía saber quiénes éramos..
Dándole un voto de confianza, comencé a hablar.. total, si venían con alguna otra intención, lo que les pensaba contar, ya lo sabían.
- Los mismos hombres que encerraron a esa gente del sueño, esa compañía o lo que sea, parece que siguen interesados en que aquel muchacho haga de las suyas, el que nos jodió a todos.. - dije mirándole con cara de tener ganas de prenderle fuego a aquella criatura. - La cosa es que por intentarayudar para tratar de impedirlo, el chico que estaba dentro del cuerpo de la niña y yo, no metimos en uno de sus edificios y les rombamos unos papeles, aunque casi no lo podemos contar.. y bueno, pues como me encuentren creo que van a querer hacer algo más que traerme unas flores..
Me quedé un poco en silencio.
- Además, no te ofendas, pero los que podéis hacer cosas con las cabezas de otros me dais un poco de miedo.. quiero decir, que casi prefiero que me den una paliza, que sería menos.. humillante a que me hagan creer que soy un perro o un cactus..
- Haremos lo que haga falta. – sentencia Margaret. – No… no podemos fiarnos de ellos. Al principio pensé que eran buena gente. Es más, me ayudaron cuando esa tal Sandra intentó matarme… Pero la última vez que estuve allí mi habilidad me avisó. Hay algo o alguien moviendo hilos ahí dentro.
Mira a Elisabeth.
- Y seguro que ya saben dónde estamos. Creo que deberíamos irnos ya de aquí.
Elisabeth asiente, y mira a Kate.
- Estoy segura de que pueden encontrarnos. A mí me encontraron hace pocos días, pero gracias a la señora Dawson pude escapar. Nos quieren en sus filas. Y yo no quiero acabar como mi hermano… ni siquiera puedo encontrarlo con mi habilidad.
Asiente la cabeza, reafirmándose.
- Debemos irnos de aquí, en cuanto antes.